1. Ciències de la Terra i del medi ambient<br />Textos complementaris referents al concepte de ciència<br />1) <<En la era moderna se siente un gran aprecio por la ciencia. Aparentemente existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Cuando a alguna afirmación, razonamiento o investigación se le denomina quot;
científicoquot;
, se pretende dar a entender que tiene algún tipo de mérito o una clase especial de fiabilidad.(...) Tenemos muchísimas pruebas procedentes de la vida cotidiana de que se tiene en gran consideración a la ciencia, a pesar de que haya cierto desencanto con respecto a ella debido a las consecuencias de las que se le hace responsable, tales como las bombas de hidrógeno y la contaminación. Los anuncios publicitarios afirman con frecuencia que se ha mostrado científicamente que determinado producto es más blanco, más potente, más atractivo sexualmente o de alguna manera preferible a los productos rivales>>. Alan F. Chalmers [1982]: ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Siglo XXI editores SA.<br />2) <<Mirar hacia afuera, observar la realidad, es a menudo duro, desagradable. La realidad es increíblemente compleja e imprevisible. Para vivir debemos construirnos esquemas mentales, explicaciones simplificadas del mundo. El científico hace lo mismo. A partir de la observación construye una teoría y esto le ayuda a orientarse en medio de los hechos. Pero luego llega el día en que los hechos no se adaptan más al esquema, lo desmienten. Y entonces debe abandonar su conclusión, volver a la incertidumbre, y no es placentero.(...) Toda diferencia, toda cosa extraña, nos hiere, pero nos obliga a entender, a pensar y nos enriquecemos. Yo no creo que debamos renunciar a nuestra seguridad. Pero debemos tener siempre en claro el conocimiento de que el mundo es infinitamente más rico y mutable que la pobre representación que nos hacemos de él.Si la humanidad dependiera de la opinión de los grupos, de las academias y de las asociaciones interesadas para lograr su progreso, no habría adelantado mucho.No obstante hay un campo que parece ser la excepción. El de la ciencia. En esta esfera no existen jueces externos como en la literatura, en el cine o en el arte. No existen charlatanes que se dirijan al público. Aquí el juicio sigue perteneciendo a los que se dedican a ese trabajo, a los propios científicos. Los científicos son las únicas personas autorizadas a tomar decisiones referidas a la ciencia.Es conocido el rigor con el que actúan las asociaciones científicas. Las más prestigiosas revistas de medicina, de química o de física, tienen comités de redacción extremadamente severos que no publican un artículo que no responda a rígidos criterios de autenticidad. (...) Los científicos modernos están obligados a publicar y difundir los resultados obtenidos sin esconder nada, sin deformar nada y de manera tal que los demás puedan repetir sus experimentos. Nadie puede emitir un juicio definitivo sobre sus trabajos hasta que toda la comunidad internacional realice esta verificación. Y en la ciencia moderna, la verificación finalmente es siempre empírica, experimental. Habrá muchísimos que podrán refutar el experimento o defenderlo. La realidad, la dura respuesta de los hechos, es la que, en última instancia, decide quién tiene razón y quién está errado. Cómo en el deporte, precisamente. Allí poco cuenta la habilidad oratoria o la manipulación.(...) La ciencia moderna alimenta a la tecnología, cada descubrimiento tiene una aplicación práctica. Las empresas siguen con ojo atento el desarrollo científico, lo favorecen, lo promueven y están siempre dispuestas a sacar partido de los resultados. Si bien no hay un quot;
mercadoquot;
para las ideas científicas, hay un floreciente quot;
mercadoquot;
para sus aplicaciones. (...) Por consiguiente, también en el caso de la ciencia, los que salvan el progreso son los quot;
lejanosquot;
. O los científicos lejanos geográficamente a quienes no les importan en modo alguno las disputas de una comunidad científca en particular, o los operadores económicos y financieros que tienen finalidades completamente distintas. Y, justamente por eso, son buenos garantes de la objetividad>>.Francesco Alberoni [1991, 1995] - paràgrafs extrets del llibres: 1) Los envidiosos - 2) El optimismo (Ed. Gedisa)<br />3) <<En la etapa actual de la historia de la humanidad, cercano ya el final de un siglo vertiginoso, el mundo occidental y desarrollado adora y mitifica a un nuevo becerro dorado: la ciencia.Esta moderna divinidad posee, como todo ente superior, una serie de atributos y cualidades quot;
sobrehumanasquot;
. La infalibilidad, la objetividad y la neutralidad son algunas de ellas. La población, en su ignorancia, posee una fe ciega y total en todo aquello que emana de la ciencia, es decir en todo lo que quot;
es científicoquot;
.(...) En los últimos períodos temporales, la humanidad está viviendo un proceso de cataclismos locales de diferente grado de intensidad que han hecho dudar de su fé científica a sectores relativamente importantes de la población. El hambre y la muerte asolan determinadas zonas del planeta (las llamadas eufemísticamente: quot;
zonas del tercer mundoquot;
), el sustrato vegetal y la capa atmosférica sufren, asimismo, un deterioro alarmante. Los científicos, en general, han olvidado estos problemas acuciantes. Lejos de aplacar a la divinidad y buscar soluciones al deterioro de la vida, están entregados a sofisticados estudios de nuevos instrumentos de destrucción.En el estado actual de las cosas, voces del pueblo (...) postulan que la ciencia no es exactamente una religión, sino un patrimonio cultural accesible al entendimiento de cualquier ciudadano.(...) Porque quot;
conocerquot;
no es sólo retener temporalmente un amasijo de nociones anecdóticas o enciclopédicas para quot;
regurgitarlasquot;
como solicita la enseñanza actual. quot;
Saberquot;
, es ante todo ser capaz de utilizar lo que se ha aprendido, movilizándolo para resolver un problema o clarificar una solución, mientras que la enseñanza actual impone la pasividad y el aburrimiento, y el alumno, lejos de encontrarse motivado (a falta de vocación), se apresura a olvidarlo todo en cuanto aprueba el examen.Saber es poder construir modelos, es combinar conceptos que pertenecen a disciplinas diferentes, mientras los medios de comunicación continúan transmitiendo sólo conocimientos factuales y desperdigados.Saber, es ser actor de la propia formación; es poder situarse en un proceso de formación permanente que no se limita a la escuela, y en el que los diversos medios de comunicación ocupan un lugar privilegiado.(...) Este es el verdadero problema que se nos plantea hoy si buscamos una enseñanza de calidad: los conocimientos serán movilizables y remodelables para hacer frente al cambio constante del mundo actual y a sus exigencias, siempre que no sean memorizados para un examen, igualmente anticuado en su forma, sino funcionales, y todo ello, ... desarrollado desde la escuela.(...) quot;
Los jóvenes de hoy día aman el lujo, están mal educados, desprecian la autoridad, no tienen ningún respeto por los mayores y charlan en lugar de trabajarquot;
. Sócrates (470-399 a. de C.)>>A. Giordan, G. de Vecchi [1988]: Los orígenes del saber (fragments de la introducció) Díada Editoras.<br />4) <<Las personas deberían ser capaces de plantear preguntas críticas sobre la necesidad de experimentar con animales vivos, sobre las razones por las que los automóviles duran tan poco tiempo, sobre los costes y los riesgos de la energía nuclear, sobre el quot;
efecto invernaderoquot;
y el quot;
agujero de la capa de ozonoquot;
, sobre los argumentos esgrimidos por las grandes compañías farmacéuticas para cobrar por sus fármacos de quot;
marcaquot;
diez veces más de lo que cuestan sus equivalentes quot;
genéricosquot;
para que la gente tenga alguna sensación de control sobre estos asuntos, necesitan ser capaces de formular buenas preguntas y de detectar malas respuestas.Quizá esto sea de lo más esencial en el ámbito médico, donde necesitamos saber lo suficiente para tomar decisiones fundamentadas sobre nuestra propia salud en base a la información que los médicos puedan ofrecer>>. G. Claxton [1991] Educar mentes curiosas.Visor Distribuciones SA<br />