1. LA RATITA, EL CERDO Y LA SERPIENTE
Érase que se era una ratita que siempre iba con un cerdo. El cerdo siempre la ayudaba en
todo.
Un día, la ratita se encontró una serpiente hermosísima y le dijo:
- Aléjate de ese cerdo horrible, ven conmigo, yo soy mejor que esa chatarra.
La ratita empezó a pensar y al final dijo:
- Es verdad! Me iré contigo.
Y el cerdo enfadado dijo:
- Que sepas que después no iré a salvarte, te lo aviso.
La ratita se fue con la serpiente y al final le dijo la serpiente:
- Que bien, ya tengo almuerzo!
La serpiente se comió a la ratita y la ratita tuvo que vivir una experiencia horrible en su
estómago.
Fíjate en el interior que es lo mejor.