1. ¿ Y qué estamos haciendo?
En los últimos días, por algunos corrillos; hablando y conversando con distintas personas,
hemos sacado importantes conclusiones acerca de la crisis generalizada de nuestros valores
humanos.
Ante estas premisas, conviene preguntarnos: ¿y qué estamos haciendo? Al parecer, dejando
que todo sigue igual o peor, cuando nuestra democracia se deteriora más y más; sin antes,
tener respuestas a un sinnúmero de necesidades.
Es hora que, nosotros como académicos, empecemos a “tocarnos “en busca de obtener
algunos elementos valederos, para delinear acciones de carácter sociocultural en donde por lo
general, no incida cosificación alguna que, nos conduzca al abismo o al caos.
Esas situaciones atrofiantes son las que no queremos que nos afecten. Resulta bastante difícil
creer que, las soluciones están por llegar prontamente. Porque, no tenemos conductores
ciudadanos que se involucren en los distintos conflictos sociales. Es deber de todos, pero,
esencialmente, de los docentes, para que desde las aulas escolares hagan su trabajo. La
Universidad, pública o privada; los escritores, los poetas, los políticos profesionales y hasta los
empleados públicos: meterse en el cuento.
Lo más aberrante de todo: la corrupción, ese mal de nunca acabar en nuestra sociedad. Pero,
no podemos desconocer por ningún motivo: la falta de una dirigencia política. Entonces, ante
esa razón, hay que actuar con acción política quienes estamos involucrados en la “dirigencia
ciudadana o civilista”. Sin este accionar, Córdoba, como departamento que se apresta
conmemorare sus 60 años de creado, jamás podrá ver cifrado un desarrollo humano integral.
Ese que anhelamos.