En este manifiesto por el Día Escolar de la Paz y la No-Violencia, la autora expresa su esperanza de que algún día la violencia, la guerra, el terrorismo y los refugiados sean sustituidos por la paz, el diálogo y la hospitalidad. También espera que las familias sean lugares de amor y respeto, y que en las escuelas prevalezca la amistad y la tolerancia sobre el acoso y la envidia. Finalmente, hace un llamado a unir esperanzas y construir un mundo de libertad, igualdad