1. Anexo 1Sector: Lenguaje y ComunicaciónNB1/ 2º Básico-2010 <br />Sigue atentamente la lectura que hará tu miss. Fíjate en la entonación y la puntuación. <br />El regalo de Conejo CanejoHabía una vez un conejo llamado “Canejo”. Él tenía el siguiente problema: no sabía qué regalarle a su novia, la ardilla de campo, Juliana. Por esto, le pidió un consejo a su amigo el Búho, que era fanático de los regalos.-¿Para qué es el regalo? -, preguntó el Búho, que sabe que para cada ocasión hay un regalo distinto.-Es porque a Juliana le fue bien en el colegio -, contestó el Conejo Canejo. - Muy simple -dijo el Búho-. Lo que yo le regalaría a Juliana sería una manzana.Tan contenta se puso Juliana con el regalo de Conejo Canejo que tomaron té con pastel de manzana.<br />Una gallina vegetarianaEn la granja de Gabriel vive una gallina delgada, ella no come gusanos, no come insectos, no come nada que camine o se mueva. Ella es una gallina vegetariana. Le gustan sólo los granos de maíz y le da mucha pena cuando ve a otros animales comer seres vivos animales. En la granja también vive un ganso muy goloso que come de todo, lombrices, gusanos e insectos, también le gustan los granos.La gallina no puede entender que el ganso sea tan malo y dice que nunca será su amiga. <br />Anexo 2Sector: Lenguaje y ComunicaciónNB1/ 2º Básico-2010<br />Cuento para analizar en el círculo de inicio.<br />Un teatro trotamundos<br />0-180340Un teatro trotamundos<br />Una vez cuando era niña, fui a un teatro que funcionaba en un vagón de un tren, ubicado en Santiago, en la comuna de Ñuñoa, lo más sorprendente era que ¡no se cobraba la entrada!<br />Las actrices eran unas gemelas, llamadas Sofía y Lucía, que paseaban a perros y monos adiestrados, haciendo piruetas con ellos.<br />La estrella de la función era el payaso Treinta y Tres que entraba al son de una trompeta haciendo “payasadas”. Decía unos trabalenguas interminables que acababan siempre con Treinta y Tres.<br />La función, entre risas y carcajadas, duraba hasta que la tarde se convertía en noche. Entonces Treinta y Tres pasaba su gorra entre el público mientras las gemelas saludaban. Hasta los niños más traviesos, como Pedro, ponían sus monedas que caían con un “tric – tric” en el fondo de la gorra. Y “tic – tac” hacían los corazoncitos apurados de los niños que el próximo sábado volverían a este teatro.<br />