Aprendiendo a conocerme para construir un proyecto de vida autónomo y responsable.
1. APRENDIENDO A CONOCERME
PARA CONSTRUIR
UN PROYECTO DE VIDA
AUTÓNOMO Y RESPONSABLE
Extracto de EMPRENDEDORES EN EL AULA.
Guía para la Formación en Valores y Habilidades Sociales de Docentes y Jóvenes
Emprendedores
SILVIA DEL SOLAR
2. Descripción:
Este Módulo introduce a los estudiantes en la
idea de ser dueños de su propia vida a través
del autoconocimiento y a partir de la
comprensión de la necesidad de planificar su
futuro, comprometiéndose con la resultante
de sus actos.
3. Objetivos y aprendizajes esperados:
1. Los estudiantes reconocen y revisan críticamente
algunos elementos de su auto concepto y autoestima,
identificándolos como parte de un proceso de
onstrucción de identidad aún en desarrollo.
2. Los estudiantes comprenden el origen socio
constructivo de las representaciones que tienen acerca
de sí mismos.
3. Los estudiantes desarrollan la capacidad de
plantearse metas a futuro (mediatas) y metas
(inmediatas) de transformación, respecto a aquellos
aspectos que perciben como obstaculizadores de su
desarrollo.
4. Orientaciones generales acerca del tema.
La comunicación constituye un factor indispensable para
el autoconocimiento; en primer lugar, porque los seres
humanos nos construimos a partir y desde la
comunicación con los otros. Nuestras conversaciones con
nuestros parientes, compañeros y amigos nos permiten,
no solo encontrar elementos para conocernos a nosotros
mismos, sino que también, para modificar y / o modular
aquellas conductas o actitudes personales que frenan
nuestro desenvolvimiento.
5. De igual modo, la forma en que los otros nos ven se
interioriza y convierte en materia fundamental para
definirnos y valorarnos, sea que la rechacemos o la
aceptemos. Comunicándonos, elaboramos lo que nos pasa
y construimos nuestra visión acerca de lo que nos rodea.
En una persona que se introduce en el mundo del
emprendimiento, es imperativo aprender a comunicarse
consigo misma, con su mundo cotidiano y con aquellos
“otros” con los que, necesariamente, deberá vincularse o
relacionarse.
6. Es importante considerar que el conocimiento que
tengamos sobre nosotros mismos, puede estar sesgado
por las etiquetas y concepciones que tienen los demás, las
que pueden llegar a operar incluso, como limitaciones
preestablecidas. El autoconocimiento y la valoración del sí
mismo, se relacionan entre sí. Ambas dimensiones se
constituyen en factores centrales para cualquier estudiante
que pretenda convertirse en un emprendedor.
7. Lo dicho, es válido, sobre todo, si se considera que
para llegar a emprender es preciso generar un proceso
de autoconocimiento, de tal modo que nos permita mirar
las formas proyectarse a futuro, partiendo desde lo que
somos y orientándonos hacia dónde queremos
proyectarnos. De esta forma, un primer objetivo para
comenzar a planificar nuestra vida, es específicas en
que abordamos las situaciones de interacción con los
otros y nuestra propia proyección vital.
8. Podemos señalar entonces que, proponerse objetivos
para la propia vida requiere vencer la tendencia a
“dejarse vivir”, es decir, a aceptar que otros decidan
nuestro rumbo o, lo que resulta lo mismo, a “dejarse
estar” sin ocuparse del porvenir. Es indispensable,
además, superar la sensación de impotencia, o lo que
se conoce como “desesperanza aprendida”, que acaba
siendo “aprehendida”, es decir, internalizada de una
manera tal que, “cualquier arbolito impide ver el
bosque”.
Lo anterior, suele ser un aprendizaje imperante en
sectores donde el fracaso se instala de un modo
recurrente o en los cuales se piensa que “sólo los
privilegiados” tienen acceso a manejar los hilos de los
acontecimientos.
9. En este sentido, y acorde a lo expresado por Giorgi,
(1988), cuando afirma que:
“…la pobreza no solo implica limitación en el acceso a
bienes y servicios sino que constituye „una condición de
vida‟, donde la lucha por la sobrevivencia centra al sujeto
en la inmediatez, en la permanente postergación de
deseos y aspiraciones, limitando sus procesos de
simbolización y la capacidad de futurizacion".
10. De esta forma, la experiencia de vivir en la pobreza
produce como correlato subjetivo actitudinal lo que se
describe como “síndrome de desesperanza adquirida”, lo
que según Seligman, (1989) se caracterizaría por :
• Desmotivación y pérdida de iniciativa.
• Impotencia ante situaciones vitales.
• Baja disposición al cambio.
• Inestabilidad emocional (depresión, temores)
• Baja autoestima”.
11. Acorde a lo expuesto, es importante posibilitar que los
estudiantes comprendan, poco a poco, que pueden
comenzar a proponerse metas y propósitos respecto de
sus vidas. Así también, que ellos pueden, no solo saber
cómo son, sino cómo desean irse construyendo a sí
mismos, cómo se proyectan a futuro. Resulta clave que,
todo docente facilitador haga consciencia en sus
educandos que sus vidas pueden estar condicionadas,
pero ello no implica que estén predeterminadas, al punto
que les sea imposible actuar con relación a lo que hoy los
limita o define.