1. Agendas ocultas
Conflicto universitario:
Para nuestros lectores/lectoras quienes han venido siguiendo el conflicto universitario en
curso, es menester detenernos un momento para evaluar las enseñanzas que nos deja este
conflicto que, pareciera economicista; no obstante, apreciarlo como tal, sería como ver los
árboles sin intentar ver el bosque en su inmensidad. Desde el punto de vista de los actores en
pugna, el representante del Gobierno Revolucionario, el ministro universitario Edgardo
Ramírez, quien en los comienzos se caracterizó por un discurso duro y altisonante, hoy se
muestra conciliador y abierto al diálogo, evidencia de que su política ha sido derrotada por los
trabajadores/trabajadoras universitarias. Su postura de solo diálogo con Fetrauve, Fenasimpres
y Fenastrauv se ha venido a menos, ya que esas federaciones de trabajadores/trabajadoras
han venido actuando como quinta columna dentro del movimiento de la clase trabajadora
universitaria, negándose –en todo momento- al conflicto por reivindicar los beneficios de sus
representados/representadas, en fin, hacer valer la Normativa Laboral.
El ministro y sus agentes sindicales, como se ha venido develando con el transcurrir del
conflicto, tenían el plan de posponer el pago de las deudas y el aumento salarial para el año
próximo, 2011; esa era su agenda oculta. Desconocemos las razones que los motivaban en tal
propósito, pero lo que ha venido demostrando el Camarada Presidente, Hugo Chávez, es que
no estaba jugando en la misma línea que el ministro y sus agentes sindicales, así lo
demuestran los créditos adicionales que ha venido aprobando, pese a las molestias que ha
causado en Fetrauve, Fenasimpres y Fenastrauv, para quienes es contrarrevolucionario
solicitarle más recursos al Ejecutivo Nacional. Este ejemplo, es por demás revelador de la
forma en que la burocracia estatal y burocracia sindical se conjugan para desarrollar políticas
públicas independientes del Camarada Presidente, Hugo Chávez, actuando contra la clase
trabajadora, negándole su aspiración a tener mejores condiciones de existencia. Ya en su
tiempo, Lenin creía pertinente el impulso de las luchas huelguísticas como mecanismo de
contención al empuje burocrático, “No podemos renunciar, de ningún modo, a la lucha
huelguística, ni podemos admitir por principio la sustitución de las huelgas por la mediación
obligatoria del estado...en un tipo de estado proletario, de transición, el objetivo final de la lucha
huelguística es el fortalecimiento del poder estatal de la clase mediante la lucha contra las
deformaciones burocráticas de ese estado...”(Lenin. Proyecto de tesis sobre el papel y
funciones de los sindicatos bajo la NEP. Obras Completas T.44 Edt. Progreso).
En este conflicto universitario, tanto Fetrauve, Fenastrauv y Fenasimpres, la burocracia
sindical, han actuado como un solo bloque de contención a la movilización de los
trabajadores/trabajadoras, buscando por esa vía “fortalecer” la gestión ministerial de Ramírez,
ocultando su mala gestión. Con ello, han evitado que un importante número de
trabajadores/trabajadoras se incorporen al conflicto universitario, restándole mayor
contundencia. Ese es el triste papel, que la burocracia gubernamental, el ministro, le ha
asignado a esa retrograda dirigencia sindical, que hoy los trabajadores/trabajadoras
universitarias comienzan a ver con desprecio. El mismo con que Lenin apreciaba a sus
funcionarios/funcionarias burocratizadas: "El 5 de Mayo de 1918 todavía no se planteaba ante
2. nosotros el problema del burocratismo (...) aún no sentíamos esa plaga. Pasó un año, en
Marzo de 1919, se aprueba un nuevo programa del Partido (...) hablamos ya del renacimiento
parcial del burocratismo dentro del régimen soviético. Pasaron dos años más. En la primavera
de 1921 ya apreciamos esta plaga con mayor claridad y precisión, ya se alza más amenazante
ante nosotros” . (V. I. Lenin, del" Impuesto en Especie" -Mayo 1921- (Obras Completas. T.43
edt. Progreso). Lenin era duro con el burocratismo, solo que el destino le impidió
desencadenar la su ira contra el burocratismo que preparaba para el XII Congreso al que no
pudo ni tan siquiera asistir, su muerte abrió los cauces que reforzaron esa deformación del
estado revolucionario en formación. A diferencia de la Rusia Revolucionaria, por fortuna
contamos con la presencia del Camarada Presidente, Hugo Chávez, quien goza de buena
salud. Al igual que Lenin, está consciente del grave peligro que representa el burocratismo:
“Uno de los enemigos más graves no es la oposición enloquecida que bastante daño hace, que
bastante poder tiene; no es ese, ni el imperio. Es el burocratismo. Sé que como valor agregado
a estos esfuerzos y especialmente para los venezolanos, es un logro, la derrota al
burocratismo…”( Hugo Chávez Frías durante la clausura de la X Sesión de la Comisión
Intergubernamental Cuba- Venezuela, 12-12-2009).
Así como a los trabajadores/trabajadoras universitarias les ha tocado lidiar contra la
burocracia gubernamental y sindical, de la misma manera les ha tocado enfrentar a las
autoridades universitarias y en especial a la oligarquía profesoral. Estos actores del conflicto
han mantenido una conducta muy similar a la adoptada por el ministro universitario,
inicialmente, de pleno apoyo a los trabajadores/trabajadoras en conflicto ya que su lucha
estaba dirigida contra el Gobierno Revolucionario quien les incumplió todas las Actas de
Acuerdo suscritas el año pasado, durante el ministerio de Luis Acuña. En el momento en que
los sindicatos clasistas comenzaron a exigirles, a lo interno de las universidades, que rindieran
cuentas al país sobre los destinos de los recursos presupuestarios que el pueblo les envía para
su funcionamiento, cambian de postura y se plantean la posibilidad de sanciones contra los
trabajadores/trabajadoras en lucha por sus derechos laborales, solo que en la medición de
fuerzas se percatan que la incorporación de la clase trabajadora a la lucha es casi plena y eso
los lleva a retroceder en sus pretensiones de abortar el conflicto universitario desde el seno de
las universidades. Tan de reaccionaria fue su postura que, en el caso de la UCV, la rectora
Arocha se plantea el desconocimiento de la dirigencia del SinatraUCV, aludiendo que el
camarada Eduardo Sánchez no es trabajador activo de la institución, desconociendo así, una
decisión previa por ella asumida de reengancharlo.
Hoy, las autoridades universitarias se encuentran en condición de minusvalía
institucional, sus fechorías y malos manejos del presupuesto universitario los han colocado
ante la opinión pública en situación de sospecha, su negativa a rendirles cuentas al país
reafirma esa percepción, ya generalizada. Por otro lado, los estudiantes quien en el fondo
serían los más afectados por este conflicto, han dado muestras suficientes de madurez, no
dejándose manipular por determinadas autoridades que han pretendido utilizarlos como
esquiroles contra la clase trabajadora; en fin de cuentas, hasta esta fecha, sin estar en lucha,
se han visto beneficiados con la aprobación de importantes recursos, en los créditos
adicionales, para sus providencias estudiantiles, becas y preparadurías. Los hechos, hasta el
presente, han neutralizado la posibilidad de que las autoridades universitarias se conviertan en
3. los verdugos de la clase trabajadora universitaria, en lucha por sus reivindicaciones y derechos
laborales. La imposibilidad de enfrentarlos, y a la vez, también al ministro universitario, ha
pulverizado dicha pretensión, no quedándole otra postura sino manifestar un apoyo “a medias”
a los trabajadores/trabajadoras en lucha. Te apoyo cuando protestas en las calles, pero te
cuestiono cuando lo haces a lo interno de las universidades, un sí pero no, en definitiva, es en
lo que se resume la postura de las autoridades universitarias. Mientras que los
profesores/profesoras, ante su debilidad de poder movilizarse en defensa de sus derechos
laborales, han optado por un apoyo pasivo a los trabajadores/trabajadoras en lucha, total,
argumentan, lo que ellos logren se nos hará extensivo, así de cómodo piensan muchos/muchas
profesoras.
Quienes no tienen agendas ocultas son los sindicatos agrupados en Fetrauniversitarios,
que han sabido interpretar el sentimiento generalizado entre los trabajadores/trabajadoras
universitarias, de luchar por mejores condiciones de vida. Han dictado cátedra de conducción
sindical, mediante la realización de asambleas permanentes; concretando la unidad en la
acción, respetando la autonomía y las diferencias ideológicas existentes entre la dirigencia de
los distintos sindicatos. Incorporando, incluso, camaradas de sindicatos afiliados a los
sindicatos agentes del ministro, que comienzan a cuestionar esa dirigencia cetevista con
camiseta roja rojita. Se trata de una dirigencia como la definiera el revolucionario ruso León
Trotski: “El sindicato es una organización amplia y abarca a las amplias masas. “Cuanto más
amplias son las masas que abarca, más se acerca el sindicato al cumplimiento de sus
objetivos” (Los sindicatos ante la embestida económica de la contrarrevolución Trotsky,
Escritos, Tomo IV-2). Sí, de una dirigencia que ha sido consecuente con los objetivos de la
organización sindical y más allá, ya que en este conflicto no ha dejado de pronunciarse sobre
un tema crucial para la vida de las universidades, su Transformación y puesta a tono con los
objetivos planteados en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, Primer Plan Socialista de la
Nación, 2007-2013, en el cual se plantea como objetivo a lograr en ese período de tiempo “la
construcción de una estructura social incluyente, formando una nueva sociedad de incluidos,
un nuevo modelo social, productivo, socialista, humanista, endógeno, donde todos vivamos en
similares condiciones rumbo a lo que decía Simón Bolívar: “La Suprema Felicidad Social”.
Por: Henry Escalante
Fecha de publicación: 03/11/10
henryesc@yahoo.es
Caracas, 03 de Noviembre de 2010