2. ►Galileo intentó medir la
velocidad de la luz
Galileo intentó en una ocasión medir la velocidad de la
luz, aunque sin éxito. Galileo se estacionó en lo alto de
una colina con una lámpara, mientras un ayudante hacía
lo mismo en otra colina. Galileo descubrió la lámpara
durante un instante, enviando un destello al ayudante
quien, tan pronto como vio ese destello hizo lo propio
destapando su lámpara y enviando otro destello a
Galileo. Éste anotó el tiempo transcurrido total, repitiendo
el experimento una y otra vez con distancias cada vez
mayores entre los observadores, llegando finalmente a la
conclusión de que era imposible descubrir las lámparas
con la suficiente rapidez y que la luz probablemente se
propagaba con velocidad infinita. Sabiendo, como ahora
sabemos, que la luz viaja a la impresionante velocidad de
300.000 km/s, es fácil comprender las causas del fallo del
experimento de Galileo.
3.
4. ►La velocidad de la luz no es
infinita
La primera evidencia de que la luz do se propaga en
forma instantánea se obtuvo mediante las
observaciones del astrónomo danés, Ole Roermer ,
algunos años después de la muerte de Galileo.
Roemer, al observar el movimiento de uno de los
satélites de Júpiter alrededor de esta planeta, halló
que se ocultaba periódicamente detrás de él; es decir,
el planeta eclipsada al satélite. Entonces midió el
intervalo de tiempo entre dos eclipses sucesivos, y
encontró que era de 42.5 h. Suponga que cuando la
tierra se hallaba en la posición A de la figura (mas
cerca de júpiter), Roemer determinase la exacta en
que se produjo uno de esos eclipses.
5.
6. ►La experiencia del físico
francés L. Fizeau
En el siglo XIX, consiguió medir la velocidad de la
luz con bastante precisión, al hacer que un haz
luminoso recorriera una distancia relativamente
pequeña (casi 16 Km) sobre la superficie de la
tierra. El cual le permitió medir el intervalo de
tiempo muy pequeño que la luz tardó en recorrer
esa distancia.
11. ►Las enormes dimensiones
del Universo
Las enormes dimensiones del universo y las brutales distancias de espacio y
tiempo que nos separan, nos hace sentirnos por un lado, pequeños e
insignificantes y por otro lado, colosales e infinitos. Andrómeda es la galaxia
mas cercana a nuestra Vía Láctea, "solo" está a 2.5 millones de años-luz.
Haciendo un gran esfuerzo de imaginación, vamos a viajar a la velocidad de la
luz durante un año, cien años, mil años, cien mil, un millón y por fin, dos
millones y medio. En el transcurso de nuestro viaje, habrá habido más de cien
mil generaciones.
El primer astrónomo que fue consciente de estas enormes dimensiones,
sintiéndose solo en un universo en expansión, seguramente miró al cielo
lamentándose, con ojos vidriosos. Para encontrar vida inteligente, no es
necesario buscar en platillos volantes, algún día aceptaremos la inteligencia de
todo lo que nos rodea, pero con otro lenguaje. Probablemente todas las zonas
del universo son ecos de nuestra existencia, en nosotros está el núcleo y la
semilla del universo.
Corredores de fondo incansables, sobrevivimos en nuestros
descendientes, en el mar, en las montañas y también en las estrellas, nuestro
primer hogar. No importa la metamorfosis a la que hemos sido y seremos
sometidos, no importa como éramos y como seremos, somos una unidad que
abarca todas las cosas, somos inmortales y aunque no lo recordemos,
nosotros somos Dios.