El documento resume la literatura religiosa de la Edad Media en la península ibérica. Destaca que fue dominante debido a la influencia religiosa y que autores como Alfonso X, Gonzalo de Berceo y otros escribieron obras de carácter religioso, histórico y doctrinal. También señala que hubo literatura popular y culta, dividida en tres mesteres: juglaría, clerecía y cortesía.