La capa de transporte se encarga de la transferencia confiable de datos entre aplicaciones a través de una red, asegurando que los datos lleguen sin errores y en la secuencia correcta. Provee servicios orientados y no orientados a la conexión, manejando el establecimiento, transferencia y liberación de conexiones, así como paquetes individuales. Elementos clave incluyen el direccionamiento, control de flujo y recuperación de errores.