2. Historia
Terminada la segunda guerra mundial, Ferruccio
Lamborghini, quién se había desempeñado en un
destacamento de transporte para el ejército
italiano, comenzó a comprar sobrantes de vehículos
militares para convertirlos en maquinaria agrícola.
Tal fue el éxito de su nuevo negocio que para
1960, Lamborghini ya era el tercer industrial italiano en el
sector de la construcción de maquinaria
agrícola, especialmente de tractores. Con las ganancias
obtenidas, Ferruccio empezó una vida
opulenta, adquiriendo algunas propiedades, y sobre todo
muchos coches deportivos como
Mercedes, Lancias, Maseratis y Ferraris.
3. Historia
Era un admirador de Enzo Ferrari por la forma en que
mantenía su empresa, pero siempre tuvo una dificultad:
Ferruccio tenía problemas mecánicos con sus Ferrari. El
motivo en particular, y la gota que colmó el vaso, fue el
embrague de su Ferrari 250 GTB. Tras numerosas
revisiones en el taller, todavía fallaba. Ferruccio decidió
comunicarlo a uno de sus mecánicos que tras desarmarlo
y verificar el mismo, descubrió que era el mismo que
utilizaba en sus tractores, claro que con un precio más alto
al estar en un automóvil deportivo, lo que le enfureció.
Cansado de tener que soportar estos
inconvenientes, entabló una conversación con el mismo
Enzo Ferrari que pasó a la historia.
5. Historia
A partir de esta curiosa discusión, el iracundo
propietario empezó a maquinar la idea de fabricar
automóviles deportivos para competir con Ferrari