Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
La revolución de Túpac Amaru
1. La revolución de Túpac Amaru
La rebelión de Tupac amaru II: El siglo XVIII fue un ciclo de crisis, dificultades,
perdida de la hegemonía y rebeliones para la colonia del Perú. Para este proceso histórico
influyeron la lenta pero perceptible recuperación de la población india y mestiza, la
desmembración del Virreinato del Perú, que dio origen a otros virreinatos como el
Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Rió de la Plata, el malestar causado por la
intensificación de la opresión colonial, la decadencia de la producción minera en Potosí
que cayó al 30 % respecto al siglo XVI y una nueva atmósfera intelectual, resultado de la
influencia de la Ilustración y de fenómenos de
trascendencia universal como la Independencia de
los Estados Unidos y la Revolución Francesa.
El establecimiento del libre comercio limitado,
mermo la importancia de Lima y el Callao, la
supresión de las encomiendas empobreció a la
nobleza virreinal, y el Estado colonial se militarizo,
dando preferencia en el gobierno del Virreinato del
Perú a los militares de carrera que pudieran
enfrentar los nuevos “tiempos revueltos” que se
aproximaban. La rebelión de Tupac amaru II se
inscribe dentro de este proceso de cambios y
acusado descontento.
La Revolución de Tupac Amaru II:
José Gabriel condorcanqui, conocido como Tupac Amaru II, fue un curaca
indígena: Cacique de Pampamarca, Surimana y Tungasuca, descendiente del inca
Felipe Tupac Amaru, y nacido en Surimana en el cañon del rió apurimac, el 19 de marzo
de 1738.
Tupac Amaru II fue educado en el Colegio de Caciques de San Francisco de Borja en la
ciudad de Cusco y se dedico al negocio de la arriería además de gobernar su cacicazgo. Se
caso con Micaela Bastidas, natural de Abancay, y tuvo con ella tres hijos varones.
2. El papel histórico de Tupac Amaru II
El curaca mestizo, Tupac Amaru II, comprobó la terrible opresión que padecían los
súbditos de su cacicazgo, sometidos a la mita de potosí, los repartos obligatorios de
mercaderías por parte de los corregidores, el peso del tributo y de las aduanas terrestres,
todo lo cual inspiro en el el animo secreto de liberarlos. Poreso, hacia 1770, inicio
gestiones a favor de los indios, al mismo tiempo que pleiteaba con la familia Betancurt
para ser declarado legalmente descendiente de Los Incas y con derecho al marquesado de
Oropesa. Sus reclamos y pretensiones fueron infructuosos en la ciudad de Lima, en donde
se puso en contacto con algunos criollos, por lo que quedo convencido que el camino legal
quedaba vedado para los indios del sur Andino.
Entonces es que concibió la idea de la insurrección, para lo cual, aprovechando su
condición de arriero, tejió los hilos de una vasta conspiración en el Sur Andino y el
altiplano altoperuano (boliviano).