EL VIRUS
DEL ÉBOLA
Por: Miguel DLT
Miguel T Y
Pedro P
El Ébola
El virus del Ébola es un virus de la familia Filoviridae y género Filovirus,
situación taxonómica que comparte con el virus de Marburgo. Este
nombre proviene del río Ébola (en la República Democrática del Congo,
antiguo Zaire), donde fue identificado por primera vez en 1976 durante
una epidemia con alta mortalidad. El virus del Ébola causa fiebre
hemorrágica viral, la cual se refiere a un grupo de virus que afectan a
múltiples sistemas de órganos en el cuerpo y con frecuencia se
acompañan de sangrado. Los primeros síntomas incluyen la aparición
repentina de fiebre, debilidad, dolor muscular, dolores de cabeza y dolor
de garganta. Más tarde progresan a vómitos, diarrea, alteración de la
función renal y hepática - y sangrado a veces interno y externo. El virus se
propaga a través del contacto con los órganos y fluidos corporales tales
como sangre, saliva, orina y otras secreciones de las personas infectadas.
Es el patógeno causante del Ébola, una enfermedad infecciosa muy grave,
que afecta tanto a seres humanos como otras especies de mamíferos
Microscopía electrónica que muestra al virus del Ébola. Véase la típica estructura filamentosa
de los Filovirus.
Afección a la población de los simios
Los autores del estudio han comprobado que el desfase del inicio de la
mortandad entre los distintos grupos de gorilas vecinos es muy cercano a
la longitud del ciclo de la enfermedad de ZEBOV (doce días), lo que
evidencia que la transmisión de grupo a grupo ha amplificado la
mortandad mencionada. La investigación concluye que la muerte de más
de 5000 gorilas en el área de estudio es un caso único de pérdida de
efectivos en una población animal en tan poco tiempo y, a la vez,
manifiesta que la transmisión entre familias amplifica los episodios de
mortandad. Hasta ahora se especulaba sobre la hipótesis de que la
transmisión se producía a través de diversos focos de contagio entre la
especie portadora del virus y los gorilas (Nature publicó un artículo a
principios de 2014 en el que se señalaba la posibilidad de que fueran
algunas especies de murciélago)
Simio con Ébola
Síntomas de la infección por virus
Ébola
El período de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y 21 días,
después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del ébola, aunque lo
más habitual es que aparezcan entre el octavo y el décimo día:
Fiebre alta y repentina.
Dolor de cabeza.
Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.
Dolor de garganta y debilidad generalizada.
Diarrea, vómitos y dolor de estómago.
Aparición de una erupción rojiza en la piel.
Congestión conjuntival (ojos rojos).
Alteración de la función renal y hepática.
En algunos afectados pueden observarse hemorragias internas y externas.
La razón por la cual algunas personas son capaces de recuperarse de ébola
y otros no sigue siendo un misterio para los científicos. Sin embargo, se
sabe que los pacientes que fallecen, por lo general no han desarrollado
una respuesta inmunológica significativa para el virus en el momento de la
muerte.
Contagio del Ébola
El virus del Ébola está considerado como sumamente infectivo, debido a
su alta tasa de mortalidad, la rapidez con la que provoca la muerte y las
zonas remotas donde se producen las infecciones. Se transmite a los
humanos a través del contacto con un animal huésped infectado vivo o
muerto (monos, murciélagos, antílopes…) y se disemina de persona a
persona por el contacto con la sangre, tejidos, secreciones y los fluidos
corporales del sujeto infectado, y por el contacto con equipo médico
contaminado, tales como agujas.
Las infecciones por virus del Ébola son agudas y no existe el estado de
‘portador’. Debido a que el reservorio natural del virus es desconocido, la
manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano en el
inicio de un brote no se ha determinado aún.
La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad
dentro de un centro hospitalario, este tipo de transmisión ocurre con
frecuencia durante los brotes de virus del Ébola. En la mayoría de los
centros de salud de África los pacientes son atendidos sin mascarilla, batas
o guantes. Además, cuando las agujas o jeringas que se utilizan pueden no
ser del tipo desechable, si se contaminan con el virus y luego se vuelven a
utilizar, muchas personas pueden ser infectadas.
De hecho, si se produce la muerte del afectado por el virus, el protocolo
indica que no se le puede realizar la autopsia por el alto riesgo de contagio
por los fluidos de la víctima, por lo que deberá ser incinerado.
Prevención del Ébola
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
el control y prevención del virus del Ébola se basa en tres pilares
fundamentales:
Controlar la infección en animales: actualmente no hay vacunas dirigidas a
prevenir la infección por virus del Ébola-Reston en animales, es por ello
que se deben aplicar métodos químicos de desinfección utilizando
hipoclorito de sodio y otros detergentes de forma regular en las granjas de
animales como monos y cerdos. Ante la sospecha de cualquier brote del
virus los animales deben ponerse en cuarentena o podrían incluso
sacrificarse para evitar la transmisión a seres humanos.
Disminuir el riesgo de la infección humana: al no existir una vacuna para
seres humanos ni tampoco un tratamiento específico contra la infección
por el virus del Ébola la educación de la población en riesgo es un arma
fundamental. Se deben implementar campañas de concienciación sobre
los distintos factores de riesgo y las medidas de protección frente a ellos.
En ciertos países africanos, al ocurrir un brote de ébola se activan
mecanismos de información y difusión de mensajes para reducir los
riesgos de transmisión, los cuales deberán enfocarse en los siguientes
aspectos:
Disminuir el contacto con animales salvajes que pudieran estar infectados
como simios, monos y algunos tipos de murciélagos. Evitar el consumo de
carne cruda.
Empleo de guantes y prendas protectoras para manipular animales.
Utilizar guantes, mascarillas y batas especiales para disminuir el riesgo de
transmisión de persona a persona como consecuencia del contacto
estrecho con personas infectadas, en particular con sus líquidos
corporales.
Lavarse las manos frecuentemente, sobre todo después de visitar a
familiares enfermos en el hospital, así como después de haber cuidado a
enfermos en el hogar.
Difundir mensajes de información a la población sobre las características
de la enfermedad y de las medidas de control del brote, en particular la
inhumación de cadáveres.
Prevenir la infección del ébola en los centros de salud: esto se refiere al
uso de medidas de aislamiento y utilización de equipos necesarios
(guantes, tapabocas, batas) para reducir el riesgo de transmisión desde los
enfermos hacia el personal sanitario, como médicos, enfermeras, así como
técnicos de laboratorio que manipulan sangre y otros líquidos corporales
de los pacientes infectados con el virus.
1- Máscara médica
2- Filtro de respiración
3- Overol
4- Delantal
5- Botas
6- Gorro quirúrgico
7- Lentes protectores
8- Traje base
9- Guantes dobles