2. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la
verdad (1ª Tim 2,4).
Nos envió a Jesús para que tengamos vida en abundancia (Jn 10, 10).
¡DIOS QUIERE
DARNOS SU
GRACIA,
ÉL QUIERE
DARNOS SU
ESPÍRITU!
3. PERO…
…La libertad es el don más grande que Dios nos ha hecho. Somos
libres de aceptar su salvación, su gracia, su Espíritu Santo o rechazarlo.
4. ¿Qué es el pecado?
• Es decir NO a Dios.
• Es errar en blanco (hebreo)
• Pecus = animal. Es atentar contra el hermano o
simplemente “pasar” de él: “Estuve hambriento y no me
dieron de comer...” (Mt. 25)
• Es dar la espalda a Dios para adorar ídolos
• Es atentar contra el Reino de justicia vida, paz y amor y
contra todos los que trabajan por él.
7. EFECTOS DEL
PECADO
1. Destruye el plan de Dios.
2. Impide crecer como personas, pues va esclavizando en pasiones y vicios.
3. Merma nuestra autoestima. Nos hace volvernos superficiales.
4. Crea costumbre.
5. Deshumaniza: “El hombre es el lobo del hombre”.
6. Rompe el equilibrio y la armonía interior creando luchas interiores.
7. Crea rupturas con daño al prójimo a nivel familiar ambiental, social...
8. Crea vacío, pérdida del sentido de la vida, desesperanza, soledad. Sobre
todo tristeza (desolación) porque Dios retira su consuelo, su visto bueno.
8. Estrategias contra el pecado
(Recomendaciones
de san Ignacio de Loyola
para luchar contra
el mal espíritu
y la desolación
que él nos produce)
9. San Ignacio habla de dos fuerzas espirituales
que nos están influyendo cotidianamente
•la fuerza de Dios que
nos atrae hacia Él por
medio de
CONSOLACIÓN.
•La Consolación es gozo,
alegría y paz, ganas de
amar. Genera confianza,
liberación del miedo.
•La fuerza del enemigo,
del mal espíritu que
nos genera
DESOLACIÓN.
•La Desolación es
desánimo, pesimismo,
miedo, perdida de
esperanza y de amor.
10. Sexta. Dado que en la
desolación no debemos
mudar los primeros
propósitos, mucho
aprovecha el intenso
mudarse contra la misma
desolación, así como es en
instar más en la oración,
meditación, en mucho
examinar y en alargarnos
en algún modo conveniente
de hacer penitencia.
1a. Estrategia:
Todo lo que ayude a
crecer en nuestra
relación con Dios:
Oración,
sacramentos, lectura
de los Evangelios,
lectura espiritual,
sana penitencia,
disposición al
servicio, fidelidad en
la amistad,
humildad en el
trato…
11. Decima. El que está en
consolación piense cómo se
hallará en la desolación que
después vendrá, tomando nuevas
fuerzas para entonces.
2ª Estrategia:
Vivir nuestra
cruz de cada
día con
esperanza.
Recordar la
acción de Dios
en mi pasado
12. Quinta: En tiempo de desolación
nunca hacer mudanza, mas estar
firme y constante en los
propósitos y determinación en que
estaba el día antecedente a la
desolación, o en la determinación
en que estaba en la antecedente
consolación. Porque, así como en
la consolación nos guía y
aconseja el buen espíritu, así en
la desolación el malo, con cuyos
consejos no podemos tomar
camino para acertar.
3ª. Estrategia:
No
tomar
decisiones
13. Decimasegunda. El enemigo se hace como mujer
en ser flaco por fuerza y fuerte de grado. Porque,
así como es propio de la mujer, cuando riñe con
algún varón, perder ánimo, dando huida cuando
el hombre le muestra mucho rostro; y por el
contrario, si el varón comienza a huir perdiendo
ánimo, la ira, la venganza y la ferocidad de la
mujer es muy crecida y tan sin mesura; de la
misma manera es propio del enemigo
enflaquecerse y perder ánimo, dando huida a sus
tentaciones cuando la persona que se ejercita
en las cosas espirituales pone mucho rostro
contra las tentaciones del enemigo…
4ª. Estrategia:
Ponerle
“mucho
rostro”, es
decir, ser
valientes
14. Decimasegunda. …haciendo el
“opósito per diámetrum” (lo
diametralmente opuesto); y
por el contrario, si la persona
que se ejercita comienza a
tener temor y perder ánimo en
sufrir las tentaciones, no hay
bestia tan fiera sobre la haz de
la tierra como el enemigo de
natura humana en prosecución
de su dañada intención con tan
crecida malicia.
5ª. Estrategia:
Hacer lo
contrario a lo
que sugiere el
demonio.
15. Decimatercera. Asimismo se hace como vano
enamorado en querer ser secreto y no
descubierto. Porque, así como el hombre, que,
hablando a mala parte, requiere a una hija de
un buen padre o a una mujer de buen marido,
quiere que sus palabras y sugerencias sean
secretas; y el contrario la displace mucho,
cuando la hija al padre o la mujer al marido
descubre vanas palabras e intención
depravada, porque fácilmente se percata de
que no podrá salir con la empresa comenzada:
de la misma manera, cuando el enemigo de
natura humana trae sus astucias y sugerencias
a la ánima justa, quiere y desea que sean
recibidas y tenidas en secreto; mas cuando las
descubre a su buen confesor, o a otra persona
espiritual que conozca sus engaños y malicias,
mucho le pesa; porque colige que no podrá
salir con su malicia comenzada, en ser
descubiertos sus engaños manifiestos.
6ª. Estrategia:
No mantener
asuntos en
secreto, sino
hablarlo con
alguien de
densidad
espiritual o
acudir a
dirección
espiritual.
16. Decimacuarta. Asimismo se hace
como un caudillo, para vencer y
robar lo que desea; porque así
como un capitán y caudillo del
campo, asentado su real y mirando
las fuerzas o disposición de un
castillo, le combate por la parte
más flaca, de la misma manera el
enemigo de natura humana,
rodeado, mira en torno todas
nuestras virtudes teologales,
cardinales, y morales, y por donde
nos halla más flacos y más
necesitados para nuestra salud
eterna, por allí nos bate y procura
tomarnos.
7ª. Estrategia:
Abrir espacios
para conocerme,
para detectar mi
lado débil.
Autoconocimien
to y autoestima
son necesarios
para crecer en
mi vida
espiritual.
17. 1. Pecado no es sólo lo que hacemos
sino lo mucho que dejamos de hacer.
Pecamos por omisión.
2. Pecado es no amar, o no amar lo
suficiente. Siempre podemos amar más,
tenemos que amar “como yo los he
amado”...
3. Porque Cristo nos invitó a llevar
nuestra aventura hasta el extremo: “Sean
misericordiosos como su Padre del cielo
es misericordioso” (Lc 6, 36).
Vivir en actitud de Conversión (dar
un giro hacia el Reino, hacia Dios y
los hermanos):
18. CONFIAR EN DIOS
El no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas. Pedirle fuerzas.
“No nos dejes caer en tentación”… Confiar en su gracia: su misericordia está por
encima de todo.
Recordar que “Donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia” (Rom 5,20).
Dios saca crecimiento hasta de nuestras debilidades. Por eso, llevar con dignidad
nuestras limitaciones.
20. PARA TRABAJAR EN
LOS GRUPOS:
1. ¿Qué me parecieron las
estrategias contra el
pecado?
2. ¿Cuál puedo empezar a
implementar desde hoy en
mi vida espiritual?