2.
El IPv6 es una respuesta a la necesidad de tener
más direcciones. Según los expertos, el IPv6 tendrá
una capacidad para 3.4x10**38 direcciones, casi
al infinito, con ventajas en cuanto a
direccionamiento, seguridad y movilidad. En este
sentido, los ruteadores podrán ser
autoconfigurados; se podrá crear una mayor
cantidad de redes; se dará un soporte más
eficiente al tráfico multimedia, así como a los
dispositivos y redes móviles, y se evitará la
triangulación que se presenta en el IPv4 en el envío
de paquetes.
3.
“Web”, como se le llama usualmente, un sistema espacio abstracto
de información basado en hipertextos enlazados, a los que se
puede acceder a través de Internet. Conviene recordar que fue en
el megaproyecto del supercolisionador de hadrones del CERN
(Centro Europeo para la Investigación Nuclear) en Ginebra que se
inventó la Web, lo que hizo posibles los vínculos entre textos
relacionados, así como hipervínculos o referencias cruzadas, la
forma más comúnmente utilizada de hipertexto. El resultado es la
publicación de contenidos en diferentes formatos: texto, imágenes,
sonido, video y animaciones, lo que convierte a la Web en un medio
de publicación sencilla, ágil y flexible. Las páginas Web, por lo
tanto, son el elemento básico de la World Wide Web. A las
características de la Web se suman los buscadores, herramienta
fundamental para la localización y la utilización de información,
igual de importantes en el proceso de innovación y crecimiento de
Internet.
4.
En relación con el aspecto social de Internet, sus
innovaciones han provocado cambios relevantes en
el uso y el manejo de la información. Al principio el
usuario permanecía como espectador, sin la
posibilidad de interactuar con otros usuarios.
Posteriormente, el nacimiento y el uso de las redes
sociales han despertado en la sociedad la
necesidad de generar información y compartirla,
esto en el horizonte mucho más amplio que ofrecen
las propias redes sociales.
5.
En este sentido la “sociedad de la información” está
evolucionando hacia la “sociedad del
conocimiento”, en un plano de análisis, creación,
interpretación, diseño y resolución, no sólo en las
áreas tecnológicas, sino también en las sociales,
culturales y de pensamiento. Entre otros aspectos,
los usuarios tienden cada vez más a exigir
transparencia y orden en la información. Con ello
se generan cambios en el comportamiento del
individuo y en el manejo de sus contenidos.