Los romanos fundaron la ciudad de Sevilla, llamada Hispalis, en el siglo I a.C. bajo Julio César. La ciudad creció rápidamente debido a su ubicación estratégica para el comercio por tierra y agua. Los romanos construyeron importantes estructuras como el Templo de Hércules, los acueductos de Carmona que traían agua pura a la ciudad, y viviendas para familias ricas descubiertas recientemente en el Antiquarium.
2. Introducción
La llegada de los romanos a Sevilla sucedió en el 206 a.C. Bajo las órdenes de
Escipión, el ejercito romano derrotó a los cartagineses que habitaban el lugar,
pero no se asentaron donde se encuentra la ciudad en la actualidad sino que
fundaron Itálica, concretamente en Santiponce, la cual en principio iba a ser una
villa de descanso de los soldados retirados. No sería hasta la época de Julio
César, que se fundaría la “Colonia Iulia Romula Hispalis”, porque el nombre de
su fundador era Julio, Romula es por Roma e Hispalis porque según la
mitología griega, fue Hispalo quien la levantó. Ese tipo de formulación de
nombres, era la habitual en aquella época para las colonias. Esta colonia creció
rápidamente gracias a su lugar estratégico tanto para el paso por tierra como
por agua. A mediados del siglo I a.C., Hispalis estaba amurallada y poseía un
foro donde hoy se halla la plaza de la Alfalfa. La ciudad tuvo un auge que la
convertiría en conventus iuridici de la Baetica tras la reorganización imperial.
4. Los habitantes autóctonos que vivieron en Hispalis, acogieron las costumbres
importadas por los romanos, entre ellas, las creencias religiosa; en un principio
eran considerados peregrinos (aunque más tarde se les reconocería como
ciudadanos) y muchos de ellos fueron esclavizados y usados para el trabajo de
los campos y para otras labores y con el paso de las generaciones fueron
perdiendo su cultura tradicional en beneficio de la cultura romana. Por su parte,
el clima y la localización, hicieron de esta ciudad un lugar idóneo donde muchas
familias patricias se afincaron, lo que sirvió para que Hispalis creciera y tuviese
muchos servicios tanto básicos como de entretenimiento.
Una de las construcciones habituales fueron los templos para la oración, el
templo de Hércules se erigía donde hoy se encuentra la calle Mármoles y de su
existencia tenemos constancia únicamente por las seis columnas que quedan,
dos de las cuales se encuentran en la Alameda de Hércules desde el año 1574
soportando una estatua del héroe griego y otra de Julio César, las cuales
todavía se pueden contemplar. Las tres columnas que se observan,
pertenecieron al pórtico del templo y según los cálculos estimados, éste debía
de tener alrededor de 20 metros de frente y unos 40 metros de fondo. Este
templo fue construido en el siglo de I a.C. en honor al propio Hércules. Este
honor es atribuido porque según la mitología griega, Hércules (Herakles) fue el
fundador de la ciudad, el cual en su décimo trabajo, navegó río arriba y
desembarcó en una isla fluvial, donde puso seis estacas de forma vertical,
marcando el punto donde debía erigirse una urbe en su honor y fue su propio
hijo, Hispalo, el que llevaría a cabo la labor.
6. “Los caños de Carmona” es el nombre por el que se conoce al acueducto que partía desde Alcalá de Guadaira y que traía agua
hasta Sevilla. Este acueducto, con distintas remodelaciones, estuvo en funcionamiento hasta hace apenas cien años, cuando lo
demolieron para expandir la ciudad. En la actualidad podemos encontrar varios tramos repartidos por distintas zonas de Sevilla.
El acueducto servía para abastecer a la ciudad de agua y se dice que traía el agua más pura que jamás se bebió en Sevilla,
puesto que provenía directamente de arroyos que por filtración en la roca. El trayecto del agua finalizaba en la Puerta de
Carmona (de ahí el nombre), donde habían unos depósitos que distribuían el agua por toda la ciudad. Pero como es de
suponer, los cinco mil litros cúbicos de agua que llegaban a diario, no se repartían de manera equitativa, sino que la mayor parte
del agua iba dirigida a las familias patricias y las instituciones religiosas. El resto del agua, era distribuida a fuentes públicas
para el consumo del resto de ciudadanos y no ciudadanos, y a los baños públicos donde se aseaban.
8. El Antiquarium es uno de los yacimientos romanos encontrados más
recientemente, ya que su hallazgo se remonta tan solo al inicio de las obras del
Metropol Parasol. El periodo al que corresponde el hallazgo está comprendido
desde el siglo I d.C. hasta el VI d.C. Aquí podemos encontrar los restos
arquitectónicos de varios edificios: la Casa Romana, la Casa de la Ninfa y la
Casa de Baco, así como un mural de tres metros en el Patio del Océano.
Cuenta además con la Casa de la Columna, que contiene el mosaico de la
medusa, la Casa de las Basas, la Casa del Sigma, la Casa de la Noria y el
Hospitium de los Delfines. En el antiquarium, además podemos encontrar una
fábrica de salazones, donde conservaban el pescado en salmuera, así como
restos de lamparas han indicado que también existía una fábrica de lámparas.
Las viviendas que se pueden ver aquí, pertenecieron a familias patricias, ya que
las viviendas de la plebe, siempre más pequeñas y de materiales menos
perdurables, son las que no desaparecieron con el paso de los años. Los
patricios que habitaban estas viviendas, poseían grandes territorios donde se
practicaba la agricultura y la ganadería, donde utilizaban mano de obra esclava
en su mayoría. Pero no pensemos que los esclavos eran usados únicamente
para desarrollar esas tareas, pues en aquella época, disponer de esclavos era
todo un lujo que además daba prestigio social y eran muchas las familias
patricias que tenían todo un séquito de esclavos donde podían encontrarse
incluso personas que poseían muchos conocimientos o estaban instruidas
como maestros, médicos, músicos... Además, ésta clase alta de los habitantes
de Hispalis, eran quienes tomaban las decisiones en los aspectos políticos y
ocupaban los cargos de mayor poder.