1. RAMÓN GARCÍA
Una silla de ruedas no es impedimento para alcanzar los sueños
Todo un líder, así es Ramón García, un hombre que pesar de estar postrado en
una silla de ruedas, no se da por vencido. Cuando tenía 18 años de edad sufrió un
accidente que lo dejó al borde de la muerte, estuvo más de dos meses
hospitalizado en el hospital, San Vicente de Paúl de Medellín, allí los médicos no
daban esperanzas de vida, él estaba entubado y en tres oportunidades tuvieron
que reanimarlo. Su madre fue la única persona que estuvo a su lado, su padre
falleció cuando el solo tenía 5 años de edad.
Ramón es un hombre alegre y feliz, no se acompleja por estar en silla de ruedas,
el baila, canta y se divierte como cualquier persona, le da gracias a Dios por la
oportunidad de estar vivo y dice que en el momento que los médicos se acercaron
para decirle que no volvería a caminar, él muy tranquilamente respondió “ya lo
sabía” mientras su madre se derrumbaba en llanto, él la consolaba y le decía que
todo está bien.
2. El accidente lo sufrió en Pueblo Bello, después de tirarse un clavado en el río de
ese sector, donde no corrió con buena suerte y cayó en una postura inadecuada
que lo dejó en una silla de ruedas.
Cuando Ramón sufrió el accidente hacia poco había salido de prestar el servicio
militar, después de salir del hospital retornó a su natal corregimiento Pueblo Bello,
donde se encontró una realidad visible, los jóvenes estaban siendo reclutados por
los grupos al margen de la ley, sin pensar en su discapacidad física, emprendió un
proyecto basado en el teatro y las artes, para rescatar niños y jóvenes de la
violencia. Desde ese momento Ramón García, se convirtió en todo un líder y se
ganó el respeto de toda la comunidad.
Actualmente es el represéntate legal de la Asociación Talento y Futuro, que busca
rehabilitar jóvenes con problemas de drogadicción y vincular a los niños desde
temprana edad, para formarlos en valores, evitando que tomen malos pasos.
Ramón es un hombre al que le gusta servirle a la comunidad y estar pendiente de
todo lo que le compete al sector, él hace parte de la Junta de Acción Comunal
para velar por la calidad de vida de los habitantes del corregimiento.
Él también hace parte del comité impulsivo de los Tejedores del corregimiento, un
grupo organizado para capacitarse y generar nuevas oportunidades que le
apuestan a la reconstrucción del tejido social de Pueblo Bello.
La idea de trabajar en Pueblo Bello por la juventud, nace por una situación difícil
en su vida, cuando él era menor de edad fue reclutado por el ejército para prestar
el servicio militar, a Ramón le afectó esa entorno al tener que alejarse de su
familia y dejar la posibilidad de estudio a un lado, cuando regresa al sector y se da
cuenta de toda la problemática que tenían los jóvenes, que estaban siendo
reclutados por grupos al margen de la ley. Tomó la decisión de hacer parte de la
solución por medio del teatro y las artes escénicas.
Todo no ha sido color de rosa, Ramón ha tenido que soportar amenazas por parte
de los grupos al margen de la ley, pero el amor y pasión por sacar los niños y
jóvenes adelante, no le han impedido continuar y tocar puertas para mostrar el
talento y las ganas de superación que hay en el corregimiento de Pueblo Bello. La
Asociación Talento y Futuro está cumpliendo 17 años, convirtiéndose en la más
antigua del territorio.
Ramón expresa que los jóvenes son el pilar fundamental para que la comunidad
reaccione y puedan superar ese trauma que les dejó los conflictos. Además
agrega que ellos hoy son los líderes de la comunidad, lo cual lo hace sentir
satisfecho.
3. Actualmente la Asociación está compuesta por 85 jóvenes del corregimiento de
Pueblo Bello y sus veredas, por otro lado brinda atención a más de 130 niños del
territorio para encaminarlos en el proyecto y evitar que la Asociación pierda el
capital semilla, garantizando así, Talento y Futuro para rato.
Ramón hace 7 años se casó con Mirledys Martínez, tienen un hermoso hijo de 5
años de edad y conformaron una familia ejemplar.
Ramón aún tiene posibilidad de caminar, y aunque no lo expresó, él necesita
ayuda económica para realizar unas terapias que le permitirán volver a dar pasos,
esos pasos de gigante, pasos de líder y de un hombre comprometido con el
desarrollo y el progreso de los jóvenes, niños y comunidad en general de su
corregimiento Pueblo Bello. El hacer el bien a los demás, retribuye felicidad, paz y
tranquilidad, indica Ramón García, un hombre digno de admirar por su valentía y
superación personal.