La creatividad se refiere a la capacidad de generar ideas nuevas e innovadoras mediante el pensamiento divergente y la imaginación constructiva. Implica tanto el análisis y la reflexión como la acción y la puesta en práctica de soluciones originales a problemas. La creatividad puede entenderse como un proceso, una capacidad o un producto, y tiene componentes tanto emocionales como racionales. Las organizaciones deben fomentar un clima que permita el uso de la imaginación.
2. Producto: de la intención de modificar la realidad para obtener un
objetivo.
Tiene carácter tanto emocional como racional, siendo ambos igual de relevantes, ya
que se complementan y enriquecen. Pero a la par, cada vez está más aceptado su
carácter inconsciente: ¿cuántas veces nos ha surgido la inspiración mientras no nos
dedicábamos al problema, por ejemplo mientras cocinábamos o dábamos un paseo?
La creatividad es la habilidad que, ante una situación concreta, permite
elaborar respuestas alternativas, originales, novedosas y poco
convencionales.
La creatividad no es patrimonio exclusivo del ser humano, los animales también
son creativos. Podemos observar las conductas creativas que éstos manifiestan a
través de su conductas sociales dentro de su conjunto social o manada, en la relación
con su propia especie y con otras: cortejo, construcción y defensa de su nido/guarida,
uso de herramientas, ...
Las organizaciones deben fomentar un clima que incluya oportunidades para el uso
de la imaginación, experimentación y acción.