1. Reflexiones en Torno al Origen y Mantenimiento del Tabaquismo
Por Ps ic. Mario Arturo González Zavalza
De Acuerdo con la OMS (2014) El consumo de tabaco mata a más de 5 millones de personas al año
y es responsable de la muerte de 1 de cada 10 adultos. Entre los cinco principales factores de
riesgo de mortalidad, es la causa de muerte más prevenible. El 11% de las muertes por cardiopatía
isquémica, la principal causa mundial de muerte, son atribuibles al consumo de tabaco. Más del
70% de las muertes por cáncer de pulmón, bronquios y traquea son atribuibles al consumo de
tabaco. Si se mantienen las tendencias actuales, el consumo de tabaco matará a más de 8 millones
de personas al año en 2030. La mitad de los más de 1000 millones de fumadores morirán
prematuramente de una enfermedad relacionada con el tabaco.
Por lo motivos expuestos arriba se considera importante que existan políticas gubernamentales de
prevención que contemplen como objetivos (Barrueco, Hernández y Torrecilla. 2003):
:
Reducir el número de jóvenes que se inician en el consumo de tabaco y retrasar al máximo
la edad de comienzo
Reducir el número de fumadores mediante consejo y soporte clínico del proceso de
abandono del tabaco
Reducir el contenido en sustancias nocivas de los cigarrillos para disminuir el riesgo de los
fumadores que no puedan eliminar radicalmente el consumo
Proteger a los no fumadores de los efectos molestos y nocivos del humo del tabaco
Crear un ambiente social negativo para el consumo de tabaco, que convierta el hábito de
fumar en una actitud socialmente reprobable
Lo anterior mediante estrategias que implican acciones en los ambitos legislativos, educativos,
familiares y de promoción a la salud.
El presente trabajo forma parte de las reflexiones en torno a multiples entrevistas a fumadores y
no fumadores conducidas como parte del Seminario de Investigación en Psicología Clínica de la
Especialidad en Psicología Clínica de la AMAPSI.
A partir de las entrevistas realizadas a fumadores y no fumadores se extraen las sigui entes
conclusiones que son además apoyadas en parte por los hallazgos de Samaniego, Corina y
colaboradores (2004).
En el caso de fumadores existe cierta permisividad paterna ante la conducta de fumar antes y
durante el inicio del tabaquismo, que puede ir o no acompañada por una histórica actitud paterna
inconsistente o francamente permisiva en otras áreas de desarrollo del menor.
2. Además, se observa como común denominador que los primeros contactos con el tabaco se dan
durante la adolescencia posibilitados por una historia de dificultades para generar vinculos
afectivos significativos, una sensación de aislamiento social, deficits de habilidades sociales
(asertividad) y una autoestíma debilitada, dentro de un marco de cambios de ambiente socio-educativo
(cambio de o ingreso a una nueva escuela) que funciona como elemento que agudiza las
neuróticas necesidades de aprobación del adolescente orientadas hacia el consumo del tabaco por
las campañas mediaticas que revisten al cigarrillo con símbolos de masculinidad, rebeldìa, éxito
económico-social, sofisticación y hasta sensualidad, además de la existencia de figuras de
identificación al interior del nucleo familiar que exhiben diferentes grados de adicción al tabaco*.
A contiuación se transcriben fragmentos de entrevistas que giran en torno al contexto de vida
anterior y durante las primeras etapas del proceso de adquisición de la adicción a la nicotina y que
apuntan hacia el incició en el tabaquismo como mecanismo para establecer un sentido de
pertenencia en un grupo secundario:
“Antes de entrar a la universidad no tenía amigos y al ingresar me empezaron a hablar una bolita de amigos
mujeres y hombres con los que me identifique… y ellos fumaban y siempre me decína prueba y para
pertenecer al grupo empecé a fumar.”
“…puedo decir que mis amigos no fueron tantos como yo hubiese querido ya que la mayoría de los niños
siempre querían estar peleando conmigo, y como tenia fama de niño problema eran muy pocos los que
realmente querían convivir conmigo.”
“Empecé a fumar a los 17 años, en el CCH, tenía un grupo de amigos y quise sentirme parte del grupo,
aunque ya eran mis cuates, quería sentirme más identificado con ellos..”
Una vez instalado el tabaquismo parace mantenerse debido a sus efectos en la sociabilidad y como
herramienta de afrontamiento de aquellos estados de ánimo negativos experimentados en la vida
cotidiana, tal como queda de manifiesto en los siguientes fragmentos:
“Empezaron los problemas en mi casa y me sentí desplazada y eso me causaba depresión y ansiedad y al
fumar se iban o disminuían los síntomas”
“Al poco tiempo me di cuenta de lo mucho que me agradaba el fumar, me daba una satisfacción corporal y
personal ya que me ayudaba a liberar el estrés por las situaciones que se me presentaban además que me
abría las puertas a convivir con jóvenes de mi edad…”
“Continúo consumiendo cigarros a la fecha pues aparte de seguirme brindando ese placer al consumirlo, me
ayuda a liberar un poco es estrés.”
Estas narrativas (realizadas por los entrevistados) sugieren deficitarias habilidades de
* De acuerdo con el DSM IV el riesgo de fumar es tres veces mayor entre fami l iares de 1er grado de fumadores .
3. procesamiento emocional en el fumador que resultan en y se retroalimentan de sensaciones de
aislamiento y frustración.
Llama la atención que, en las entrevistas realizadas, los no fumadores, en comparación con los
fumadores, incluyen en su dinámica cotidiana pasatiempos congruentes con lo que en últimas
fechas se ha denominado ocio saludable(Suarez, Caballero y cols., 2010), hecho que denota una
generalizada actitud más activa y prosocial en no fumadores que en fumadores, actitud que les
permite manejar las sensaciones del estrés cotidiano sin necesidad de recurrir a paliativos como
el cigarrillo e implementar estrategias constructivas de resolución de problemas y satisfacción de
necesidades psicológicas.
Además, una vez que se ha instalado un cuadro de dependencia a la nicotina la continuidad de su
consumo se ve importantemente favorecida por los intentos realizados por el fumador para
escapar de las desagradables sensaciones de abstinencia típicas de este trastorno psicológico.**
Otro rasgo que parece estar involucrado con el inicio y mantenimiento del tabaquismo es la
actitud de rebeldía característica del adolescente en esta sociedad e hipotéticamente acentuada
en el adolescente que se torna fumador debido a los efectos de la dinámica familiar.
Por otra parte,si bien en no fumadores también podemos encontrar deficits de vinculos afectivos
y cambios de ambiente socio-educativo, dichos deficits parecen generar una menos intensa
necesidad de aprobación que en el caso de los fumadores. Además, de percibirse una actitud
paterna menos benevolente o aún de franco rechazo al tabaquismo, adicionalmente del
involucramiento, por parte del adolescente, en contextos sociales antagónicos con la conducta de
fumar.
Bibliografía:
- APA, (2000). Manual de Diagnóstico y estadísticas de desordenes mentales, (4ª ed. revisada). Washington,
DC
-Miguel Barrueco, Miguel Ángel Hernández Mezquita, Miguel Torrecilla (2003), Manual de tratamiento y
prevención del tabaquismo. ERGON. Madrid.
- Samaniego, Corina y colaboradores (2004), Factores asociados al consumo de tabaco en una población de
adultos. Facultad de Psicología UBA. Buenos Aires.
- Suarez, Caballero y cols., (2010), Grupo de Trabajo Ocio Saludable. Foro La sociedad ante las drogas.
España http://www.pnsd.msc.es/novedades/pdf/OcioSaludable.pdf
- Rodríguez , Veiga y Ayesta (2014), Bases de la Dependencia/adicción nicotínica. España.
http://www.asturias.es/Astursalud/Imagen/AS_Salud%20Publica/AS_Drogas/Tabaco/Dependencia_adiccion
_nicotinica.pdf
** Es tado de ánimo disfórico o depresivo, insomnio; i rritabilidad, frustración; ansiedad, dificultades de concentración;
inquietud, di sminuci ón de la frecuencia cardíaca y aumento del apetito o del peso.