SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 18
Descargar para leer sin conexión
José Ramón Aguilar Reguero
Equipo de Emergencias 061 Málaga. España
Portal
de
Medicina de
Emergencias.
http://fly.to/emergencias
http://www.emergencias.es.org
http://www.emergencias.es.vg
9 Arritmias cardíacas
alteraciones de la oxigenación tisular
409
Objetivos
Arritmias cardíacas
Elías Rovira Gil
Carlos García Fernández
9ObjetivosObjetivosObjetivosObjetivos
Objetivos
Conocer la denominación de las
diferentes arritmias y su
fundamento.
Identificar en un paciente
monitorizado aquellas arritmias
que requieren una actuación
urgente.
Aprender los principios básicos de
la cardioversión eléctrica y los
fármacos elementales.
Reconocer los criterios de
peligrosidad de las extrasístoles.
INTRODUCCIÓN
Se define el término arritmia como cualquier ritmo
que no es el sinusal normal del corazón.
El ritmo sinusal normal es el originado en el nódulo
sinusal, que cumple las siguientes condiciones (Ver
Imagen 1):
• En el adulto origina una frecuencia cardíaca entre
60 y 100 latidos por minuto.
• El nódulo sinusal, situado en la porción alta de la
aurícula derecha, activa o despolariza las aurícu-
las antes que los ventrículos.
NOMENCLATURA DE LAS ARRITMIAS
Si pretendemos estudiar las arritmias es necesario
conocer una serie de términos que constituyen el
diccionario o vocabulario imprescindible del te-
ma.
Así distinguimos:
• Según el lugar de origen, decimos que una arrit-
mia es supraventricular si se origina por encima
del haz de His, y ventricular si es por debajo del
mismo.
• Según la frecuencia en el ECG, hablamos de ta-
quiarritmia o ritmo rápido de más de 100 lpm, de
bradiarritmia o ritmo lento de menos de 60 lpm; y
de trastorno aislado del ritmo, cuando sólo de vez
en cuando el ritmo sinusal normal es interrumpi-
do por algún complejo anormal (ejemplo de las
extrasístoles).
A su vez, decimos que el ritmo alterado (sea
lento o rápido) es regular si su frecuencia es
constante, e irregular si la frecuencia varía con-
tinuamente.
• Según la anchura del QRS, la arritmia puede pre-
sentar QRS fino (se trata en general de una arrit-
mia supraventricular), o QRS ancho (tanto supra-
ventricular como ventricular).
• Según la forma de presentarse, decimos que una
arritmia es paroxística cuando tiene un comienzo
brusco y bien definido, que el paciente la mayoría
de las veces relata con claridad; con frecuencia,
su terminación también es brusca. Las no paroxís-
ticas no gozan de esta cualidad y se denominan
graduales, porque su comienzo es solapado. Se
dice también que una arritmia es incesante cuan-
do es casi permanente, alternando periodos sinu-
sales normales con periodos en los que se mani-
fiesta la arritmia, repitiéndose estos ciclos de for-
ma permanente.
• Según el contexto clínico en que aparecen, se dice
que una arritmia es esporádica cuando tiene una
causa (muchas veces extracardíaca), que al corregirse
desaparece la arritmia y no vuelve a aparecer salvo
que concurran las mismas circunstancias (por la fibri-
lación auricular o la extrasistolia que surge por exce-
so de tabaco, estrés y falta de sueño, por hipoxia en
neumopatías agudas, o por un trastorno electrolítico).
410
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 1: Ritmo sinusal
• En un ECG, la onda P o de activación auricular precede al QRS o
conjunto de curvas de activación ventricular.
• La onda P es negativa en aVR y positiva en DII y aVF.
411
ARRITMIAS CARDÍACAS
Por el contrario, se dice que una arritmia es re-
currente cuando existe un sustrato anatómico
que favorece la repetición de los fenómenos
arrítmicos (por un prolapso mitral, una miocar-
diopatía isquémica crónica, etc.).
• Según el pronóstico, decimos que una arritmia es
benigna cuando no entraña riesgo de muerte, y
maligna o potencialmente maligna cuando existe
serio riesgo de muerte por paro eléctrico o fibrila-
ción ventricular.
• Según la hemodinámica, una arritmia es estable
cuando la tolerancia clínica es buena y es hemo-
dinámicamente inestable cuando clínicamente es
mal tolerada con hipotensión y signos de bajo
gasto cardíaco.
• Otros términos serán usados al hablar de las taqui-
cardias ventriculares: No sostenidas (duración in-
ferior a 30 segundos), sostenidas (duración supe-
rior a 30 segundos), monomorfas (todos los QRS
son iguales), polimorfas (con cambios en la mor-
fología del QRS de unos latidos a otros).
ORIGEN DE LAS ARRITMIAS
Alteraciones del automatismo
Un aumento de automatismo en el nódulo sinusal
produce taquicardia sinusal, y una disminución del
automatismo, bradicardia sinusal. Si un foco no si-
nusal (o ectópico) aumenta su automatismo y susti-
tuye al sinusal, origina una taquicardia.
Con frecuencia hay un trastorno mixto, estando depri-
mida la función sinusal, lo que permite que entren en
funcionamiento otros centros automáticos más bajos
(ejemplos son el ritmo idionodal e idioventricular) [1].
Alteraciones de la transmisión
del estímulo
Si existe dificultad para el paso del estímulo en el teji-
do perisinusal, se origina un bloqueo sino-auricular.
Si la dificultad está en la unión aurículo-ventricular
se origina un bloqueo aurículo-ventricular.
Alteraciones mixtas
Ejemplos son la enfermedad del nódulo sinusal, la
reentrada, el parasístole, los ritmos de escape, etc.
MANIFESTACIONES
DE LAS ARRITMIAS
Una arritmia puede, desde cursar sin síntomas, hasta
originar la muerte.
• Las palpitaciones constituyen una manifestación
muy frecuente. Consisten en una sensación de rápi-
do golpeteo en el pecho, acompañándose a veces
de la percepción de latidos rápidos en el cuello.
Con frecuencia, su brusco desencadenamiento se
puede relacionar con estimulantes, estrés, exceso de
tabaco, ejercicio, etc. Las extrasístoles y taquicardias
son las principales arritmias que las originan.
• La disnea o sensación “subjetiva” de falta de aire
se acompaña frecuentemente de sensación de
malestar general, que se va acentuando cuanto
más duradera es la arritmia.
• La insuficiencia cardíaca no aparece en corazo-
nes sanos a menos que la frecuencia sea muy
baja, muy elevada, o la arritmia muy duradera.
Sin embargo, en corazones previamente enfer-
mos, la insuficiencia cardíaca puede manifestar-
se tempranamente, y no son raros los signos de
fallo cardíaco agudo o shock cardiogénico (hi-
potensión, sudoración, frialdad, anuria, altera-
ción del sensorio, etc.).
• La angina de pecho es más frecuente en los ritmos
rápidos, y en corazones que ya tenían previamen-
te insuficiencia coronaria. La taquicardia produce
angina al aumentar el consumo de oxígeno del
miocardio (incremento de las demandas).
• El síncope es más frecuente en las bradiarritmias
con periodos de asistolia de varios segundos, pero
también puede ocurrir en ritmos rápidos. Traduce
una isquemia cerebral transitoria, que produce
una pérdida de consciencia. La recuperación pos-
terior es generalmente completa, sin secuelas
neurológicas.
Definidos estos términos, veamos un ejemplo de
denominación de una arritmia: taquicardia ven-
tricular, sostenida, monomorfa y recurrente que
cursa con inestabilidad hemodinámica.
• Parada cardiorrespiratoria y/o muerte por asistolia,
fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin
pulso o disociación electromecánica.
CAUSAS DE LAS ARRITMIAS
Arritmias en ausencia de cardiopatía: toma de an-
tidepresivos tricíclicos y otros medicamentos, altera-
ciones electrolíticas (sobre todo hipopotasemia por
diuréticos), ingesta de excitantes (drogas, café), junto
con tabaco y estrés, hipoxemias severas por neumo-
patías agudas o crónicas descompensadas, etc.
Arritmias en presencia de cardiopatía: prolapso
mitral, valvulopatías, cardiopatía isquémica, etc. A
veces, se recogen antecedentes de muerte súbita
familiar (miocardiopatía hipertrófica). Las primeras
son esporádicas. Las segundas, puesto que existe
en general un sustrato anatómico, son repetitivas o
recurrentes.
TERAPÉUTICA ANTIARRÍTMICA
Podemos generalizar el tratamiento, tanto de las ta-
quiarritmias como de las bradiarritmias.
Taquiarritmias
• Maniobras vagales (estímulo del parasimpático).
Golpe precordial.
• Fármacos: ATP, verapamil, ajmalina, quinidina,
amiodarona, beta-bloqueantes, digoxina, flecaini-
dina, encainida, lidocaina, procainamida, mexile-
tina, magnesio, propafenona, etc.
• Medios eléctricos:
– Cardioversión. Desfibrilación.
– Sobreestimulación.
– Marcapasos (MP) antitaquicardia.
– MP desfibrilador implantable.
– Ablación por catéter.
•Cirugía.
Bradiarritmias
• Fármacos: Atropina e isoprotenerol.
• Marcapasos: Provisional y definitivo.
ACTITUD ANTE UN PACIENTE
MONITORIZADO Y PRESENCIA
DE ARRITMIA
Lo primero es reconocer que lo que aparece en el
monitor es una arritmia y registrarla rápidamente.
Esto implica tener el conocimiento suficiente de las
arritmias como para reconocerlas y diferenciarlas de
los numerosos artefactos que se presentan en la mo-
nitorización continua.
En el caso de que lo que aparece en el monitor su-
giera una fibrilación ventricular, acercarse con la
máxima rapidez al paciente, reconocer signos de
paro cardíaco y dar lo antes posible una o varias
descargas eléctricas (desfibrilar). Avisar de inme-
diato solicitando ayuda. Es obligatorio para el per-
sonal de enfermería que trabaje en unidades con
pacientes monitorizados conocer el funcionamien-
to del desfibrilador y asegurarse de que se encuen-
tra en situación de usarlo en cualquier momento.
Esperar en esta arritmia mortal conduce a acidosis,
que puede hacer ineficaz el choque eléctrico, o a
daños cerebrales irreversibles. Si la desfibrilación
es inefectiva, se inicia la reanimación cardiopul-
monar, al igual que ocurriría en una asistolia, en
una taquicardia ventricular sin pulso o en una diso-
ciación electromecánica.
Si no se trata de una de estas cuatro arritmias,
acercarse a la cabecera del paciente y comprobar
cómo tolera la arritmia y si hay repercusión hemo-
dinámica.
Colocar los electrodos y obtener un ECG con las 12
derivaciones, imprescindible para el estudio de la
arritmia. El aviso será urgente si la tolerancia hemo-
dinámica es mala.
El trabajo con pacientes monitorizados obliga a co-
nocer los principales fármacos antiarrítmicos, sus
indicaciones y las pautas de administración. Igual-
mente, será necesario conocer los pasos a seguir en
la cardioversión sincronizada, y se tendrá prepara-
do el aparato si el paciente está hemodinámica-
mente inestable.
La cardioversión eléctrica [2] se realiza con el desfi-
brilador, y la técnica es similar a la desfibrilación
descrita en el Capítulo 5 a excepción de cuatro as-
pectos que las diferencian (Ver Tabla 1 ).
412
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
ORIGEN Y CLASIFICACIÓN
DE LAS ARRITMIAS PRINCIPALES
• Arritmias supraventriculares:
– Taquicardia sinusal.
– Bradicardia sinusal.
– Arritmia sinusal.
– Paro sinusal.
– Contracción auricular prematura (CAP). Ver
extrasístoles.
– Flutter auricular.
– Fibrilación auricular.
– Fibrilo-flutter auricular.
• Trastornos de la conducción:
– Ritmo de la unión A-V.
– Taquicardia nodal.
– Bloqueos AV.
– Ritmo idioventricular acelerado (RIVA).
– Bloqueos de rama.
• Arritmias ventriculares:
– Extrasístoles ventriculares.
– Taquicardia ventricular.
– Flutter y fibrilación ventricular.
Arritmias supraventriculares
Taquicardia sinusal
Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre
100 y 180 latidos/min (Ver Imagen 2). Las causas
son muy diversas, pero todas ellas actúan elevando
el tono simpático. Así tenemos: el ejercicio, estrés,
miedo, ansiedad, dolor, fiebre, anemia, hipovole-
mia, teofilinas, excitantes (café, tabaco, etc.), hi-
413
ARRITMIAS CARDÍACAS
CUESTIONES DESFIBRILACIÓN CARDIOVERSIÓN
Nivel de descarga
¿Admite espera?
¿Descarga especial?
¿Necesita sedación?
200/360 Julios
No, ninguna
No
No, está en parada
Variable, sobre 40 Julios
Sí, hay un tiempo
Sí, debe ser sincronizada
(lo hace el desfibrilador
si se le indica)
Sí, está consciente
Tabla 1.
Imagen 2: Taquicardia sinusal, 100 latidos por minuto
Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre 100 y
180 latidos/minuto.
pertiroidismo, insuficiencia cardíaca, cardiopatía
isquémica, etc. No suele precisar tratamiento, sino
reconocer la causa desencadenante y corregirla.
Bradicardia sinusal
Ritmo sinusal a frecuencia menor de 60 latidos/minu-
to (Imagen 3). Es normal en deportistas y durante el
sueño. Es muy frecuente en el infarto de miocardio.
Si la frecuencia es baja y mal tolerada, se trata con
atropina, y si no responde, con marcapasos.
Arritmia sinusal
Son alteraciones de la frecuencia de descarga sinusal.
Hay que saber reconocerla pero no necesita tratamiento.
Paros sinusales
El nódulo sinusal deja de producir algún estímulo, lo
que se traduce en el ECG por pausas sin ondas P.
Puede originarse por estímulos vagales intensos que dis-
minuyen o anulan el automatismo del nódulo sinusal,
por fármacos (antiarrítmicos, calcioantagonistas, beta-
bloqueantes), o por disfunciones sinusales permanentes.
Contraindicaciones auriculares prematuras (CAP)
(Ver extrasístoles).
Flutter auricular
Arritmia supraventricular muy frecuente, que suele
asociarse a cardiopatía, hipertensión arterial o bron-
414
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 3: Bradicardia sinusal, 40 latidos por minuto
Imagen 4: Flutter auricular
Es normal en deportistas y durante el sueño. Es muy frecuente
en el IAM.
En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de la línea isoeléctrica
se ven las denominadas ondas F en forma de dientes de sierra.
copatía crónica. Es frecuente que se desencadene du-
rante el IAM o la crisis anginosa. Se producen estímu-
los en la aurícula a frecuencias que varían entre 240 y
340 veces por minuto, siendo corriente una frecuen-
cia media de 300 por minuto (aleteo auricular).
En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de la línea
isoeléctrica se ven las denominadas ondas F en for-
ma de dientes de sierra (Imagen 4).
A veces, el flutter auricular representa un paso previo
a la fibrilación auricular. Si el paciente está hemodi-
námicamente estable, pueden probarse fármacos,
pero en general el flutter es rebelde y con frecuencia
requiere cardioversión sincronizada, que será rápida
y electiva si hay estabilidad hemodinámica. En el
flutter típico se utiliza también la sobreestimulación
auricular (estimular la aurícula durante un corto
tiempo y con un catéter en su interior a frecuencia
superior a la del flutter, con un estimulador especial).
Al cortar la estimulación, cede con frecuencia el flut-
ter auricular.
Fibrilación auricular
De las taquiarritmias supraventriculares, la fibrila-
ción auricular es la más frecuente. Observando la
Imagen 5 vemos que se produce por una activación
desordenada del tejido auricular por múltiples focos.
La activación anárquica origina una frecuencia auri-
cular de 400-700 por minuto.
Hemodinámicamente, la contracción auricular es inefi-
caz. En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de lo que
debería ser línea isoeléctrica se identifican unas peque-
ñas e irregulares ondas denominadas f (para diferen-
ciarlas de las F del flutter con actividad regular auricu-
lar). Las ondas f no se ven en todas las derivaciones,
por lo que hay que analizar las 12 del ECG estándar.
Los QRS suelen ser finos. Mientras el flutter auricular
origina en la mayor parte de las ocasiones una fre-
cuencia ventricular regular (bloqueo nodal fijo), la
fibrilación auricular (salvo contadas excepciones),
origina una frecuencia irregular (bloqueo nodal va-
riable ante la irregularidad de la estimulación auri-
cular). Puede asociarse a cardiopatía (valvulopatías,
cardiopatía isquémica, cardiopatía hipertensiva,
miopericarditis, cor pulmonale agudo del embolis-
mo pulmonar, cor pulmonale crónico del EPOC,
etc.). A veces ocurre en personas sanas, generalmen-
te de forma paroxística, y con frecuencia se identifi-
ca un desencadenante (alcohol, tabaco, estrés físico
o psíquico, estímulos vagales o simpáticos) [3].
Riesgos de la fibrilación auricular:
Esquematizando, son fundamentalmente de cuatro
tipos:
• Las altas frecuencias ventriculares pueden des-
encadenar una insuficiencia hemodinámica se-
vera, con hipotensión, mala perfusión periféri-
ca, sudoración, oliguria, trastornos del sensorio
por mala perfusión cerebral.
• Las altas frecuencias ventriculares, al aumentar las
demandas de oxígeno, pueden desencadenar una
angina de pecho (angor hemodinámico).
415
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 5: Fibrilación auricular
La activación anárquica origina una frecuencia auricular de
400-700 por minuto.
• La falta de una contracción auricular eficaz favorece
el estancamiento de la sangre y la trombosis entre
las trabéculas de la pared auricular. Si se despren-
den estos trombos, se originan embolias periféricas
(las desprendidas de aurícula derecha originan em-
bolismos pulmonares, y si se desprenden de aurícu-
la izquierda las embolias ocurren en cualquier rama
de la aorta). El flutter emboliza poco.
• Puede originar fibrilación y taquicardia ventricular.
Tratamiento de la fibrilación auricular:
Se opta entre dos cosas [4]:
• Conversión a ritmo sinusal. Está indicado en to-
das las fibrilaciones agudas, y en las recientes
(6 a 12 meses de duración). En las agudas, no
es necesario anticoagular, ya que se procede de
inmediato a intentar restaurar el ritmo sinusal;
en las antiguas o recientes (varios meses) se an-
ticoagula previamente (heparina sódica 5 a 7
días y luego Sintrom®).
Los métodos son:
– Si hay inestabilidad hemodinámica, se realiza
cardioversión eléctrica sincronizada.
– Si el paciente hemodinámicamente está esta-
ble, se intenta cardioversión farmacológica.
• Si no hay indicación de paso a ritmo sinusal, fre-
nar la frecuencia ventricular.
• Si la fibrilación cronifica, se opta por frenar la fre-
cuencia ventricular. Se administra (al principio
por vía IV si interesa frenar con rapidez) digital,
beta-bloqueantes, verapamil, diltiacen, etc. Con-
seguida una frecuencia aceptable, se continúa
con estos fármacos por vía oral. Muchos de estos
pacientes serán anticoagulados.
Fibrilo-flutter auricular
A veces, analizando el ECG, hay momentos o deri-
vaciones donde la arritmia es de frecuencia bastante
regular y se ven ondas en dientes de sierra como en
el flutter. En otros momentos o lugares del trazado,
falta la ritmicidad y lo que se ven son ondas f de fi-
brilación. En estos casos se suele hablar de fibrilo-
flutter auricular.
Trastornos de la conducción
Ritmos de la unión A-V
De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con
ritmo regular. Ondas P que frecuentemente no se
ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A veces lle-
gan a los 80 lpm (Imagen 6).
Taquicardia nodal automática (ritmo nodal)
Es la denominada también taquicardia nodal no paro-
xística o ritmo nodal acelerado. El foco ectópico que
anula el sinusal se localiza en la unión A-V. La taqui-
cardización es escasa (no suele exceder de los 130
lpm), por lo que suele ser benigna y bien tolerada.
Puede ser un hallazgo casual en personas sanas, pero
casi siempre se asocia a una de estas situaciones: IAM,
postoperatorio de cirugía cardíaca, intoxicación digitá-
lica o hipopotasemia. No suele necesitar tratamiento.
416
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 6: Ritmos de la unión AV, 80 latidos por minuto
De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con ritmo regular. Ondas
P que frecuentemente no se ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A
veces llegan a los 80 lpm.
Bloqueos aurículo-ventriculares
Se definen como una dificultad en la progresión del
estímulo en la unión A-V (nodo-haz de His). Se dis-
tinguen tres tipos:
• Primer grado: Todos los estímulos supraventricula-
res atraviesan la unión A-V aunque lo hacen con
retraso respecto a la situación normal. Los impul-
sos auriculares son conducidos a los ventrículos
con un PR constante pero mayor de 0’20 s (PR
normal 0´12-0´20 s) (Imagen 7).
• Segundo grado: Algunos estímulos no lograrán
atravesar la unión A-V, mientras otros sí que lo
consiguen (ya sea con normalidad o con cierto
retraso).
– Tipo 1, Mobitz I o de Wenckebach: el interva-
lo P-R se alarga en cada ciclo hasta que una P
no es seguida de complejo QRS. Podemos
además nombrarlo como 3:2, 4:3 (dos de ca-
da tres P son conducidas o 3 de cada 4 P son
conducidas) (Imagen 8).
– Tipo 2 o Mobitz II: el intervalo P-R es constan-
te, pero ocasionalmente aparece una P no
conducida. 4:3, 3:2, etc. (Imagen 9).
• Tercer grado: Ningún estímulo sinusal se condu-
ce a los ventrículos. Ninguna de las P son con-
ducidas y necesariamente en este ritmo aparece-
rá un ritmo de escape ventricular (30-60 lpm), ya
que de no ser así habría paro cardíaco. En los
417
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 7: Bloqueo aurículo-ventricular, primer grado
Imagen 8: Bloqueo aurículo-ventricular, segundo grado, tipo 1
Los impulsos auriculares son conducidos a los ventrículos con un
PR constante pero mayor de 0’20s (PR normal 0´12-0´20 s).
El intervalo P-R se alarga en cada ciclo hasta que una P no es seguida
de complejo QRS. Podemos además nombrarlo como 3:2, 4:3 (dos
de cada tres P son conducidas o 3 de cada 4 P son conducidas).
adultos es indicación de colocación de marcapa-
sos (Imagen 10).
Abajo hay un ejemplo típico de bloqueo AV de 3º
grado; un ritmo auricular a 110 lpm e independiente
de un ritmo ventricular a 36 latidos/minuto y de
QRS ancho. El ritmo de escape ventricular protege al
corazón del paro.
Hisiograma: por vía transvenosa se puede situar
un catéter en las proximidades de la unión aurí-
culo-ventricular, y conectándolo a un electrocar-
diógrafo especial registrar el paso del estímulo
por el haz de His. Mediante esta sencilla técnica
se puede determinar si el bloqueo se localiza en
el nódulo aurículo-ventricular (suprahisiano) o
por debajo (infrahisiano), en cuyo caso tiene peor
pronóstico.
Ritmo idioventricular
Si bien es posible encontrarlos lentos (Imagen 11),
lo habitual es hallar ritmos idioventriculares acele-
rados (RIVA). Su origen está en el nódulo aurículo-
ventricular o en los ventrículos, y surgen como
mecanismo de defensa ante una disminución del
automatismo sinusal o una dificultad en la con-
ducción del estímulo. Se denominan ritmos pasi-
vos o de escape.
418
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 9: Bloqueo aurículo-ventricular, segundo grado, tipo 2
Imagen 10: Bloqueo aurículo-ventricular, tercer grado
El intervalo P-R es constante pero ocasionalmente aparece una P no
conducida. 4:3, 3:2, etc.
Ningún estímulo sinusal se conduce a los ventrículos. Ninguna de las P
son conducidas y necesariamente en este ritmo aparecerá un ritmo
de escape ventricular (30-60 lpm), ya que de no ser así habría paro
cardíaco.
Son muy frecuentes en la fase aguda del IAM, sobre
todo si se ha realizado trombolisis.
En general, no necesitan tratamiento, salvo si son
muy persistentes.
Bloqueos de rama
En la activación intraventricular normal, los dos ven-
trículos se activan al mismo tiempo, dando lugar a
un QRS estrecho. Cuando se bloquea una de las ra-
mas del haz de His, el ventrículo al que éste condu-
ce se activa tarde y el QRS dura 0´12sg más. El he-
mibloqueo es el bloqueo de una división (anterior o
posterior) de la rama izquierda.
Arritmias ventriculares
Extrasístoles
Se definen como trastornos aislados del ritmo car-
díaco, originando en el ECG complejos prematuros
o adelantados, es decir, que aparecen antes de la
siguiente estimulación normal (Imagen 12).
Si tras cada QRS normal hay una extrasístole, ha-
blamos de bigeminismo. Si cada dos complejos
normales hay una extrasístole (esto es, cada 3
complejos QRS uno es extrasistólico) hablamos
de trigeminismo. Si cada 4 complejos uno es ex-
trasistólico, hablamos de cuadrigeminismo, etc.
419
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 11: Ritmo idioventricular, 55 latidos por minuto
Imagen 12: Extrasístole ventricular unifocal
Ritmos idioventriculares acelerados (RIVA).
Trastornos aislados del ritmo cardíaco: complejos prematuros o
adelantados.
En otras ocasiones, las extrasístoles no se produ-
cen con ritmicidad.
La existencia de más de tres extrasístoles seguidas ya
se considera una taquicardia extrasistólica, que será
supraventricular o ventricular según el origen de las
extrasístoles. Se habla de extrasístoles en salva cuan-
do se presentan 2 ó 3 seguidas.
Síntomas de las extrasístoles:
Muchos pacientes permanecen asintomáticos. Si
son frecuentes, o se manifiestan en forma de doble-
tes (parejas) u originan cortos episodios de taqui-
cardia extrasistólica, los pacientes pueden notar
palpitaciones.
Lo más frecuente es la sensación de “paro cardíaco” o
como se dice popularmente de “vuelco en el corazón”;
se debe a que la precocidad (o prematuridad) de la ex-
trasístole al limitar el relleno diastólico ventricular, ori-
gina un volumen sistólico muy pequeño (a veces no
perceptible por el pulso), que unido a la pausa post-ex-
trasistólica, causa la sensación de paro en el corazón.
Esto queda bien demostrado en el ejemplo en que
junto a la monitorización del ECG, está monitoriza-
da la presión de una de las arterias femorales.
Riesgo de las extrasístoles:
Los criterios de peligrosidad de las EV que exigen vi-
gilancia intensiva del enfermo son:
420
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 13: Extrasístole ventricular multifocal
EV multifocales.
Imagen 14: Extrasístole ventricular acoplada
El automatismo extrasistólico se ve favorecido en presencia de cardio-
patía (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, etc.). A veces se
pueden encontrar acopladas.
• EV multifocales (Imagen 13).
• Más de 6 EV/min.
• Cuando aparecen 3 o más EV seguidas sin latidos
normales intercalados.
• Cuando una EV coincide o está muy cerca de una
onda T.
El automatismo extrasistólico se ve favorecido en
presencia de cardiopatía (cardiopatía isquémica, in-
suficiencia cardíaca, etc.). A veces se pueden encon-
trar acopladas (Imagen 14).
La actitud ante las extrasístoles hoy en día es:
• Sin cardiopatía: No se tratan. Se corregirán facto-
res desencadenantes (tabaco, alcohol, café, estrés,
régimen de vida, etc.) y se tranquilizará al pacien-
te, explicándole el hecho de que la extrasistolia es
frecuente en personas sanas. Si es necesario se
puede dar algún sedante suave. Si pese a todo son
sintomáticos, o han originado TV o FV, se tratan,
comenzando con beta-bloqueantes.
• Con cardiopatía: Se tratan siempre, pero tras va-
lorar su peligrosidad. Los beta-bloqueantes son
los fármacos más usados, si no hay contraindi-
caciones.
Taquicardias ventriculares (TV)
Son ritmos rápidos originados en cualquier parte de
los ventrículos, que electrocardiográficamente origi-
nan QRS anchos (QRS >0'12" o lo que es igual, más
de 3 mm de anchura, en los ECG registrados a la ve-
locidad de 25 mm/s). La presencia de 3 o más extra-
sístoles seguidas ya se considera una TV (Imagen 15).
Supresión de la TV:
• Si hay mala tolerancia hemodinámica, inmediata
cardioversión.
• Si la TV es bien tolerada, se prueba el trata-
miento con fármacos IV empleando lidocaina si
ocurre durante la fase aguda del infarto, y si no
es así pueden usarse otros antiarrítmicos (pro-
cainamida, propafenona, amiodarona, etc.). Si
los fármacos fallan, se recurre a la cardiover-
sión eléctrica.
• Se prestará atención al tratamiento de la enferme-
dad de base y se tratarán los posibles desencade-
nantes de la arritmia (vasoespasmo, hipoxemia,
intoxicación medicamentosa, etc.).
Flutter y fibrilación ventricular
EL flutter ventricular es una arritmia grave, precurso-
ra de la fibrilación ventricular en la que suele con-
vertirse en pocos segundos. En realidad, es una ta-
quicardia ventricular muy rápida (superior a 200
lpm) cuya característica electrocardiográfica es que
desaparece la distinción entre QRS, segmento ST y
onda T, obteniéndose una imagen en grandes dien-
tes de sierra. Comporta un grave trastorno hemodi-
námico, apareciendo signos de colapso circulatorio
en pocos segundos. (La alta frecuencia impide el re-
lleno diastólico a la vez que eleva las demandas de
O2 del miocardio). La actuación debe ser rápida,
mediante choque eléctrico, sin esperar la llegada del
médico.
La fibrilación ventricular es una arritmia mortal en po-
cos segundos y que constituye uno de los mecanismos
421
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 15: Taquicardia ventricular, 180 latidos por minuto
QRS anchos (QRS >0'12" o lo que es igual, más de 3 mm de
anchura en los ECG registrados a la velocidad de 25 mm/s).
del paro cardíaco. Debido a la conducción rápida y
totalmente asincrónica de los ventrículos, no permi-
te un gasto cardíaco adecuado, por lo que en pocos
segundos el paciente fallece si no se instaura un tra-
tamiento eficaz. Electrocardiográficamente consiste
en una serie de ondas de frecuencia y amplitud va-
riable, no distinguiéndose ninguna imagen estable
(Imagen 16).
La desfibrilación eléctrica debe realizarse en cuanto
se comprueba la aparición en el monitor. Si en va-
rios choques eléctricos no se recupera el ritmo sinu-
sal eficaz, se comenzará pauta de RCP (reanimación
cardiopulmonar). Son también equivalentes a para-
da cardiorrespiratoria la asistolia (Imagen 17), la TV
sin pulso y la disociación electromecánica (registro
en ECG normal sin que se bombee sangre).
Tratamiento de los ritmos
lentos sintomáticos
Como primera medida pueden utilizarse fármacos:
• Atropina: eleva la frecuencia sinusal y mejora la
conducción del estímulo en el nódulo AV. Es efec-
tiva en bradicardias sinusales, bloqueos AV de
primer grado, bloqueos de 2º grado tipo I o
Wenckebach y no suele ser efectiva en bloqueos
de 2º grado infrahisianos y en bloqueos AV de 3º.
422
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 16: Fibrilación ventricular, 188 latidos por minuto
Imagen 17: Asistolia
Arritmia mortal en pocos segundos y que constituye uno de los meca-
nismos del paro cardíaco.
Son equivalentes a parada cardiorrespiratoria la asistolia, la TV sin
pulso y la disociación electromecánica (registro en ECG normal sin
que se bombee sangre).
• Aleudrina® (Isoprotenerol): eleva la frecuencia de
los ritmos de escape ventriculares. Se presenta en
ampollas de 0’2 mg. Se disuelven 5 ó 10 ampollas
en suero glucosado y se usa en perfusión; vigilar
la aparición de arritmias.
Colocación de marcapasos (MP)
De primera medida si la urgencia lo requiere, se uti-
liza un marcapasos o electroestimulador externo y
como hay que dar estímulos con la potencia sufi-
ciente para producir pulso central palpable, muchas
veces es necesaria una sedación suave por las mo-
lestias que la contractura muscular produce. El paso
siguiente es la introducción de un electrocatéter por
vía IV que se hace avanzar hasta el VD y se conecta
a una unidad de marcapasos externo. Esta sonda de
marcapasos provisional o transistorio puede introdu-
cirse por vía yugular interna, subclavia, cubital o por
vena femoral. Comprobada radiológicamente su si-
tuación en apex de VD, se conecta a la unidad y se
comprueba la correcta estimulación (Imagen 18).
Solventada la urgencia, se colocará marcapasos defi-
nitivo en aquellos casos que esté indicado. Los com-
ponentes del marcapasos definitivo son:
• La unidad que, envuelta en un material para que
no la ataquen los líquidos orgánicos, tiene en su
interior la batería y el circuito electrónico.
• El cable conductor. Está recubierto de un material
que asegura su estanqueidad. Por un extremo se
fija a la unidad de MP y el otro extremo, que ter-
mina en un polo (unipolar) o en dos (bipolar),
queda en contacto con el miocardio.
Un MP cuyo electrocatéter se introduce a través de
una vena, se denomina transvenoso endocárdico, y
uno cuyo electrodo se coloca fijándolo en el mio-
cardio a través del epicardio se llama epicárdico, y
el cable se coloca por vía subxifoidea o toracotomía.
Un MP con un solo electrodo y que estimula en una
cavidad se llama unicameral. Cuando constan de
dos electrodos y estimulan tanto la aurícula como el
ventrículo se denominan bicamerales.
Tras colocar un marcapasos, ya sea provisional o de-
finitivo, el paciente debe ser vigilado atentamente
con monitorización del ritmo cardíaco durante cier-
to tiempo.
El profesional de enfermería prestará atención sobre
todo a dos cosas:
• Aparición de síntomas similares a los que motiva-
ron la colocación del marcapasos, como sensa-
ción de mareo, inestabilidad o síncope. Si estos
síntomas coinciden con un ritmo cardíaco regular
sin fallos del marcapasos, y sin alteraciones ten-
sionales, se debe continuar estudiando al paciente
buscando causas extracardíacas del síncope o de
los equivalentes sincopales.
• Fallos del marcapasos durante la monitorización.
Deben inexcusablemente ser registrados para su
análisis.
423
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 18: Marcapasos
424
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Resumen
• Se define el término arritmia como cualquier ritmo que no es el sinusal normal del corazón. El ritmo sinu-
sal normal es el originado en el nódulo sinusal, que cumple las siguientes condiciones:
– En el adulto origina una frecuencia cardíaca entre 60 y 100 latidos por minuto.
– En un ECG, la onda P o de activación auricular precede al QRS o conjunto de curvas de activación
ventricular.
– La onda P es negativa en aVR y positiva en DII y aVF.
• Según la frecuencia en el ECG, hablamos de taquiarritmia o ritmo rápido de más de 100 lpm, bradiarrit-
mia o ritmo lento de menos de 60 lpm.
• El origen de las arritmias se puede deber a las alteraciones del automatismo, a las alteraciones de la trans-
misión del estímulo o alteraciones mixtas.
• Las diferencias entre cardioversión y desfibrilación se basan en que la primera tiene el nivel de descarga
menor, posibilidad de espera, necesidad de sincronizar la descarga y sedación necesaria.
• Ante unas extrasístoles ventriculares, el profesional de enfermería debe ponerse alerta ante el riesgo de
fibrilación ventricular si son multifocales, si hay más de 6 en un minuto, si hay al menos tres seguidas o
si caen cerca de la onda T.
• Las cuatro arritmias que equivalen a parada cardiorrespiratoria son la fibrilación ventricular, la asistolia,
la taquicardia ventricular sin pulso y la disociación electromecánica.
Bibliografía
[1] Braunwald E (ed). Tratado de Cardiología (4ª ed). Madrid: Interamericana Mc.Graw-Hill: 1993.
[2] Esteban de la Torre A., Portero Fraile MP. Manual de técnicas de Enfermería (3ª ed). Barcelona: Ed Rol, 1993.
[3] Sotillo Martí JF, López de Sá E. Diagnóstico y tratamiento de las arritmias. En: Juárez Alonso S (Coor). Manual de Urgencias
médicas. Madrid: Centro Publicaciones Ministerio de Sanidad y Consumo, 1986: 59-63.
[4] García Fernández C, Cano Sánchez L, Goig Abarca A, Lucas Imbernón FJ. ECG básica en urgencias: Arritmias. En: Peñalver Pardines
C (Ed.) Manual práctico de Enfermería de Urgencias. Madrid: Aula Médica, 1999: 25-9.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (20)

Taquiarritmias
TaquiarritmiasTaquiarritmias
Taquiarritmias
 
Algoritmo para bradicardia
Algoritmo para bradicardiaAlgoritmo para bradicardia
Algoritmo para bradicardia
 
Ritmos cardiacos
Ritmos cardiacosRitmos cardiacos
Ritmos cardiacos
 
Taquicardia supraventricular
Taquicardia supraventricularTaquicardia supraventricular
Taquicardia supraventricular
 
Abordaje de la Taquicardia / ACLS
Abordaje de la Taquicardia / ACLS Abordaje de la Taquicardia / ACLS
Abordaje de la Taquicardia / ACLS
 
Arritmias
ArritmiasArritmias
Arritmias
 
Fibrilación auricular
Fibrilación auricular Fibrilación auricular
Fibrilación auricular
 
Arritmias
ArritmiasArritmias
Arritmias
 
Arritmias cardíacas
Arritmias cardíacas Arritmias cardíacas
Arritmias cardíacas
 
Paro cardiorrespiratorio
Paro cardiorrespiratorioParo cardiorrespiratorio
Paro cardiorrespiratorio
 
Taquicardia ventricular: electrocardiograma
Taquicardia ventricular: electrocardiogramaTaquicardia ventricular: electrocardiograma
Taquicardia ventricular: electrocardiograma
 
Bloqueo a v, bradicardia, fa y taquicardia
Bloqueo a v, bradicardia, fa y taquicardiaBloqueo a v, bradicardia, fa y taquicardia
Bloqueo a v, bradicardia, fa y taquicardia
 
Aesp y asistolia
Aesp y asistoliaAesp y asistolia
Aesp y asistolia
 
Infarto agudo de miocardio
Infarto agudo de miocardioInfarto agudo de miocardio
Infarto agudo de miocardio
 
Tratamiento de las arritmias
Tratamiento de las arritmiasTratamiento de las arritmias
Tratamiento de las arritmias
 
Arritmias cardiacas
Arritmias cardiacasArritmias cardiacas
Arritmias cardiacas
 
Arritmia ventricular
Arritmia ventricularArritmia ventricular
Arritmia ventricular
 
TROMBOLISIS CUIDADOS DE ENFERMERIA - ENFERMERIA DE URGENCIAS EMERGENCIAS
TROMBOLISIS CUIDADOS DE ENFERMERIA - ENFERMERIA DE URGENCIAS EMERGENCIAS TROMBOLISIS CUIDADOS DE ENFERMERIA - ENFERMERIA DE URGENCIAS EMERGENCIAS
TROMBOLISIS CUIDADOS DE ENFERMERIA - ENFERMERIA DE URGENCIAS EMERGENCIAS
 
Arritmias ventriculares y su tratamiento
Arritmias ventriculares y su tratamientoArritmias ventriculares y su tratamiento
Arritmias ventriculares y su tratamiento
 
Bradicardia
BradicardiaBradicardia
Bradicardia
 

Destacado (12)

Arritmias curso
Arritmias cursoArritmias curso
Arritmias curso
 
Arritmias
Arritmias Arritmias
Arritmias
 
arritmias
 arritmias arritmias
arritmias
 
Enfisema
EnfisemaEnfisema
Enfisema
 
Arritmias
ArritmiasArritmias
Arritmias
 
Enfisema pulmonar
Enfisema pulmonarEnfisema pulmonar
Enfisema pulmonar
 
Efisema pulmonar
Efisema pulmonarEfisema pulmonar
Efisema pulmonar
 
Arritmias..
Arritmias..Arritmias..
Arritmias..
 
Arritmias cardiacas 2012
Arritmias cardiacas 2012Arritmias cardiacas 2012
Arritmias cardiacas 2012
 
Cuidados de enfermería, EPOC, Asma.
Cuidados de enfermería, EPOC, Asma.Cuidados de enfermería, EPOC, Asma.
Cuidados de enfermería, EPOC, Asma.
 
Arritmias Cardiacas
Arritmias CardiacasArritmias Cardiacas
Arritmias Cardiacas
 
bronquitis y cuidados de enfermeria
bronquitis y cuidados de enfermeriabronquitis y cuidados de enfermeria
bronquitis y cuidados de enfermeria
 

Similar a Arritmias cardíacas: causas, clasificación y tratamiento

Similar a Arritmias cardíacas: causas, clasificación y tratamiento (20)

Arritmias (muy bueno)
Arritmias (muy bueno)Arritmias (muy bueno)
Arritmias (muy bueno)
 
Arritmias otec innovares 2013
Arritmias otec innovares 2013Arritmias otec innovares 2013
Arritmias otec innovares 2013
 
(2021 12-15)arritmiasyerroresenlarealizaciondeelectrocardiogramas doc
(2021 12-15)arritmiasyerroresenlarealizaciondeelectrocardiogramas doc(2021 12-15)arritmiasyerroresenlarealizaciondeelectrocardiogramas doc
(2021 12-15)arritmiasyerroresenlarealizaciondeelectrocardiogramas doc
 
Taquicardia
TaquicardiaTaquicardia
Taquicardia
 
ARRITMIAS.pdf
ARRITMIAS.pdfARRITMIAS.pdf
ARRITMIAS.pdf
 
Arritmias
ArritmiasArritmias
Arritmias
 
Unidad 1 Corazon Patologias II
Unidad 1 Corazon Patologias IIUnidad 1 Corazon Patologias II
Unidad 1 Corazon Patologias II
 
arritmias en la UCI.pptx
arritmias en la UCI.pptxarritmias en la UCI.pptx
arritmias en la UCI.pptx
 
Cuidados de enfermeria en Arritmias cardiacas.ppt
Cuidados de enfermeria en Arritmias cardiacas.pptCuidados de enfermeria en Arritmias cardiacas.ppt
Cuidados de enfermeria en Arritmias cardiacas.ppt
 
2. Arritmias.pptx
2. Arritmias.pptx2. Arritmias.pptx
2. Arritmias.pptx
 
(2024-03-14) Revisión del manejo de las taquiarritmias supraventriculares (do...
(2024-03-14) Revisión del manejo de las taquiarritmias supraventriculares (do...(2024-03-14) Revisión del manejo de las taquiarritmias supraventriculares (do...
(2024-03-14) Revisión del manejo de las taquiarritmias supraventriculares (do...
 
D medicina
D medicinaD medicina
D medicina
 
SICA.pptx
SICA.pptxSICA.pptx
SICA.pptx
 
Arritmias upao 2010
Arritmias upao 2010Arritmias upao 2010
Arritmias upao 2010
 
Taquiarritmias
TaquiarritmiasTaquiarritmias
Taquiarritmias
 
Arritmias.pptx
Arritmias.pptxArritmias.pptx
Arritmias.pptx
 
Antiarritmicos Diciembre 08
Antiarritmicos Diciembre 08Antiarritmicos Diciembre 08
Antiarritmicos Diciembre 08
 
Taquiarritmias Bradiarritmias
Taquiarritmias BradiarritmiasTaquiarritmias Bradiarritmias
Taquiarritmias Bradiarritmias
 
Arritmias cardiacas
Arritmias cardiacasArritmias cardiacas
Arritmias cardiacas
 
Arritmias cardiacas
Arritmias cardiacasArritmias cardiacas
Arritmias cardiacas
 

Arritmias cardíacas: causas, clasificación y tratamiento

  • 1. José Ramón Aguilar Reguero Equipo de Emergencias 061 Málaga. España Portal de Medicina de Emergencias. http://fly.to/emergencias http://www.emergencias.es.org http://www.emergencias.es.vg
  • 2. 9 Arritmias cardíacas alteraciones de la oxigenación tisular
  • 3. 409 Objetivos Arritmias cardíacas Elías Rovira Gil Carlos García Fernández 9ObjetivosObjetivosObjetivosObjetivos Objetivos Conocer la denominación de las diferentes arritmias y su fundamento. Identificar en un paciente monitorizado aquellas arritmias que requieren una actuación urgente. Aprender los principios básicos de la cardioversión eléctrica y los fármacos elementales. Reconocer los criterios de peligrosidad de las extrasístoles.
  • 4. INTRODUCCIÓN Se define el término arritmia como cualquier ritmo que no es el sinusal normal del corazón. El ritmo sinusal normal es el originado en el nódulo sinusal, que cumple las siguientes condiciones (Ver Imagen 1): • En el adulto origina una frecuencia cardíaca entre 60 y 100 latidos por minuto. • El nódulo sinusal, situado en la porción alta de la aurícula derecha, activa o despolariza las aurícu- las antes que los ventrículos. NOMENCLATURA DE LAS ARRITMIAS Si pretendemos estudiar las arritmias es necesario conocer una serie de términos que constituyen el diccionario o vocabulario imprescindible del te- ma. Así distinguimos: • Según el lugar de origen, decimos que una arrit- mia es supraventricular si se origina por encima del haz de His, y ventricular si es por debajo del mismo. • Según la frecuencia en el ECG, hablamos de ta- quiarritmia o ritmo rápido de más de 100 lpm, de bradiarritmia o ritmo lento de menos de 60 lpm; y de trastorno aislado del ritmo, cuando sólo de vez en cuando el ritmo sinusal normal es interrumpi- do por algún complejo anormal (ejemplo de las extrasístoles). A su vez, decimos que el ritmo alterado (sea lento o rápido) es regular si su frecuencia es constante, e irregular si la frecuencia varía con- tinuamente. • Según la anchura del QRS, la arritmia puede pre- sentar QRS fino (se trata en general de una arrit- mia supraventricular), o QRS ancho (tanto supra- ventricular como ventricular). • Según la forma de presentarse, decimos que una arritmia es paroxística cuando tiene un comienzo brusco y bien definido, que el paciente la mayoría de las veces relata con claridad; con frecuencia, su terminación también es brusca. Las no paroxís- ticas no gozan de esta cualidad y se denominan graduales, porque su comienzo es solapado. Se dice también que una arritmia es incesante cuan- do es casi permanente, alternando periodos sinu- sales normales con periodos en los que se mani- fiesta la arritmia, repitiéndose estos ciclos de for- ma permanente. • Según el contexto clínico en que aparecen, se dice que una arritmia es esporádica cuando tiene una causa (muchas veces extracardíaca), que al corregirse desaparece la arritmia y no vuelve a aparecer salvo que concurran las mismas circunstancias (por la fibri- lación auricular o la extrasistolia que surge por exce- so de tabaco, estrés y falta de sueño, por hipoxia en neumopatías agudas, o por un trastorno electrolítico). 410 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 1: Ritmo sinusal • En un ECG, la onda P o de activación auricular precede al QRS o conjunto de curvas de activación ventricular. • La onda P es negativa en aVR y positiva en DII y aVF.
  • 5. 411 ARRITMIAS CARDÍACAS Por el contrario, se dice que una arritmia es re- currente cuando existe un sustrato anatómico que favorece la repetición de los fenómenos arrítmicos (por un prolapso mitral, una miocar- diopatía isquémica crónica, etc.). • Según el pronóstico, decimos que una arritmia es benigna cuando no entraña riesgo de muerte, y maligna o potencialmente maligna cuando existe serio riesgo de muerte por paro eléctrico o fibrila- ción ventricular. • Según la hemodinámica, una arritmia es estable cuando la tolerancia clínica es buena y es hemo- dinámicamente inestable cuando clínicamente es mal tolerada con hipotensión y signos de bajo gasto cardíaco. • Otros términos serán usados al hablar de las taqui- cardias ventriculares: No sostenidas (duración in- ferior a 30 segundos), sostenidas (duración supe- rior a 30 segundos), monomorfas (todos los QRS son iguales), polimorfas (con cambios en la mor- fología del QRS de unos latidos a otros). ORIGEN DE LAS ARRITMIAS Alteraciones del automatismo Un aumento de automatismo en el nódulo sinusal produce taquicardia sinusal, y una disminución del automatismo, bradicardia sinusal. Si un foco no si- nusal (o ectópico) aumenta su automatismo y susti- tuye al sinusal, origina una taquicardia. Con frecuencia hay un trastorno mixto, estando depri- mida la función sinusal, lo que permite que entren en funcionamiento otros centros automáticos más bajos (ejemplos son el ritmo idionodal e idioventricular) [1]. Alteraciones de la transmisión del estímulo Si existe dificultad para el paso del estímulo en el teji- do perisinusal, se origina un bloqueo sino-auricular. Si la dificultad está en la unión aurículo-ventricular se origina un bloqueo aurículo-ventricular. Alteraciones mixtas Ejemplos son la enfermedad del nódulo sinusal, la reentrada, el parasístole, los ritmos de escape, etc. MANIFESTACIONES DE LAS ARRITMIAS Una arritmia puede, desde cursar sin síntomas, hasta originar la muerte. • Las palpitaciones constituyen una manifestación muy frecuente. Consisten en una sensación de rápi- do golpeteo en el pecho, acompañándose a veces de la percepción de latidos rápidos en el cuello. Con frecuencia, su brusco desencadenamiento se puede relacionar con estimulantes, estrés, exceso de tabaco, ejercicio, etc. Las extrasístoles y taquicardias son las principales arritmias que las originan. • La disnea o sensación “subjetiva” de falta de aire se acompaña frecuentemente de sensación de malestar general, que se va acentuando cuanto más duradera es la arritmia. • La insuficiencia cardíaca no aparece en corazo- nes sanos a menos que la frecuencia sea muy baja, muy elevada, o la arritmia muy duradera. Sin embargo, en corazones previamente enfer- mos, la insuficiencia cardíaca puede manifestar- se tempranamente, y no son raros los signos de fallo cardíaco agudo o shock cardiogénico (hi- potensión, sudoración, frialdad, anuria, altera- ción del sensorio, etc.). • La angina de pecho es más frecuente en los ritmos rápidos, y en corazones que ya tenían previamen- te insuficiencia coronaria. La taquicardia produce angina al aumentar el consumo de oxígeno del miocardio (incremento de las demandas). • El síncope es más frecuente en las bradiarritmias con periodos de asistolia de varios segundos, pero también puede ocurrir en ritmos rápidos. Traduce una isquemia cerebral transitoria, que produce una pérdida de consciencia. La recuperación pos- terior es generalmente completa, sin secuelas neurológicas. Definidos estos términos, veamos un ejemplo de denominación de una arritmia: taquicardia ven- tricular, sostenida, monomorfa y recurrente que cursa con inestabilidad hemodinámica.
  • 6. • Parada cardiorrespiratoria y/o muerte por asistolia, fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulso o disociación electromecánica. CAUSAS DE LAS ARRITMIAS Arritmias en ausencia de cardiopatía: toma de an- tidepresivos tricíclicos y otros medicamentos, altera- ciones electrolíticas (sobre todo hipopotasemia por diuréticos), ingesta de excitantes (drogas, café), junto con tabaco y estrés, hipoxemias severas por neumo- patías agudas o crónicas descompensadas, etc. Arritmias en presencia de cardiopatía: prolapso mitral, valvulopatías, cardiopatía isquémica, etc. A veces, se recogen antecedentes de muerte súbita familiar (miocardiopatía hipertrófica). Las primeras son esporádicas. Las segundas, puesto que existe en general un sustrato anatómico, son repetitivas o recurrentes. TERAPÉUTICA ANTIARRÍTMICA Podemos generalizar el tratamiento, tanto de las ta- quiarritmias como de las bradiarritmias. Taquiarritmias • Maniobras vagales (estímulo del parasimpático). Golpe precordial. • Fármacos: ATP, verapamil, ajmalina, quinidina, amiodarona, beta-bloqueantes, digoxina, flecaini- dina, encainida, lidocaina, procainamida, mexile- tina, magnesio, propafenona, etc. • Medios eléctricos: – Cardioversión. Desfibrilación. – Sobreestimulación. – Marcapasos (MP) antitaquicardia. – MP desfibrilador implantable. – Ablación por catéter. •Cirugía. Bradiarritmias • Fármacos: Atropina e isoprotenerol. • Marcapasos: Provisional y definitivo. ACTITUD ANTE UN PACIENTE MONITORIZADO Y PRESENCIA DE ARRITMIA Lo primero es reconocer que lo que aparece en el monitor es una arritmia y registrarla rápidamente. Esto implica tener el conocimiento suficiente de las arritmias como para reconocerlas y diferenciarlas de los numerosos artefactos que se presentan en la mo- nitorización continua. En el caso de que lo que aparece en el monitor su- giera una fibrilación ventricular, acercarse con la máxima rapidez al paciente, reconocer signos de paro cardíaco y dar lo antes posible una o varias descargas eléctricas (desfibrilar). Avisar de inme- diato solicitando ayuda. Es obligatorio para el per- sonal de enfermería que trabaje en unidades con pacientes monitorizados conocer el funcionamien- to del desfibrilador y asegurarse de que se encuen- tra en situación de usarlo en cualquier momento. Esperar en esta arritmia mortal conduce a acidosis, que puede hacer ineficaz el choque eléctrico, o a daños cerebrales irreversibles. Si la desfibrilación es inefectiva, se inicia la reanimación cardiopul- monar, al igual que ocurriría en una asistolia, en una taquicardia ventricular sin pulso o en una diso- ciación electromecánica. Si no se trata de una de estas cuatro arritmias, acercarse a la cabecera del paciente y comprobar cómo tolera la arritmia y si hay repercusión hemo- dinámica. Colocar los electrodos y obtener un ECG con las 12 derivaciones, imprescindible para el estudio de la arritmia. El aviso será urgente si la tolerancia hemo- dinámica es mala. El trabajo con pacientes monitorizados obliga a co- nocer los principales fármacos antiarrítmicos, sus indicaciones y las pautas de administración. Igual- mente, será necesario conocer los pasos a seguir en la cardioversión sincronizada, y se tendrá prepara- do el aparato si el paciente está hemodinámica- mente inestable. La cardioversión eléctrica [2] se realiza con el desfi- brilador, y la técnica es similar a la desfibrilación descrita en el Capítulo 5 a excepción de cuatro as- pectos que las diferencian (Ver Tabla 1 ). 412 URGENCIAS EN ENFERMERÍA
  • 7. ORIGEN Y CLASIFICACIÓN DE LAS ARRITMIAS PRINCIPALES • Arritmias supraventriculares: – Taquicardia sinusal. – Bradicardia sinusal. – Arritmia sinusal. – Paro sinusal. – Contracción auricular prematura (CAP). Ver extrasístoles. – Flutter auricular. – Fibrilación auricular. – Fibrilo-flutter auricular. • Trastornos de la conducción: – Ritmo de la unión A-V. – Taquicardia nodal. – Bloqueos AV. – Ritmo idioventricular acelerado (RIVA). – Bloqueos de rama. • Arritmias ventriculares: – Extrasístoles ventriculares. – Taquicardia ventricular. – Flutter y fibrilación ventricular. Arritmias supraventriculares Taquicardia sinusal Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre 100 y 180 latidos/min (Ver Imagen 2). Las causas son muy diversas, pero todas ellas actúan elevando el tono simpático. Así tenemos: el ejercicio, estrés, miedo, ansiedad, dolor, fiebre, anemia, hipovole- mia, teofilinas, excitantes (café, tabaco, etc.), hi- 413 ARRITMIAS CARDÍACAS CUESTIONES DESFIBRILACIÓN CARDIOVERSIÓN Nivel de descarga ¿Admite espera? ¿Descarga especial? ¿Necesita sedación? 200/360 Julios No, ninguna No No, está en parada Variable, sobre 40 Julios Sí, hay un tiempo Sí, debe ser sincronizada (lo hace el desfibrilador si se le indica) Sí, está consciente Tabla 1. Imagen 2: Taquicardia sinusal, 100 latidos por minuto Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre 100 y 180 latidos/minuto.
  • 8. pertiroidismo, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, etc. No suele precisar tratamiento, sino reconocer la causa desencadenante y corregirla. Bradicardia sinusal Ritmo sinusal a frecuencia menor de 60 latidos/minu- to (Imagen 3). Es normal en deportistas y durante el sueño. Es muy frecuente en el infarto de miocardio. Si la frecuencia es baja y mal tolerada, se trata con atropina, y si no responde, con marcapasos. Arritmia sinusal Son alteraciones de la frecuencia de descarga sinusal. Hay que saber reconocerla pero no necesita tratamiento. Paros sinusales El nódulo sinusal deja de producir algún estímulo, lo que se traduce en el ECG por pausas sin ondas P. Puede originarse por estímulos vagales intensos que dis- minuyen o anulan el automatismo del nódulo sinusal, por fármacos (antiarrítmicos, calcioantagonistas, beta- bloqueantes), o por disfunciones sinusales permanentes. Contraindicaciones auriculares prematuras (CAP) (Ver extrasístoles). Flutter auricular Arritmia supraventricular muy frecuente, que suele asociarse a cardiopatía, hipertensión arterial o bron- 414 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 3: Bradicardia sinusal, 40 latidos por minuto Imagen 4: Flutter auricular Es normal en deportistas y durante el sueño. Es muy frecuente en el IAM. En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de la línea isoeléctrica se ven las denominadas ondas F en forma de dientes de sierra.
  • 9. copatía crónica. Es frecuente que se desencadene du- rante el IAM o la crisis anginosa. Se producen estímu- los en la aurícula a frecuencias que varían entre 240 y 340 veces por minuto, siendo corriente una frecuen- cia media de 300 por minuto (aleteo auricular). En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de la línea isoeléctrica se ven las denominadas ondas F en for- ma de dientes de sierra (Imagen 4). A veces, el flutter auricular representa un paso previo a la fibrilación auricular. Si el paciente está hemodi- námicamente estable, pueden probarse fármacos, pero en general el flutter es rebelde y con frecuencia requiere cardioversión sincronizada, que será rápida y electiva si hay estabilidad hemodinámica. En el flutter típico se utiliza también la sobreestimulación auricular (estimular la aurícula durante un corto tiempo y con un catéter en su interior a frecuencia superior a la del flutter, con un estimulador especial). Al cortar la estimulación, cede con frecuencia el flut- ter auricular. Fibrilación auricular De las taquiarritmias supraventriculares, la fibrila- ción auricular es la más frecuente. Observando la Imagen 5 vemos que se produce por una activación desordenada del tejido auricular por múltiples focos. La activación anárquica origina una frecuencia auri- cular de 400-700 por minuto. Hemodinámicamente, la contracción auricular es inefi- caz. En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de lo que debería ser línea isoeléctrica se identifican unas peque- ñas e irregulares ondas denominadas f (para diferen- ciarlas de las F del flutter con actividad regular auricu- lar). Las ondas f no se ven en todas las derivaciones, por lo que hay que analizar las 12 del ECG estándar. Los QRS suelen ser finos. Mientras el flutter auricular origina en la mayor parte de las ocasiones una fre- cuencia ventricular regular (bloqueo nodal fijo), la fibrilación auricular (salvo contadas excepciones), origina una frecuencia irregular (bloqueo nodal va- riable ante la irregularidad de la estimulación auri- cular). Puede asociarse a cardiopatía (valvulopatías, cardiopatía isquémica, cardiopatía hipertensiva, miopericarditis, cor pulmonale agudo del embolis- mo pulmonar, cor pulmonale crónico del EPOC, etc.). A veces ocurre en personas sanas, generalmen- te de forma paroxística, y con frecuencia se identifi- ca un desencadenante (alcohol, tabaco, estrés físico o psíquico, estímulos vagales o simpáticos) [3]. Riesgos de la fibrilación auricular: Esquematizando, son fundamentalmente de cuatro tipos: • Las altas frecuencias ventriculares pueden des- encadenar una insuficiencia hemodinámica se- vera, con hipotensión, mala perfusión periféri- ca, sudoración, oliguria, trastornos del sensorio por mala perfusión cerebral. • Las altas frecuencias ventriculares, al aumentar las demandas de oxígeno, pueden desencadenar una angina de pecho (angor hemodinámico). 415 ARRITMIAS CARDÍACAS Imagen 5: Fibrilación auricular La activación anárquica origina una frecuencia auricular de 400-700 por minuto.
  • 10. • La falta de una contracción auricular eficaz favorece el estancamiento de la sangre y la trombosis entre las trabéculas de la pared auricular. Si se despren- den estos trombos, se originan embolias periféricas (las desprendidas de aurícula derecha originan em- bolismos pulmonares, y si se desprenden de aurícu- la izquierda las embolias ocurren en cualquier rama de la aorta). El flutter emboliza poco. • Puede originar fibrilación y taquicardia ventricular. Tratamiento de la fibrilación auricular: Se opta entre dos cosas [4]: • Conversión a ritmo sinusal. Está indicado en to- das las fibrilaciones agudas, y en las recientes (6 a 12 meses de duración). En las agudas, no es necesario anticoagular, ya que se procede de inmediato a intentar restaurar el ritmo sinusal; en las antiguas o recientes (varios meses) se an- ticoagula previamente (heparina sódica 5 a 7 días y luego Sintrom®). Los métodos son: – Si hay inestabilidad hemodinámica, se realiza cardioversión eléctrica sincronizada. – Si el paciente hemodinámicamente está esta- ble, se intenta cardioversión farmacológica. • Si no hay indicación de paso a ritmo sinusal, fre- nar la frecuencia ventricular. • Si la fibrilación cronifica, se opta por frenar la fre- cuencia ventricular. Se administra (al principio por vía IV si interesa frenar con rapidez) digital, beta-bloqueantes, verapamil, diltiacen, etc. Con- seguida una frecuencia aceptable, se continúa con estos fármacos por vía oral. Muchos de estos pacientes serán anticoagulados. Fibrilo-flutter auricular A veces, analizando el ECG, hay momentos o deri- vaciones donde la arritmia es de frecuencia bastante regular y se ven ondas en dientes de sierra como en el flutter. En otros momentos o lugares del trazado, falta la ritmicidad y lo que se ven son ondas f de fi- brilación. En estos casos se suele hablar de fibrilo- flutter auricular. Trastornos de la conducción Ritmos de la unión A-V De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con ritmo regular. Ondas P que frecuentemente no se ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A veces lle- gan a los 80 lpm (Imagen 6). Taquicardia nodal automática (ritmo nodal) Es la denominada también taquicardia nodal no paro- xística o ritmo nodal acelerado. El foco ectópico que anula el sinusal se localiza en la unión A-V. La taqui- cardización es escasa (no suele exceder de los 130 lpm), por lo que suele ser benigna y bien tolerada. Puede ser un hallazgo casual en personas sanas, pero casi siempre se asocia a una de estas situaciones: IAM, postoperatorio de cirugía cardíaca, intoxicación digitá- lica o hipopotasemia. No suele necesitar tratamiento. 416 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 6: Ritmos de la unión AV, 80 latidos por minuto De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con ritmo regular. Ondas P que frecuentemente no se ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A veces llegan a los 80 lpm.
  • 11. Bloqueos aurículo-ventriculares Se definen como una dificultad en la progresión del estímulo en la unión A-V (nodo-haz de His). Se dis- tinguen tres tipos: • Primer grado: Todos los estímulos supraventricula- res atraviesan la unión A-V aunque lo hacen con retraso respecto a la situación normal. Los impul- sos auriculares son conducidos a los ventrículos con un PR constante pero mayor de 0’20 s (PR normal 0´12-0´20 s) (Imagen 7). • Segundo grado: Algunos estímulos no lograrán atravesar la unión A-V, mientras otros sí que lo consiguen (ya sea con normalidad o con cierto retraso). – Tipo 1, Mobitz I o de Wenckebach: el interva- lo P-R se alarga en cada ciclo hasta que una P no es seguida de complejo QRS. Podemos además nombrarlo como 3:2, 4:3 (dos de ca- da tres P son conducidas o 3 de cada 4 P son conducidas) (Imagen 8). – Tipo 2 o Mobitz II: el intervalo P-R es constan- te, pero ocasionalmente aparece una P no conducida. 4:3, 3:2, etc. (Imagen 9). • Tercer grado: Ningún estímulo sinusal se condu- ce a los ventrículos. Ninguna de las P son con- ducidas y necesariamente en este ritmo aparece- rá un ritmo de escape ventricular (30-60 lpm), ya que de no ser así habría paro cardíaco. En los 417 ARRITMIAS CARDÍACAS Imagen 7: Bloqueo aurículo-ventricular, primer grado Imagen 8: Bloqueo aurículo-ventricular, segundo grado, tipo 1 Los impulsos auriculares son conducidos a los ventrículos con un PR constante pero mayor de 0’20s (PR normal 0´12-0´20 s). El intervalo P-R se alarga en cada ciclo hasta que una P no es seguida de complejo QRS. Podemos además nombrarlo como 3:2, 4:3 (dos de cada tres P son conducidas o 3 de cada 4 P son conducidas).
  • 12. adultos es indicación de colocación de marcapa- sos (Imagen 10). Abajo hay un ejemplo típico de bloqueo AV de 3º grado; un ritmo auricular a 110 lpm e independiente de un ritmo ventricular a 36 latidos/minuto y de QRS ancho. El ritmo de escape ventricular protege al corazón del paro. Hisiograma: por vía transvenosa se puede situar un catéter en las proximidades de la unión aurí- culo-ventricular, y conectándolo a un electrocar- diógrafo especial registrar el paso del estímulo por el haz de His. Mediante esta sencilla técnica se puede determinar si el bloqueo se localiza en el nódulo aurículo-ventricular (suprahisiano) o por debajo (infrahisiano), en cuyo caso tiene peor pronóstico. Ritmo idioventricular Si bien es posible encontrarlos lentos (Imagen 11), lo habitual es hallar ritmos idioventriculares acele- rados (RIVA). Su origen está en el nódulo aurículo- ventricular o en los ventrículos, y surgen como mecanismo de defensa ante una disminución del automatismo sinusal o una dificultad en la con- ducción del estímulo. Se denominan ritmos pasi- vos o de escape. 418 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 9: Bloqueo aurículo-ventricular, segundo grado, tipo 2 Imagen 10: Bloqueo aurículo-ventricular, tercer grado El intervalo P-R es constante pero ocasionalmente aparece una P no conducida. 4:3, 3:2, etc. Ningún estímulo sinusal se conduce a los ventrículos. Ninguna de las P son conducidas y necesariamente en este ritmo aparecerá un ritmo de escape ventricular (30-60 lpm), ya que de no ser así habría paro cardíaco.
  • 13. Son muy frecuentes en la fase aguda del IAM, sobre todo si se ha realizado trombolisis. En general, no necesitan tratamiento, salvo si son muy persistentes. Bloqueos de rama En la activación intraventricular normal, los dos ven- trículos se activan al mismo tiempo, dando lugar a un QRS estrecho. Cuando se bloquea una de las ra- mas del haz de His, el ventrículo al que éste condu- ce se activa tarde y el QRS dura 0´12sg más. El he- mibloqueo es el bloqueo de una división (anterior o posterior) de la rama izquierda. Arritmias ventriculares Extrasístoles Se definen como trastornos aislados del ritmo car- díaco, originando en el ECG complejos prematuros o adelantados, es decir, que aparecen antes de la siguiente estimulación normal (Imagen 12). Si tras cada QRS normal hay una extrasístole, ha- blamos de bigeminismo. Si cada dos complejos normales hay una extrasístole (esto es, cada 3 complejos QRS uno es extrasistólico) hablamos de trigeminismo. Si cada 4 complejos uno es ex- trasistólico, hablamos de cuadrigeminismo, etc. 419 ARRITMIAS CARDÍACAS Imagen 11: Ritmo idioventricular, 55 latidos por minuto Imagen 12: Extrasístole ventricular unifocal Ritmos idioventriculares acelerados (RIVA). Trastornos aislados del ritmo cardíaco: complejos prematuros o adelantados.
  • 14. En otras ocasiones, las extrasístoles no se produ- cen con ritmicidad. La existencia de más de tres extrasístoles seguidas ya se considera una taquicardia extrasistólica, que será supraventricular o ventricular según el origen de las extrasístoles. Se habla de extrasístoles en salva cuan- do se presentan 2 ó 3 seguidas. Síntomas de las extrasístoles: Muchos pacientes permanecen asintomáticos. Si son frecuentes, o se manifiestan en forma de doble- tes (parejas) u originan cortos episodios de taqui- cardia extrasistólica, los pacientes pueden notar palpitaciones. Lo más frecuente es la sensación de “paro cardíaco” o como se dice popularmente de “vuelco en el corazón”; se debe a que la precocidad (o prematuridad) de la ex- trasístole al limitar el relleno diastólico ventricular, ori- gina un volumen sistólico muy pequeño (a veces no perceptible por el pulso), que unido a la pausa post-ex- trasistólica, causa la sensación de paro en el corazón. Esto queda bien demostrado en el ejemplo en que junto a la monitorización del ECG, está monitoriza- da la presión de una de las arterias femorales. Riesgo de las extrasístoles: Los criterios de peligrosidad de las EV que exigen vi- gilancia intensiva del enfermo son: 420 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 13: Extrasístole ventricular multifocal EV multifocales. Imagen 14: Extrasístole ventricular acoplada El automatismo extrasistólico se ve favorecido en presencia de cardio- patía (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, etc.). A veces se pueden encontrar acopladas.
  • 15. • EV multifocales (Imagen 13). • Más de 6 EV/min. • Cuando aparecen 3 o más EV seguidas sin latidos normales intercalados. • Cuando una EV coincide o está muy cerca de una onda T. El automatismo extrasistólico se ve favorecido en presencia de cardiopatía (cardiopatía isquémica, in- suficiencia cardíaca, etc.). A veces se pueden encon- trar acopladas (Imagen 14). La actitud ante las extrasístoles hoy en día es: • Sin cardiopatía: No se tratan. Se corregirán facto- res desencadenantes (tabaco, alcohol, café, estrés, régimen de vida, etc.) y se tranquilizará al pacien- te, explicándole el hecho de que la extrasistolia es frecuente en personas sanas. Si es necesario se puede dar algún sedante suave. Si pese a todo son sintomáticos, o han originado TV o FV, se tratan, comenzando con beta-bloqueantes. • Con cardiopatía: Se tratan siempre, pero tras va- lorar su peligrosidad. Los beta-bloqueantes son los fármacos más usados, si no hay contraindi- caciones. Taquicardias ventriculares (TV) Son ritmos rápidos originados en cualquier parte de los ventrículos, que electrocardiográficamente origi- nan QRS anchos (QRS >0'12" o lo que es igual, más de 3 mm de anchura, en los ECG registrados a la ve- locidad de 25 mm/s). La presencia de 3 o más extra- sístoles seguidas ya se considera una TV (Imagen 15). Supresión de la TV: • Si hay mala tolerancia hemodinámica, inmediata cardioversión. • Si la TV es bien tolerada, se prueba el trata- miento con fármacos IV empleando lidocaina si ocurre durante la fase aguda del infarto, y si no es así pueden usarse otros antiarrítmicos (pro- cainamida, propafenona, amiodarona, etc.). Si los fármacos fallan, se recurre a la cardiover- sión eléctrica. • Se prestará atención al tratamiento de la enferme- dad de base y se tratarán los posibles desencade- nantes de la arritmia (vasoespasmo, hipoxemia, intoxicación medicamentosa, etc.). Flutter y fibrilación ventricular EL flutter ventricular es una arritmia grave, precurso- ra de la fibrilación ventricular en la que suele con- vertirse en pocos segundos. En realidad, es una ta- quicardia ventricular muy rápida (superior a 200 lpm) cuya característica electrocardiográfica es que desaparece la distinción entre QRS, segmento ST y onda T, obteniéndose una imagen en grandes dien- tes de sierra. Comporta un grave trastorno hemodi- námico, apareciendo signos de colapso circulatorio en pocos segundos. (La alta frecuencia impide el re- lleno diastólico a la vez que eleva las demandas de O2 del miocardio). La actuación debe ser rápida, mediante choque eléctrico, sin esperar la llegada del médico. La fibrilación ventricular es una arritmia mortal en po- cos segundos y que constituye uno de los mecanismos 421 ARRITMIAS CARDÍACAS Imagen 15: Taquicardia ventricular, 180 latidos por minuto QRS anchos (QRS >0'12" o lo que es igual, más de 3 mm de anchura en los ECG registrados a la velocidad de 25 mm/s).
  • 16. del paro cardíaco. Debido a la conducción rápida y totalmente asincrónica de los ventrículos, no permi- te un gasto cardíaco adecuado, por lo que en pocos segundos el paciente fallece si no se instaura un tra- tamiento eficaz. Electrocardiográficamente consiste en una serie de ondas de frecuencia y amplitud va- riable, no distinguiéndose ninguna imagen estable (Imagen 16). La desfibrilación eléctrica debe realizarse en cuanto se comprueba la aparición en el monitor. Si en va- rios choques eléctricos no se recupera el ritmo sinu- sal eficaz, se comenzará pauta de RCP (reanimación cardiopulmonar). Son también equivalentes a para- da cardiorrespiratoria la asistolia (Imagen 17), la TV sin pulso y la disociación electromecánica (registro en ECG normal sin que se bombee sangre). Tratamiento de los ritmos lentos sintomáticos Como primera medida pueden utilizarse fármacos: • Atropina: eleva la frecuencia sinusal y mejora la conducción del estímulo en el nódulo AV. Es efec- tiva en bradicardias sinusales, bloqueos AV de primer grado, bloqueos de 2º grado tipo I o Wenckebach y no suele ser efectiva en bloqueos de 2º grado infrahisianos y en bloqueos AV de 3º. 422 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Imagen 16: Fibrilación ventricular, 188 latidos por minuto Imagen 17: Asistolia Arritmia mortal en pocos segundos y que constituye uno de los meca- nismos del paro cardíaco. Son equivalentes a parada cardiorrespiratoria la asistolia, la TV sin pulso y la disociación electromecánica (registro en ECG normal sin que se bombee sangre).
  • 17. • Aleudrina® (Isoprotenerol): eleva la frecuencia de los ritmos de escape ventriculares. Se presenta en ampollas de 0’2 mg. Se disuelven 5 ó 10 ampollas en suero glucosado y se usa en perfusión; vigilar la aparición de arritmias. Colocación de marcapasos (MP) De primera medida si la urgencia lo requiere, se uti- liza un marcapasos o electroestimulador externo y como hay que dar estímulos con la potencia sufi- ciente para producir pulso central palpable, muchas veces es necesaria una sedación suave por las mo- lestias que la contractura muscular produce. El paso siguiente es la introducción de un electrocatéter por vía IV que se hace avanzar hasta el VD y se conecta a una unidad de marcapasos externo. Esta sonda de marcapasos provisional o transistorio puede introdu- cirse por vía yugular interna, subclavia, cubital o por vena femoral. Comprobada radiológicamente su si- tuación en apex de VD, se conecta a la unidad y se comprueba la correcta estimulación (Imagen 18). Solventada la urgencia, se colocará marcapasos defi- nitivo en aquellos casos que esté indicado. Los com- ponentes del marcapasos definitivo son: • La unidad que, envuelta en un material para que no la ataquen los líquidos orgánicos, tiene en su interior la batería y el circuito electrónico. • El cable conductor. Está recubierto de un material que asegura su estanqueidad. Por un extremo se fija a la unidad de MP y el otro extremo, que ter- mina en un polo (unipolar) o en dos (bipolar), queda en contacto con el miocardio. Un MP cuyo electrocatéter se introduce a través de una vena, se denomina transvenoso endocárdico, y uno cuyo electrodo se coloca fijándolo en el mio- cardio a través del epicardio se llama epicárdico, y el cable se coloca por vía subxifoidea o toracotomía. Un MP con un solo electrodo y que estimula en una cavidad se llama unicameral. Cuando constan de dos electrodos y estimulan tanto la aurícula como el ventrículo se denominan bicamerales. Tras colocar un marcapasos, ya sea provisional o de- finitivo, el paciente debe ser vigilado atentamente con monitorización del ritmo cardíaco durante cier- to tiempo. El profesional de enfermería prestará atención sobre todo a dos cosas: • Aparición de síntomas similares a los que motiva- ron la colocación del marcapasos, como sensa- ción de mareo, inestabilidad o síncope. Si estos síntomas coinciden con un ritmo cardíaco regular sin fallos del marcapasos, y sin alteraciones ten- sionales, se debe continuar estudiando al paciente buscando causas extracardíacas del síncope o de los equivalentes sincopales. • Fallos del marcapasos durante la monitorización. Deben inexcusablemente ser registrados para su análisis. 423 ARRITMIAS CARDÍACAS Imagen 18: Marcapasos
  • 18. 424 URGENCIAS EN ENFERMERÍA Resumen • Se define el término arritmia como cualquier ritmo que no es el sinusal normal del corazón. El ritmo sinu- sal normal es el originado en el nódulo sinusal, que cumple las siguientes condiciones: – En el adulto origina una frecuencia cardíaca entre 60 y 100 latidos por minuto. – En un ECG, la onda P o de activación auricular precede al QRS o conjunto de curvas de activación ventricular. – La onda P es negativa en aVR y positiva en DII y aVF. • Según la frecuencia en el ECG, hablamos de taquiarritmia o ritmo rápido de más de 100 lpm, bradiarrit- mia o ritmo lento de menos de 60 lpm. • El origen de las arritmias se puede deber a las alteraciones del automatismo, a las alteraciones de la trans- misión del estímulo o alteraciones mixtas. • Las diferencias entre cardioversión y desfibrilación se basan en que la primera tiene el nivel de descarga menor, posibilidad de espera, necesidad de sincronizar la descarga y sedación necesaria. • Ante unas extrasístoles ventriculares, el profesional de enfermería debe ponerse alerta ante el riesgo de fibrilación ventricular si son multifocales, si hay más de 6 en un minuto, si hay al menos tres seguidas o si caen cerca de la onda T. • Las cuatro arritmias que equivalen a parada cardiorrespiratoria son la fibrilación ventricular, la asistolia, la taquicardia ventricular sin pulso y la disociación electromecánica. Bibliografía [1] Braunwald E (ed). Tratado de Cardiología (4ª ed). Madrid: Interamericana Mc.Graw-Hill: 1993. [2] Esteban de la Torre A., Portero Fraile MP. Manual de técnicas de Enfermería (3ª ed). Barcelona: Ed Rol, 1993. [3] Sotillo Martí JF, López de Sá E. Diagnóstico y tratamiento de las arritmias. En: Juárez Alonso S (Coor). Manual de Urgencias médicas. Madrid: Centro Publicaciones Ministerio de Sanidad y Consumo, 1986: 59-63. [4] García Fernández C, Cano Sánchez L, Goig Abarca A, Lucas Imbernón FJ. ECG básica en urgencias: Arritmias. En: Peñalver Pardines C (Ed.) Manual práctico de Enfermería de Urgencias. Madrid: Aula Médica, 1999: 25-9.