Artículo 44 de la constitución bolivariana deportación de becerra a colombia
1. Artículo 44 de la Constitución Bolivariana
Presidente Chávez y el caso Joaquin Perez Becerra
El artículo 44 arriba nombrado, referencia obligada para lo aquí a tratar, forma parte del Capítulo
Tercero que trata de los derechos civiles de las personas; sean ellas venezolanas o extranjeras.
En su ordinal primero, punto 2, establece lo siguiente: “Toda persona detenida tiene derecho a
comunicarse de inmediato con sus familiares, abogado o abogada, o persona de su confianza; y
éstos o éstas, a su vez, tienen el derecho a ser informados sobre el lugar donde se encuentra la
persona detenida; a ser notificados o notificadas inmediatamente de los motivos de la detención y
a que dejen constancia escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona
detenida.” Etcétera…
Complementariamente, en el ordinal segundo del mismo punto, se señala: “Respecto de la
detención de extranjeros o extranjeras se observará, además, la notificación consular prevista en
los tratados internacionales sobre la materia.”
Norma básica que, en el nombrado caso, el gobierno venezolano con su presidente a la cabeza se
llevara de calle de modo muy de lamentar.
DE UN LADO TRAMPA Y DE OTRO FALTA DE PRINCIPIO E INCAPACIDAD EN GRADO SUMO
La trampa proviene del imperialismo estadounidense y el gobierno colombiano, éste en tanto
colaboracionista suyo. Como es sabido, tal trampa consistía en la maniobra de Interpol de activar
la alerta roja que ordenaba la detención de Pérez Becerra cuando éste ya había salido de
Frankfurt y llegaría a Caracas, meta final de su viaje desde Suecia. Posible tal timo dado el control
como socio principal que el mentado imperialismo ejerce sobre aquel cuerpo policivo internacional.
La falta de principio ha sido bastante analizada. No es de recibo por parte de ningún gobierno que
se respete, esto es: independiente y soberano, entregar a persona alguna sin fórmula de juicio, así
esté esa persona acusada de una acción delincuencial, de terrorismo incluso –que no es el caso
del ciudadano sueco Joaquín Pérez Becerra. La presunción de inocencia y el debido proceso son
arcos torales del llamado Estado de Derecho. Un triste comportamiento propio de un gobierno
fantoche, al servicio de los peores explotadores y opresores del sistema capitalista dominante. Y
no de uno que se reclama progresista y, todavía más, revolucionario.
La incapacidad comienza cuando el presidente venezolano Chávez se acobarda ante una llamada
telefónica que le hiciera desde Colombia su homólogo Juan Manuel Santos; quien le pide que
detenga al “terrorista colombiano” que en esos momentos estaba a punto de llegar a Venezuela.
En su confusión, Hugo Chávez Frías no distingue una petición de extradición formal (escrita) de
una oral como la hecha por Santos. Tampoco distingue una deportación de una extradición no
solicitada formalmente (no escrita). En pocas horas –por orden del presidente– se deporta a
Colombia de modo escandalosamente equivocada a Joaquín Pérez Becerra, director de la página
web Anncol. Y no, en cambio, como era natural, al país del que procedía –Suecia.
¿Cómo puede explicarse esta actitud desabrochada en un hombre de las calidades del presidente
venezolano? ¿O es que tales calidades, acaso nunca han existido en la persona del mandatario
2. Chávez Frías? Hay muchas personas no sólo en Venezuela y Colombia, en el resto de
Latinoamérica y aun en todo el mundo que, según yo lo veo, piensan así. Esto es: Que el proceder
de Hugo Chávez Frías es producto de diversas cosas sumadas, en el que brillan el miedo, el afán,
la incompetencia y, sobre todo, un interés de clase que nada tiene que ver con un proceso
revolucionario de carácter proletario-popular.
MIEDO, AFÁN, INCOMPETENCIA E INTERESES DE CLASE DE TIPO BURGUÉS
El miedo lo causaría la sospecha de una represalia del gobierno colombiano, azuzado por el
nombrado imperialismo, y que implicaría la no extradición a Venezuela –y sí a Estados Unidos- del
sujeto Wadid Makled1. El afán estriba actuar prontamente, ya que eso llevaría tranquilidad al
gobierno colombiano. Lo de la incompetencia se dilucidará seguidamente, unas líneas abajo. En
cuanto a los intereses de clase de tipo burgués, más de una vez el presidente Chávez ha
manifestado no ser comunista y, por ello, nada tiene él que ver con el marxismo2.
Bien habría podido el presidente Chávez no desbocarse3 y esperar a que llegase de Colombia
una solicitud formal de extradición del refugiado en Suecia J. Pérez Becerra. ¿Qué habría
pasado? Que si bien entre Venezuela y Colombia existe acuerdo de extradición, aquél no era
extraditable por no ser, dicho sencillamente, colombiano. Hace años que el hoy nacionalizado
sueco había renunciado a la nacionalidad colombiana y hasta ahora no ha intentado él
recuperarla. Y como se sabe alguien que renuncie a la nacionalidad colombiana (un número
grande de ciudadanos de origen colombiano residentes en Suecia se hallan en tal situación), para
recuperarla tiene ese alguien que gestionar ello ante las autoridades colombianas. Y mientras esto
no suceda, quien fuere colombiano en un tiempo pasado sigue no siéndolo. Joaquín Pérez
Becerra, pues, no era extraditable a Colombia porque su nacionalidad es la sueca. Así las cosas,
por el motivo explicado no podría el gobierno colombiano ejercer ninguna represalia contra el
gobierno venezolano. A no ser que lo hiciera de modo arbitrario, ilegal, incurriendo por tanto en
contumacia. ¿Cómo se llama, entonces, esta falta de sindéresis de Hugo Chávez Frías?
Incompetencia pura y simplemente.
¿QUÉ HACER, PRESIDENTE CHÁVEZ?
Lo primero que aquí cabe es la autocrítica. No es permisible actuar injustamente, como se hizo,
contra los derechos humanos de un ciudadano extranjero (en este caso, se repite, el
nacionalizado Pérez Becerra) y luego quedarse callado como si nada hubiere pasado. Es urgente
una autocrítica, compañero presidente Chávez. Por el bien de la nación y el pueblo venezolanos,
particularmente. Si no, a mi parecer se pone en peligro la revolución democrático-nacional que
desde 1999 se viene dando en la patria de Bolívar. Tan amenazada desde el interior y
exteriormente.
No es posible que usted, presidente Chávez, que ha invocado y defendido tantas veces la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la viole –su artículo 44 en especial– en
perjuicio de un ciudadano sueco, no colombiano, llegado a Venezuela; al que usted o algún alto
funcionario de su gobierno se apresurara a señalar como “colombiano” dizque portador de un
documento de identidad colombiano. Lo cual resultara una falsedad. Todo ese enredo para poder
actuar de la manera señalada que tantos censuran. No hay derecho, compañero presidente, a
3. echar por la borda la Carta Magna bolivariana para respaldar, valga machacar, una acción que a
usted se le ha criticado y se le seguirá criticando, a menos que medie una autocrítica severa de su
parte.
Vuelva por sus fueros, presidente Chávez. Que si no, es lo más seguro, crea usted las
condiciones para una victoria electoral de sus adversarios, lo cual llevará al traste la revolución
independentista en marcha en Venezuela. A riesgo de ser derrotada por la falta insólita de
comprensión de su parte.
No hay campo para la tozudez en estos momentos. Le sugiero que convoque usted una
manifestación a la que asistan miles y miles de venezolanos llegados de todo el país. Allí dé usted
rendidas disculpas al ciudadano no extraditado, sí, en cambio, deportado de manera injusta a
Colombia. Una actuación sincera y llena de modestia suya será respetada por los miles
convocados. Sólo de ese modo, me atrevo a asegurarlo, el pueblo venezolano volverá a tomar las
calles, profundizará su lucha revolucionaria y confiará de nuevo en su dirigente principal;
conductor de una revolución admirada por miles de gentes en todo el mundo. Ahora menoscabada
por su torpe comportamiento, presidente Chávez.
No hay tiempo que perder, compañero presidente.
Notas:
Makled, conocido como el Turko, está acusado de narcotráfico y sicariato. Se dice que la lucha en
torno a la extradición de Walid Makled a Venezuela y no a Estados Unidos está relacionada con
las amenazas de éste de hacer revelaciones sobre el grado de corrupción que afecta a sectores
importantes del gobierno venezolano y de la organización política dirigente del proceso
bolivariano, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Al parecer, con tales afirmaciones
trataba Makled de ganar el interés de Washington y así buscar precipitar su extradición a los
Estados Unidos.
De hecho en la edición #287 -22/07/07- de su programa televisivo “Aló Presidente”, el presidente
Chávez no sólo se apartaba del comunismo y el marxismo sino que ese día sometía a duro ataque
tanto a esa doctrina revolucionaria como a su principal fundador.
La expresión “no desbocarse” indica la falta de análisis en que incurría el presidente Chávez y su
círculo más cercano respecto de la solicitud planteada por el gobernante colombiano Juan Manuel
Santos arriba mencionada. Tal falta de análisis condujo, no hay duda, a la serie de errores que
culminaban finalmente en la desafortunada deportación de J. Pérez Becerra a Colombia.
okorla25@yahoo.es
Por: Orlando Caliz Villanueva
Fecha de publicación: 03/06/11