El Barrio de Las Letras de Madrid es un área histórica donde residieron y trabajaron muchos escritores durante los siglos XVI y XVII. Ubicado entre el Paseo del Prado y la calle de Atocha, el barrio alberga sitios como la casa de Miguel de Cervantes, la iglesia de San Sebastián donde están enterrados Lope de Vega y otros literatos, y calles como Huertas que rinden homenaje a sus residentes ilustres a través de frases en el piso. El Barrio de Las Letras ofrece un paseo
1. El Barrio de Las Letras
ManualManual February 21, 2016
Son las 19:48 hrs.
2. En Madrid existe un barrio muy bohemio, especial, totalmente antiguo
que se llama ‘El Barrio de las Letras’ donde si entras con coche te
multan, solamente pueden acceder en coche a dicho barrio las personas
que lo habitan, por lo cual hay que hacerlo todo a pie como en la mayoría
de los barrios madrileños,
En ésta zona puedes encontrar en el suelo notas de Cervantes, de
Zorrilla, de Gustavo Adolfo Becker y dónde se encuentra la casa de
Miguel de Cervantes.
Pasear por éstas calles es una gozada, te olvidas de tantas cosas y te
quedas inmerso en un pasado, a la vez está llenito de locales con cosas
vintage, cosas de diseño exclusivas y maravillosos bares muy antiguos.
Un privilegio compartirlo con vosotros…
3. En esta oportunidad recorreremos pues el Barrio de las Letras,
uno de los barrios más tradicionales y hermosos de la ciudad de
Madrid.
Fue la residencia de muchos escritores del Siglo de Oro, y actualmente
es una zona que está muy de moda, como los famosos hoteles de
diseño, tiendas, bares, restaurantes, que brindan una excelente
oportunidad para visitar y disfrutar.
Está flanqueado por el Paseo del Prado y la carrera de San
Jerónimo, representa el lugar más literario de la ciudad. Estas
calles fueron recorridas por escritores españoles tales como
Quevedo, Lope de Vega o Cervantes.
Recorreremos las calles donde seguramente en las librerías
encontraremos de paso alguna obra de estos famosos escritores.
4. E1 Barrio de las Letras es un espacio privilegiado de Madrid. Debe su nombre a la
intensa actividad literaria desarrollada a lo largo de los siglos XVI y XVII.
La zona está delimitada, por el oeste, por la calle de la Cruz y la plaza de Jacinto
Benavente; al este, por el paseo del Prado; al norte, por la carrera de San Jerónimo; y,
al sur, por la calle de Atocha. Es casi un cuadrado, aunque en su forma más real más
bien parece un cono truncado cuya base coincide con el Paseo del Prado.
Algunas de sus vías más emblemáticas son la plaza de santa Ana, la calle de las
Huertas, la plaza del Ángel, la calle del Prado, la calle de Echegaray, etc.
En esta zona fijaron su residencia algunos de los literatos más destacados del Siglo de
Oro español, como Cervantes, Lope de Vega, Quevedo o Góngora, y en ella estuvieron
situados los teatros de la Cruz y del Príncipe, dos de los corrales de comedias más
importantes de aquella época. También estuvo habitado por los actores y actrices más
famosos del momento.
En el número 87 de la calle de Atocha estuvo la imprenta de Juan de la Cuesta, donde
se imprimió la primera parte de El Quijote; en la calle del Prado está el Ateneo de
Madrid -todavía vivo, floreciente y cada vez más pujante- verdadero centro de la
cultura y del pensamiento durante los siglos XIX y XX..
5.
6. En el centro del barrio está el Convento de las Trinitarias Descalzas, donde
se supone que están - en un lugar desconocido - los restos de Cervantes,
puesto que la Orden Trinitaria participó activamente en su liberación de la
prisión de Argel.
Muy próximo a este convento está la Real Academia de la Historia, donde
vivió Menéndez Pelayo varios años de su no muy larga vida.
En la parte superior del cono estuvo la Fonda de San Sebastián, lugar de
reunión de los escritores y artistas que serán pioneros de la Revolución
literaria de la Ilustración; estuvo frecuentada por Moratín, López de Ayala,
Iriarte, Juan Bautista Muñoz, Cerdá y Rico, Vicente de los Ríos, etc.
10. En la acera de enfrente está la Parroquia de San Sebastián, donde Galdós
sitúa la mayor parte de su novela Misericordia. Allí iba Nina a ayudar a los
pobres que pedían limosna a la entrada de las iglesias, con lo que le sisaba a
su señora en la compra.
En esa parroquia se casaron Larra, Zorrilla, Bécquer, Fortuny, Menéndez
Pidal, Sagasta y fueron bautizados Ramón de la Cruz, Patricio de la
Escosura, Echegaray, Benavente; en sus archivos figuran los certificados de
defunción de Cervantes, Lope de Vega, Ruiz de Alarcón, Ventura
Rodríguez, Ramón de la Cruz, Villanueva y Espronceda entre otros.
Como vemos, todo un conjunto de testimonios de la mayor importancia en la
historia de nuestro país.
11. Iglesia de San Sebastián
Es una de las iglesias más céntricas de Madrid, situada en la calle de Atocha, nº 39.
Es muy conocida por albergar los restos mortales del dramaturgo Lope de Vega, aunque
hoy se desconoce su situación exacta, y por los personajes célebres de todo tipo que se
contaron entre su feligresía.
Debido a su situación, son numerosísimas las personas con una relevancia histórica,
desde presidentes del gobierno como Práxedes Mateo Sagasta a bandoleros como Luis
Candelas que figuran en sus archivos parroquiales por nacimientos, bautismos, bodas o
defunciones. El más notable de todos ellos es Miguel de Cervantes, que falleció en la
cercana calle del León, aunque fue sepultado en el convento de las Trinitarias Descalzas
Matrimonios:
• Gustavo Adolfo Bécquer
• Julián Romea
• Práxedes Mateo Sagasta
• Emilio Thuillier
• Mariano José de Larra
Difuntos:
• Miguel de Cervantes (1616)
• Lope de Vega (1635)
• Juan Ruiz de Alarcón (1639)
• Antonio de Pereda (1678)
• Juan Vicente Ribera (1736)
• Ventura Rodríguez (1788)
• Ramón de la Cruz (1794)
• Nicolás del Campo (1803)
• Juan de Villanueva (1811)
• José de Espronceda (1842)
Bautizos:
• Ramón de la Cruz (1731)
• Leandro Fernández de Moratín (1760)
• Patricio de la Escosura (1807)
• Jerónimo María Usera y Alarcón (1810)
• Francisco Asenjo Barbieri (1823)
• José Isidro Osorio y Silva-Bazán (1825)
• Luis de Madrazo (1825)
• José de Echegaray (1832)
• Jacinto Benavente (1866)
• Agustín Lhardy Garrigues (1847)
12. Iglesia de San Sebastián
Fachada a la calle de Atocha, nº 39.
14. «El eje del Barrio de las Letras es hoy la calle Huertas», recientemente
peatonalizada, centro de la «movida» madrileña en los últimos tiempos, pero
hoy revalorizada culturalmente en las citas más conocidas - en prosa o en
verso - de las obras emblemáticas de la literatura española.
Aparecen en el suelo frases de Larra, Espronceda, Cervantes, Lope de Vega,
Góngora, Echegaray, etc., y a los lados, en las paredes de los edificios, estelas
con las biografías de los autores cuyas frases aparecen en el suelo.
Es una forma muy curiosa y popular, no sólo de homenajear a las glorias
pasadas de nuestra literatura, sino también de popularizar y extender el
conocimiento de nuestros valores literarios; de una manera, sin duda,
divertida y amena, se hace pedagogía de la cultura, tan necesitada de mimos
y atenciones en estos tiempos del mercado único mal avenidos con ella.
15.
16. Por la calle de las Huertas
Huertas se ha convertido en el centro favorito de reunión de los turistas y
estudiantes extranjeros por su gran animación nocturna, heredada del Madrid del
Siglo de Oro.
Aunque queda para nuestra imaginación cómo era aquel ambiente, tenemos como
referencia sus casas bajas y sus calles estrechas, además de algunos edificios
históricos como la iglesia de San Sebastián, declarada Monumento Nacional no por
el edificio sino por sus archivos. En ella consta gran parte de la vida de ilustres
personajes que se bautizaron - Ramón de la Cruz, Jacinto Benavente -, casaron
Larra, Zorrilla, Bécquer- o recibieron homenaje tras su fallecimiento. Entre sus
actas de defunción figuran las de Lope de Vega -enterrado allí mismo-, Ruiz de
Alarcón y Espronceda.
En su antiguo cementerio, actual vivero, fue donde José Cadalso, uno de los
nombres más destacados de la literatura española del siglo XVIII, trató de
desenterrar el cuerpo de su amada, la actriz María Ibáñez. Aquella experiencia le
sirvió para narrar sus célebres Noches Lúgubres.
17. Palabras en el suelo
Bajando por la calle Huertas, el paseante puede detenerse a leer alguna pieza de
Luis de Góngora, Francisco de Quevedo o Gustavo Adolfo Bécquer que vivieron o
trabajaron en estas calles, y que han sido reconocidos plasmando algunas de sus
obras en el solado del barrio.
En la Plaza Matutes podremos detenernos a observar el edificio que acogía la
imprenta del periódico El Imparcial, donde trabajó Gustavo Adolfo Bécquer.
Pasado el cruce con la calle León, nos encontraremos con el mentidero de los
Comediantes o mentidero de Representantes, lugar donde se juntaban ociosos y
desocupados, especialmente autores y comediantes
23. La cervecería Narurbier en la plaza de Santa Ana, en la que dan una cerveza exquisita
(me la descubrió un buen amigo, José Manuel, que ni siquiera vive en Madrid)
27. Historias de Cervantes ...
Entre la calle Huertas y la antigua calle Cantarranas, hoy calle Lope de Vega,
se encuentra el Convento de las Trinitarias. Fundado por Felipe III en 1612,
de línea sobria y austera, obra del arquitecto Marcos López, debe su
supervivencia a la Real Academia de la Historia. En el convento, convertido en
parte en sede de la Universidad de Alcalá, se encuentra enterrado Miguel de
Cervantes, el cual estuvo muy unido a la orden de las Trinitarias después de
que pagaran su liberación de las mazmorras argelinas donde pasó cinco años de
cautiverio.
El autor de El Quijote compartió mil veces escenario con su gran y joven rival
Lope de Vega. Ambos formaban las dos caras de una moneda. Lope era un
dramaturgo de éxito, adinerado, amado por el pueblo y por las mujeres.
Cervantes era un novelista poco reconocido y sin dinero. Tan paralela discurrió
su vida que, además de vivir separados sólo por unos metros, se dice que
compartieron amante como compartieron también devoción por el convento de
las Trinitarias donde, además, se encontraban ordenadas sus hijas.
28. ...y de Lope de Vega
Su rivalidad era por todos sabida: era público que se intercambiaban puyas y mal
intencionadas muestras de respeto en sus escritos. A pesar de todo, Cervantes y
Lope se hablaban y se veían continuamente en las tertulias, en la congregación y,
sobre todo, en la calle. Durante la recta final de su vida, Cervantes vivió en la
calle Huertas y luego en la de Francos -ahora llamada calle Cervantes-, frente al
mentidero de los Comediantes y muy cerca de su enemigo, Lope de Vega, que
vivió en una casa desde donde salió una vez muerto seguido por todos los
madrileños hacia la iglesia de San Sebastián, en la que está enterrado.
La calle Lope de Vega desemboca en la iglesia del Cristo de Medinaceli, durante
mucho tiempo venerada por las actrices de la época que llenaban de falsos
devotos masculinos la iglesia de Jesús. Objeto de devoción de miles de madrileños
aún en nuestros días, es una capilla que formaba parte de los Padres Trinitarios
Descalzos y que con asiduidad era visitada por Lope de Vega, Calderón de la
Barca y Tirso de Molina, escritores ordenados sacerdotes que trasladaron sus
obras dramáticas, antes representadas en los alrededores de las iglesias, a los
corrales de comedias
29. Quevedo versus Góngora
Estas calles que mil veces fueron pisadas por hombres tan ilustres, se
convirtieron también en el escenario de sonoras peleas entre Francisco de
Quevedo y Luis de Góngora. Frente al Convento de las Trinitarias, haciendo
esquina con la calle Lope de Vega, se encuentra la que fue casa de Quevedo.
Así se recuerda en una gran placa en la fachada donde no se tiene en cuenta
que antes fue el hogar que Góngora se compró con mucho esfuerzo cuando se
estableció en Madrid.
Nos encontramos también aquí con dos hombres opuestos. Quevedo tenía una
gran personalidad, era asiduo a los prostíbulos y a los ambientes marginales de
la época, y muy querido por ser un hombre cercano al pueblo. Góngora, por su
parte, generaba antipatía en la gente de su alrededor.
36. Sabías que..
Esta zona esta articulada por las calles de Atocha, de Huertas, del Prado y la Plaza
de Santa Ana, junto con gran número de calles colindantes (León, Lope de Vega, San
Agustín, Fúcar y Príncipe, entre otras). En su recorrido se puede comprobar sobre el
terreno que esta parte de la ciudad esta emplazada sobre una suave pendiente,
formada por antiguas cuencas de arroyos que vertían sus aguas en el arroyo que
discurría por el Paseo del Prado. Tanto es así, que durante la Baja Edad Media toda
esta zona estaba destinada a usos agrarios, siendo típicas las huertas porque había
abundancia de agua. De hecho, sabemos que en tiempos de Enrique IV (siglo XV) la
mayoría de ellas pertenecían al Marqués de Castañeda.
Gran parte de estos campos fueron engullidos por la trama urbana en el siglo XVI,
pero la memoria histórica ha hecho prevalecer el nombre de las Huertas hasta nuestros
días. Su desarrollo urbano tuvo el carácter de arrabal, como continuación de la villa
medieval, constituyendo uno de los barrios más populares de entonces, aunque
también tuvo ilustres moradores como los Fúcar y los Spinola, banqueros de la
monarquía de los Austrias.
37. Sabías que..
Pero si hay algo que debe llamar la atención del visitante es la relación que tuvo esta
parte de la ciudad con el mundo de las letras.
Aquí residieron los poetas y dramaturgos más importantes de la España del Siglo
Oro, como Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Góngora, se encontraban los
principales teatros de la corte (el de la Cruz y el del Príncipe - hoy Español -), y en la
calle del Prado, a la altura de la calle del León, se encontraba el mentidero de los
comediantes, lugar en el que los literatos discutían, sentían y vivían la poesía y las
letras.
De hecho, la zona comprendida entre las calles de Lope de Vega, Cervantes, San
Agustín y parte de la de Huertas se la conoce como Barrio de las Letras o de los
Poetas, incluso se puede visitar la casa que habitó Lope de Vega (calle de
Cervantes).
38. Sabías que..
Muchas de las casas de esta zona todavía conservan elementos arquitectónicos de
los siglos XVI al XVIII y casi ninguna de ellas pasa de cuatro alturas, lo que le
imprime un carácter pintoresco que traslada al viandante a un pueblo dentro de la
gran ciudad.
También hay un caserío más monumental, son muchos los ejemplos: convento de las
Trinitarias, parroquia de San Sebastián, palacios del Duque de Ugena - hoy Cámara
de Comercio e Industria-, del Marqués de Perales - sede de la Filmoteca Nacional- y
del Conde de Tepa, la Real Academia de la Historia, el Ateneo, los teatros Español y
de la Comedia, y con formas más contemporáneas la casa de Fernández Villamil y el
Cine Doré.
Este aire pintoresco de la zona también se lo dan los numerosos bares, tascas,
cervecerías y garitos de alterne, especialmente por las noches, hasta el punto de
haberse convertido en una de las zonas más concurridas y frecuentadas por la
juventud y los noctámbulos.
39. En la época de Internet, donde las epístolas han desaparecido, y nos
comunicamos deprisa y mal con mensajes electrónicos, nada más conveniente
para equilibrar la situación que este gesto de atención y respeto a nuestros
grandes creadores, valores imperecederos de un pasado glorioso.
Sería muy conveniente que los visitantes de Madrid no sólo fueran al Museo
del Prado o a la Plaza de Oriente, sino que también dirigieran sus pasos
hacia este Barrio de las Letras, donde vivieron los más grandes ingenios de
nuestra literatura.