El poema expresa la sorpresa y alegría de tener a Dios presente en la forma de pan durante la Santa Comunión. El autor sella un pacto de esperanza con Dios para llevar Su pan de vida a los demás y alegrar los corazones tristes. El poema final celebra la unidad y compresión mutua entre los hermanos durante la comunión y la esperanza y amor que los anima.

1. Pacto de Esperanza
Me sorprende Señor
Ayarte tan pequeño en un humilde pan
Que mi boca puede triturar
y poder tener dentro de mí
A un amigo de verdad.
Me sorprende Señor
Que siendo Tu el más grande
Puedas ahí estar
demostrando toda tu humildad
Demostrando cuanto eres capaz de
amar
Hoy me alegra Señor
Saberme convidado a tu celebración
Y sentarme aquí a tu mesa y de corazón
Sellar contigo un pacto de esperanza
De llevar a los demás Tu pan de Vida
Y alegrar el corazón que triste esta
Pacto de Esperanza
Me sorprende Señor
Ayarte tan pequeño en un humilde pan
Que mi boca puede triturar
y poder tener dentro de mí
A un amigo de verdad.
Me sorprende Señor
Que siendo Tu el más grande
Puedas ahí estar
demostrando toda tu humildad
Demostrando cuanto eres capaz de
amar
Hoy me alegra Señor
Saberme convidado a tu celebración
Y sentarme aquí a tu mesa y de corazón
Sellar contigo un pacto de esperanza
De llevar a los demás Tu pan de Vida
Y alegrar el corazón que triste esta
QUE BIEN!
Más cálido que sol de la mañana,
Más dulce que la miel de los panales,
Más fresco que el olor a hierba nueva,
Mas tierno que la luna y más hermosos.
¡Qué bien todos unidos a tu mesa!
¡Qué suave compartir
con los hermanos!
Es como ungüento fino que resbala
Incienso que se eleva a tu presencia.
Las ramas de este árbol siempre joven
Los miembros de Jesús Resucitado
Un signo de su amor hacia los hombres
Un sacramento vivo que es tu cuerpo.
Un solo pueblo, una sola familia,
Que sabe comprenderse mutuamente,
Que tiene una esperanza que lo anima,
Que vive del amor y amando vive.
QUE BIEN!
Más cálido que sol de la mañana,
Más dulce que la miel de los panales,
Más fresco que el olor a hierba nueva,
Mas tierno que la luna y más hermosos.
¡Qué bien todos unidos a tu mesa!
¡Qué suave compartir
con los hermanos!
Es como ungüento fino que resbala
Incienso que se eleva a tu presencia.
Las ramas de este árbol siempre joven
Los miembros de Jesús Resucitado
Un signo de su amor hacia los hombres
Un sacramento vivo que es tu cuerpo.
Un solo pueblo, una sola familia,
Que sabe comprenderse mutuamente,
Que tiene una esperanza que lo anima,
Que vive del amor y amando vive.