1. AL MECER LAS OSCURAS
CAMPANILLAS
Hecho por:
Movera:Andrea Abadia , Toni sampietro
Motril: Paula Gomez , Lidia Marquez y
Pedro de Vicente
2. Era de un color azul como el cielo, y en
invierno azul oscuro como el mar.
Ese campo estaba hecho para soñar...
Yo siempre me iba todos los días y me
tumbaba, y sentía el mecer de las
campanillas. Era precioso, encantador y
muy bello. Pero algo sucedió aquella
tarde.Un estrepitoso ruido crujió desde lo
alto del cielo. Pareciera que se hubiera
abierto una grieta en la caverna celeste,
cuando de pronto, ¡todo se volvió gris!
3. Aquel día todo era espeluznante y a la vez
asombroso, nunca pensó lo que sus ojos
estaban viendo...
aquello no solía pasaba todos los días. El
viento soplaba muy fuerte, y arañaba su
rostro, haciendo volar sus cabellos
castaños.
Pasaron los días y las noches, el cielo no se
veía, ni el sol brillaba en el firmamento, sólo
llovia y llovia. Mientras, las campanillas se
iban desvaneciendo en en el agua cada
vez más.
Agua fría y oscura como la suciedad.
4. Ana se puso muy nerviosa, intentó todo lo
posible para que volvieran a nacer esas
preciosas campanillas azules y ese agua
cristalina que le gustaban tanto.
Ella se echó a llorar muy desesperada por lo que
estaba pasando. Entonces, se puso a caminar
para encontrar una solución al problema, hasta
que se encontró con un pequeño árbol al que le
preguntó.Le dijo que no lo podía
solucionar, salvo que se acercara hasta el lago
donde vivía una ninfa encantada que tenía
poderes sobrenaturales.
Caminando, caminando llegó al lago para
invocar a la ninfa y hacerle su consulta.
Cuándo por fin Ana se lo contó la ninfa
encantada, tuvo una idea...
5. La ninfa le contestó que sí la ayudaría, pero a
cambio de algo. La niña le preguntó qué quería
a cambio, y le contestó ¡que se lo diría al final!
Le contó entonces su idea: haría grande al
árbol, y sus ramas actuarian como refugio
contra los vientos y aquellas tempestades.
Así la ninfa lo hizo, y las campanillas se salvaron.
Aquel árbol se hizo grande y robusto y las
campanillas azules crecieron hermosas. Pero
llegó el momento del deseo de la traviesa ninfa.
La niña le pregunto que queria, y la ninfa quiso
la vida de niña: entonces ella le convirtió en
una preciosa campanilla azul, como el cielo en
primavera.