2. HIMNOS CRISTOLÓGICOS
Col 1,15-20
Para Pablo, todo esta en Cristo, incluso el ritmo de
nuestra vida; gestación, nacimiento, crecimiento, trabajo,
edad adulta, muerte. Todo tiene origen en Él.
Ef 1,3-14
3. Integrar es también cumplir y dar cumplimiento hasta el punto
de no dejar absolutamente nada incumplido y fragmentado
INTEGRAR
Activo Pasivo
Abrirse Dejarse hacer
Es un proceso
Cristo-céntrico
4. INTEGRAR
Es tener un centro, ser atraídas, dar sentido, reconciliar,
recapitular, cumplir llevar algo a su término natural o
impulsar hacia el máximo de sus posibilidades, unificar,
no excluir, no ocultar nada.
“NO ES ASUMIDO, NO ES REDIMIDO”
5. QUE RESPONDE A TRES NECESIDADES DEL SER HUMANO
Descubrir y dar sentido a la propia historia, pasada y presente y a la propia
persona.
Tener un centro de atracción para unificar en torno a Él las fuerzas vivas de
la afectividad.
Dar unidad y poner en movimiento todo el aparato psíquico, que le dé
fuerza y determinación para elegir y proyectar responsablemente la vida.
6. En el camino de la historia personal, no es posible borrar nada de la
historia ni de la persona; por el contrario se tiende a descubrir y a dar
sentido, a purificar y enriquecer, a dar nueva orientación y valorar al
máximo, incluso cuando debe decir que no, con esfuerzo, a algunas
pretensiones de su yo.
7. La cruz de Jesús es fuente de sentido y verdad. Ella proporciona
al hombre la certeza de ser amado, pero del mismo modo incita
a amar.
Nada como la cruz de Cristo puede dar sentido incluso a lo que
parece no tenerlo.
8. El centro en torno al cual la vida puede girar y ser atraída es un
centro de gravedad que atrae todo a sí, que da sentido y verdad,
color y calor a todo, que permite al joven y al adulto no tirar
nada de su existencia, es más poder “recoger” todos sus días,
incluso las migas para que no se pierda nada.
9. No es solamente escuchar la vida sino poner el corazón a la
escucha de la vida. Porque una fe sin historia (sin memoria) es
inevitablemente una fe pobre.
Habrá que comprender a Dios partiendo de nuestra propia vida,
y esta vida a partir de su guía.
10. La vida es don y como todos los dones, crea en quien lo recibe la
responsabilidad del propio don.
RESPONSABILIDAD: La responsabilidad nos permite entrar en la
lógica de la integración; de la vida, de la propia persona en torno
al centro vivo y palpitante que es Cristo con su cruz y
resurrección. Por tanto sentir y vivir ese don sólo como un
derecho es irresponsable.
11. El ser humano no es responsable o no puede ser totalmente
responsable de lo que ha ocurrido en su historia, o de las
consecuencias que un cierto pasado podría haber causado en él,
pero es responsable en todo caso de la actitud que adopta ahora
frente a ello.
No somos la fuente de la vida, sino que la vida misma la hemos
recibido de Él, a través de una cadena de simples mediaciones
humanas.
12. Tomar conciencia de lo sucedido y reconocer con valor que ese
hecho es parte de su vida y de su misterio, sin quitar nada.
Aprender a no gratificar y asumir las inconsistencias para superar
lo más posible las inmadureces personales que podrían derivarse de
ellas.
Ser responsable de la actitud que se asuma para consigo mismo y a
favor de los otros, incluso si con mi experiencia puedo ayudar.
13. Redactar el propio Vía-crucis, teniendo en cuenta que sólo los
pasos asumidos son redimidos y presentados al Señor en el
propio camino al calvario, a la cruz, a la RESURRECCIÓN.
¿Cómo puede el misterio de la cruz iluminar cada acontecimiento
y darle vida?
14. Hacer memoria es haber encontrado el hilo conductor que une entre
sí todos los fragmentos del vivir y cuyo cabo está firme en la mano de
Dios (la mano que hiere y cura, en cuya palma está diseñado el rostro
de cada una)
(Historia de la araña)
“Acuérdate del camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer
durante estos cuarenta años en el destierro” (Dt 8,2)
15. La fe se suelda con la esperanza, el pasado con el futuro, la
memoria con la espera, la gratitud con la responsabilidad.
16. ¿cómo hacer el ejercicio por escrito?
1.<hacer salir la verdad que hay en la formanda, su realidad más
profunda.
2. Reconocimiento p. 293
¿Cómo engranar aquí la historia de Israel?
La elección, la prueba, la caída, el sacrificio del hijo, la esclavitud,
la lucha, la liberación, el mar Rojo, el desierto, el maná, la tierra
prometida, el pecado, el exilio, la aliaza, etc.