1. Una amistad sin fronteras
Desde hace un buen tiempo ya, si mal no recuerdo unos 15 años, una
peculiar niña llamada Anastasia se iniciaba en los estudios en un colegio típico,
con alumnos típicos y profesores típicos. Esta niña estaba acostumbrada a
estudiar sola, a jugar sola y a no compartir con mas nadie que no fueran sus
muñecos, pues sus padres Vivian sumidos en el trabajo y no le prestaban la
debida atención que ella, como niña, requería.
Al tercer día de clases la solitaria Anastasia observó que a su lado se
encontraba una niña con cabellos negros, color azabache y unos penetrantes ojos
azules, Anastasia preguntó su nombre, a lo que ella respondió con una gran
sonrisa, Maria, mi nombre es Maria respondió.
Ese día Anastasia y Maria jugaron toda la clase y mientras la maestra
explicaba ellas no paraban de reír contando las pocas aventuras que habían
tenido en su vida. Maria provenía de una familia humilde, sus padres eran obreros
de la institución donde estudiaban las niñas y por ello Maria había sido becada.
Al paso del tiempo Anastasia y Maria eran inseparable, pasaban todo el día
juntas en el colegio, cuando llegaban a casa se comunicaban por teléfono y en
muchos casos Anastasia se reunía en casa de Maria, cosa que le encantaba pues
en esa casa sentía el calor de hogar, cosa que en su casa faltaba en abundancia.
Pasaban los años, las niñas crecían, así como crecía su amistad, esa
amistad se convirtió en hermanad en el preciso momento que Anastasia decidió
irse a vivir con Maria, en una casa humilde, pero eso no le importaba a Ana, para
ella lo material, las modas, el lujo y el dinero no valían nada como el cariño que le
tenia esa familia.
La ya joven Anastasia se preparaba a cumplir sus 15 años, pero esto no era
tan emocionante para ella como lo era para otras jóvenes, en las que se
encontraba Maria, pero por los bajos recursos de esta no podía costear una fiesta
de quince años por mas sencilla que fuera.
2. Anastasia sabiendo cuanto deseaba Maria una fiesta, la engañó diciéndole
que quería que la ayudara a preparar su fiesta de quince para que su amiga no
sospechara. Lo primero que hicieron fue ir a elegir el vestido, uno de tono rosa fue
el elegido por Maria, ella decía que era un color perfecto pues reflejaba la paresa y
lo angelical de cualquier mujer.
Poco a poco pasaba el tiempo y se acercaba la fecha del cumpleaños de
aria, ya ambas tenían todo listo cuando el día de su cumpleaños Anastasia, su
gran amiga, le dio la gran noticia de que esa fiesta era para ella, Maria no podía
creerlo, en sus ojos se veía la felicidad tan grande que le causaba esta noticia, y
pues Anastasia se veía aun mas complacida por la felicidad de su amiga.
La fiesta de quince años fue alucinante tal cual como Maria lo soñó y nada
de eso pudo haber sido posible sin la ayuda de su gran amiga. Al día siguiente en
el colegio no se hablaba de otra cosa que no fuera la gran fiesta de Maria, nunca
antes ella había sido el centro de atención de la clase, y por primera vez en la
vida, y gracias a Anastasia estaba cumpliendo un gran sueño.
Años después estas dos amigas se preparaban para la graduación, el gran
día, el día que mas iban a guardar en su memoria pues era el ultimo encuentro
que tendrían con todos sus compañeros, pero Anastasia, a su ves, se encontraba
un poco distraída y estresada, pues ese día debía contarle a su gran amiga que
sus padres habían llamado por ella y debía irse después de la graduación a vivir
con ellos en un país muy lejano.
Luego de la gran graduación Anastasia se quedó a dormir en casa de su
amiga y en un momento muy oportuno le contó de su partida, ambas lloraban
desconsoladamente, pero Maria sabiamente le dijo que no habían fronteras que
separara su amistad y siempre iban a estar juntas, fuera como fuera.
A la mañana siguiente Anastasia partió a Escandinavia y hasta el día de
hoy, tres años después de su separación, siguen siendo las mejores amigas del
mundo, las mas grandes hermanas y se dieron cuenta que pasara lo que pasara,
ni la distancia iba a poder terminar con su gran amistad.