2. EL MUNDO ALUCINANTE, 1966
Podemos interpretar esta obra como perteneciente
a la corriente de la fuerza centrífuga, del modelo
posmoderno:
1. Juego libre con las convenciones del género
2. Actitud deconstructiva
3. Consideración de la Historia en el mismo estatus
de la ficción
4. Por otro lado, es una novela con claras marcas de
surrealismo, por lo cual se inserta en la literatura
de vanguardia
5. Trata temáticas polémicas y novedosas como el
erotismo, la homosexualidad, acontecimientos
fantásticos, etc.
3. EL ARPA Y LA SOMBRA, 1980
También podemos considerarla en el polo
centrífugo, sobre todo porque deconstruye el mito
del descubrimiento de América y la figura de
Cristóbal Colón como el gran Almirante, que es
retratada de manera paródica.
Da versiones nuevas aprovechando los vacíos de
la Historia: su origen genovés, su romance con la
reina Isabel.
Fragmentación del narrador en tres voces
enriquece la representación literaria de la historia.
Uso de l fantasía, por ejemplo, el espíritu de Colón
presenciando su proceso de beatificación.
4. MALUCO, 1989
Podemos observar el cuestionamiento del discurso
oficial a través de la voz de un ser marginado.
Cuestiona la capacidad de la Historia de contar lo
sucedido tal como fue.
Ofrece una crítica a la actitud ciega e indiferente de
los monarcas frente a los ejecutores de las
empresas de exploración que le otorgaron tantas
riquezas.
5. MALDITA YO ENTRE LAS MUJERES,1991
Es una NNH que resemantiza la mítica figura de la
Quintrala, humanizándola y presentando su historia
desde su propia voz.
Presenta Intertextualidad con la Quintrala de
Magdalena Petit y el discurso histórico de Benjamín
Vicuña Mackena.
Es también una novela feminista, por lo cual
podemos interpretar la figura de Catalina de los
Ríos como una mujer estigmatizada por su actitud
irreverente hacia los cánones de conducta
establecidos para las mujeres.
6. A MODO DE SÍNTESIS…
Todas estas obras presentan una actitud que si bien
no pretende sustituir el discurso oficial por una nueva
versión independiente, buscar mostrar las voces
marginales, dando cabida a múltiples puntos de vista
frente a una historia socialmente compartida.
Esto, específicamente con respecto al discurso
hegemónico eurocentrista, que ha ideado américa
desde su cosmovisión, ignorando el sentir
heterogéneo de nuestra identidad latinoamericana.