1. CORRIENDO LA CARRERA DEL ESPIRÍTU, NO LA DEL MUNDO. Hebreos 12: 1,2 La carrera del mundo habla de un: Esfuerzo intensó. De un corredor no holgazán. Unos obstáculos De una concentración. Y un corredor con un objetivo. Y la preparación de este corredor del mundo, tiene que ser: Velocidad. Disciplina. Horas de entrenamiento. Alimentación buena y sana. Y ejercicios. Y la recompensa de todos estos esfuerzos, al final para ellos son; la fama del mundo. Pero la
gloria
espiritual de ellos, ósea el final de ellos es; el infierno. (Lucas 12: 19, 20) y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. La carrera de un corredor cristiano: Es semejante a la carrera secular, pero con muchas diferencias. Una de ellas, la más importante es; el Espíritu Santo. El es el que dirige nuestra carrera. Por lo tanto el nos da: Fuerzas intensas para correr, esta carrera. Nos anima para correr, y no parar. Vamos venciendo los obstáculos, porque él nos los va quitando de enfrente. Nos ayuda a mantener la mirada en la meta, espiritual. Que es Jesucristo. Nos mantiene en muchas horas de ejercicio, espiritual. (ayunos, oración, vigilias Etc. Y el objetivo que el mantiene en nuestras mentes, es estar con Jesús en el cielo. Pero ahora aquí entra la preparación de nosotros: « Corramos con paciencia» 12:1 ósea, no ser perezosos, ser disciplinado. « Puestos los ojos en Jesús » 12: 2 horas de oración, ayunos y palabra de Dios. « No dejando de congregarnos» (Hebreos 10: 25) este es nuestro gimnasio espiritual, donde venimos a entrenar, levantando nuestras manos, danzando para Dios. Etc... y donde nuestro entrenador, nuestro manager, es el PADRE, el HIJO, y el ESPIRÍTU SANTO. « prosigo a la meta» (filipenses 3:12) la meta de nosotros los cristianos, tiene que ser la gloria eterna, con Jesucristo. La vida del cristiano hemos: dentro y fuera de la iglesia es una carrera. Cuando entra aquí al templo, está corriendo una carrera espiritual. Cuando sale del templo, sigue corriendo la carrera espiritual. ¡Pero! Hay unos que entran al templo, y no quieren correr. Igualmente cuando salen del templo tampoco quieren correr. Por eso la vida del cristiano, constantemente tiene que mantenerse corriendo. Hablando en el término espiritual. Y olvídese de ver lo que está pasando atrás. Y de lo que esta pasando a su alrededor. ( LENDIN, Y BANER.) Eran dos corredores, buenísimos. Que llegó un día, a competir juntos. Para que se decidiera quien era el mejor de los dos. Lendin iba ganando, pero al final perdió. ¿Porque? y le hicieron la pregunta porque si tu ibas ganando perdiste. Y él respondió; si no llego a mirar atrás yo gano. El autor de esta epístola les escribe a los hebreos. Porque ellos estaban pasando dificultades con sus familia, y con la vida cotidiana. Por eso es que el autor les enfatiza, y les dice; ustedes tienen que tener; Una vida con energía. Una vida ordenada. Una vida perseverante. Una vida firme. Una vida de fe. Y sabe porque tenemos que cumplir con estos requisitos hemos. Porque hay una nube de testigos, alrededor de nosotros.