3. La carga de los mamelucos
El cuadro representa un episodio de ira popular, el
ataque del pueblo madrileño, mal armado, contra la más
poderosa máquina militar del momento, el ejército
francés. En el centro de la composición aparece un
mameluco, soldado egipcio bajo órdenes francesas que
cae muerto del caballo, mientras un madrileño sigue
apuñalándolo y otro hiere mortalmente al caballo.
4. Dos viejos comiendo sopa
Goya no se cohíbe a la hora de mostrar la fealdad. En
otros casos, nos muestra el aspecto de la vejez con una
imagen digna, tranquila. Pero en esta composición, la
vejez se deforma con unos personajes que exudan
sarcasmo, que están llenos de ambigüedad
5. El vuelo de las brujas
En este cuadro, las brujas o brujos que vuelan por el aire visten
como disciplinantes del Santo Oficio, tocados con una coroza. Las
tres figuras chupan la sangre a un hombre que intenta zafarse
extendiendo los brazos con desesperación. En tierra hay otros dos
hombres, uno huye ocultándose bajo una sábana blanca y otro,
tirado en el suelo, se tapa los oídos. Al fondo, un burro recuerda la
estupidez de los tres.
7. San Francisco de Borja y el
moribundo impenitente
Representa al Santo,
vestido ya como jesuita,
mostrando un crucifijo a un
moribundo que es acosado
por las fuerzas del mal,
que torturan su alma
8. La duquesa de Alba
Como podemos ver
en esta imagen, es
un cuadro en el que
destaca mucho los
colores blanco y rojo.
Cuánto más te alejas,
mejor se ve el
cuadro,
ya
que
aumenta de manera
notable la sensación
de
profundidad,
captándose
con
mayor claridad el
pequeño pueblo que
se muestra al fondo.
9. Las jóvenes o la carta
Podría tratarse de una referencia
a la prostitución - el oficio de
lavandera estaba considerado
como sinónimo de disposición
sexual - encontrándonos ante una
joven que empezó como sus
compañeras para dar el salto
hacia el oficio más viejo del
mundo, ajena a las risas y críticas
de
los
personajes
que
encontramos tras ella.
10. Majas en el balcón
Entre éstos sobresale el
cuadro de las Majas al
balcón en el que dos
jóvenes,
elegantemente
ataviadas, se asoman a un
balcón para ofrecer sus
encantos a la clientela. Tras
ellas
aparecen
dos
embozados que "protegen" a
las jóvenes, haciendo de
proxenetas. También se
sugiere que se tratataría de
dos jóvenes aristocráticas
que observan lo que ocurre
en la calle, protegidas por
dos matones, pero parece
más verosimil la primera
opcion.
11. Lazarillo de Tormes
El hambre provocó que el niño
sustituyera la longaniza por un
nabo, con el fin de comérsela él,
dándose cuenta el ciego del
engaño. Ante la negación de
Lázaro cuando se le preguntó por
el
cambio,
el
ciego
quiso
asegurarse de su presentimiento
por lo que metió su nariz en la
boca de Lázaro. De este modo
Goya nos presenta al ciego
sentado, introduciendo los dedos
en la boca del muchacho al que
sujeta entre sus piernas para que
no escape.
12. Fernando VII
El maestro captó los
rasgos básicos de su
rostro y luego los
repetiría en cada uno de
los retratos que le
encargaban, por eso el
rostro siempre tiene la
misma posición, dando
la impresión de que el
monarca
está
disfrazado. Este es el
motivo por el que se ha
considerado que el
pintor intentó ridiculizar
al rey.