1. Queridísimos jóvenes:
Deseo expresarles mi solidaridad ante el ridículo y los
insultos que sufren por causa de su fe en Jesús. Sé que es muy
doloroso, en especial en la etapa de la vida en que se encuentran,
pues es una época donde cuentan mucho las opiniones de los
compañeros.
Jesucristo también sufrió incomprensiones e insultos, e
incluso fue llevado a la muerte. Sin embargo, se mantuvo firme
ante su misión. Sé que es de héroes y de santos llegar al extremo
de dar la vida por una causa, pero quiero asegurarles que Dios
quiere que “sean santos… como es santo el que los ha llamado”
( 1 Pe 1,15)
No les extrañe que tengan que pasar por esas pruebas
de fuego (4,12). Unan sus sufrimientos a los de Jesús, sigan
haciendo el bien y rueguen Dios para que los ayuden.
Les pido también que “ustedes, jóvenes respeten a los
mayores. Sean humildes en sus relaciones mutuas, pues Dios se
enfrenta a los soberbios, pero concede su favor a los humildes”
(5,5)
EN NOMBRE DE PEDRO A
LOS JÓVENES MAL COMPRENDIDOS
2. Les aseguro que Dios, quien los ha llamado su gloria,
los fortalecerá a lo largo de su vida ( 5,10). Nunca se olvidan de
esto.
Undiscípulode Pedro interesado en
mantener sus enseñanzas.