2. Desde pequeños, y como seres sociales, estamos destinados
a convivir con nuestro grupo de iguales, y las habilidades
sociales que poseemos facilitan (o dificultan, si están
ausentes) las interacciones con otras personas. La
integración social es, además, un factor clave del bienestar
emocional. Cuando uno está bien con los demás tiene
mayores posibilidades de estar a gusto consigo mismo.
5. Juan era un niño que tenía mucha fuerza y que pegaba por
cualquier cosa. Nunca pedía bien las cosas ni escuchaba a los
demás. Se tenía que hacer lo que él quería y punto. Sus
compañeros le temían y no tenía ningún amigo.
Un día sus padres le anunciaron que iba a tener una
hermanita. Pensaron que era una buena idea y que una
hermana pequeña podría hacerle bien.
Cuando nació Marta a Juan le hizo mucha ilusión, pero muy
pronto se cansó de ella, como de todo.
- Bah, eres una niña tonta, no sabes hacer nada.
Y deja ya de balbucear, que me pones nervioso.
Pero Marta seguía balbuceando, porque estaba muy contenta
de estar con su hermano.
6. Marta se acercó a Juan y empezó a tocarle, para demostrarle
que servía para algo muy importante, ser su amiga.
Pero Juan no estaba acostumbrado a escuchar a nadie y
menos a una niña pequeña, así que la apartó de él.
- Te he dicho que me dejes en paz –dijo Juan enfadado.
Marta no entendía las palabras que Juan decía,
pero sí comprendía que estaba enfadado
y no quería jugar. Así que se quedó
a su lado simplemente haciéndole compañía.
Juan le hacía cada día menos caso a su hermana, ella siempre
le sonreía e intentaba jugar con él.
En cambio Juan lo único que hacía era fastidiarla.
7. Un día, intentando tirarle a su hermana la comida al suelo,
fue él quien tropezó y se cayó. Se hizo un daño tremendo y no
podía levantarse.
Marta al ver a su hermano mal comenzó
a llorar y a chillar pidiendo ayuda.
Cuando su madre la escuchó acudió
corriendo hasta donde estaba Juan.
Mientras Juan se recuperaba de la caída, Marta estuvo a su
lado y continuamente le sonreía y le balbuceaba.
Juan empezó a comprender el lenguaje de Marta.
Ahora le gustaba que balbuceara y sonriera, porque esa era
su forma de comunicarse con él.
Juan le estaba muy agradecido porque estuviera siempre a su
lado, por su amistad y por haberle ayudado.
8. Poco a poco, Juan se fue volviendo menos agresivo y
más amable con sus compañeros,
porque su hermanita Marta le había enseñado algo
muy importante:
para tener amigos hay que saber comunicarse bien
con ellos, saber escucharles y ser cariñosos.
FIN
10. • ¿Por qué no tenía Juan amigos?
• ¿Cómo trataba Juan a su hermanita Marta?
• ¿De qué manera le decía Marta que era su amiga?
• ¿Qué le hizo cambiar a Juan?
• Entre todos, decir qué es un amigo.
• Por parejas le decimos a nuestro compañero una
palabra o frase amable.
EXPRESIÓN ORAL
• Escribe debajo de cada niño o niña lo que siente
• Dibuja un objeto. Descríbeselo a un compañero,
intentando que adivine lo que es.
FICHA
11. DINÁMICA: ¡NOS COMUNICAMOS CON GESTOS!
La clase quedará dividida en parejas. Mientras un compañero
comunica con gestos algunas de las siguientes cosas, el otro
compañero permanecerá en silencio intentando adivinar qué
es. Cuando lo adivine se cambian los roles.
Expresar distintos sentimientos solo con gestos: pena, dolor,
miedo, alegría, enfado, sueño, hambre…
Imaginar que no podemos hablar y tenemos que pedir algo
solo con gestos: unas tijeras, un lápiz, un estuche, ir al baño,
agua…
Objetivo: comunicar sentimientos o deseos a través del
lenguaje no verbal.