1. Algo que ofrecer
Teniendo algo para ofrecer a cambio, podrás tener cualquier cosa que desees. El camino
hacia un éxito duradero se recorre creando continuamente algo nuevo y valioso que uno
pueda ofrecer.
Estando concentrado en obtener, en conseguir, en tener, encontrarás mucha resistencia. Un
enfoque semejante hará que las metas que te propongas resulten prácticamente imposibles
de alcanzar.
Concéntrate en cambio en descubrir maneras de dar, de generar valor y de hacer que ese
valor real y pleno de sentido esté al alcance de los demás. Teniendo la vocación de
ofrendarte para los demás, las posibilidades de hacerlo no tendrán límites.
Mucha gente es, por naturaleza, sumamente egoísta, estando muy centrada en si misma.
¿Te das cuenta la increíble oportunidad que ello representa?
Ofreciendo a la gente lo que la gente desea, estarás listo para conseguir lo que sea que tú
desees. Trabaja para anticiparte a los intereses de los demás, y tus propios intereses se
desarrollarán muy fuertemente.
Observa el mundo que te rodea y pregúntate qué puedes ofrecer que pueda aportar valor a
ese momento y a esa situación. Responde esa pregunta y habrás descubierto cómo avanzar
rápidamente.