El documento proporciona información sobre la ciudad de Asunción, capital y ciudad más poblada de Paraguay. Fue fundada el 15 de agosto de 1537 por españoles y se convirtió en el centro de exploración y colonización de la región. Actualmente tiene casi un millón de habitantes. También resume la Batalla de Campo Grande que ocurrió durante la Guerra de la Triple Alianza, donde 4,000 soldados paraguayos, incluyendo muchos niños, lucharon valientemente contra 20,000 soldados aliados, resultando en grandes b
1. Asunción
Capital de Paraguay
Asunción es la capital y la ciudad más poblada de la República de Paraguay.
Es un municipio autónomo administrado como Distrito capital y no está
integrado formalmente a ningún departamento. Wikipedia
Fundación: 15 de agosto de 1537
Superficie: 128,1 km²
Elevación: 43 m
Tiempo: 28 °C, viento E a 11 km/h, 62 % de humedad
Población: 513.399 (2002) Organización de las Naciones Unidas
Hora local: lunes, 11:53
Número De Aeropuertos: 1
FUNDACIÓN DE ASUNCIÓN
Madre de Ciudades
Un poco de historia
La ciudad de Asunción fue fundada el 15 de Agosto de 1537 por el Capitán Don
Juan de Salazar y Espinoza, quien llegó a Asunción con Don Pedro de
Mendoza, primer adelantado del Río de la Plata.
La fundación del fuerte que daría vida a la ciudad de Asunción, se llevó a cabo
en el territorio de los Carios, una de las tribus Guaraníes que ocupaban la
región.
Asunción fue llamada, por los mismos españoles, Madre de Ciudades, ya que
se convirtió en centro de toda la provincia. De sus puertos salían las
expediciones para las fundaciones de otras colonias. Entre estas citamos como
ejemplo a Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe, Concepción del Bermejo
(Argentina); Santa Cruz de la Sierra (Bolivia); Santiago de Jerez, Ciudad Real
(Brasil).
A partir de entonces la ciudad empezó a extenderse, llegando hoy a tener casi
un millón de habitantes, sobre un total de casi siete millones de habitantes que
tiene el país.
Reseña
Desde Buenos Aires Don pedro de Mendoza envió una expedición guiada por
los capitanes Gonzalo de Mendoza y Juan de Salazar y Espinoza, la
expedición tenía como finalidad buscar información sobre Ayolas e Irala de
quienes no tenían noticias. Lograron encontrarse con Domingo Martínez de
Irala en la zona del Alto Paraguay, pero sin obtener noticias de Ayolas, a quien
ya consideraban muerto o extraviado.
Los dos capitanes regresan hacia el Sur, y llegan a la bahía dominada por el
cacique Kara Kara, quien había provisto a esta expedición de víveres, frutas,
animales, personal de apoyo (indios) y principalmente hospitalidad, que
contrastaba con los indios Pampas y Charrúas que asolaban Buenos Aires.
2. Los miembros de la expedición fundan el 15 de agosto de 1537 el fuerte
“Nuestra Señora de la Asunción” en el territorio perteneciente a los Indios
Carios guaraníes, antiguos pobladores de la zona. La fundación se realiza en la
bahía cercana a la desembocadura del río Pilcomayo en el río Paraguay.
Desde el puerto se divisaba anteriormente siete colinas en Asunción, una de
ellas: “LOMA CABARÁ” es la que se considera actualmente el área fundacional
de Asunción.
A partir de allí toda la historia del Paraguay giraría en torno a Asunción que fue
erigida como una humilde Casa Fuerte, años más tarde “era un caserío de paja
y barro convertido aparatosamente en ciudad en 1541 por Domingo de Irala”,
según nos narra Efraín Cardozo en su libro El Paraguay Colonial, las raíces de
la nacionalidad.
Los valles de Asunción pertenecían a los Carios quienes estuvieron dispuestos
a unirse con los españoles.
En primer término queda al mando de la Casa Fuerte Gonzalo de Mendoza y al
regresar Irala del Norte, con la certeza de la muerte de Ayolas, el inspector de
la Corte del Rey, Alonso Cabrera, nombra como teniente gobernador a
Domingo Martínez de Irala, tomando posesión de todas las tierras, como punto
central la Asunción, e inicia la organización de este fuerte. No obstante, recién
el 31 de julio toma posesión oficial, instituye el Primer Cabildo, con 5 regidores
o alcaldes: El rey Carlos V diseña un Escudo de Armas, nombrando patrono a
San Blas, se delinean las primeras calles, se fijó un lugar para la plaza, se
construyó una casa para asiento del gobierno, se instaló un cuartel, una
herrería, un astillero, depósito de víveres, un templo, con lo cual se dio
fisonomía de ciudad. Fue un impulso muy positivo, dejando de lado la idea de
recoger oro y plata, empezando la creación de nuestra nacionalidad, por
arraigarse ya en la tierra y empezar también todos los españoles a tener
descendencia criolla; el propio Domingo Martínez de Irala tuvo muchísimos
hijos, al igual que todos sus capitanes, reconociendo a todos ellos con sus
apellidos. Juan de Salazar, “el fundador", siguió con sus exploraciones.
3. Batalla de Acosta Ñu o Campo Grande
Guerra de la Triple Alianza
Batalla de Acosta Ñu o Campo Grande, por Pedro Américo de Figueiredo e Melo (1877).
Fecha 16 de agosto de 1869
Lugar Confluencia de los arroyos Yukyry y Piribebuy, denominado Ypa´u (actual
Eusebio Ayala) Paraguay
Resultado Victoria aliada
Beligerantes
Paraguay Brasil
Argentina
Uruguay
Comandantes
Bernardino
Caballero
Luis Filipe
Gastão de
Orléans, Conde
d'Eu
Fuerzas en combate
4.000 20.000
Bajas
2.000 muertos
en combate y
ejecutados y 1.200
prisioneros
46 muertos y
259 heridos
4. La Batalla de Campo Grande (llamada Batalla de los Niños o Batalla de
Acosta Ñu por los paraguayos) fue un enfrentamiento que ocurrió durante
la Guerra de la Triple Alianza, donde, el 16 de agosto de 1869, 20.000 hombres
de la triple alianza lucharon contra las valientes y heroicas
fuerzas paraguayas constituidas de 500 veteranos y 3.500 niños.
Antecedentes
En el año 1869, el ejército paraguayo estaba en retirada y Asunción ocupada
por los aliados. Francisco Solano López se rehusó a rendirse, prometiendo
continuar luchando hasta el fin. El comandante brasileño Luis Alves de Lima e
Silva, el Duque de Caxias, sugirió que la guerra estaba, militarmente cerrada,
pero Pedro II, emperador brasileño, exigía la rendición de Solano López. El
duque se apartó por motivos de salud y fue sustituido por el yerno del
emperador, Luis Filipe Gastão de Orléans, el conde d’Eu. Bajo el nuevo
comando, el Ejército brasileñocontinuó la campaña en el Paraguay hasta
finalmente matar a López en 1870.
Con la mayoría de los hombres adultos paraguayos muertos o capturados,
debieron pelear niños, mujeres y ancianos en el ejército para continuar la lucha
contra la Alianza. Algunos niños lucharon con falsas barbas a fin de esconder
la poca edad. Ya anteriormente en los Combates de Lomas Valentina y
Piribebuy el Ejército Aliado no había perdonado la vida de menores por lo tanto
no había esperanzas de que se respetase la vida de cualquier paraguayo. Por
lo tanto muchos preferían pelear antes que rendirse.
La batalla
El príncipe francés Louis Philippe Ferdinand
Gaston d’Orléans, conde d’Eu (1842-1922).
El conde d'Eu y las principales tropas aliadas
avanzaron y tomaron Caacupé el 15 de
agosto, en donde, supuestamente, López se
estaba escondiendo (él, en verdad, se había
retirado para Caraguatay días antes). Para
impedir que el ejército paraguayo se moviera a
Caraguatay, el conde d'Eu envió una división
brasileña de caballería para el paso a Campo
Grande. La división fue reforzada, más tarde,
por la 2.ª unidad táctica del ejército brasileño, junto con
tropas argentinas comandadas por el coronel Luis María Campos.
5. Las tropas aliadas alcanzaron la retaguardia de las fuerzas paraguayas en
Barrero Grande, hoy Eusebio Ayala el 16 de agosto. La batalla comenzó a las
ocho y media de la mañana, con 6.000 paraguayos comandados por
el general Bernardino Caballero, enfrentando 20.000 soldados brasileños y
argentinos. Campo Grande es una ancha planicie con aproximadamente 12
kilómetros cuadrados, ideal para la caballería brasileña.
La batalla duraría ocho horas, con los paraguayos, en minoría, ofereciendo una
feroz resistencia. Después de los primeros ataques, las tropas del general
Caballero retrocedieron para el otro lado del río Yukyry, en donde ellos tenían
ocho cañones y cobertura. También prendieron fuego en el bosque para ocultar
sus movimientos tácticos con el humo. El incendio se salió de control y pronto
se extendió a través de la hierba seca.
La infantería aliada fue la primera en avanzar para cruzar el río, pero fue
repelida. El Conde d'Eu, entonces, ordenó que su artillería abriese fuego, el
que causó grandes pérdidas en el lado paraguayo. Hasta entonces, la
caballería brasileña había, finalmente, alcanzado el campo de batalla y
conseguiría cruzar el río y hacer un devastador ataque contra la posición
paraguaya. Las tropas del general Caballero se defendieron utilizando una
clásica formación en cuadrado con bayonetas. Aun así, sus tropas sufrieron
grandes bajas.
La infantería aliada atacó nuevamente con bayonetas, capturando los ocho
cañones y la posición paraguaya. Al final 3.300 paraguayos fueron muertos.
Las fuerzas aliadas tuvieron menos de 50 muertos y menos de 500 heridos. El
general Caballero se retiró con parte de su tropa.
Después del fin de los combates, el conde d'Eu ordenó que el resto del campo
fuese incendiado, matando a los soldados heridos y familiares que ya se
habían rendido y otros que intentaban socorrer a los heridos.
Consecuencias
Esta fue la última gran batalla en la Guerra del Paraguay, que finalmente
terminaría meses después con la muerte de López. Está representada en el
famoso cuadro "Batalha de Campo Grande", de Pedro Américo, y en el libro
"Recordações de Guerra e de Viagem", del escritor Visconde de Taunay, que
fue parte de la batalla.
Caballero se rindió más tarde y, como muchos otros oficiales paraguayos en
esa situación, fue remitido preso a Río de Janeiro, en donde vivió por algunos
años en una casa de familia. Se volvería, tiempo después, presidente
del Paraguay (1880-1886). Manoel Deodoro da Fonseca comandó uno de los
6. batallones de la infantería brasileña y fue, más tarde, el primer presidente del
Brasil (1889-1891).
Historiografía
En el Paraguay, el Día del Niño es celebrado el 16 de agosto de cada año, en
memoria de los niños que perdieron sus vidas en esta batalla.
Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se
agarraban a las piernas de los soldados brasileños, llorando que no los
matasen. Y eran degollados en el acto.
Escondidas en la selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la
lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaron a comandar un grupo de niños en
la resistencia. Finalmente, después de un día de lucha, los paraguayos fueron
derrotados.
El conde D’Eu, el comandante de la guerra, después de la insólita batalla de
Acosta Ñu, cuando estaba terminada, al caer la tarde, las madres de los niños
paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y
socorrer los pocos sobrevivientes, el conde D’Eu mandó incendiar la maleza,
matando quemados a niños y madres.
Mandó hacer cerco del hospital de Piribebuy, manteniendo en su interior los
enfermos ―en su mayoría jóvenes y niños― y lo incendió. El hospital en
llamas quedó cercado por las tropas brasileña que, cumpliendo las órdenes,
empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas los enfermos que
milagrosamente intentaban salir de la fogata. No se conoce en la historia de
América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese.
Julio José Chiavenatto (periodista brasileño)
Históricamente, durante siglos las sociedades occidentales aceptaron el uso
militar de niños en la guerra, sin embargo, nunca como unidades exclusiva o
mayoritariamente formadas por ellos ni su reclutamiento masivo salvo en
breves excepciones.8 En la Guerra de la Triple Alianza todos los países
involucrados los incorporaron a sus filas.9 El caso paraguayo es un ejemplo sin
precedentes en Sudamérica de esas excepciones, con una movilización a gran
escala de menores de edad porque su líder exigía a toda la población
masculina combatir.10 A finales de 1865 muchas escuelas cerraron para que
maestros y alumnos de cursos mayores fueran al frente por orden del mariscal
López. En mayo de 1867, para paliar las graves bajas, el gobierno de Asunción
manda el reclutamiento obligatorio de todos los varones entre 12 y 15 años. En
diciembre siguiente se produce la Dezembrada en que el ejército paraguayo
resulta «dejó de existir como fuerza de combate». A partir de entonces, la
guerra estaba prácticamente pérdida.10 Entre los días 11 y 15 de ese mes,
López dejaba a 1.500 jóvenes e inválidos en la trinchera de Piquirisy para
proteger su retirada. Con su ejército casi destruido, el mariscal decreta el 14 de
febrero de 1869 que todo menor de 12 años es adulto e inicia las levas de
ancianos y jóvenes de 14 y 15 hasta tener un nuevo ejército de 12.000
7. soldados. En Piribebuy el conde d'Eu intima a Pedro Caballero a rendirse o
dejar a los civiles salir de la plaza, pero Caballero se negó. Los 20.000
brasileños masacraron durante y después de la lucha a los 1.600 defensores y
no combatientes que encontraron.
Para el historiador brasileño Francisco José Corrêa Martins, crítico de
Chiavenatto, la mayor responsabilidad de esas muertes la tienen el gobernante
paraguayo y sus lugartenientes que los aliados, enviando a la guerra contra
soldados veteranos y bien equipados a miles de niños sin preparación para
retardar una derrota ya inevitable. La interpretación de la historiografía
paraguaya de estos hechos como sacrificios heroicos y altruistas queda como
una invención posterior y sin sustento histórico serio.16 Los soldados
paraguayos destacaron siempre por su valor, adultos o no; por el contrario,
López sólo estuvo en combate en Ita Ybaté en diciembre de 1968 y Cerro Corá
en marzo de 1870.16 Para Corrêa Martins, lo peor de dicha idealización sería
una visión en que es aceptable el reclutamiento de menores de edad en el
ejército, motivo por el que Paraguay ha sido denunciado varias veces durante
el siglo XX.