1) El documento describe el contexto histórico del Sexenio Democrático en España entre 1868 y 1874, un período de inestabilidad política que incluyó diferentes formas de gobierno como un gobierno provisional y dos repúblicas, federal y unitaria.
2) Se establecieron dos repúblicas en España - una república federal liderada por Pi y Margall y una república unitaria y presidencialista - pero ambas fueron inestables debido a conflictos entre facciones políticas, la guerra carlista, y la revolución cantonal.
1. H I S T O R I A
BVB San Juan Bosco Trabajemos como si nunca tuviéramos que morir, y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada instante.
1
1873
1873
“Vacante el trono por renuncia
de Don Amadeo de Saboya, el
Congreso y el Senado,
constituidos en las Cortes
soberanas, han reasumido
todos los poderes y
proclamado la República (…).
Se ha establecido sin sangre,
sin convulsiones, sin la más
pequeña alteración del orden;
y sin disturbios conviene que
se la sostenga, para que
acaben de desengañarse los
que la consideraban como
inseparable de la anarquía.
ORDEN, LIBERTAD Y JUSTICIA: éste
es el lema de la República (…). Conviene
recordar que la insurrección deja de ser
un derecho, desde el momento en que,
universal el sufragio, sin condiciones la
libertad, y sin el límite de la autoridad
real la soberanía del pueblo, toda idea
puede difundirse y realizarse sin
necesidad de apelar al bárbaro recurso
de las armas (…). Sin un gran respeto a
la Ley, sería la República un desengaño
más para los pueblos; y los que
componen el Comité Ejecutivo no hemos
de defraudarles ni consentir que se les
defraude la última esperanza”.
PRESENTACIÓN DEL TEXTO
Se trata de un fragmento de una circular
remitida desde el Ministerio de la
Gobernación a todos los gobernantes de
las provincias, texto de naturaleza
evidentemente política, en el que
don Fransesc Pi i Margall, uno de los
más notables líderes republicanos
del momento y ministro de
Gobernación, en ese momento, da su
visión sobre la naturaleza
radicalmente democrática del nuevo
régimen republicano de 1873. Fuente
primaria y directa para el
conocimiento de aquellas
circunstancias históricas y de la
actitud de los republicanos federales.
IDEAS FUNDAMENTALES
Pi i Margall afirma en estos párrafos
dos ideas fundamentales:
La reasunción de poderes por las
Cortes, como asamblea soberana, se ha
realizado pacíficamente como respuesta
a quienes creen que la libertad y la
anarquía no son lo mismo. Antes bien, el
lema de la República se basa en el
Orden, la Libertad y la Justicia.
El nuevo régimen republicano basado
en la soberanía popular sólo puede
subsistir con el respeto a la ley.
Francisco Pi i Margall. Madrid, 14 de febrero de 1873.
Contexto histórico
El sexenio democrático. Un
gobierno provisional. Una
república federal y una
república unitaria y
presidencialista
Personajes fundamentales
Amadeo de Saboya. Francisco Pi
i Margall Nicolás Salmerón.
Emilio Castelar y Ripoll. General
Manuel Pavía. Alfonso XII.
María Cristina de Habsburgo -
Lorena. Antonio Cánovas del
Castillo.
Esquema de los acontecimientos
fundamentales
Apuntes de Historia de España
Número 4. Anexo
ALEGORÍA DE LA PRIMERA REPÚBLICA ESPAÑOLA
2. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
2 San Juan Bosco Dar buenos consejos a los compañeros, es una manera de hacer obras de caridad.
BVB
CON TEXTO H ISTÓRICO:
SEX ENI O DE M OCRÁTICO.
1868 -1 87 4
Durante el sexenio democrático se suceden varias
formas de gobierno:
Un gobierno provisional. Amadeo de Saboya.
La revolución se produjo en septiembre bajo el grito de
“¡Viva España con honra!” y triunfó sin apenas
derramamiento de sangre, formándose Juntas
Revolucionarias en muchos puntos del país. Jefes
militares, como Prim, Serrano, Topete, se pusieron al
frente de todo este movimiento insurreccional. El ejército
leal a la reina fue derrotado en Alcolea del Pinar, e Isabel
II, que estaba veraneando en Lequeitio (Vizcaya) se
encontró sin apoyos y se exilió a Francia. El gobierno
provisional, encabezado por Serrano en el que
participaron Topete, Prim, Sagasta, entre otros, convocó
elecciones para las Cortes Constituyentes enlas que los
progresistas consiguieron 160 escaños, los unionistas 80,
los demócratas 40 y los carlistas 36. El principal objetivo
de los revolucionarios fue elaborar una nueva
Constitución que estableciera el reconocimiento de la
democracia como sistema. La nueva burguesía pretendía
una efectiva división de poderes con el fortalecimiento de
las Cortes y la independencia del poder judicial. Así, el
poder ejecutivo - el Rey - quedaría concentrado en una
función de equilibrio y moderación de las fuerzas
políticas. Pero debía sustentarse en el sufragio universal.
La Constitución, después de haber sido ampliamente
debatida durante cerca de cinco meses, fue promulgada en
junio de 1869. En ella se consagraban las libertades
democráticas básicas (asociación, reunión, expresión),
establecía el sufragio universal (masculino) y, por primera
vez, había un reconocimiento de la libertad religiosa. En
la cuestión de la forma de régimen, la solución fue un
nuevo concepto de monarquía: el de monarquía
democrática, aunque era muy numerosa entre los
diputados la opción republicana. una monarquía
democrática. En Cataluña surgió una enconada protesta
contra el gobierno cuando Figuerola, ministro de
Hacienda impuso un arancel de aduanas donde se preveía
la reducción de tarifas que agravaban las mercancías
extranjeras; los empresarios catalanes opinaban que se
arruinarían las fábricas. A la vez los cerealistas catalanes
y las herrerías vascas se sumaron a la protesta.
Amadeo de Saboya.
Prim jefe de gobierno, fue el encargado de buscar rey
para España encontrándolo en el segundo hijo del
rey Víctor Manuel II de Italia, el duque de Aosta,
Amadeo de Saboya, que aceptó llegar a España a
fines de 1879 al tiempo que Prim, su único valedor,
era asesinado, Amadeo se vio obligado a abdicar, en
febrero de 1873, por el enfrentamiento entre los
partidos políticos, más interesados en defender sus
intereses que en el bienestar común, por el auge del
movimiento carlista en Navarra y zona rural
catalana y por el movimiento republicano federalista
extendido por toda la costa mediterránea (de
Cataluña a Andalucía) mantenido por obreros
catalanes y braceros andaluces.
Una república
federal y una
república unitaria y
presidencialista
Desde el 11 de
febrero de 1873
al 3 de enero de
1874 se instauró
la Primera
República, con
c u a t r o
p r e s i d e n t e s
sucesivos, clara
muestra de la
inestabilidad
política.
El primer presidente Estanislao Figueras (11
de febrero a 11 de junio de 1873) fue designado
por la Asamblea con 258 contra 32, como
presidente de una república unitaria, pero
inmediatamente chocó con los republicanos
federales. Su principal cometido era convocar
unas Cortes Constituyentes para promulgar
una nueva Constitución. Los problemas más
graves radicaban en la crisis de la Hacienda, la
incipiente guerra carlista en el norte, el
problema de Cuba y la escasa colaboración del
Ejército, más inclinado al moderantismo y
simpatizante de los alfonsinos. En sus meses
de gobierno pudo poner en marcha ciertas
medidas democráticas, tales como la
promulgación de una amplia amnistía, o la
abolición de la esclavitud en Puerto Rico y de
las quintas.
Pero la república unitaria carecía de apoyos
sociales, de manera que el resultado de las
primeras elecciones dio el triunfo a los
republicanos federales. Las nuevas Cortes
proclamaron la República Democrática
Federal, siendo puesto como presidente de
Gobierno el catalán Pi i Margall (11 de junio a
18 de julio de 1873)
Con el triunfo de los republicanos federales
surgieron entre ellos discrepancias sobre los
pasos que debían seguirse en la organización
de la España federal (el nuevo modelo
aparecía dividido en 17 Estados entre los que
figuraban como tales Cuba y Puerto Rico).
Uno - los transigentes, que constituían la
mayoría encabezada por Pi i Margall -
consideraban primordial conseguir el orden
social para luego proceder a construir una
república federal desde arriba; otros - los
intransigentes - defendían que se debía
comenzar por la construcción de la federación
desde abajo, lograda la cual, debía llegar la
paz social.
Ambos grupos presentaron a las cortes sus
propios proyectos para una Constitución
federal. Pero una sublevación popular
exigiendo el establecimiento de cantones libres
- revolución cantonal - comenzó en Cartagena
y luego se extendió por otras ciudades del sur
y levante peninsular. En esta revolución
cantonal (en la que cada población se
proclamaba cantón independiente del poder
central) confluyeron tres revoluciones
distintas: la regionalista, la política, y la social.
Las clases populares, creyendo encontrar en el
federalismo la panacea de sus males -
igualdad plena y un mayor reparto de la
riqueza -, siguieron a los federales
intransigentes que querían dar el poder de
decisión a la regiones y acabar con el
centralismo.
Pi i Margall al no poder alcanzar la aprobación
del proyecto de Constitución y desbordado
por la revolución de los cantones, dimitió,
sucediéndole Nicolás Salmerón (18 de julio a 7
de septiembre) . Este, durante el escaso mes y
medio de mandato se limitó a restablecer
militarmente el orden y a reprimir los
movimientos obreros internacionalistas como
sucedió en Alcoy; era la reacción de los
republicanos unitarios defensores del
orden social frente al orden natural de
la libertad. Nicolás Salmerón dimitió
por los problemas de conciencia (no
quiso firmar unas penas de muerte
contra los revolucionarios), y el 6 de
septiembre fue elegido nuevo
presidente del Gobierno el catedrático
de la Universidad Central Emilio
Castelar (7 de septiembre de 1874 a 3
de enero de 1874) . Su programa se
redujo, básicamente, a restablecer el
orden; porque, si bien había
finalizado el movimiento cantonal,
quedaban otros focos de desorden: la
guerra con los carlistas en el Norte y
la de Cuba. Sin embargo, este intento
fue interrumpido por el golpe de Estado del
general Pavía (3 de enero de 1874), que con
fuerzas de la Guardia Civil disolvió las Cortes
Constituyentes, fanatizando así la Primera
República. Estableció la república de tipo
presidencialista, en forma de gobierno
provisional, presidido por el general Serrano
hasta la restauración monárquica. Durante la
regencia de Serrano los carlistas levantaron el
sitio que habían puesto en Bilbao, se desarrolló
una campaña contra los carlistas y se finalizó
la rebelión de Cartagena.
3. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
BVB San Juan Bosco Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera.
3
Se suele considerar a Pi y Margall como el alma
de este gobierno que hubo de enfrentarse a un
sinfín de problemas ya endémicos para la l
República (Tercera Guerra Carlista;
insubordinaciones separatistas, en este caso de
Cataluña; indisciplina militar, conspiración
monárquica, etc.); dicho gobierno disolvió la
Asamblea, convocando Cortes Constituyentes
para el 1 de mayo. El 23 de abril Martos, esta vez
amparado en el gobernador de Madrid,
Estébanez, intentó un nuevo golpe, también
abortado por Pi (a la sazón ministro de
Gobernación). Al tiempo estallaba el movimiento
cantonalista. Las Cortes Constituyentes eligieron
el 9 de junio como presidente a Pi y Margall, ocho
días después de haber votado la república
federal. Figueras huyó a Francia, de donde no
tardó en volver, aunque para presenciar los actos
postreros de la I República, resultando vanos sus
intentos de última hora por unir las diversas
tendencias republicanas. En la Restauración, su
papel político estuvo ya en un segundo plano,
fundando, no obstante, en 1880 el Partido Federal
Orgánico, de acuerdo con el exiliado parisino
Ruiz Zorrilla. Estanislao Figueras murió en
Madrid el 11 de noviembre de 1882.
NICOLÁS
SALMERÓN
ALONSO
Presidente de la
Primera República
Española (Alhama la
Seca, Almería, 1838 -
Pau, Francia, 1908).
Estudió Derecho y
Filosofía en Madrid
con Sanz del Río, por
cuya influencia se
sumó a la corriente
krausista. Trabajó
como profesor de
bachillerato (1858) y
como catedrático de la Universidad Central
(1866). Al mismo tiempo, se integró en el Partido
Demócrata, cuyas ideas defendió mediante
artículos periodísticos, discursos en el Ateneo y
conspiraciones revolucionarias que le condujeron
a la cárcel (1867). Al triunfar la Revolución de
1868, que derrocó a Isabel II, se proclamó
republicano, aunque reconoció que esta corriente
no estaba madura para asumir el poder. Fue
elegido diputado por Badajoz en 1871 y, al
abdicar el rey Amadeo I, apoyó en el Parlamento
la proclamación de la Primera República (1873).
Participó en su primer gobierno como ministro de
Gracia y Justicia; cuatro meses después fue
nombrado presidente del Congreso; y un mes
más tarde jefe del Poder Ejecutivo (cargo
equivalente al de presidente del Gobierno y
presidente de la República, inexistente en tanto
no se aprobara una nueva Constitución). Como
ministro había decretado la separación entre la
Iglesia y el Estado, la inamovilidad de los
funcionarios públicos y una reforma
penitenciaria; como presidente (menos de dos
meses) intentó recomponer la autoridad central,
reorganizando el ejército y sofocando la revuelta
cantonalista: no lo consiguió, pero los militares
conservadores que puso en el mando acabarían
volviéndose contra el régimen. Dimitió alegando
problemas de conciencia para firmar dos
sentencias de muerte. Le sucedió Emilio Castelar,
a quien Salmerón hizo una oposición implacable,
hasta el punto de negarle el voto de confianza
que pedía para conjurar las amenazas contra la
República. Restaurada la Monarquía de los
Borbones por el pronunciamiento militar de
Sagunto (1874), Salmerón perdió su cátedra, que
no volvería a ocupar hasta 1884. Siguió
conspirando por la causa republicana, primero
desde su exilio en Francia y luego dentro del país,
como diputado por el Partido Progresista. De los
diversos grupos políticos en los que se hallaban
divididos los republicanos españoles, Salmerón
encabezó una tendencia moderada, e intentó
agrupar a las demás en la Unión Republicana con
la esperanza de obtener buenos resultados del
restablecimiento del sufragio universal (1890);
pero el caciquismo y la manipulación electoral le
impidieron cosechar más que algunos éxitos
simbólicos. La derrota de España en la guerra
colonial de 1898 le hizo creer en la inminencia de
la crisis de la Monarquía y clamó inútilmente por
su destrucción, apelando incluso a un golpe de
Estado militar. En 1907, fracasada su política de
unificar a los republicanos, optó por aliarse con
los catalanistas y otras fuerzas antidinásticas en la
coalición Solidaridad Catalana, que obtuvo un
triunfo electoral aplastante en Cataluña.
EMILIO CASTELAR
Y RIPOLL
Político español, último
presidente de la Primera
República (Cádiz, 1832 -
San Pedro del Pinatar,
Murcia, 1899). Tras
estudiar Derecho y
Filosofía en la
Universidad de Madrid,
obtuvo una cátedra de
Historia Filosófica y
Crítica de España (1857)
y se dedicó a la lucha
política, canalizada a
través del periodismo (pasó por varios periódicos
hasta fundar el suyo propio en 1864: La
Democracia). Defendía un republicanismo
democrático y liberal, que le enfrentaba a la
tendencia más socializante de Pi y Margall. Desde
esas posiciones luchó tenazmente contra el
régimen de Isabel II, llegando a criticar
directamente la conducta de la reina en su
artículo «El rasgo» (1865). En represalia por aquel
escrito fue cesado de su cátedra, arrastrando en
su caída al rector de la Universidad de Madrid;
las protestas estudiantiles contra su cese fueron
reprimidas por el gobierno de forma sangrienta
(la «Noche de San Daniel»). Luego intervino en la
frustrada insurrección del Cuartel de San Gil de
1866, también reprimida por el gobierno;
consiguió huir a Francia al tiempo que recaía
sobre él una condena a muerte.Participó en la
Revolución de 1868 que destronó a Isabel II, pero
no consiguió que condujera a la proclamación de
la República. Fue diputado en las inmediatas
Cortes constituyentes, en las que destacó por su
capacidad oratoria, especialmente a raíz de su
defensa de la libertad de cultos (1869). Siguió
defendiendo la opción republicana dentro y fuera
de las Cortes hasta que la abdicación de Amadeo
de Saboya provocó la proclamación de la
República (1873). Durante el primer gobierno
republicano, presidido por Estanislao Figueras,
ocupó la cartera de Estado, desde la que adoptó
medidas como la eliminación de los títulos
nobiliarios o la abolición de la esclavitud en
Puerto Rico. Pero el régimen por el que tanto
había luchado se descomponía rápidamente,
desgarrado por las disensiones ideológicas entre
sus líderes, aislado por la hostilidad de la Iglesia,
la nobleza, el ejército y las clases acomodadas, y
acosado por la insurrección cantonal, la
reanudación de la Guerra Carlista y el
recrudecimiento de la rebelión independentista
en Cuba. La Presidencia fue pasando de mano en
mano -de Figueras a Pi y Margall en junio y de
éste a Salmerón en julio- hasta llegar a Castelar en
septiembre. Para tratar de salvar el régimen
disolvió las Cortes y actuó con la diligencia de un
dictador, movilizando hombres y recursos y
encargando el mando de las operaciones a
militares profesionales, aunque de dudosa
fidelidad a la República. Cuando se reanudaron
las sesiones de Cortes a comienzos de 1874,
Castelar presentó su dimisión tras perder una
votación parlamentaria, lo cual determinó la
inmediata intervención del general Pavía, que dio
un golpe de Estado disolviendo las Cortes y
creando un vacío de poder que aprovechó el
general Serrano para autoproclamarse presidente
del Poder Ejecutivo. Liquidada así la Primera
República, el pronunciamiento de Martínez
Campos vino a restablecer la Monarquía
proclamando rey a Alfonso XII. Tras regresar de
un largo viaje por el extranjero, Castelar volvió a
la política, encarnando en las Cortes de la
Restauración la opción de los republicanos
«posibilistas» que aspiraban a democratizar el
régimen desde dentro; cuando, en los años
noventa, se aprobaron las leyes del jurado y del
sufragio universal, Castelar se retiró de la vida
política, aconsejando a sus partidarios la
integración en el Partido Liberal de Sagasta
(1893).
GENERAL
MANUEL PAVÍA
(Manuel Pavía Rodríguez de Alburquerque;
Cádiz, 1827-Madrid, 1895) Militar español.
Intervino, a las órdenes de Prim, en la
sublevación de Villarejo (1866) y, ante el fracaso
del pronunciamiento, tuvo que exiliarse por un
corto tiempo. Tras la revolución de 1868, luchó
tanto contra los cantonalistas andaluces como
contra las partidas carlistas de Navarra. Fue
designado capitán general de Castilla la Nueva y,
ante las disputas internas de los partidos
republicanos, irrumpió en las cortes y las
4. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
4 San Juan Bosco Alegría, estudio y piedad: es el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma.
BVB
UN A R E S TA U R A C I Ó N D E L A
D I N A S T Í A D E R R I B A D A .
A lo largo del año 1874 el político
conservador Cánovas del Castillo convencerá
a la reina exiliada Isabel II para que abdicase
en su hijo Alfonso; dentro del ejército había
un estado de opinión favorable a la
monarquía legítima por lo que Martínez
Campos proclamó el 29 de diciembre, en
Sagunto, a Alfonso XII rey de España.
Alfonso tenía 17 años, estaba estudiando en
Inglaterra y llegó a España en enero de 1875.
La restauración borbónica trajo una época de
paz, de avance democrático con la adopción
progresiva del sufragio universal, de
pacificación en el norte con la paralización de
la guerra carlista y la cancelación del
régimen tradicional de impuesto y quintas
del País Vasco, de turno pacífico de partidos
en el poder evitando los pronunciamientos
militares y de consolidación de la burguesía.
Sin embargo, ni la época de Alfonso XII
(1874-1885) ni la regencia de su viuda
María Cristina de Habsburgo (1885-1902)
solucionaron los dos elementos de desajuste
en aquellos momentos, las malas condiciones
de vida de las masas proletarias españolas y
la guerra colonial de Cuba.
ALFONSO XII
MARÍA CRISTINA
FRANCISCO PI I
MARGALL
Pi Margall fue el líder del republicanismo federal
español. Participó en los movimientos
democráticos que llevaron a la revolución de 1868
y, tras la abdicación de Amadeo de Saboya,
propugnó el establecimiento de la Primera
República (1873). Fue presidente de ésta y preparó
una constitución federal - en la que España se
organizaba en 17 estados federados - que no llegó
a ser aprobada ante la oposición de los
republicanos unitarios y el escaso tiempo de que
dispusieron para llevar
adelante su proyecto,
interrumpido por el golpe
de Estado del general Pavía,
que disolvió el Parlamento y
acabó con el régimen. El
documento refleja el
momento de la historia de
España en el que se produjo
la abdicación de Amadeo de
Saboya y la entrega del
poder a las Cortes, que proclamaron directamente
la instauración de la Primera República en España.
La proclamación de la República la aprobó una
asamblea de diputados y senadores que
paradójicamente no eran republicanos en su
mayoría. Por otra parte, la democracia estaba
acosada en aquellos momentos por serios
problemas: la guerra de Cuba, que había
comenzado en 1868; la sublevación carlista en 1872
y las agitaciones cantonalistas que comenzaron ese
año. En un año se sucedieron cuatro presidentes:
Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. En ese
año, la debilidad del régimen se reflejó en
diferentes crisis y en el enfrentamiento entre
republicanos unitarios (Castelar) y federales (Pi i
Margall) El estado republicano fue incapaz de
gobernar y hacer cumplir la ley; se promulgaron
leyes muy populares como la amnistía, abolición
de los impuestos de consumo y supresión de
quintas. A pesar de ello, no se consolidó la
república.
DON AMADEO DE
SABOYA
Había nueva constitución, pero España era una
monarquía sin rey; por ello, se instauró la regencia
presidida por el general Serrano, mientras Juan
Prim fue nombrado jefe de Gobierno. Estaba
descartada la vuelta de la familia borbónica; pese a
ello, Cánovas del Castillo comenzó a formar un
partido alfonsino para asegurar la defensa de los
derechos del hijo de Isabel II. Durante el año 1869
se produjeron diversos problemas que
amenazaron la estabilidad del nuevo régimen:
comenzó la guerra de Cuba, tras el grito de Yara,
en demanda de autonomía política; se
reorganizaron los carlistas que promovían a su
pretendiente Carlos VII, nieto de Carlos María
Isidro, como rey legítimo, y, finalmente, se
sucedían los levantamientos y agitaciones
republicanas en gran parte del país. A fines de
octubre de 1870, se logró solucionar la cuestión del
rey, en la persona de don Amadeo, duque de
Aosta. Este aceptó el trono tras obtener el
consentimiento de las potencias europeas, y las
Cortes lo eligieron rey a mediados de noviembre.
El reinado de Amadeo fue efímero debido a
diversos factores: conflicto militar en Cuba; la
oposición de las fuerzas monárquicas tradicionales
alineadas con el carlismo; la hostilidad de la
nobleza y la burguesía españolas que lo
consideraban advenedizo, miembro además de
una familia real enemiga de la Iglesia; por otras
parte, las movilizaciones obreras y populares
reclamaban el establecimiento de un régimen
republicano y federal. Después de repetidas
elecciones generales y crisis de gobiernos que
nada solucionaron, don Amadeo abdicó en febrero
de 1873. Inmediatamente, el Congreso y el Senado,
constituidos en una sola Asamblea Nacional,
dispusieron, de forma ordenada y pacífica, la
proclamación de la República. Había al fin llegado
esta porque la monarquía se había quedado sin
posibilidades de actuación.
ESTANISLAO
FIGUERAS Y
MORAGAS
Nacido en Barcelona el 13 de noviembre de 1819.
Licenciado en derecho en 1840, regentó uno de los
más importantes bufetes, primero en Tarragona,
luego en Madrid. Cultivador de la oratoria y del
periodismo, desarrolló unas extraordinarias dotes
de parlamentario. En 1840 militaba en el Partido
Progresista, para colaborar después en la
organización del Partido Demócrata. Participó en
los movimientos frustrados de 1848. En 1851 fue
elegido diputado por Tarragona, representando a
las filas del republicanismo;
en 1854 fue miembro de la
Junta Revolucionaria de
Tarragona, y al año siguiente
obtuvo el acta de diputado
p a r a l a s C o r t e s
Constituyentes. Diputado
igualmente en 1862 y 1865,
sufrió la represión ejercida
por Narváez en 1867 con un
breve exilio, para incorporarse al proceso
revolucionario de 1868. Este año fundó el
periódico La Igualdad, y al año siguiente lideraba
la minoría republicana en Cortes, destacando
como hito más importante el debate sobre la forma
de Estado: monarquía o república. Diputado a
Cortes también durante la monarquía de Amadeo
de Saboya, desplegó una prolija labor
parlamentaria, representando el programa del
republicanismo federal. Al proclamarse la I
República el 11 de febrero de 1873, Figueras fue
nombrado presidente del poder ejecutivo (según
la denominación de aquel momento político), y no
presidente de la República, como inexactamente se
le ha denominado frecuentemente (toda vez que
ese cargo no existiría hasta que se promulgara la
nueva constitución). A finales de febrero hubo de
formar un nuevo gobierno -tras la intentona de
Cristino Martos del día 24-, esta vez integrado
exclusivamente por republicanos.;
5. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
BVB San Juan Bosco Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse.
5
disolvió. Con la
Primera República
abolida, promovió
un gobierno del
que quedaron
excluidos los
federalistas y los
carlistas. Entre
1880 y 1881 fue
capitán general de
Cataluña y de
nuevo en Castilla
l a N u e v a
(1885-1886), donde
r e p r i m i ó e l
levantamiento de
Villacampa.
ALFONSO XII
Rey de España (Madrid, 1857 - El Pardo, 1885).
Hijo de Isabel II, acompañó a ésta al exilio cuando
fue destronada por la Revolución de 1868. En
1870 su madre abdicó en él; y en 1873 dejó en
manos de Cánovas la defensa de la causa
borbónica en España. Cánovas envió a Alfonso a
completar su formación en la academia militar
inglesa de Sandhurst, a fin de impregnarle de los
principios de la monarquía parlamentaria
británica.En 1874, con la crisis de la Primera
República, Cánovas estimó que la
descomposición del régimen revolucionario
dejaba el terreno maduro para la vuelta de los
Borbones y empezó a prepararla, lanzando en
nombre del príncipe el llamado «Manifiesto de
Sandhurst», en el que se postulaba como artífice
de una reconciliación nacional. Los
acontecimientos se precipitaron por el
pronunciamiento militar de Martínez Campos en
Sagunto, que proclamó rey a Alfonso. Éste viajó
inmediatamente de París a Barcelona y entró en
Madrid como rey poco después (1874).Cánovas
elaboró un nuevo régimen político basado en el
liberalismo doctrinario y conocido como
«Restauración», plasmado en la Constitución de
1876, que se mantendría vigente hasta 1923.
Alfonso XII quedó relegado a un papel de árbitro
entre dos grandes partidos -el conservador y el
liberal- que se turnaban pacíficamente en el
poder, evitando los pronunciamientos militares y
las algaradas populares que habían sido
constantes durante el reinado de Isabel II.No
obstante, para asentar dicho régimen tuvo que
hacer frente a la Guerra Carlista, abierta en el
Norte y en Levante desde 1873; tras la rendición
de Cabrera, el pretendiente al Trono, don Carlos
(VII), abandonó España poniendo fin a la guerra
en 1876.Igualmente se sometió por la fuerza la
rebelión cantonalista iniciada durante el periodo
republicano. Y poco después la Paz del Zanjón
(1878) completó la pacificación al poner fin a la
guerra sostenida durante diez años contra los
independentistas cubanos. Posteriormente, el
reinado de Alfonso sólo se vería alterado por
algunas intentonas republicanas y por los dos
atentados sufridos en 1878 y 1879 (cuyos autores
fueron inmediatamente ejecutados).
MARÍA CRISTINA
DE HABSBURGO-
LORENA
María Cristina de Habsburgo-Lorena; Gross-
Seelowitz, actual República Checa, 1858-Madrid,
1929) Reina y regente de España. Hija del
archiduque Carlos Fernando de Austria y de
Isabel, archiduquesa de Austria-Este-Módena. En
1879 se convirtió en la segunda esposa del rey
Alfonso XII, tras enviudar éste de María de las
Mercedes. No congenió muy bien con el
extrovertido monarca a causa de su carácter
tímido y tranquilo. Dado que cuando falleció el
soberano (1885) se hallaba embarazada, asumió la
regencia. Meses más tarde nació el futuro Alfonso
XIII, quien se convirtió en la gran esperanza para
el trono español. La reina, inexperta en los
negocios de la política, se dejó asesorar por
Sagasta, con quien acabaría trabando una
estrecha amistad. María Cristina se guió por la
sensatez y el equilibrio en sus diecisiete años de
regencia. Durante este período se llegó al pacto
del Pardo entre Cánovas y Sagasta, que instituyó
el sistema de turnos pacíficos de ejercicio del
poder entre liberales y conservadores y consolidó
la Restauración. El papel de Cristina en el sistema
de gobierno fue más bien anecdótico, ya que no
participó en los enfrentamientos entre los
partidos dinásticos y favoreció a Sagasta en largos
períodos de gobierno liberal. Se promulgaron,
entre otras, la Ley de Sufragio Universal y la Ley
de Asociaciones. En sus últimos años de regencia
se agravó el problema marroquí y se agudizó la
conflictividad social. De esta época datan también
los inicios del catalanismo político. Además, la
pérdida de las tres últimas colonias
hispanoamericanas en 1898 sumió al país en una
grave crisis, que evidenció de manera clara la
inoperancia del régimen de la Restauración. Su
más ferviente deseo era traspasar la Corona a su
hijo, deseo que vio cumplido en 1902, cuando
Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad y fue
proclamado rey de España.
ANTONIO
CÁNOVAS DEL
CASTILLO.
S u p r i m e r a
r e s p o n s a b i l i d a d
política fue la
r e d a c c i ó n d e l
M a n i fi e s t o d e
Manzanares, que hizo
públicas las posiciones
de los militares
participantes en la
llamada «Revolución
de 1854» (O’Donnell,
Serrano y Dulce).
Luego fue ocupando puestos políticos de
importancia creciente, como los de diputado en
las Cortes constituyentes de 1854-56, agente de
preces en Roma, gobernador civil de Cádiz,
director general de Administración Local,
subsecretario de Gobernación, ministro del
mismo ramo (1864) y de Ultramar (1865-66). Su
actitud ante la insurrección de los sargentos del
Cuartel de San Gil (1866) le costó el destierro a
Palencia, permaneciendo apartado de todo
protagonismo político hasta que estalló la
Revolución de 1868, que destronó a Isabel II.
Durante el Sexenio Revolucionario de 1868-74,
Cánovas asumió el liderazgo de una minoría
conservadora en las Cortes, señalándose en los
debates contra el sufragio universal y la libertad
de cultos. Atacó tanto al régimen democrático de
Amadeo de Saboya como a la Primera República
que le sucedió, aprovechando los fracasos de
ambos ensayos para consolidar su opción de
restaurar la monarquía de los Borbones, pero no
en la persona de la ex reina Isabel -cuyo
descrédito había provocado la revolución-, sino
en la de su hijo, a quien haría reponer como rey
con el nombre de Alfonso XII. Una vez que
abdicó la reina madre en el exilio (1870), Cánovas
consiguió plenos poderes para dirigir la causa
monárquica (1873), mientras orientaba la
educación del príncipe en Inglaterra y le hacía
proclamar el llamado Manifiesto de Sandhurst, en
el que trazaba las líneas directrices de una futura
monarquía parlamentaria, liberal y moderada,
llamando en su apoyo a todos los católicos y
descontentos con la situación revolucionaria
desvinculados del carlismo (1874).Fue
fortaleciendo paulatinamente la causa alfonsina
en medios políticos y acrecentando la viabilidad
de la restauración monárquica a medida que
quedaba desacreditada la opción republicana;
pero, en contra de su voluntad, el general
Martínez Campos se le adelantó, proclamando al
rey mediante un pronunciamiento militar en
Sagunto (1874). Sin embargo, por primera vez en
la historia de los pronunciamientos españoles, los
militares no quisieron ocupar el poder, sino poner
en él a Cánovas, como líder de los partidarios de
la Monarquía: el último día de aquel año,
Cánovas formó un gobierno que ejercería la
regencia hasta la llegada de Alfonso XII, el cual
confirmó al gabinete en 1875.Dueño de un poder
prácticamente incontestado, Cánovas realizó en
los dos años siguientes una obra ingente, que
puso las bases del régimen de la Restauración, el
cual habría de perdurar hasta el golpe de Estado
de Primo de Rivera (1923). Preparó e hizo aprobar
la Constitución de 1876, estableciendo una
monarquía liberal inspirada en las prácticas
parlamentarias europeas. La clave era acabar con
la violencia política y los pronunciamientos
militares que habían marcado el reinado de Isabel
II, asentando la primacía del poder civil. Pero
para ello había que garantizar la alternancia
pacífica en el poder; Cánovas diseñó un modelo
bipartidista al estilo británico, formando él
mismo un gran Partido Conservador a partir de
la extinta Unión Liberal; y buscó una figura que
aglutinara la opción política alternativa,
encontrándola en Sagasta, que asumiría el
liderazgo del Partido Liberal, con el cual se
turnarían los conservadores en el poder.Tras
gobernar casi sin interrupciones hasta 1881,
Cánovas dejó el poder a Sagasta en aquel año,
recuperándolo en 1884.
6. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
BoscoPor mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema:obrar bien y dejar a la gente que hable
Al morir Alfonso XII en
1885 y para consolidar la
regencia de María Cristina
de Habsburgo, selló con
Sagasta el llamado «Pacto
de El Pardo», por el cual
ambos partidos se
sucederían sin enfrentarse
en la gobernación del país.
Y es que, efectivamente, la
peculiaridad del régimen
canovista era que las
elecciones constituían una
farsa manejada por las
redes oligárquicas del
caciquismo, mientras que el
Parlamento y el gobierno se
formaban de espaldas a la
opinión pública, en función
de pactos entre los líderes
de los dos partidos
dinásticos y con una
intervención decisiva de la
Corona.Cánovas volvió a
presidir el Consejo de
Ministros en 1890-92 y en
1895-97. En su haber como
gobernante hay que anotar
la pacificación del país,
poniendo fin a la
sublevación cantonal
(1874), la Tercera Guerra
Carlista (1875) y la Guerra
de los Diez Años en Cuba
(1878). Inspirado por la
«lección» histórica de la
decadencia española, trató
de impulsar un
resurgimiento nacional,
fomentando un nuevo
patriotismo español con
actos como los que
conmemoraron el cuarto
c e n t e n a r i o d e l
descubrimiento de América
(1892).Pero se mostró
impotente ante los nuevos
conflictos que suscitaban el
nacionalismo catalán, el
movimiento obrero, el
anarquismo, las disidencias
internas de su partido
(Francisco Silvela) y la
reaparición del movimiento
independentista en Cuba
(1895). Incapaz de abrir
cauces para la participación
política de nuevos grupos y
aspiraciones, cuando murió
asesinado por un
anarquista italiano durante
su estancia veraniega en un
balneario, dejó al régimen
ante una situación de crisis
que se prolongaría desde la
derrota en la Guerra de
Cuba (1898) hasta su
extinción (1923).
ESQUEMA
7. C O N T E X T O H I S T Ó R I C O
BVB San Juan Bosco Cada uno ocúpese y trabaje tanto cuanto su salud y su capacidad le permitan.
7
CRONOLOGÍA
ESPAÑA LATINOAMÉRICA
1873
Abdicación de Amadeo I; la
Asamblea Nacional promulga (11/2)
la I República: 1º presidente
Figueras (11/2-11/6), 2º Pi i Margall
(11/6-18/7), 3º Salmerón (18/7-7/9) y
4º Castelar (7/9-3/1/1874)
La Asamblea Nacional republicana
española decreta la abolición de la
esclavitud en Puerto Rico (20/3).
Tratado de alianza entre Perú y Bolivia
(6/2). Tratado entre Chile y Argentina
fijando la frontera en los Andes
1874
Golpe de Estado de Pavía (3/1):
República dictatoria presidida por
Serrano; finaliza el cantonalismo
(13/1). Los carlistas levantan el sitio
de Bilbao (2/5). Monopolio de
emisión al Banco de España.
Cánovas (Manifiesto de Sandhurst,
1/12) y Martínez Campos
(pronunciamiento en Sagunto, 31/12)
consiguen la restauración de la
monarquía.
Avellaneda (1873-80), presidente de
Argentina. Pérez (1874-1876), de
Estados Unidos de Colombia. Frías
(1874-1876), de Bolivia, fija la frontera
entre Bolivia y Chile -paralelo 24-. La
Constitución de Venezuela dictamina
la disolución de los conventos =ruptura
con la Santa Sede.
1875
Alfonso XII (1875-1885), rey, entra
triunfante en Madrid (14/1). El
general Martínez Campos pone fin a
los 10 meses de guerra carlista en el
Principado de Cataluña (19/11). Se
inicia la publicación del diario El Siglo
Futuro.
Cánovas, primer ministro de
(2/12/1875-7/3/1879)
Crisis financiera en el Perú: el estado
confisca el guano y las explotaciones
de salitre: bancarrota.
Con Borrero Cortázar (1875-76) se
inicia la inestabilidad política en
Ecuador (1875-95)