1. José Alonso Mallol, nacido en el Raval Roig de Alicante en 1893, fue uno de los fundadores del
histórico periódico alicantino El Luchador, presidente del primer sindicato de Estudiantes de la
provincia, Presidente del Ateneo y del Cículo de Bellas Artes, Presidente de Izquierda
Republicana de la provincia de Alicante, Gobernador Civil de Asturias y de Sevilla entre octubre
de 1931 y septiembre de 1933, Director general de los consulados de España en el norte de
África hasta 1938 con la misión de intentar sublevar a las tribus indígenas rifeñas -vivero de
mercenarios para el ejército rebelde-.
Fue espía de los aliados, luchador antifascista y representante de la JARE en Casablanca,
puesto desde el que logró salvar la vida de más de cuatro mil españoles, a riesgo de perder
la suya al ser detenido por la Francia de Vichy para ser entregado a la España de Franco.
Afortunadamente no llegó a ser entregado -en parte gracias a sus contactos con los aliados-
y se exilió posteriormente en México junto a Carlos Esplá, donde finalizan sus días.
José Alonso Mallol era masón, igual que Carlos Esplá, y fue miembro de la Logia Constante Alona
de Alicante, donde tuvo una larga continuidad de pertenencia.
Antonio Rico Cabot, más conocido en nuestra ciudad como el Doctor Rico, es uno de los
personajes más importantes y altruistas de la historia de Alicante.
Nació el 12 de julio de 1866 en Alicante, en la céntrica calle de Jerusalen. Se marchó a
vivir a Madrid cuando obtuvo la cátedra de Medina y Cirujía, pero al poco tiempo tuvo que
abandonarla por su fragil salud, azotada por problemas cardíacos, bronconeumonías y
hemoptisis.
Médico republicano y comprometido, tuvo entre sus discípulos a personajes de la talla de Carlos Esplá y José
Alonso Mallol, hizo de su profesión un milagro atendiendo a cientos de pacientes de forma gratuita y pagando de
su propio bolsillo los medicamentos.
Esa doble vida de galeno y al mismo tiempo enfermo respiratorio, se erigió en promotora del mayor logro humano
y social de este hombre: la idea de convertir el Tossal y el cerro en el que se asentaba el Castillo de San
Fernando en el segundo pulmón que Alicante necesitaba, junto con el Monte Benacantill.
Desde su cargo como edil en el Ayuntamiento, presentó la moción para llevar a cabo la compra de los terrenos
del primero y repoblarlo de pinos. Como no había dinero suficiente en las arcas municipales, ideó "que los treinta
y tres concejales actuales puedan afrontar cada uno mil pesetas, diez mil el señor alcalde y el resto que se saque
de donde pueda...". La compra de las cuatro quintas partes del monte y fortaleza se efectuó "para destinarlo a
parque y fomento de arbolado".
Un día de abril de 1927, con 61 años de edad, salía de visitar a un paciente en la calle de Bazán cuando cayó sin
sentido al suelo, y tras ser trasladado a la Casa de Socorro, ingresó allí cadáver. Fue enterrado en el Cementerio
Civil, cuadro 9, fila 5, núm 26. No hubo sacerdotes en su funeral. Él mismo lo quiso así. Su muerte fue fiel a su
vida: falleció atendiendo a los demás.
Ese mismo año, se rotuló la calle con su nombre, hoy llamada Calle García Morato.
Y en 1930, el ilustre escultor Daniel Bañuls, levantó un busto en su honor en el
parque que llevaba su nombre. "Doctor Rico". Allí, en la parte frontal, podía leerse:
"LA VENERACIÓN Y GRATITUD DE ALICANTE DEDICAN ESTA OFRENDA AL DR. RICO.
ABRIL 1930"
Pero llegó la Guerra Civil. En 1939, las nuevas autoridades franquistas no le perdonaron su republicanismo y su
laicismo, a pesar del bien que hizo por sus pacientes y por el Tossal. Cambiaron el nombre del parque por Parque
Ruiz de Alda (entre otras cosas, co-fundador de la falange) y retiraron su busto. Con dicha nomenclatura
franquista continúa hoy en día, en pleno siglo XXI.
En la década de los 70, el Ayuntamiento de entonces puso de nuevo la estatua en su querido Tossal y rotuló la
actual avenida que lleva su nombre.