1. ¡Hola, buen Sebastián! ¡Qué sorpresa tu correo! ¡Grata sorpresa! y más la noticia que me
das: "seré ordenado de presbítero el proximo día 29". Esto me ha producido un alegrón
impresionante.
Claro que me acuerdo mucho de tí, de tus padres y de tus hermanos David y Mateo. No se
me olvida el detalle que tuviste de acudir al Seminario Santa María, junto con tu querida
madre, a despedirme en mi vuelta definitiva a mi diócesis. Guardo la foto de los tres
hermanos que me entregaste.
¡Qué cosas! ¡cómo pasa el tiempo! ¡todo llega, cuando se emprende con buen ánimo! y así
ha sido en tu caso y en tu persona.
Doy muchas gracias a Dios por tu Sacerdocio, un hijo de la Iglesia Sacerdote para la
Iglesia.
No hay duda de que el 29, día de San Pedro, estaré muy unido a tí. No será personalmente,
como bien comprendes, pero sí con el pensamiento y la oración.
De seguro que verás al Padre Froilán y al sobrino. Les darás de mi parte un gran abrazo. Me
acuerdo mucho de Doña Gertrudis, la mamá del Padre Froilán; fue muy buena y atenta para
conmigo.
No me viene ahora el nombre del Padre de Pambachupa, (aaayy ¡con la edad!), el que
sucedió al Padre Froilán. Le darás también mis saludos.
La semana en torno a San Pedro del año 1970 (¡43 años ya!), estaba de ejercicios
espirituales, previos para la ordenación de presbítero el 4 de julio de aquel año. Con tu
ordenación me vas a traer muchos recuerdos, momentos, personas, emociones de aquel
tiempo. Tú también los vas a vivir ahora.
Te deseo muchas bendiciones de lo alto.
Mi mamá sigue bien, dentro de lo que se puede esperar a su larga edad, cumplió los cien el
pasado mes de marzo. Lo celebró muy contenta rodeada de los hijos, nietos y biznietos y de
los que se han ido "pegando" en los casamientos con ellos. Ciertamente, pasamos un día
lindo.
Para poder estar con ella, me puso el Señor Obispo de canónigo en la catedral de Santo
Domingo de La Calzada (quizá puedas entrar en internet y ver algo), además de la atención
a dos pueblecitos rurales cercanos, con unas iglesias del siglo XII, pequeñas, pero muy
lindas. Acaba de restaurarlas la Consejería de Cultura del Gobierno de La Rioja, mi
provincia. Han quedado muy bien y para durar otros ochocientos años.
Un fuerte abrazo de quien no te olvida.
FELIX.-