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1) Empezamos por
colocar una pequeña
gota de suero salino
o de agua destilada
en un portaobjetos.
2) Esterilizar el asa,
poniéndola al rojo en
la llama del mechero
Bunsen.
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3) Tomar con el asa
una pequeña porción
de la colonia a
analizar.
4) Emulsionar la porción
tomada con la gota de líquido
del porta y extender con el asa.
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5) Secar en la llama del mechero Bunsen, pero sin
calentar demasiado para no estropear la muestra.
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6) Fijar la extensión
pasando un par de veces
por la llama rápidamente.
Así disminuye la
probabilidad de que las
bacterias sean arrastradas
por los líquidos que se
agregan para teñir.
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7) ¡Por fin llegamos al
proceso de tinción!.
• Colocar el porta con la
extensión fijada y FRIA,
en un puente de tinción
para añadir el colorante.
• 8) Aplicar el colorante, en este caso
violeta de genciana, hasta que toda la
extensión quede cubierta.
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10) A continuación lavar con
agua destilada para eliminar el
exceso de colorante. El chorro
de agua debe ser suave para no
arrastrar toda la extensión.
11) Una vez lavada, secar con
papel de filtro para eliminar el
exceso de agua.
¡CUIDADO! La extensión no debe
quedar adherida al papel de filtro.
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12) Terminar de secar en el aire caliente del Bunsen. O
secar suavemente el preparado con papel absorbente
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13) Ya tenemos la
muestra teñida y preparada
para observarla en el
microscópio.
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14) Mediante esta técnica, se pueden observar
características morfológicas de bacterias y otras células,
pues son más fácilmente visibles después de teñir.