1. El amor es ciego y la locura lo acompaña
En una ocasión se encontraban los sentimientos reunidos y
propuso la locura: "juguemos escondidijo", entonces
preguntaron los demás: "¿y... Cómo se juega? La locura
explicó el sistema y las reglas del juego, dijo que ella
contaría hasta mil y mientras tanto todos debían
esconderse para que ella no pudiera encontrarlos...
Entonces corrió la felicidad y se escondió detrás del
arcoíris, el placer decidió meterse en lo profundo del mar, la
serenidad se ocultó entre las nubes, la pereza; ya se
imaginarán se quedó detrás de unas piedras que estaban
cerca... Y así se atrincheraron todos lo mejor que pudieron.
Pero el amor no encontraba dónde meterse y ya casi
acababa el conteo, de repente tuvo la idea de esconderse
en el rosal, pensó que nunca lo encontrarían allí.
"Mil" dijo la locura y empezó a buscar, obviamente a la
primera que descubrió fue a la pereza, luego a la felicidad,
después a la rabia que enloqueció de furia cuando la
vieron, a la lealtad... Y así los fue encontrando a todos pero
faltaba el amor, no lo encoraba por ninguna parte; ya había
ido a buscarlo hasta en la luna. De repente se quedó
mirando el rosal y considerando lo romántico que es el
amor pensó que era posible que se hubiera escondido ahí,
entonces; tomó una rama que terminaba con dos puntas y
empezó a meterla entre el rosal pues no quería lastimarse
con las espinas... De pronto grito el amor: "¡¡¡Aahhuuu!!!",
la locura asustada le preguntó: "¿qué te pasó?" y salió el
amor con su rostro ensangrentado, le habían sacado los
ojos. La locura muy asustada trataba de consolarlo y le
explicaba que no había sido su intención, se sentía tan mal
por lo que le había hecho al amor que prometió ser su
lazarillo y acompañarlo para siempre... Y es desde
entonces que el amor es ciego y la locura lo acompaña.