7. Tiene una pequeña embarcación que puede contener
solamente un pequeño compañero.
8. Aquí se pone el dilema: ¿cómo podrá llevar al otro
lado del río sus tres “compañeros”, pero cuidando
de no dejar nunca solos la oveja con la col, y el lobo
con la oveja?
9. Hay un viaje, símbolo por
excelencia de la vida, de la
vida como aventura,
éxodo, peregrinación hacia
lo desconocido, como
llamada.
10. En fondo, hacia un futuro que es siempre para
descubrir que es iluminado por la fe.
11. En nuestra historia hay un hombrecito con algunos
compañeros juntados; compañeros no elegidos, así como
pasa normalmente en la vida.
12. Con su diversidad hacen el viaje enriquecedor, ayudan de
cualquier manera a realizar el recorrido hacia la personal
identidad y vocación.
13. El viaje es el camino
vocacional, camino que
se hace juntos.
14. Luego está el río, que representa las dificultades
de la vida y de la búsqueda de sí mismo, sus
pruebas, sus desafíos, las provocaciones de la fe.
16. El río, pues, es la adversidad
natural de un camino vocacional;
la historia nos dice que también
esta adversidad no se supera
solitos.
17. Hay también un barquito; representa la posible solución a
os problemas y a los desafíos de la vida. El barquito es
muy pequeño, y obliga a tomar decisiones precisas que no
sean peligrosas, y que privilegian la relación personal, pide
un tiempo prolongado.
19. El camino vocacional,
pues, no se hace crucero,
servidos cómodamente,
sino es una búsqueda
fatigosa y a veces
dramática a veces de la
propia ruta.
20. Están, luego, el lobo, la
oveja, y la col y el
hombrecito. Ellos pueden
representar las propuestas
vocacionales y sus
protagonistas.
21. El lobo y la oveja nos pueden recordar a dos
figuras alternativas de jóvenes actuales.
22. Algunos de ellos, los lobos,
están llenos de miedo y
terriblemente inseguros adentro,
pero no pueden manifestarlo, y
entonces se ponen la mascara de
violentos, agresivos, y si están
en grupo, deben hacer la parte
correspondiente para no ser
echados del grupo.
23. Otros, las ovejas, están
siempre dominados por el
temor y la inseguridad
adentro, pero la disfrazan
exhibiendo externamente
docilidad y deferencia,
sumisión hacia quienes les
da inseguridad y estima. Es
el fenómeno del neo-
borreguismo
24. Son dos versiones de la
misma realidad
intrapsíquica. Todo eso
provoca una cierta reacción
en relación a la propuesta
vocacional; reacción que no
siempre el animador
vocacional interpreta en
modo correcto.
25. Delante de los chicos y jóvenes, por ejemplo, que hacen
la parte del lobo, y que ponen la careta de la agresividad
y violencia, delante y frente a una propuesta vocacional,
normalmente el animador huye y se espanta.
26. Tomamos aquel grito agresivo
como un signo evidente de que
no es el caso de insistir y que
no vale la pena hacer alguna
propuesta vocacional.
28. Ahí están las ovejas,
aquellos buenos-dóciles,
aquellos que toda mamá
quisiera como hijos y que
parecen disponibles, a
cualquier propuesta
vocacional.
29. Dicen siempre que sí, y su disposición a la obediencia y
sumisión, es interpretada como buena señal de
disponibilidad al proyecto de Dios. Con las sorpresas que
conocemos muy bien los promotores vocacionales.
30. Y está también la col, que
aparentemente no lleva mucha
importancia, sin embargo puede
ser la solución del problema. Es
la comida de la oveja, pero no
significa nada para el lobo;
parece que está allí a indicarnos
que sería necia una pastoral
vocacional igual para todos, que
quisiera servir el mismo menú a
cualquiera.
31. Está el hombre, este simpático acompañante que
se encuentra en el medio de un problema que
parece sin solución y que no se da por vencido
hasta conseguir hacer pasar a los 3 amigos, sin
sacrificar ninguno de ellos.
32. Llega a su propósito porque conoce y sabe leer las
diversas realidades de los tres, sabe ponerlos en
relación, respetando su carácter y su naturaleza. Es el
inteligente animador vocacional, aquel que sabe
acompañar el viaje de sus amigos, para que todos pasen
el río, y para que todos sigan el viaje juntos.
34. La propuesta vocacional es para todos,
ovejas y lobos.
“Hace falta sembrar
siempre, doquiera, en el
corazón de todos, sin
ninguna preferencia o
excepción”, la semilla
vocacional.
35. La propuesta vocacional es para todos, porque
todo ser humano es portador de un proyecto
pensado por Dios; proyecto que tiene el deber de
descubrir y el derecho de ser ayudado a
descubrir.
36. No existe joven que no sea interesado, más allá
de las apariencias contrarias de ciertos casos a
comprender y orientar su futuro.
37. A cada uno, luego
corresponde la
responsabilidad, de la
respuesta, sin embargo
antes que nada a todos es
dirigida la propuesta de la
verdad, o de un camino que
lleva a la verdad de sí
mismo.
38. El acompañamiento vocacional, entonces, no
puede continuar a ser una prestación
extraordinaria, sino, -al menos idealmente- debe
llegar a ser un praxis normal.
39. Porque no nace de
nuestros intereses o de
nuestros miedos, sino
de la conciencia de
deber llevar un servicio
en el interés de aquellos
que el Padre nos ha
confiado, para que
“nadie se pierda”
41. La… “Pastoral de la Col”
La segunda enseñanza que nos
llega de la historieta es que
estamos viviendo un tiempo de
propuestas valientes, incisivas,
cercanas a la persona, insertas en
el tiempo en el que vivimos y en
el camino de la Iglesia que ya
vive el tercer milenio.
42. No podemos, pues, pensar ya
con aquel tipo de pastoral que
podríamos definir como “ la
pastoral de la col”
Es la pastoral repetitiva, sin
pasión ni originalidad, que
piensa ingenuamente que basta
hacer como siempre.
43. La pastoral de las vocaciones hoy
exige, de un lado, repensar con
creatividad contenidos y
métodos, elaborando nuevas
formas de comunión y
estrategias de intervención,
tratando de penetrar de modo
eficaz el difícil y misterioso
mundo de los jóvenes
contemporáneos.
44. Es indispensable continuar en el proceso ya iniciado
de insertar a pleno titulo la pastoral vocacional en la
pastoral ordinaria, recordando con valentía y
determinación a toda la Iglesia que “la pastoral
vocacional es la vocación de la pastoral”, y que la
vocación
45. No solamente animador.
En fin, la historia nos dice que
hacen falta “hombrecitos”
tenaces y pacientes, sencillos y
auténticos.
El hombrecito acompañador que
se exige pasar a todos.
46. Hubiera sido mas sencillo hacer un único viaje y
sacrificar a alguien, prefiriendo salvar, a lo mejor,
la humilde ovejita.
47. Este hombrecito se afana y
emplea toda su pasión y
capacidad para que todos
tengan las mismas
oportunidades. No es un
simple facilitador, sino que
acompaña, promueve,
prevé y provee, proyecta y
realiza.
48. Así como también el animador vocacional con
puede ser un sencillo “promotor vocacional”,
demasiado poco.
49. A parte lo ambiguo y
genérico del termino (hay
también promotores de
turismo), promover y
animar quiere decir, dar
nuevas energías a algo
que ya existe, o sea
organizar lo existente…
50. Pero en nuestro contexto actual el problema es más
radical: se trata de educar en la fe y formar lentamente en
la capacidad de hacer una opción de vida, partiendo a
veces de la nada o del vacío.
El mismo animador vocacional debería llegar a ser
siempre más el educador de la fe y el formador de las
vocaciones.
51. Todas las vocaciones.
Este punto es en verdad una consecuencia de lo anterior. Si la
comunidad cristiana es objeto de la pastoral vocacional, y dentro de
ella todos son llamados, entonces es evidente que una autentica
pastoral de las vocaciones se pone al servicio de la variedad de
vocaciones suscitadas en ella por el espíritu de Dios, que es la
maravillosa y creativa fantasía del Eterno.
52. Un “salto de calidad de la pastoral vocacional: “si un
tiempo la promoción vocacional se refería solamente o
sobre todo a algunas vocaciones, hoy se debe orientar
siempre más a la promoción de todas las vocaciones,
porque en la Iglesia del Señor o se crece juntos o no
crece nadie.
53. En realidad este es el
único modo de hacer
pastoral vocacional, o al
menos es lo que la hace
mas eficaz y esencial,
permitiendo luego de
llegar a las propuestas
más comprometidas y
especificas.
54. Se hace una llamada universal que llega a
todos, frente a la cual nadie, ni lobos ni
ovejas, puede decir que no está
interesado, porque esta es la verdad de la
vida para todos, nadie excluido.
55. Con esto, se establece el
principio fundamental
de la vocación, sobre el
cual cada uno hará sus
elecciones.
56. En concreto, cada uno
luego será libre de hacer su
opción, pero deberá
comprender y aceptar que
no es libre de pensarse
afuera de esta lógica.
La comunidad cristiana,
sólo será entonces, podrá
ser “regazo materno de
toda vocación”.