1. Detente
Detente del Sagrado
Corazón de Jesús
El Beato Pío IX concedió aprobación definitiva a
la devoción del Detente, diciendo: “Voy a bende-
LA CONSAGRACIÓN DIARIA AL SAGRADO CORAZÓN
cir este Corazón, y quiero que todos aquellos que
(Hecha por Santa Margarita)
fueron hechos según este modelo reciban esta
misma bendición”. Yo, N. N., me dedico y consagro al Sagrado Corazón
de Nuestro Señor Jesucristo; le entrego mi persona y mi
vida, mis acciones, penas y sufrimientos, para no querer ya
INDULGENCIA servirme de ninguna parte de mi ser sino para honrarle,
amarle y glorificarle. Ésta es mi irrevocable voluntad: perte-
El Papa Pío IX le concedió en el año 1872, una necerle a Él enteramente y hacerlo todo por amor suyo,
indulgencia de 100 días una vez al día a todos los renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda disgustar-
le.
fieles que usaran alrededor de sus cuellos este em-
blema piadoso y rezaran un Padre Nuestro, Ave Te tomo, pues, Corazón divino, como único objeto de
mi amor, por protector de mi vida, seguridad de mi salva-
María y Gloria. (Preces et pia opera, n. 219). ción, remedio de mi fragilidad y mi inconstancia, reparador
de todas las faltas de mi vida, y mi asilo seguro en la hora
de la muerte. Sé, pues, Corazón bondadoso, mi justifica-
ción para con Dios Padre, y desvía de mí los rayos de su
justa indignación. Corazón amorosísimo, en ti pongo toda
mi confianza, porque, aun temiéndolo todo de mi flaqueza,
todo lo espero de tu bondad. Consume, pues, en mí todo
cuanto pueda disgustarte o resistirte. Imprímase tu amor
. tan profundamente en mi corazón, que no pueda olvidarte
jamás, ni verme separado de ti. Te ruego encarecidamen-
te, por tu bondad que mi nombre esté escrito en ti. Ya que
quiero constituir toda mi dicha y toda mi gloria en vivir y
morir llevando las cadenas de tu esclavitud. Así sea. ——
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Divino Corazón de Jesús! Por medio del Corazón Inmacu-
lado de María, te ofrezco las oraciones, obras y trabajos de
este día, para corresponder a tu gran amor.
Sagrado Corazón de Jesús
Te presento mi vida entera para que se haga tu voluntad y en Vos confío
no la mía. Haz que toda mi persona contribuya a la cons-
trucción de tu Reino.
2. Detente: Poderosa protección que nos viene Origen del Detente del Sagrado Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús del cielo
Santa Margarita María de Alacoque —como atesti-
Esa práctica piadosa, otrora muy difundi- gua su carta, escrita el día 2 de marzo de 1686, dirigi-
Aún actualmente resuenan con un timbre divino, como da entre los católicos, es un modo simple, da a su superiora, la Madre Saumaise— trascribe un
venidas de la eternidad, las sublimes palabras pronun- deseo que le fuera revelado por Nuestro Señor: “que
pero espléndido, de manifestar permanen-
ciadas hace más de tres siglos por el Sagrado Corazón desea encargue una lámina con la imagen de ese
de Jesús a una humilde y privilegiadísima religiosa, San- temente nuestra gratitud y amor al Sagra- Sagrado Corazón, a fin de que los que quieran tribu-
ta Margarita María de Alacoque (1647-1690), del con- do Corazón, víctima de nuestros pecados. tarle particular veneración, puedan tener imágenes
vento de la Visitación de Santa María, en Paray-le- Y al mismo tiempo, recibimos de Él innu- en sus casas, y otras pequeñas para llevar consigo” 3.
Monial (Borgoña, Francia). merables beneficios y una protección ex- Nacía así la costumbre de portar estos pequeños Es-
traordinaria. cudos.
Estaba ella rezando ante el Santísimo Sacramento, el 16 Esta santa devota del Detente lo llevaba siempre
de junio de 1675, cuando Nuestro Señor se le apareció. Es un poderoso Escudo que la Divina Pro- consigo e invitaba a sus novicias a hacer lo mismo.
Y después de un breve diálogo con la religiosa en éxta- videncia colocó a nuestra disposición, a fin Ella confeccionó muchas de estas imágenes y decía
sis, señalando su propio Corazón le dice: “He aquí este que su uso era muy agradable al Sagrado Corazón.
de protegernos contra los más diversos
Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada La autorización para tal práctica al comienzo fue
peligros que enfrentamos todos los días. concedida solamente a los conventos de la Visita-
ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demos- Para eso, basta llevarlo consigo, sin necesi-
trarles su amor, y que no recibe en reconocimiento de ción. Después, fue más difundida por la Venerable
dad de hacerlo bendecir, pues el Beato Ana Magdalena Rémuzat (1696-1730). A esta religio-
la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y
sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me Papa Pío IX extendió su bendición a todos sa, también de la Orden de la Visitación, fallecida en
tratan en este Sacramento de amor. Pero lo que me es los Detentes –como más adelante vere- alto concepto de santidad, Nuestro Señor le hizo
aún mucho más sensible es que son corazones que me mos. saber anticipadamente el daño que causaría una gra-
están consagrados los que así me tratan. ve epidemia en la ciudad francesa de Marsella, en
El Detente, el Escudo del Sagrado Corazón 1720, así como el maravilloso auxilio que los marse-
lleses recibirían con la devoción a su Sagrado Cora-
“Por eso, te pido que se dedique el primer viernes de de Jesús es un emblema con la imagen del
zón. La Madre Rémuzat hizo, con la ayuda de sus
mes, después de la octava del Santísimo Sacramento, Sagrado Corazón y la divisa: ¡Detente! El hermanas de hábito, millares de estos Escudos del
una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgan- Corazón de Jesús está conmigo. ¡Venga a Sagrado Corazón y los repartió por toda la ciudad en
do ese día, y reparando su honor con un acto público nosotros Tu Reino! donde se propagaba la peste.
de desagravio, a fin de expiar las injurias que ha recibi- La historia registra que, poco después, la epidemia
do durante el tiempo que he estado expuesto en los
El uso del Detente es un medio de expre- cesó como por milagro. No contagió a muchos de
altares. Te prometo además que mi Corazón se dilatará aquellos que llevaban el Escudo, y las personas con-
para derramar con abundancia las influencias de su di-
sar nuestro amor al Sagrado Corazón de
Jesús; señal de nuestra confianza en su tagiadas tuvieron un extraordinario auxilio con esta
vino amor sobre los que den este honor y los que pro- devoción. En otras localidades sucedieron hechos
curen le sea tributado”. protección contra las celadas del demonio
análogos. A partir de entonces, la costumbre se ex-
y los peligros de todo orden.
tendió por otras ciudades y países.4La fama de los
Detentes llegó a la Corte, siendo una de sus devotas
“La Iglesia y la sociedad no tienen otra esperanza sino
La Además, el Detente nos ayuda a recordar María Leszczynska, esposa de Luis XV. En 1748, por
en el Sagrado Corazón de Jesús; es Él que curará todos continuamente las promesas del Sagrado ocasión de su matrimonio, recibió como obsequio
nuestros males. Predicad y difundid por todas partes la Corazón de Jesús; es un símbolo de nues- del Papa Benedicto XIV varios Detentes. Las memo-
devoción al Sagrado Corazón de Jesús, ella será la salva- tra total confianza en la protección divina, rias de aquel tiempo consignan que, entre los regalos
ción para el mundo”.2 Esta impresionante afirmación
mundo una señal de nuestra permanente súplica y enviados por el Pontífice, había “muchos Escudos del
del Bienaventurado Papa Pío IX (1846-1878) al padre fidelidad a Nuestro Señor y un pedido de Sagrado Corazón, hechos en tafetán rojo y bordados
Julio Chevalier, fundador de los Misioneros del Sagrado en oro” .
que Él haga nuestros corazones semejantes
Corazón de Jesús, mostrando que en esta devoción
depositaba toda su esperanza. al suyo.