1. LA TIENDA
Mi tiendita de pueblo
almacén de recuerdos
donde tantos hombres dejaron historias.
Llegaron a ti visitantes
a disfrutar el ambiente
que tu entraña montañera cobija.
Y fieles testigos de todo
los abarrotes alacenados
han visto pasar innumerables reminiscencias.
La evocación de canciones
que al incitar la tonada
el interior empapaba con aires musicales.
El inhalar del humo esparcido
que dejaba el olor del tabaco
por el anciano encendido para medir sus distancias.
En el rincón el atado
organizadopa’l fiado
que solicitaba la doña hasta el próximo pago.
En la mesa arrumadas
cantidad de botellas
que el beodo abrazaba para mostrar sus proezas.
Qué decir de los bultos
contra la pared recostados
con el trillado comprimidos por las caderas asentadas.
El inmenso aroma de caña
2. que transformada en la molienda
esparcía aquel olor que se adentraba en la tienda.
Y allí en el piso tirado
mi fiel perro sabueso
latiendo el momento de pasar a mejor vida.
Y yo en el mostrador
con mi figura agrietada
esperando al cliente bohemio que me toleraba.
Y arriba el techo carcomido
resistido a derrumbarse
solo hasta el día en que lo hiciera el desarrollo.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
“El Paisa Mejía”