La persona humana tiene cuatro dimensiones: física, social, psíquica y espiritual. La dimensión física se refiere a los cambios en el cuerpo, la dimensión social a la necesidad de contacto con otros, la dimensión psíquica a los pensamientos y emociones, y la dimensión espiritual al desarrollo de la fe y las virtudes. El documento también pregunta qué situaciones pueden favorecer u obstaculizar el desarrollo de estas dimensiones y el orden de las etapas de desarrollo humano.