2. “El problema de la natalidad, como
cualquier otro referente a la vida
humana, hay que considerarlo,
por encima de las perspectivas
parciales de orden biológico o
psicológico, demográfico o
sociológico, a la luz de una visión
integral del hombre y de su
vocación, no sólo natural y
terrena sino también
sobrenatural y eterna” HV 7.
3. “Jesucristo, al comunicar a
Pedro y a los Apóstoles
su autoridad divina y al
enviarlos a enseñar
a todas las gentes sus
mandamientos, los
constituía en custodios
y en intérpretes
auténticos de
toda ley moral…” HV 4.
4. “Cualquier acto
matrimonial
(quilibet matrimonii usus)
debe quedar abierto a la
transmisión de la vida”
HV 11.
5.
6. “un acto de amor recíproco, que
prejuzgue la
disponibilidad a
transmitir la vida que
Dios Creador,
ha puesto en él, está en
contradicción con el designio
constitutivo del matrimonio y
con la voluntad del
Autor de la vida” HV 13.
7. “El don del amor (…)
significa reconocerse no
árbitros de las
fuentes de la vida
humana, sino más bien
administradores del
plan establecido por el
Creador” HV 13.
9. “Hay que excluir
absolutamente, como vía
lícita para la regulación de
los nacimientos, la
interrupción directa del
proceso generador ya
iniciado, y sobre todo el
aborto directamente
querido y procurado,
aunque sea por razones
terapéuticas” HV 14.
10. “Hay que excluir igualmente, (…) la esterilización directa,
perpetua o temporal, tanto del hombre como de
la mujer; queda además excluida toda acción que, o en
previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el
desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como
fin o como medio, hacer imposible la procreación” HV 14.
12. “Si para espaciar los nacimientos existen serios
motivos, derivados de las condiciones físicas o psicológicas de los
cónyuges, o de circunstancias exteriores, la Iglesia
enseña que entonces es lícito tener en cuenta los ritmos naturales
inmanentes a las funciones
generadoras para usar del matrimonio sólo en los periodos
infecundos y así regular la natalidad sin ofender los principios
morales que acabamos de recordar” HV 16.
13. “(Se) condena siempre como
ilícito el uso de medios directamente
contrarios a la fecundación, aunque
se haga por razones aparentemente
honestas y serias” HV 16.
14. “Las consecuencias
de los métodos de la
regulación artificial de la
natalidad (… son)
la infidelidad conyugal y a la
degradación general de la
moralidad” HV 17.
15. “No permitáis que
se degrade la
moralidad de vuestros pueblos;
no aceptéis que se introduzcan
legalmente en la célula
fundamental, que es la familia,
prácticas contrarias a la ley
natural y divina” HV 23.
16. “Desde el primer
momento de su
existencia, el ser humano
debe ver reconocidos sus
derechos de persona,
entre los cuales
está el derecho
inviolable de todo ser
inocente a la vida”
Catecismo R 2270
DV 30.
17. “La cooperación formal a un aborto
constituye una falta grave.
La Iglesia sanciona con pena
canónica de excomunión este delito
contra la vida humana.
‘Quien procura el aborto,
si éste se produce,
incurre en excomunión
latae sententiae’ (CIC can. 1398),
es decir, ‘de modo que incurre
ipso facto en
ella quien comete el delito’”
Catecismo R 2272.
18. “Cuando una ley positiva
priva a una categoría de seres
humanos de la protección que
el ordenamiento civil
les debe, el Estado
niega la igualdad
de todos ante la ley...”
Catecismo R 2273.
19. “Llamados a dar la vida, los esposos
participan del poder creador y de la
paternidad de Dios.
‘En el deber de transmitir la vida
humana y educarla, que han de
considerar como su misión propia, los
cónyuges saben que son cooperadores
del amor de Dios Creador y en
cierta manera sus intérpretes.”
Catecismo R 2367.
20. “Por tanto, el fruto de la
generación humana desde el
primer momento de su
existencia, es decir, desde la
constitución del cigoto, exige el
respeto incondicionado que es
moralmente debido al ser
humano en su totalidad
corporal y espiritual. El ser
humano debe ser respetado y
tratado como persona desde el
instante de su concepción.”
DV 30.