El documento argumenta que la literatura refleja la riqueza del idioma español a través de las obras de diferentes autores y épocas históricas. Se destaca que el idioma cambia y se enriquece con el tiempo en respuesta a la realidad, y que autores como Cervantes, Sor Juana Inés de la Cruz, Rubén Darío y Gabriel García Márquez han hecho contribuciones significativas al idioma a través de sus obras literarias. También se afirma que la literatura es una expresión de la cultura e identidad de un pue
La literatura, un reflejo de la riqueza del idioma
1. La literatura, un reflejo de la riqueza del idioma<br /> Todos los idiomas se articulan con palabras y la palabra es considerada específicamente como un conjunto de sonidos que expresan una idea; al pronunciarlas con precisión y soltura, es arte, es riqueza, es belleza. <br />Lo susodicho se demuestra claramente, pues, nuestro idioma español es considerado uno de los más ricos y limpios del habla moderna; ya que disertantes y escritores han dejado en su producción literaria una muy inmensa riqueza. Esto se puede ilustrar con las palabras de Jabés (1972): quot;
La literatura es un camino que no tiene fin; un trayecto siempre por hacerse, por andarse. No es posible decir dónde, cuándo y cómo termina”<br />Asimismo, ese uso idiomático de múltiples cambios y facetas es visible en las diferentes épocas de nuestra historia, dado que el idioma responde a la realidad de la vida. Un ejemplo de ello, es esa combinación admirable de todos los niveles del lenguaje en El Quijote de Mancha, donde es pulcro observar la riqueza en que se expresan sus múltiples personajes. Cada uno habla según su condición y su estado de ánimo; así oímos las voces de la ciudad, de la aldea, de los cabreros, de los aristócratas, de mozas, de clérigos y de la más noble retórica o del dicterio más vulgar y de la infinidad de tonos de Don Quijote, según sea el humor y la expresión cazurra de Sancho, tan amigo de los refranes. <br />Dando un salto, para no caer en la caduca monotonía, ¿qué decir de Sor Juana Inés de la Cruz? Que sus obras en España, se reeditaron varias veces (1689 a 1725), proporcionando numerosas polémicas, polémicas que sólo subrayan la desbordante riqueza poética y filosófica de toda su obra; obligando a muchos a reexaminarla con mayor profundidad a la luz de otras figuras y disciplinas de su tiempo.<br />¿Y el aporte literario de Rubén Darío al idioma castellano? En realidad consistió en desarrollar una poesía expresiva, una poesía que roza lo erótico pero sin caer en lo vulgar, que reflejan los vaivenes de su espíritu, ¿no es esto riqueza del idioma? ¿Y qué decir de los avatares de la literatura: Juan Rulfo, Froylán Turcios, Jorge Luis Borges, Isabel Ayende y hasta del mismísimo Jorge Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010 otorgado en reconocimiento a su gran aporte al idioma español, y a la magistral descripción de sus personajes enfrentando resistencias, revueltas, triunfos y derrotas?<br />Igualmente, la lengua es parte de la cultura, expresa una identidad cultural, y es un modo de pensar y de construir sentido. Y los escritores de una u otra forma contribuyen a difundir en todo el mundo ese imaginario socio-cultural que hace historia. Un ejemplo de ello es el Nobel colombiano, Gabriel García Márquez que con su novela “Vivir para contarla”, en pocos días vendió en Estados Unidos 50.000 ejemplares en español, obligando a editores y libreros estadounidenses a tomar muy en serio al mercado de libros en español. <br />Otro argumento válido para sostener la riqueza idiomática reflejada en la literatura, es que es parte de la estética y ésta es belleza en todas sus manifestaciones. Portadora de goce, de espíritu, de vida. Tal como lo afirmara Arnold (1888) citado por Alsina (1984, 37) “La humanidad descubrirá en creciente medida que tenemos que recurrir a la literatura para interpretar la vida, para consolarnos, para sostenernos”. Un intento de acercar la inteligencia con el dominio externo e interno de nuestra realidad, y he ahí la esplendidez de la palabra. <br />Creemos que el aporte más importante que puede hacer una persona al idioma, es expresarse en su vida cotidiana correcta y claramente, para evitar en sus ideas cualquier confusión. Hay que hablar teniendo en cuenta que la palabra es el vínculo y que, entendida como tal, mejora, enriquece y da vida a nuestro idioma.<br />Alsina, José (1984). Problemas y métodos de la literatura. Madrid: Espasa-Calpe S. A.<br />Jabés, Edmond (1990). Crítica literaria. Madrid: Ediciones Ciruela.<br />Gómez, Fernando (1993). Crítica literaria del siglo XX. Madrid: U. N. E. D.<br />Correa, Alicia & Orozco, Arturo (2004). Literatura universal. México: Pearson Educación.<br />Oseguera, Eva (2000). Historia de la Literatura Latinoamericana. México: Pearson Educación.<br />