para iniciarse en el cristianismo

1. Seminario Sur
Iglesia Presbiteriana Fundamentalista Bíblica
Chillán
Lección de
Catecúmenos
2007
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2. Esperamos en el Señor que quienes van
a utilizar estas citas bíblicas y
comentarios, los puedan entender y
aplicar mejor que quienes los compilamos
Alabado sea el nombre de nuestro Dios.
Israel Quezada, profesor del seminario de la iglesia Presb. Fund. Bíblica
Juan Villanueva, alumno del seminario sur, Chillán
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3. ¿EXISTE DIOS?
1.- Millones de personas abiertamente declaran que no creen en Dios. Muchos, diciéndose creyentes, viven
como si no hubiera Dios. Otros, aunque admiten la posible existencia de Dios, argumentan que no se ha
manifestado a los hombres. Surge entonces como pregunta fundamental la siguiente: ¿Existe Dios?
Si observamos a nuestro alrededor y contemplamos las cosas que existen no podemos menos que
preguntarnos ¿de dónde proceden?
Cuanto más minuciosamente observamos la naturaleza tanto más nos maravillamos y teniendo en mente la ley
que dice que no hay efecto sin causa surge la pregunta: ¿Quién creó el universo? A ese Ser desconocido
creador del universo es a quien llamamos Dios. Es un ser dotado de gran poder.
También, al estudiar detenidamente la naturaleza, comprobamos que se observa un orden maravilloso. El
universo no es una gran colección de cosas, sin pies ni cabeza. Todo sirve a un propósito, todo forma parte de
un plan magistral. ¿Quién trazó este plan? Detrás de todo esto debe encontrarse un cerebro, alguien cuyo
tremendo intelecto lo planeó todo. Es imposible que creamos que todo se debe a la casualidad, debe existir un
Dios, el Creador.
Ordinariamente, el hombre no busca pruebas de su propia existencia, ni de la existencia de las cosas
materiales, que reconoce por sus sentidos. Aunque Dios es invisible en su persona, su existencia es tan
evidente que los hombres por lo general no requieren pruebas para el hecho de Dios. La duda de la existencia
de Dios es debida evidentemente a la perversidad del propio hombre, a su ceguera y a la influencia satánica. La
evidencia de la existencia de Dios en la creación es tan clara que el rechazarla es el fundamento de la
condenación del mundo pagano, que no ha escuchado el Evangelio. Según Romanos 1:19-20,
“Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. Porque las
cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del
mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables”
2. Todo parece tan obvio, y sin embargo hay quienes no creen en Dios, por ejemplo, los ateos. Estos afirman
que Dios no existe. Es contradictorio decir que Dios no existe. Para asegurar tal cosa habría que conocerlo todo
y haber estado en dondequiera en un mismo momento. En otras palabras afirmar que Dios no existe es querer
asumir el papel de Dios. Es por esto quo la Biblia llama a los ateos, necios.
“DIJO el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompiéronse, hicieron obras abominables; No
hay quien haga bien”. (Salmo 14: 1).
Obviamente es mucho más sensato decir: "No sé si exista Dios". Un agnóstico es aquel que no sabe. El puede
alegar que nadie puede saber. Pero ni tan siquiera esto puede probarse.
La respuesta a la pregunta de la existencia de un Dios personal es la más grande y profunda que pueda
concebir la mente humana. La magnitud de la importancia de la respuesta a esta idea no puede ser exagerada,
porque la misma, no sólo gobernará su vida aquí, sino que también determinará su destino final. Si no se puede
contestar satisfactoriamente la pregunta de quién, es imposible resolver los problemas de cómo, por qué,
cuándo y dónde de la existencia propia:
Algunos argumentos filosóficos a favor de la existencia de Dios.
a) El argumento de la creencia universal: Toda la humanidad tiene alguna idea de un Ser superior. Este
argumento ha sido desafiado frecuentemente pero nunca refutado. Aunque los conceptos de Dios encontrados
en muchas culturas y civilizaciones varían grandemente en cuanto al número, el nombre y la naturaleza de este
ser supremo, sin embargo la idea es la misma.
b) El argumento cosmológico: Todo efecto debe tener una causa. Todo lo que existe debe tener una causa que
los originó
Génesis 1:1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra.
c) Argumento antropológico: La conciencia y la naturaleza moral del hombre exigen un Creador consciente y
moral. Este barómetro interno no provee ninguna información, y la información sobre la cual pasa juicio puede
ser incorrecta. Pero, aun así, la conciencia nos dice que deberíamos hacer lo correcto con respecto a la
información que tenemos. Este sentido del deber puede estar débil (1º Co. 8:12 De esta manera… hiriendo su
flaca conciencia, contra Cristo pecáis.), bien (1º P. 3:16 Teniendo buena conciencia…), contaminada (1º Co. 8:7
y su conciencia, siendo flaca, es contaminada), endurecida (1º Ti. 4:2 Que con hipocresía hablarán mentira,
teniendo cauterizada la conciencia). Pero nunca está ausente.
La única explicación adecuada es que el gran Ser Moral, que nos creó a todos, implantó el sentido moral en
nosotros. Ninguna otra explicación es adecuada.
d) Argumentos bíblicos: no existen, La Biblia da por hecho de que Dios existe.
Cuestionario
1.- ¿Quiénes son los ateos?
2.- ¿Quiénes son los agnósticos?
3.- ¿Qué dice La Biblia respecto a los que no creen en Dios?
4.- ¿Por qué motivo es inexcusable el no creer en Dios?
5.- ¿Cuál es el argumento antropológico que prueba la existencia de Dios?
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4. ¿PUEDE EL HOMBRE CONOCER A DIOS?
Si Dios existe podemos plantearnos cuatro preguntas acerca de El.
1.- ¿Puede Dios darse a conocer?
Hemos visto que la palabra Dios significa "el Poderoso". Nosotros, como hombres, podemos hablar unos con
otros. Yo puedo explicarles a ustedes lo que pienso. ¿Acaso no puede Dios hacer lo mismo? ¿Podría Dios
crear seres que pueden hacer lo que El no es capaz de hacer? En cualquier caso, ¿por qué haría tal cosa?
¿Qué fin perseguiría al crear la raza humana si no pudiera darse a conocer a ella?
Seguramente que todo el que admite la existencia de Dios debe admitir que Dios puede darse a conocer a los
hombres si así lo desea.
2.- ¿Debe Dios darse a conocer?
Dios infundió en el hombre el sentido del bien y del mal. Dios mismo debe conocer la diferencia entre el bien y
el mal y espera que el hombre obre bien y no mal. Ciertamente El nos debe decir lo que es bueno y lo que es
malo. ¿Castigaría Dios, un Ser Justo, al hombre que hiciera lo malo sin haberle revelado lo que es malo?
3. ¿Quiere Dios darse a conocer?
Resulta evidente que Dios puede darse a conocer si así lo desea, pero, ¿por qué ha de querer darse a
conocer? Por una razón, para que el hombre sepa lo que es bueno. Por otra, para que el hombre lo conozca y
lo ame. ¿Para qué crearía Dios al hombre si no pudiera mostrarle a éste su amor y su justicia?
Consecuentemente vemos que Dios creó al hombre que Dios puede darse a conocer y que ciertamente desea
que el hombre le conozca.
4. ¿Se ha dado Dios a conocer?
Si es así ¿en dónde se dio a conocer? ¿Cómo es Dios? ¿Qué quiere Dios que yo haga? Estas son preguntas
importantes.
Una respuesta a la primera es que Dios se dio a conocer en la Biblia. La Biblia sostiene que es una revelación
de Dios. Por supuesto muchos otros libros sostienen que proceden de Dios pero las afirmaciones no
constituyen pruebas.
En cientos de pasajes, la Biblia declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios (Dt. 6:6-9, 17-18; Jos. 1:8;
8:32-35; 2 S. 22:31; Sal. 1:2; 12:6; 19:7-11; 93:5; 119:9, 11, 18, 89-93,97-100, 104-105, 130; Pr. 30:5-6; Is.
55:10-11; Jer. 15:16; 23:29; Dn. 10:21; Mt. 5:17-19; 22:29; Mr. 13:31; Lc. 16:17; Jn. 2:22; 5:24; 10:35; Hch.
17:11; Ro. 10:17; 1 Co. 2:13; Col. 3:16; 1 Ts. 2:13; 2 Ti. 2:15; 3:15-17; 1 P.1:23-25; 2 P.3:15-16; Ap. 1:2; 22:18).
Las Escrituras declaran, de muchas formas diversas, que la Biblia es la Palabra de Dios y que su afirmación es
clara e inteligible para cualquiera. La afirmación constante de los escritores del Antiguo Testamento, los del
Nuevo y del propio Jesucristo, es que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios. Por ejemplo, el Salmo 19:7-11
La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón: El precepto de Jehová, puro, que alumbra
los ojos.
El temor de Jehová, limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del
panal. Tu siervo es además amonestado con ellos: En guardarlos hay grande galardón.
Aquí se declara que la Biblia es ciertamente la Palabra del Señor, y nombra seis perfecciones, con sus seis
correspondientes transformaciones de carácter humano, que la Palabra cumple. Jesucristo declaró que la Ley
tiene que ser cumplida (Mt. 5:17-18). En Hebreos 1:1-2, no solamente se afirma que Dios habló en el Antiguo
Testamento a los profetas con palabra de Dios, sino que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo. La Biblia sólo
puede ser rechazada Si se rechazan sus constantes afirmaciones de ser la Palabra de Dios.
La Biblia es el libro que tiene posibilidades incomparablemente mayores que cualquier otro libro de ser la
verdadera revelación de Dios. La Biblia es en realidad un libro único. Analicemos algunas de sus
características:
(1) La unidad de la Biblia. Este libro consta de 66 libros diferentes, con un total aproximado de 40 autores.
Algunos de ellos fueron reyes, otros pastores, predicadores, campesinos, sacerdotes. Desde las primeras
escrituras a las últimas probablemente transcurrieron 1.500 años.
Imagínese que un libro en la actualidad tuviera capítulos escritos en el año 500 A.C., partes redactadas en el
año 1.000 de nuestra era y muchas aproximadamente en los años 1.200 a 1.500. Después, tras un lapso de
400 años se escribieron 27 capítulos más en la primera mitad del siglo veinte. Sería muy natural que a tal libro
le faltara congruencia, unidad. No obstante, así fue escrita la Biblia y en sus 66 libros hay un sólo tema: Cristo.
En el Antiguo Testamento se nos habla de su venida como el Mesías, el Salvador. En el Nuevo Testamento su
venida es ya una realidad. La Biblia muestra una maravillosa unidad.
(2) La historia universal es otra columna que apoya a la Biblia. Por ejemplo, las excavaciones que se han
hecho en las ruinas de antiguas ciudades han corroborado muchos de las afirmaciones de la Biblia. Hay veces
que algunos datos parecen estar en desacuerdo de los consignados en la Biblia, pero estudios posteriores han
demostrado que después de todo, la Biblia tenía razón. Los hombres que no aman a Dios a menudo tratan de
probar que la Biblia tiene equivocaciones pero tarde o temprano las objeciones de los hombres tienen que ser
descartadas y las afirmaciones de la Biblia quedan en pie.
(3) Otra prueba de que la Biblia es el libro a través del cual Dios se ha revelado es el cumplimiento de
las profecías. Muchos años antes de que Jesús naciera los siervos de Dios hablaron de su venida.
Consignaron las promesas de Dios en libros y dijeron cuándo, dónde y cómo habría de nacer el Mesías.
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5. Muchos detalles de profecías que se asentaron en el Antiguo Testamento se ven cumplidos en el Nuevo.
¿Cómo podían aquellos hombres haber penetrado en el futuro? Solamente que Dios se los hubiera dicho.
(4) ¿Y qué hay de su actualidad? Si la Biblia fuera tan arcaica, si la ciencia hubiera comprobado que estaba
plagada de errores, sin duda que nadie querría ya leerla, estaría desprestigiada. Una parte de la Biblia por lo
menos ha sido traducida a 1.220 lenguas. Probablemente nueve décimas de la población mundial puede
comprender alguno de estos lenguajes. Cada año se imprimen y distribuyen millones de porciones de la Biblia.
Sí, la Biblia es el libro más maravilloso que existe en el mundo. Es absolutamente único. Ningún otro libro se le
puede comparar. No es posible aceptar que sea el producto del intelecto humano. Ella misma sostiene que es
la Palabra de Dios. Dios ciertamente se da a conocer al hombre por medio de la Biblia.
(5) El carácter supremo de la Biblia. Por encima de todo lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro
sobrenatural que revela la persona y la gloria de Dios manifestada en Su Hijo. Tal persona, Jesucristo, jamás
pudo haber sido la invención de un hombre mortal, ya que Sus perfecciones nunca podrían haber sido
comprendidas ni por los hombres más sabios y santos de esta tierra. El supremo carácter de la Biblia está
apoyado por su revelación del carácter supremo en la persona de Jesucristo.
¿QUE ENSEÑA LA BIBLIA ACERCA DE SI MISMA?
Hemos visto que la Biblia es el medio que Dios ha usado para revelarse a los hombres. Varias partes de la
Biblia son una revelación directa de Dios a los que escribieron estos trozos. Por ejemplo la historia de la
creación no habría podido conocerla ni el mismo Adán si Dios no se la hubiera confiado. Otras porciones de la
Biblia son relatos de lo que el que la escribió vio o supo de terceras personas. Quienes escribieron esos hechos
recibieron la inspiración divina para consignar ciertos incidentes de la historia y omitir otros. ¿Por qué existe tal
selección? El Espíritu Santo nos ha confiado en la Biblia precisamente lo que necesitamos y nada más, “Toda
Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en
justicia” (2º Timoteo 3:16)
La Biblia sostiene que es inspirada por Dios.
El Antiguo Testamento:
A menudo, en el Antiguo Testamento, leemos: "Y Dios dijo" o "Dios habló a…". Estas frases y otras similares
aparecen miles de veces en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, Moisés asevera que Dios le habló:
"Lo llamó Dios de en medio de la zarza y le dijo: ¡Moisés, Moisés!" (Éxodo 3: 4).
"Y Jehová me dijo:" (Deuteronomio 1: 42).
Los dieciséis profetas que escribieron en el Antiguo Testamento desde Isaías a Malaquías aseguran que Dios
habló con ellos.
Y no solamente eso, Cristo enseñó que el Antiguo Testamento fue inspirado por Dios.
La ley: Mateo 5: 18; Marcos 7: 8.
Los profetas: Juan 6: 45.
El conjunto de la ley y los profetas: Lucas 16:29-31; Juan 17: 17.
Los apóstoles creyeron que el Espíritu Santo había inspirado el Antiguo Testamento.
Pedro: "El Espíritu Santo habló antes por boca de David" (Hechos 1: 16).
"Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1: 21).
Pablo: "Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías" (Hechos 28: 25). .
"Toda la Escritura es inspirada divinamente" (2 Timoteo 3: 16).
El Nuevo Testamento:
Cuando Cristo todavía estaba en la tierra prometió a sus discípulos que el Espíritu Santo vendría. Dijo: "El os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14: 26). Esto los capacitaría para
escribir los evangelios.
De acuerdo con Mateo 5:18, Cristo afirma que ni una jota ni una tilde de la Ley quedará sin cumplimiento Con
esto El expresaba que ni una jota (la letra más pequeña del alfabeto hebreo) o una tilde (la parte más pequeña
de una letra que pudiese cambiar su significado) habrían de quedar incumplidas. Si la precisión y la inspiración
se extienden a cada una de sus letras, Cristo estaba obviamente afirmando la inspiración de la totalidad del
Antiguo Testamento
Jesús también dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a todo verdad" (Juan 16: 13). Esto
los capacitaría para escribir las epístolas, que nos dan testimonio de la verdad completa.
Cristo también dijo: "Y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16: 13).
Vemos por lo tanto, que el Señor Jesús preparó a sus discípulos para escribir el Nuevo Testamento el cual
sería inspirado, igualmente que el Antiguo.
Los que escribieron el Nuevo Testamento se dieron cuenta que eran guiados por el Espíritu de Dios.
Pablo: "Dios nos lo ha revelado por su Espíritu" (1º Corintios 2: 10).
"Lo que os escribo son mandamientos del Señor" (1º Corintios 14: 37). .
"Por revelación me fue declarado..." (Efesios 3: 3, 5).
"Pero el Espíritu dice claramente..." (1º Timoteo 4: 1).
Juan: (Ver Apocalipsis 1: 1; 14: 13; 19: 9).
Tanto Pedro como Pablo sabían que el evangelio procedía de Dios (1 Pedro 1: 12; Gálatas 1: 12).
El Espíritu les hizo comprender que el Nuevo Testamento estaba inspirado por Dios. A saber, los evangelios
están enlazados con las escrituras del Antiguo Testamento. En 1º Corintios 15: 3, 4, se registran la muerte,
sepultura y resurrección de Cristo "conforme a las Escrituras." En 1º Timoteo 5: 18 Pablo cita Deuteronomio y
Lucas y les llama "la Escritura". En 1º Pedro 1: 25 Pedro llama al evangelio "la palabra del Señor" al igual que
Isaías. Los apóstoles están vinculados a los profetas en 2º Pedro 3: 2. Y una vez más las epístolas de Pablo
están unidas a "las otras escrituras" en 2º Pedro 3: 16.
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6. Vemos así que todas las partes de las Escrituras fueron inspiradas por Dios. Pero más aún cada palabra ha
sido inspirada: " Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del
Espíritu, acomodando lo espiritual á lo espiritual.” (1º Corintios 2: 13).
Personalidad De Los Escritores. Aun cuando cada persona de las que contribuyeron a escribir la Biblia lo
hacían por inspiración divina, la personalidad del escritor no fue destruida. Cada uno se expresa de manera que
pone de relieve su Individualidad y esto es muy evidente. Por ejemplo el estilo de Jeremías, el profeta que
lloraba, difiere por completo del de Isaías o Ezequiel.
Los Libros Originales. Estos desaparecieron hace años. En esto vemos la sabiduría de Dios tratando de evitar
la veneración de esos manuscritos (véase 2 Reyes 18: 4). Sin embargo, poseemos copias fieles en las que se
puede garantizar un 99 % de exactitud. Es cosa segura la autenticidad de los libros que componen la Biblia.
Traducciones. Por muchos motivos es imposible que haya una traducción perfecta. Sin embargo, las
traducciones que tenemos son plenamente adecuadas y nos pueden servir de guía tanto para nuestra vida en
este mundo como en el venidero.
En varias ocasiones los escritores del Nuevo Testamento hubieran querido escribir más pero el Espíritu Santo
se los negaba. Les permitía escribir hasta cierto punto pero sin rebasarlo. Por ejemplo:
En el libro de Apocalipsis Juan estaba a punto de escribir las voces que habían emitido los siete truenos pero
una voz del cielo le dijo: No las escribas. (Apocalipsis 10: 4). El autor de la epístola a los Hebreos quería escribir
acerca de Melquisedec (Hebreos 5: 11) pero le fue prohibido. Judas quería escribir acerca de la salvación pero
era necesario exhortar a los santos a contender ardientemente por la fe (Judas 3).
Vemos pues que tanto en lo que escribieron como en lo que no escribieron fueron dirigidos por el Espíritu de
Dios. Pasaremos ahora a estudiar lo que Dios nos dice en las páginas de la Biblia.
¿COMO ES DIOS?
Hay solo un solo Dios, el único viviente y verdadero, quien es infinito en su ser y perfecciones; espíritu purísimo,
invisible, sin cuerpo, miembros o pasiones; inmutable, inmenso, eterno, incomprensible, todopoderoso, sabio,
santo, libre, absoluto, que hace todas las cosas según el consejo de su propia voluntad, que es inmutable y
justísima y para su propia gloria. También Dios es amoroso, benigno y misericordioso, paciente, abundante en
bondad y verdad, perdonando toda iniquidad, trasgresión y pecado, galardonador de todos los que le buscan
con diligencia, y sobre todo muy justo y terrible en sus juicios, que odia todo pecado y que de ninguna manera
darápor inocente al culpable (Confesión de fe de Westminster)
¡Qué maravilloso privilegio es el de poder conocer a Dios! Hemos visto que Dios se da a conocer a los hombres
en la Biblia. ¿Qué nos dice la Biblia acerca de Dios?
La Biblia tiene mucho que decirnos acerca de Dios. Ahora observaremos adjetivos que describen a Dios.
Reciben el nombre de atributos o características. Hay siete que describen la naturaleza de Dios y cinco que nos
dicen algo acerca de su carácter.
La Soberanía De Dios
Los atributos de Dios ponen de manifiesto que Dios es lo supremo sobre todo lo existente. No queda nada
sujeto a otro poder, autoridad o gloria y no está sujeto a ninguna entidad que sea superior a El. El representa la
perfección hasta un grado infinito en cualquier aspecto de su Ser. El no puede jamás ser sorprendido, derrotado
o disminuido. No obstante, sin sacrificar su autoridad o comprometer la realización final de su perfecta voluntad,
Dios se ha complacido en dar a los hombres una medida de libertad y de elección, y para el ejercicio de esta
elección Dios mantiene al hombre responsable.
A causa de estar el hombre ciego e insensible a la obra de Dios, aparece claro en la Escritura que los hombres
no deben apartarse de Dios, suprimiendo al Espíritu de sus corazones (Jn. 6:44; 16:7-11). Del lado humano, sin
embargo, el hombre es responsable de su incredulidad y se le ordena que crea en el Señor Jesucristo con el
objeto de que pueda ser salvado (Hch. 16:31). Es también verdad que en los asuntos de los hombres,
especialmente de los cristianos, Dios actúa para que se cumpla su voluntad (Fil. 2:13). Con todo, El no fuerza a
los hombres a que se entreguen a Dios, sino más bien les exhorta a que lo hagan (Ro. 12:1, 2).
El hecho de que Dios haya otorgado una cierta libertad al hombre no introduce un factor de incertidumbre en el
universo, puesto que Dios se anticipa y conoce hasta el infinito todo lo que los hombres harán en respuesta a
las influencias divinas y humanas y que se producen en sus vidas. Su soberanía, por tanto, se extiende
infinitamente a todo acto, incluso si temporalmente ha de ser en el mal, por permitirlo, y que en última instancia
todo redunda en que Dios pueda ser glorificado.
1. Los atributos naturales.
Dios es ESPIRITU (Juan 4: 24). Dios no es un hombre, ni siquiera un superhombre. El no tiene cuerpo de
ninguna especie. Hay versos en la Biblia que hablan del brazo de Dios, de los ojos de Jehová, etc. Pero esto
sirve para comunicarnos la idea del poder de Dios para hacer alguna cosa o para saber todas las cosas. Pero
desde que el Hijo de Dios fue hecho carne, ahora sí podemos decir que el Hijo de Dios tiene un cuerpo.
Dios es INVISIBLE (1º Timoteo 1:17). Por supuesto, un espíritu es invisible al ojo humano. Aunque ningún
hombre jamás ha visto a Dios en toda su gloria, El ha sido dado a conocer a los hombres en Jesucristo (Juan 1:
18). Jesucristo dijo: "El que me ha visto, ha visto al Padre" (Juan 14: 9). Aunque invisible al ojo humano,
podemos percibir a Dios por otros medios. Porque es invisible, ha prohibido a los hombres el hacer cualquiera
imagen o representación de Dios.
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7. Dios es ETERNO (Deuteronomio 33: 27; Romanos 16: 26). Esto quiere decir que Dios no tuvo principio y que
jamás dejará de existir. Antes de que existiera cualquier cosa, Dios ya existía. No podemos comprender esto
pero así debe ser. Dios, el Creador de todas las cosas, no fue creado El mismo.
Dios es GRANDE. (Salmo 95: 3). Dios creó muchos seres, algunos muy poderosos. Unos se han rebelado
contra El. Pero Dios no creó ningún ser que pudiera superarle a El ni tampoco suficientes seres para que,
aliándose entre ellos, pudieran frustrar sus propósitos eternos. Dios siempre reinará por sobre todo y podrá
hacer toda su voluntad.
Dios es TODOPODEROSO (Job 42: 2). "Porque todas las cosas son posibles para Dios" (Marcos 10: 27). El
Creador de todo puede hacer lo que El quiera con su creación. No está limitado por las leyes de la naturaleza
que El mismo formó. Es omnipotente.
Dios es TODO SABIO (Salmo 139: 1-4). La infinita grandeza de Dios es evidente también en este respecto. El
lo sabe todo. Ni siquiera los pensamientos más secretos del coraz6n humano le son ocultos. Dios es
omnisciente.
Dios está en TODO LUGAR (Jeremías 23: 24). Esto significa que Dios conoce y es testigo de todo lo que
acontece en e1 universo. Dios es omnipresente. Sin embargo la Biblia nos dice que su morada es en los cielos
(Deuteronomio 26: 15).
Cuando decimos que Dios está presente en todo lugar esto no significa que El aprueba todo lo que se está
haciendo. Dios es santo y se retrae del pecado.
2. Los atributos morales.
Ahora consideremos el carácter de Dios.
Dios es REVELADOR DE SI MISMO (Hechos 7: 2). Esto equivale a decir que Dios es Luz (1º Juan 1: 5). Es
parte de la naturaleza divina el darse a conocer a los hombres ya que el hombre por sí solo nunca podría
descubrir a Dios (J ob 11: 7).
Dios es INVARIABLE en cuanto a su carácter (1º Samuel 15: 29; Malaquías 3: 6; Hebreos 6: 18). Dios no puede
actuar en manera contraria a su naturaleza. No puede mentir ni cambiar. Es inmutable.
Todos los atributos de Dios son perfectos e infinitos, pero todos están en perfecto equilibrio. Dios no puede
actuar en amor a expensas de su santidad. Ningún atributo se hace prominente lesionando a otro. Esto nunca
puede ser.
¿Y qué de los versículos que dicen que Dios se arrepiente? Estos" siempre significan que su actitud hacia el
hombre ha cambiado no que El en su persona haya cambiado. Este cambio de actitud se debe a la conducta
del hombre.
Dios es JUSTO (Salmo 7: 11; 11: 7; Apocalipsis 16: 7).
Dios no puede pasar por alto el pecado. Su propia naturaleza exige el juicio del pecado: ya sea el pecado de un
ángel o de un hombre. Aún el Señor Jesús, cuando tomó sobre sí el pecado del hombre, fue juzgado por Dios.
Dios es el Arbitro moral, el Gobernador del universo. Es esencial que El juzgue en justicia. Siempre lo ha hecho
y siempre lo hará. "El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Génesis 18: 25).
Dios es SANTO (Isaías 6: 3). El aborrece el pecado y no lo puede tolerar ante su presencia. "Muy limpio eres de
ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio" (Habacuc 1: 13). Esto no significa que Dios no puede ver lo malo.
Quiere decir que no lo puede ver sin juzgarlo.
La última verdad, y la más maravillosa, es que Dios es LLENO DE GRACIA (Éxodo 33:19; 1º Juan 4:8). Gracia
es favor inmerecido, pero es más. Es favor hacia quien merece juicio. "El Dios de toda gracia..." (1º Pedro 5:
10) es un Dios de bondad, misericordia, merced y amor.
Aparte de la gracia de Dios, todos los demás atributos están en contra de nosotros. Por su omnisciencia nos
conoce plenamente. Su justicia exige que seamos arrojados de su presencia. Pero su gracia ha hallado el
medio por el cual nos puede perdonar y hacernos hijos. Está a nuestro alcance conocer la Persona más
maravillosa en el universo y esta Persona quiere mostrarnos su favor.
LA PERSONALIDAD DE DIOS.
Dos verdades aparentemente contradictorias.
1. Existe un Dios.
2. El Padre, Cristo y el Espíritu Santo, los tres, son Dios.
En la unidad de la Divinidad hay tres personas de una sustancia, poder y eternidad; Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo. (1 Juan 5:7; Mateo 3:16,17 y 28:19; 2 Corintios 13:14) El Padre no es engendrado ni
procede de nadie; el Hijo es eternamente engendrado del Padre, (Juan 1:14,18.) y el Espíritu Santo procede
eternamente del Padre y del Hijo. (Juan 15:26; Gálatas 4:6).
Por ejemplo: "El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1: 1). Este versículo nos enseña que el Verbo
es distinto a Dios aunque desde el principio estaba con (en la presencia de) Dios. Pero también leemos que el
Verbo era (idéntico a) Dios. El versículo 14 del mismo capítulo nos dice que el Verbo es Cristo. Pero, ¿cómo
puede Cristo, el Verbo de Dios, ser idéntico a Dios y a la vez ser distinto a Dios?
En Juan 10: 28 el Señor Jesús habla de su mano y en el versículo 29 habla de la mano de su Padre. El Padre
dio las ovejas a Cristo sin embargo, en el versículo 30 El dice: "Yo y el Padre uno somos".
El autor de la epístola a los Hebreos en el capítulo 1 cita el Salmo 45. En Hebreos 1: 8 el Hijo recibe el título
divino: "Tu trono oh Dios, por el siglo del siglo". Pero en el versículo siguiente aparece la distinción pues Dios
unge al Hijo con óleo de alegría. ¿Cómo puede el Hijo ser Dios y a la vez ser distinto a Dios?
Otros pasajes usan lenguaje similar al hablar del Espíritu Santo. Más adelante veremos que el Espíritu Santo es
Dios. Sin embargo fue enviado por el Padre y por el Hijo a este mundo. ¿Cómo se puede explicar esto?
Toda verdad debe tener congruencia entre sí. Si la Biblia es la Palabra de Dios no debe haber una sola
contradicción en ella. Pero esto no quiere decir que podamos explicar o aún entender todo lo que contiene.
Las personas de la Trinidad, aunque tengan iguales atributos, difieren en ciertas propiedades. De aquí que la
Primera Persona de la Trinidad sea llamada Padre. La Segunda Persona es llamada el Hijo, como enviada por
7

8. el Padre. La Tercera Persona es el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo. Esto es llamado en
teología la doctrina de la procesión, y el orden no es nunca invertido, es decir, el Hijo nunca envía al Padre, y el
Espíritu Santo nunca envía al Hijo. De la naturaleza de la unicidad de la Divinidad no existe ilustración o
paralelo en la experiencia humana. Así pues, esta doctrina tiene que ser aceptada por la fe sobre la base de la
revelación bíblica, incluso aunque esté más allá de toda comprensión y definición humanas.
Es preferible saber lo que la Biblia nos enseña acerca de Dios que ocuparnos con explicaciones humanas.
Maravillémonos y adoremos. Podemos estar seguros de que algún día pondremos comprender más de estos
misterios.
Cuestionario
1. ¿Cómo podemos considerar la creencia común en la existencia de Dios?
2. ¿Por qué el ateísmo es irrazonable?
3. ¿Con qué claridad se manifiesta la revelación de Dios en la Naturaleza?
4. Definir tres sistemas de pensamiento que intenten explicar el universo sobre la base de un Ser superior.
5. ¿En qué consiste el argumento antropológico para la existencia de Dios?
6. Definir la doctrina de la Trinidad.
7. ¿Por qué no puede explicarse la Trinidad como tres modos de la existencia de Dios?
8. Explicar cómo la Trinidad se distingue por determinadas propiedades.
9 ¿Cuáles son los nombres distintivos de las tres personas de la Trinidad en el Nuevo Testamento?
10. Designar algunos de los atributos importantes de Dios según está revelado en la Escritura.
11. ¿Qué es lo que quiere significarse por soberanía de Dios?
22. ¿Por qué la revelación bíblica pide nuestra sumisión, nuestro amor y la adoración en relación con Dios?
8

9. DIOS EL PADRE.
Se indica que hay tres Personas en la Trinidad -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo-y que ellas son un solo
Dios. La Primera Persona es designada como el Padre. Por lo tanto, el Padre no es la Trinidad, el Hijo no es la
Trinidad y el Espíritu tampoco es la Trinidad. La Trinidad incluye las tres Personas. Aunque la doctrina del
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo está presentada en el Antiguo Testamento y estos términos se dan a las
Personas de la Trinidad, el Nuevo Testamento define y revela la doctrina total. Y en esta revelación
neotestamentaria el Padre aparece eligiendo, amando y dando; el Hijo se revela sufriendo, redimiendo y
sustentando; mientras que el Espíritu se manifiesta regenerando, impartiendo poder y santificando. La
revelación del Nuevo Testamento se centraliza en revelar a Jesucristo, pero a la vez, presentando a Cristo
como el Hijo de Dios, la verdad de Dios el Padre es de esta manera revelada. Dado el orden irreversible del
Padre mandando y comisionando al Hijo, y el Hijo mandando y comisionando al Espíritu Santo, el Padre se
designa correctamente en teología como la Primera Persona sin rebajar en ninguna manera la inefable deidad
de la Segunda o la Tercera Persona.
La voz "Padre" se usa con relación a Dios en cuatro maneras distintas en las Escrituras.
1) Dios como el Padre de toda la creación
2) Dios el Padre por relación íntima;
3) Dios como el Padre de nuestro Señor Jesucristo, y
4) Dios como el Padre de todos los que creen en Jesucristo como Salvador y Señor.
En relación a Cristo.
El Señor Jesús habló de su Padre directamente 20 veces en Mateo, 2 en Marcos, 11 en Lucas, 62 en Juan y 3
veces en el Apocalipsis. Pablo escribió 6 veces acerca del Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Pedro
dice lo mismo en su primera epístola y Juan usa un lenguaje similar cuatro veces.
Dios reconoce a Cristo como su Hijo. Dos veces habló del cielo diciendo: "Este es mi Hijo amado, en quien
tengo complacencia" .
Esto no significa que el Hijo fue creado o engendrado por un acto de Dios. En el capítulo que sigue
estudiaremos versículos que prueban que el Hijo es eterno. Pero hay dos palabras muy importantes en la Biblia
que estudiaremos aquí:
(1) Unigénito. Esta palabra describe a Cristo cinco veces en el evangelio según San Juan y en su primera
epístola.
(2) Primogénito. Esta expresión se usa siete veces con relación a Cristo. Aparte de su nacimiento de María, la
palabra primogénito significa primero en posición, no primero con relación al tiempo. Así que lo vemos como el
primogénito de toda la creación (Colosenses 1: 15); el primogénito de entre los muertos (Colosenses 1: 18) y el
primogénito entre muchos hermanos (Romanos 8: 29).
Aún en el Antiguo Testamento, las bendiciones del primogénito fueron dadas a muchos que no fueron los
primeros en nacer. Por ejemplo: Sem, Isaac, Jacob, Judá y Salomón.
Cuando se usan en relación a Cristo, estas palabras se refieren a su posición, no a su origen.
En relación al hombre.
Dios también es llamado Padre en relación al hombre.
(1) Como Creador, Dios es el Padre de todos los hombres (Lucas 3: 38; Hechos 17: 30). Es triste notar que, por
su pecado, la raza humana ha perdido todo derecho de llamar a Dios, Padre. Dios bien puede decir: "Si, pues,
yo soy padre, ¿dónde está mi honra? (Mal. 1: 6).
(2) Los hijos de Israel frecuentemente son llamados hijos de Dios (Éxodo 4: 22; Deuteronomio 14: 1; Isaías 1:
2). Dios es llamado Padre (1 Crónicas 29: 10; Isaías 63: 16; Jeremías 3: 19). Pero esto es con referencia a la
nación de Israel y no a individuos.
(3) En muy contados casos la palabra Padre aparece en relación a individuos en el Antiguo Testamento. Por
ejemplo: Salomón (1 Crónicas 28: 6); huérfanos (Salmo 68: 5).
(4) Con mayor frecuencia, la palabra Padre en relación a los hombres ocurre describiendo a creyentes en el
Nuevo Testamento. Este es el uso de la palabra que más nos afecta a nosotros y por eso preguntamos:
¿Cómo puede un hombre pertenecer a la familia de Dios?
En las relaciones humanas hay tres formas de introducirse a una familia. Cada una de ellas es similar a lo que
Dios hace en o a favor de un creyente.
POR NACIMIENTO. Toda criatura nace como parte de una familia. Espiritualmente, recibimos potestad de ser
hechos hijos de Dios al recibir a Cristo, al creer en su nombre (Juan 1: 12). '
POR ADOPCION. Usted puede introducir un niño a su familia legalmente por medio de adopción. Por ejemplo,
Moisés fue tomado por la hija de Faraón y criado como su propio hijo. La palabra "adopción" se usa en el Nuevo
Testamento pero tiene un significado ligeramente distinto, como en Gálatas 4: 5, 6 “Para que redimiese á los
que estaban debajo de la ley, á fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
POR CASAMIENTO, uno llega a ser hijo o hija de los suegros. La suegra de Ruth la llama "hija" (Ruth 3: 1). El
suegro de David le llama "hijo mío David". (1 Samuel24: 16). En el Nuevo Testamento vemos a la iglesia como
la esposa de Cristo (Efesios 5: 25).
¿Qué ventajas hay en pertenecer a la familia de Dios?
Hay muchas bendiciones para los que por medio del nuevo nacimiento forman parte de la familia de Dios.
Una de las tristezas del huérfano es que nunca conoció a su Padre. ¡Qué gozo hay en conocer a Dios como
Padre! (Juan 20: 17).
Cada hijo de Dios tiene un hogar. Tiene todo derecho de entrar en la casa de Dios. Aquí en la tierra somos
peregrinos que vamos rumbo al cielo. Allá está Cristo preparando lugar para nosotros (Juan 14: 2).
9

10. Dios es amor. Si Dios es mi Padre puedo estar seguro que me ama personalmente (Juan 16: 27). Ciertamente
suplirá todas mis necesidades (Mateo 6: 32, 33).
Conociendo algo del amor y del poder del Padre no debo turbarme acerca del futuro. El Señor Jesús dijo:
"Nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre" (Juan 10: 29). iEsta es verdadera confianza!
El Padre da a cada hijo la seguridad de poseer vida eterna. Le promete una herencia en el futuro. El que no
tiene vida no recibirá herencia. Sólo los hijos son herederos (Romanos 8: 17).
Estas no son todas las bendiciones que hay en la familia de Dios. Hay más. Pero también hay
responsabilidades importantes.
¿Qué pasa cuando un hijo de Dios peca?
Tal vez deberíamos hacer la pregunta así: ¿Qué pasa cuando un hijo de Dios cae en pecado? Ningún hijo de
Dios quiere pecar. Pero ninguno puede decir que no ha pecado.
Si peca en contra de su Padre, ¿es expulsado de la familia? No, pero será castigado como hijo. Dios ama a sus
hijos. No los despedirá por su pecado, pero tampoco los dejará seguir pecando. Hebreos 12: 5-11 dice:
5 Y estáis ya olvidados de la exhortación que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no
menosprecies el castigo del Señor, Ni desmayes cuando eres de él reprendido.
6 Porque el Señor al que ama castiga, Y azota á cualquiera que recibe por hijo.
7 Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es aquel á quien el padre no
castiga?
8 Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no
hijos.
9 Por otra parte, tuvimos por castigadores á los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos, ¿por qué
no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10 Y aquéllos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos
es provechoso, para que recibamos su santificación.
11 Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da
fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.
Cada hijo de Dios es castigado para que pueda compartir la santidad y la paz de su Padre.
Si un hijo de Dios no se arrepiente al ser castigado, el Padre lo podrá llevar de una vez al cielo. Esto sería
preferible a que desprestigie el nombre de su Padre aquí en la tierra. Por conducta indigna algunos de los
corintios murieron (1º Corintios 11: 30). Juan nos dice que debemos orar por un hermano que peca, a menos
que sea pecado de muerte (1º Juan 5: 16).
En realidad, es una prueba del amor de Dios el que no nos permita seguir pecando. Cuando lleguemos a la
casa del Padre, le agradeceremos esto también.
Cuestionario
1. ¿Cómo son contrastadas las obras del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento?
2. ¿Cuáles son los aspectos distintos de la paternidad de Dios?
3. Resumir la evidencia de que Dios es el Padre de toda la creación.
4. ¿Qué significa la paternidad de Dios?
5. Tratar la pregunta de la eternidad de la relación de padre e hijo entre Dios el Padre y Jesucristo.
6. ¿Cuáles son algunas de las evidencias que sostienen el concepto de Dios el Padre en relación a
Jesucristo el Hijo?
7. ¿Qué quiere decir que Dios es el Padre de todos los que creen en Cristo?
8. ¿Cómo un hombre se convierte en un hijo de Dios?
9. ¿Cuáles son algunos de los resultados de convertirse en un hijo de Dios?
10 ¿En qué error se incurre cuando se dice que todos los hombres son hijos de Dios?
11. ¿Cómo la paternidad de Dios provee de confortamiento a un creyente en Cristo?
10

11. CRISTO.
Ahora llegamos al tema más importante, la Persona y la obra de nuestro Señor Jesucristo. Cristo, es la
revelación suprema de lo que Dios es y el medio por el cual Dios nos bendice. Su cruz es el centro de dos
eternidades. Todo lo que precede a Cristo señalaba su venida. Todo lo que le sigue fluye de El.
Dividiremos la enseñanza de las Escrituras acerca de Cristo en ocho secciones bajo los siguientes títulos:
Su deidad y su obra antes de la encarnación.
Su encarnación y su humanidad.
Su ministerio sobre la tierra, su muerte y su resurrección.
Su ministerio actual en el cielo y su segunda venida.
1. ¿Es Cristo el Hijo de Dios?
La más importante de todas las preguntas es esta: "¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?" (Mateo 22:
42). ¿Enseña la Biblia que Cristo es el Hijo de Dios? ¿Existe igualdad absoluta entre el Padre y el Hijo? ¿Ha
existido eternamente el Hijo tal como ha existido el Padre?
Los dos primeros atributos de Dios -que es Espíritu y que es invisible- ya no describen al Hijo. El Hijo fue hecho
carne, es Dios-Hombre. Ahora es visible y además tiene un cuerpo.
El Hijo Es Eterno (Juan 1: 1).
En el principio era el Verbo. El Verbo no fue creado en el principio. No importa hasta dónde nos queramos
remontar en el principio, el Verbo "era". En el versículo 14 el Verbo es plenamente identificado con Cristo.
Compartía la gloria del Padre antes de la creación del universo (Juan 17: 5).
El Hijo Es Supremo.
"Para que en todo tenga la preeminencia" (Colosenses 1: 18).
El Hijo es igual a Dios en todo. El afirmó tener igualdad con Dios: "Yo y el Padre uno somos" (Juan 10: 30). Sólo
Dios y Cristo pueden perdonar pecados (Marcos 2: 5, 7). Cristo aceptó adoración como Dios (Mateo 14: 33);
aún después de su resurrección (Lucas 24: 52). Cristo tiene autoridad de resucitar a los muertos y de juzgar a
todos los hombres (Juan 5: 26-29). Toda rodilla se doblegará en su presencia (Filipenses 2: 10). Su trono está
establecido para siempre (Hebreos 1: 8).
El Hijo Puede Hacer Todas Las Cosas.
"En el Antiguo Testamento vemos que Dios creó los cielos y la tierra. En el Nuevo Testamento leemos que el
Hijo creó todas las cosas (Juan 1: 3; Colosenses 1: 16; Hebreos 1: 10).
En este mundo, el Hijo tuvo poder sobre la naturaleza (Marcos 4: 39), sobre los demonios (Marcos 5: 8), sobre
la muerte (Marcos 5: 41). "Fue declarado Hijo de Dios con poder" (Romanos 1: 4).
El Hijo Conoce Todas Las Cosas (Juan 16: 30; 21:17).
El conoce los pensamientos de los hombres (Mateo 9: 4), aún a distancia (Juan 1: 48). Conoce también el
futuro (Juan 6: 64; 13: 3).
El Hijo Puede Estar En Todo Lugar Al Mismo Tiempo.
El cuerpo de Cristo está hoy a la diestra de Dios (Efesios 1: 20). Pero su presencia espiritual ha sido prometida
cuando dos o tres creyentes se reúnen en su nombre. Ha prometido estar todos los días con los que van por el
mundo en obediencia a su mandato (Mateo 28: 19, 20).
El Hijo De Dios Se Manifiesta A Sí Mismo. (Juan 2: 11).
Dios es Luz (1º Juan 1: 5). Cristo es la luz del mundo (Juan 8: 12). El Hijo vino al mundo expresamente para
manifestar a Dios. El es "el resplandor de su gloria, y la imagen de su sustancia" (Hebreos 1: 3).
El Hijo Es Inmutable (Hebreos 1: 12).
"Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13: 8). El acontecimiento más grande de la
eternidad fue cuando Dios el Hijo se hizo hombre. Pero aún entonces no cesó de ser Dios. Su carácter no
podía, no debía, cambiar.
El Hijo Es Justo (2 Timoteo 4: 8).
Ama la justicia y aborrece la iniquidad (Hebreos 1: 9).
El Hijo Es Santo.
Se le dijo a María: "Por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios" (Lucas 1: 35). Los
primeros creyentes oraban a Dios en el nombre de su santo Hijo Jesús (Hechos 4: 30).
El Hijo Es Lleno De Gracia (2 Corintios 8: 9).
Tuvo compasión de las multitudes (Mateo 9: 36). Amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:
25). Esperamos la misericordia de nuestro Señor Jesucristo (Judas 21).
De manera que vemos que todo lo que Dios es, también lo es Cristo. No es suficiente el decir que Cristo es
divino (como Dios). No basta decir que Cristo es Hijo de Dios, así como nosotros también lo somos. Todo aquel
que quiere contemplar las citas hechas en este capítulo (y hay muchísimas más) debe reconocer que la Biblia
enseña que Cristo no es solamente el Hijo de Dios sino que también es Dios, el Hijo.
11

12. 2. La obra del Hijo antes de la encarnación
Hemos visto que el Hijo de Dios jamás fue creado. ¿Qué nos dice la Biblia acerca de su obra antes que viniera
a este mundo como niño?
Una de las pruebas de la deidad de Cristo es su intervención en la creación del universo. "En él estaba la vida"
(Juan 1:4). Por medio del Hijo, Dios hizo el universo (Hebreos 1:2). Y no sólo esto, el Hijo sustenta todas las
cosas con la palabra de su poder (Hebreos 1:3). "Y todas las cosas en El subsisten" (Colosenses 1:17).
La segunda gran obra del Hijo antes de su encarnación fue el manifestar a Dios. HA Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan 1: 18). De este versículo
aprendemos que I las apariciones de Dios en el Antiguo Testamento eran en realidad apariciones del Hijo. En
ocasiones su apariencia fue como la de hombre, en otras de ángel, en otras como fuego. I
Leemos que Dios apareció a Abraham (Génesis 12:7), Isaac (26:2), Jacob (35:9); Moisés (Éxodo 3:2); la naci6n
de Israel (Levítico 9:4); Josué (Josué 5: 13-15); Gede6n (Jueces 6:12), Manoa (13:11); Samuel (1 Samuel 3:21);
David (2º Crónicas 3:1); Salomón (1º Reyes 9:2): Isaías (Isaías 6:1): Ezequiel (Ezequiel 1:28).
Cuestionario
1. Contrastar la evidencia para las naturalezas humana y divina de Cristo.
2. ¿Cuáles son algunas de las evidencias para la eternidad del Hijo de Dios?
3. ¿Cómo la eternidad de Dios prueba su deidad?
4. ¿Cómo las obras del Hijo de Dios prueban su deidad?
5. ¿Cómo los atributos de Cristo prueban su deidad?
6. ¿Cuán importante es para nuestra fe cristiana la doctrina de la deidad y eternidad de Jesucristo
EL HIJO DE DIOS FUE HECHO CARNE
El Hijo de Dios tiene todo derecho de estar en el cielo. Siempre tuvo igualdad con el Padre. Podría permanecer
con el Padre para siempre. Pero si lo hubiera hecho, los hombres nunca llegarían a estar con El.
"Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda s6lo: pero si muere, lleva mucho fruto" (Juan 12: 24).
Al considerar la encarnación deben de admitirse dos verdades importantes: 1) Cristo fue al mismo tiempo, y en
un sentido absoluto, verdadero Dios y verdadero hombre; y 2) al hacerse Él carne, aun que dejó a un lado su
Gloria, en ningún sentido dejó a un lado su deidad. En su encarnación Él retuvo cada atributo esencial de su
deidad. Su total deidad y completa humanidad son esenciales para su obra en la cruz. Si Él no hubiera sido
hombre, no podría haber muerto; si Él no hubiera sido Dios, su muerte no hubiera tenido tan infinito valor.
Juan declara (Jn. 1:1) que Cristo, quien era uno con Dios y era Dios desde toda la eternidad, se hizo carne y
habitó entre nosotros (1:14). Pablo, asimismo, declara que Cristo, quien era en forma de Dios, tomó sobre sí
mismo la semejanza de hombres (Fil. 2:6-7); «Dios fue manifestado en carne» (1 Ti. 3:16); y Él, quien fue la
total revelación de la gloria de Dios, fue la exacta imagen de su persona (He. 1:3). Lucas, en más amplios
detalles, presenta el hecho histórico de su encarnación, así como ambos su concepción y su nacimiento (Lc.
1:26-38; 2:5-7).
La Biblia presenta muchos contrastes, pero ninguno más sorprendente que aquel que Cristo en su persona
debería ser al mismo tiempo verdadero Dios y verdadero hombre. Las ilustraciones de estos contrastes en las
Escrituras son muchas: Él estuvo cansado (Jn. 4:6), y Él ofreció descanso a los que estaban trabajados y
cargados (Mt. 11:28); Él tuvo hambre (Mt. 4:2), y Él era «el pan de vida» (Jn. 6:35); Él tuvo sed (Jn. 19:28), y Él
era el agua de vida (Jn. 7:37). Él estuvo en agonía (Lc. 22:44), y curó toda clase de enfermedades y alivió todo
dolor. Aunque había existido desde la eternidad (Jn. 8:58), Él creció «en edad» como crecen todos los hombres
(Lc. 2:40). Sufrió la tentación (Mt. 4:1) y, como Dios, no podía ser tentado. Se limitó a sí mismo en su
conocimiento (Lc. 2:52), aun cuando Él era la sabiduría de Dios.
1. La encarnación
Hemos notado que el Verbo en Juan 1 es el Hijo de Dios. "y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1: 14).
Esta maravillosa verdad se vislumbra desde el Antiguo Testamento. Dios dio muchas promesas que un día
vendría un Libertador, un Rey, un Mesías.
Cuando Adam y Eva fueron engañados por el tentador, Dio los juzgó, pero en Génesis 3:15 prometió que la
Simiente de la mujer (uno de sus descendientes) aplastaría al enemigo. El libertador sería un hombre y tendría
una madre humana.
Dios dio una promesa especial a Abraham (Génesis 22:18). El libertador, que traería bendición a toda la raza
humana, sería uno de sus descendientes. Esta promesa fue confirmada a Isaac (Génesis 26: 4), a Jacob
(Génesis 28:14) y Dios le prometió a Judá que el Rey nacería de su tribu (Génesis 49:10).
Otras profecías anunciaron que el que vendría sería profeta como Moisés (Deuteronomio 18:15); sacerdote
como Melquisedec (Salmo 110:4) y Rey del linaje de David (2º Samuel 7:16).
Era evidente que el Mesías no sería ángel u otra especie de creación. Sería un hombre.
Otras profecías claramente indicaban que Dios mismo descendería a la tierra.
"Y se dirá en aquel día: He aquí este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová á
quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.” (Isaías 25:9).
" He aquí que el Señor Jehová vendrá con fortaleza, y su brazo se enseñoreará: he aquí que su salario viene
con él, y su obra delante de su rostro. " (Isaías 40: 10).
12

13. Juan Bautista debería “…Barred camino á Jehová: enderezad calzada en la soledad á nuestro Dios.” (Isaías 40:3)
“Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías profeta.” (Juan 1: 23).
Malaquías profetizó: " He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí: y luego vendrá á su
templo el Señor á quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, á quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de
los ejércitos.” (Malaquías 3:1). Isaías nos da algunos de los nombres del rey que vendría:
“... Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz" (Isaías 9: 6).
Otro de sus nombres es "Emmanuel" que significa: Dios con nosotros. También se nos dice que iba a nacer de
una virgen (Isaías 7:14; Mateo 1:23).
¿Cómo podría el Rey y Salvador prometido ser a la vez Dios y hombre? El Nuevo Testamento nos da la
respuesta: Sólo si Dios se hiciera hombre. Esta es la doctrina de la encarnación.
En Mateo 1 y Lucas 2 tenemos el relato histórico del nacimiento virginal de Cristo. En las epístolas de Pablo
tenemos con toda claridad de expresión de esta verdad:
"Cuyos son los padres, y de los cuales es Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas,
bendito por los siglos. Amén.” (Romanos 9: 5).
"El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del cielo. (1º Corintios
15: 47).
"Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido
justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en
el mundo; ha sido recibido en gloria." (1º Timoteo 3: 16).
Al respecto el catecismo de Heidelberg dice lo siguiente:
14ª PREGUNTA: ¿Podría hallarse alguien, en el cielo o en la tierra, que siendo simple criatura pagase por
nosotros?
RESPUESTA: No; primero, porque Dios no quiere castigar, en otra criatura, el pecado que el hombre a
cometido. Segundo, porque una simple criatura es incapaz de soportar la ira eterna de Dios
contra el pecado y librar a otros de ella.
15ª PREGUNTA: Entonces, ¿qué Mediador y Redentor debemos buscar?
RESPUESTA: Uno que sea verdadero hombre y perfectamente justo, y además sea más poderoso que todas las
criaturas, es decir, que sea al mismo tiempo verdadero Dios.
16º PREGUNTA: ¿Por qué debe ser verdadero hombre y perfectamente justo?
RESPUESTA: Porque la justicia de Dios exige la misma naturaleza humana que pecó, pague por el pecado; y
porque uno que en sí mismo sea pecador, no puede pagar por otro.
17ª PREGUNTA: ¿Por qué debe ser también verdadero Dios?
RESPUESTA: Para que, por la potencia de su divinidad, pueda llevar en su humanidad la carga de la ira de
Dios, y reparar y restituir en nosotros la justicia y la vida
18º`PREGUNTA: Mas, ¿quién es este Mediador, que al mismo tiempo es verdadero Dios, y verdadero hombre
perfectamente justo?
RESPUESTA: Nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha sido hecho por Dios, Sabiduría, Justicia, Santificación
y perfecta Redención.
Lea y medite también los siguientes pasajes: Gálatas 4: 4; Filipenses 2: 6-8; Hebreos 2: 14.
El eterno (jamás creado) Hijo de Dios no dejó de ser Dios cuando se hizo hombre. Es maravilloso que siendo
Dios quisiera ser hombre también. Queriendo hacerlo, ciertamente lo pudo hacer. Su amor nos explica el
porqué lo quisiera hacer y su omnipotencia nos explica cómo lo pudo hacer.
Cuestionario
1. ¿Qué dos verdades importantes deben destacarse en el estudio de la encarnación del Hijo de Dios?
2. ¿Por qué es importante sostener ambas cosas: la completa deidad y la completa humanidad de Cristo?
3. ¿Qué evidencia hay de que Cristo tenía una total humanidad?
4. ¿Qué evidencia hay de que Cristo tuvo experiencias humanas normales?
5. ¿Cómo se sostiene el hecho de su deidad aun cuando Cristo estuvo en la tierra?
6. ¿Cómo está relacionada la encarnación con la revelación de Dios al hombre?
7. ¿Cómo está relacionada la encarnación con el sacrificio de Cristo por el pecado?
8. ¿Cuál es la relación de la encarnación con respecto a destruir las obras del diablo?
9. ¿Cómo se relaciona la encarnación de Cristo con su oficio de Sumo Sacerdote?
2. La humanidad de Cristo
Cristo tuvo todas las características de un hombre con excepción de una naturaleza pecaminosa.
(1) Su nacimiento (salvo su concepción por obra del Espíritu Santo, Mateo 1: 20) fue normal. Considere
cuidadosamente Lucas 1: 31, 35; 2: 5, 6, 7, 16, 21, 28.
(2) Su infancia fue normal (Lucas 2: 40-52). Hacía preguntas, obedecía a sus padres, crecía en sabiduría y en
estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
(3) Voluntariamente se sujetó a limitaciones humanas. Sufrió hambre (Mateo 4: 2), cansancio (Juan 4: 6), sed
(Juan 19: 28). Nunca resolvió sus necesidades físicas usando su poder como Hijo de Dios.
(4) Sus emociones eran las humanas: amor (Marcos 10: 21), enojo (Marcos 3: 5), tristeza (Lucas 13: 34) e
incluso vemos en Marcos 14: 33 que sintió temor y angustia.
13

14. (5) Su muerte fue como la muerte de un hombre, con una diferencia: No murió exhausto. Clamó con gran voz y
entregó el espíritu. "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar. Nadie me la
quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este
mandamiento recibí de mi Padre.” (Juan 10: 17, 18). La muerte humana es la separación de cuerpo y espíritu.
(6) Su naturaleza era la de todo ser humano. Leemos de su alma (Mateo 26: 38); de su espíritu (Lucas 23: 46) y
de su cuerpo (Juan 19: 40).
3. Cristo: Hombre perfecto
Jesucristo fue semejante a todos los hombres en todo sentido pero sin pecado.
(1) Pecado es rebelión. Es hacer lo contrario a la voluntad de Dios. Dios no puede actuar de manera contraria a
su carácter ni tampoco Cristo.
(2) Sólo Cristo pudo decir: "Díjoles pues, Jesús: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entenderéis que yo
soy, y que nada hago de mí mismo; mas como el Padre me enseñó, esto hablo.” (Juan 8: 28,29).
(3) Aún sus enemigos tuvieron que reconocer su inocencia: "¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?" (Juan
8:46). Pilato dijo: " porque yo no hallo en él crimen. (Juan 19:6).
(4) Dios manifestó su aprobación de Cristo. "Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el
cual tengo contentamiento." (Mateo 3: 17). .
Más aún, Dios le levantó de los muertos. Esto prueba que Dios reconoció en su Hijo a un hombre perfecto. No
hizo pecado (1 Pedro 2: 22). No conoció pecado (2 Corintios 5:21).
¿Por qué es importante la humanidad perfecta de Cristo?
Hemos visto que Cristo es un hombre, un hombre perfecto. ¿Por qué es importante esto?
Sólo un hombre podía dar a conocer a Dios a los hombres. Sólo un hombre puede morir.
En Levítico 25 encontramos la ley del rescate, que consistía en que cuando un israelita pobre se vendía como
esclavo solamente un pariente cercano lo podía rescatar de esa condición. Nosotros éramos esclavos del
pecado, por lo tanto nuestro Señor Jesucristo debió hacerse hombre para ser él nuestro pariente, nuestro
hermano, y así satisfacer la ley.
Necesitamos un mediador que sea Dios-Hombre (1º Timoteo 2: 5).
Sólo un hombre sin pecado podía morir por los demás. Si hubiera un solo pecado en Cristo, hubiera muerto
sólo por ese pecado. El Cordero de Dios fue perfecto. El Hijo de Dios es un Hombre cabal, un Hombre sin
pecado.
LA VIDA Y MUERTE DE CRISTO
El Hijo de Dios vino a ser el Dios-Hombre. Estando en la tierra era el Hijo de Dios. Manifestó la gloria de Dios
pero no utilizó su poder para sus necesidades propias.
Los cuatro evangelios narran la historia de su vida y muerte.
1.- Su ministerio
El Señor Jesús vivió aproximadamente 33 años sobre la tierra. Su nacimiento fue narrado detalladamente. Hay
una sola referencia que describe los años desde su infancia hasta la edad de 30 años (Lucas 2: 41-52). La
mayor parte de la narración en los evangelios se ocupa con los últimos tres años y se le dedica a la última
semana más espacio que a cualquier otro período de su vida.
Su Unción (Mateo 3: 13-17; Marcos 1: 9-11; Lucas 3: 21, 22).
A la edad aproximada de 30 años el Señor Jesús fue bautizado por su pariente Juan en el río Jordán. Juan
insistía en el arrepentimiento de la persona que iba a bautizar. Jesús no tenía ningún pecado que confesar. El
aceptó el bautismo porque los hombres piadosos de Israel se bautizaban y El quería identificarse con ellos
(Mateo 3: 15).
Para que ninguno asumiera que Jesús confesaba algún pecado, Dios abrió el cielo para decir "este es mi Hijo
Amado". Más aún, el Espíritu Santo descendió sobre El como una paloma. El Espíritu fue dado a Cristo sin
medida (Juan 3: 34).
En el Antiguo Testamento notamos que el sacerdote (Éxodo 28: 41) y el rey (2º Samuel 2: 4) eran ungidos con
aceite. Esto ocurría al principio de su ministerio. El aceite es símbolo del Espíritu Santo. Jesús fue ungido con el
Espíritu Santo. El era "el Ungido". Tanto la palabra Mesías como Cristo significan "ungido".
Su Tentación (Mateo 4: 1-11; Lucas 4: 1-13).
Dios demostró su aprobación de Cristo llamándole "Mi Hijo Amado". Esto fue inmediatamente un reto para
Satanás. Satanás intentó probar que Jesús no podía retener su posición como hombre sin pecar. Dios sabía
que Jesús, el Hijo de Dios, no pecaría. Pero Satanás echó mano de toda su astucia para estropear el plan de
Dios. Satanás fracasó. Jesús no pecó.
Sus Milagros. Jesús, con el poder del Espíritu, sanó a los enfermos; dio limpieza a los leprosos, vista a los
ciegos, vida a los muertos y echó a los demonios (Lucas 4: 18; Mateo 12: 28).
Cristo ejecutó milagros porque amaba a la gente y quería ayudarla. Probó por medio de los milagros que Dios
era con El. Cuando la gente acudía a El les enseñaba acerca de Dios.
Su Enseñanza. Jesús no escribió un libro. Su enseñanza se encuentra en los cuatro evangelios. Enseñó a la
gente acerca de Dios su Padre, acerca del reino de los cielos y acerca de su muerte, resurrección y regreso a la
tierra. Predicó el evangelio con lenguaje sencillo pero también usó parábolas para enseñar verdades más
profundas. Dio instrucción especial a sus discípulos.
14

15. 2. Su expiación
Su Muerte
En la Escritura se revela la muerte de Cristo como un sacrificio por los pecados de todo el mundo. De acuerdo a
ello, Juan el Bautista presentó a Jesús con las palabras: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo» (Jn. 1: 29). Jesús, en su muerte, fue el sustituto muriendo en el lugar de todos los hombres. Aunque
«sustituto» no es específicamente un término bíblico, la idea de que Cristo es el sustituto para los pecadores se
afirma constantemente en las Escrituras. Por medio de la muerte vicaria los juicios justos e inconmensurables
de Dios contra el pecador fueron llevados por Cristo. El resultado de esta sustitución es en sí mismo tan simple
y definitivo como la misma transacción. El Salvador ya ha cargado con los juicios divinos contra el pecador a
total satisfacción de Dios. Para recibir la salvación que Dios ofrece, se les pide a los hombres que crean estas
buenas nuevas, reconociendo que Cristo murió por sus pecados y por este medio reclamar a Jesucristo como
su Salvador personal.
La palabra «sustitución» expresa sólo parcialmente todo lo que se llevó a cabo en la muerte de Cristo. En
realidad, no hay un término que pudiéramos decir que incluye el todo de esa obra incomparable. El uso popular
ha tratado de introducir para este propósito la palabra expiación; pero este vocablo no aparece ni una sola vez
en el Nuevo Testamento, y, de acuerdo a su uso en el Antiguo Testamento, significa solamente cubrir el
pecado. Esto proveía una base para un perdón temporal «a causa de haber pasado por alto, en su paciencia,
los pecados pasados» (Romanos 3:25). Aunque en los tiempos del Antiguo Testamento se requería nada más
que el sacrificio de un animal para el remitir (literalmente «tolerar», «pasar por alto», Romanos 3:25) y el
disimular (literalmente «pasar por alto» sin castigo, Hechos 17:30) de los pecados, Dios estaba, no obstante,
actuando en perfecta justicia al hacer este requerimiento, puesto que Él miraba hacia la manifestación de su
Cordero, el cual vendría no solamente a pasar por alto o cubrir el pecado, sino a quitarlo de una vez y para
siempre (Juan 1:29).
Jesús hizo el bien a todos los hombres. ¿Por qué lo desecharon los líderes judíos? Un motivo fue el que ellos
esperaban un rey glorioso. El Señor Jesús escondió su gloria y servía a los demás (Marcos 10:45). Cuando
retorne, reinará en gloria. Primero era necesario que sufriera.
Otro motivo es que Jesús denunciaba el pecado e incredulidad del pueblo, aún de los líderes. Así que la nación
le tomó aversión y pidió su muerte.
Fue sometido a dos juicios ilegales, uno ante el Sanedrín de los ancianos judíos y el otro ante el gobernador
romano, Pilato. Jesús fue condenado y crucificado entre dos ladrones.
Sus amigos lo abandonaron, los judíos se burlaron de El y los soldados romanos le torturaron. Pero la
profundidad de su angustia se deja ver cuando gimió: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado"
La respuesta a esto es que por causa nuestra, "al que no conoció pecado,... (Dios) hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él." (2º Corintios 5: 21).
Su Resurrección
El Nuevo Testamento presenta una prueba avasallante de la resurrección de Cristo. AI menos diecisiete
apariciones de Cristo ocurrieron después de su resurrección. Estas son las siguientes: 1) Aparición a María
Magdalena (Juan. 20:11-17; Marcos 16:9-11); 2) aparición a las mujeres (Mateo 28:9-10); 3) aparición a Pedro
(Lucas. 24:34; 1º Corintios. 15:5); 4) aparición de Cristo a los diez discípulos, que se refiere colectivamente
como «los once», estando Tomás ausente (Marcos 16:14; Lucas 24: 36-43; Juan 20:19-24); 5) aparición a los
once discípulos una semana después de su resurrección (Juan 20:26-29); 6) aparición a siete de los discípulos
en el Mar de Galilea (Juan 21: 1-23); 7) aparición a los quinientos (1º Corintios. 15: 6); 8) aparición a Santiago el
hermano del Señor (1º Corintios. 15:7); 9) aparición a los once discípulos en la montaña en Galilea (Mateo 28:
16-20; 1º Corintios. 15:7); 10) aparición a sus discípulos con ocasión de su ascensión desde el Monte de los
Olivos (Lucas 24:44-53; Hechos 1: 3-9) ; 11) aparición del Cristo resucitado a Esteban momentos antes de su
martirio (Hechos 7:55-56); 12) aparición a Pablo en el camino a Damasco (Hechos 9:3-6; Hechos. 22: 6-11;
26:13-18; 1º Corintios. 15:8); 13) aparición a Pablo en Arabia (Hechos 20:24; 26:17; Gálatas. 1:12, 17); 14)
aparición de Cristo a Pablo en el templo (Hechos 22:17-21; 9:26-30; Gálatas. 1:18); 15) aparición de Cristo a
Pablo en la prisión en Cesarea (Hechos 23:11); 16) aparición de Cristo al apóstol Juan (Apocalipsis. 1: 12-20).
El número de estas apariciones, la gran variedad de circunstancias y las evidencias que confirman todo lo que
rodea a estas apariciones, constituyen la más poderosa calidad de evidencia histórica de que Cristo se levantó
de los muertos.
En adición a las pruebas que nos dan sus apariciones, puede aún citarse más evidencia que sostiene este
hecho. La tumba estaba vacía después de su resurrección (Mateo 28:6; Marcos 16:6; Lucas 24:3, 6,12; Juan
20:2,5-8). Es evidente que los testigos de la resurrección de Cristo no eran gente tonta ni fácil de engañar. De
hecho, ellos eran lentos para comprender la evidencia (Juan 20:9, 11-15, 25). Una vez convencidos de la
realidad de su resurrección, deseaban morir por su fe en Cristo. Es también evidente que hubo un gran cambio
en los discípulos después de la resurrección. Su pena fue reemplazada con gozo y fe.
Su cuerpo era el mismo que había sido crucificado. Las heridas eran visibles aún. Comió ante sus discípulos y
habló con ellos. Pero también podía hacerse invisible y entrar en un cuarto estando todas las puertas cerradas.
Nunca utilizó estos poderes antes de su resurrección.
Su Ascensión
Después de haber resucitado de entre los muertos, el Señor estuvo con sus discípulos en diferentes ocasiones
durante 40 días. Les explicó pasajes del Antiguo Testamento y acerca del reino de Dios. Les mandó predicar el
evangelio en todo el mundo. Prometió estar con ellos siempre y enviarles al Espíritu Santo dentro de pocos
días. Luego, ante sus ojos, ascendió al cielo.
Puesto que la resurrección de Cristo es la primera en una serie de exaltaciones de Cristo, su ascensión a los
cielos puede ser considerada como el segundo paso importante. Esto está registrado en Marcos 16:19; Lucas
24:50-51 y Hechos 1:9-11.
15

16. La ascensión señaló el fin de su ministerio terrenal. Así como Cristo había venido, nacido en Belén, también
ahora El había retornado al Padre. También marcó el retorno a su gloria manifiesta, la cual estaba oculta en su
vida terrena aun después de su resurrección. Su entrada en los cielos fue un gran triunfo, significando el
acabamiento de su obra en la tierra y una entrada dentro de su nueva esfera de trabajo a la diestra del Padre.
Su Gloria
Había venido del Padre. Volvió al Padre (Juan 16: 28).
La posición de Cristo en los cielos es de señorío universal mientras espera su último triunfo y su segunda
venida, y se presenta frecuentemente a Cristo a la diestra del Padre (Salmo 110:1; Mateo 22:44; Marcos 12:36;
16:19; Lucas 20:42-43;22:69; Romanos 8:34; Ef. 1:20; Colosenses. 3:1; Hebreos 1:3-13; 8:1; 10:12; 12:2; 1º
Pedro 3:22). El trono que Cristo ocupa en los cielos es el trono del Padre; no debe confundirse con el trono de
David, el cual es terrenal. La tierra aún espera el tiempo cuando será hecho el estrado de sus pies y su trono
será establecido sobre la tierra (Mateo 25:31). Su posición presente es, por supuesto, de honor y autoridad, y
manteniéndose siempre como Cabeza de la Iglesia.
Tomó forma de hombre y fue obediente hasta la muerte. Por eso Dios le ensalzó y le dio un nombre sobre todo
nombre (Filipenses 2: 6-11). Dios le sentó a su diestra en el cielo y puso todas las cosas bajo sus pies (Efesios
1: 20-22).
Cuestionario
1. ¿Por qué es importante sostener ambas cosas: la completa deidad y la completa humanidad de Cristo?
2. ¿Qué evidencia hay de que Cristo tenía una total humanidad?
3. ¿Qué evidencia hay de que Cristo tuvo experiencias humanas normales?
4. ¿Cómo se sostiene el hecho de su deidad aun cuando Cristo estuvo en la tierra?
5. ¿Cómo está relacionada la encarnación con la revelación de Dios al hombre?
6. ¿Cómo está relacionada la encarnación con el sacrificio de Cristo por el pecado?
7. ¿Cómo se relaciona la posición de Cristo como Cabeza sobre la iglesia con respecto a la encarnación?
8. ¿Qué se quiere decir con la afirmación de que Cristo es el sustituto de los pecadores?
9. ¿Cuál es la doctrina del Antiguo Testamento sobre la expiación?
10. ¿Cómo se relaciona la muerte de Cristo con el amor de Dios?
11. ¿Por qué el Nuevo Testamento enfatiza que la salvación es solamente por medio de la fe?
LA OBRA PRESENTE Y FUTURA DE CRISTO
Cuando Cristo terminó la obra de expiación en la cruz clamó a gran voz: "Consumado es" (Juan 19: 30).
Entonces murió.
El pecador debe creer en la obra consumada por Cristo. En caso contrario tendría que confiar en sus propias
buenas obras. Pero tanto el pecador como el creyente necesitan saber de la obra que Cristo no ha terminado.
Aunque sus sufrimientos ya pasaron, Cristo sigue actuando a nuestro favor. Este es el tema que ahora nos
ocupará.
La ascensión señaló el fin de su ministerio terrenal. Así como Cristo había venido, nacido en Belén, también
ahora El había retornado al Padre. También marcó el retorno a su gloria manifiesta, la cual estaba oculta en su
vida terrena aun después de su resurrección. Su entrada en los cielos fue un gran triunfo, significando el
acabamiento de su obra en la tierra y una entrada dentro de su nueva esfera de trabajo a la diestra del Padre.
La posición de Cristo en los cielos es de señorío universal mientras espera su último triunfo y su segunda
venida, y se presenta frecuentemente a Cristo a la diestra del Padre (Sal. 110:1; Mt. 22:44; Mr. 12:36; 16:19; Lc.
20:42-43;22:69; Ro. 8:34; Ef. 1:20; Col. 3:1; He. 1:3-13; 8:1; 10:12; 12:2; 1 P. 3:22). El trono que Cristo ocupa
en los cielos es el trono del Padre; no debe confundirse con el trono davídico, el cual es terrenal. La tierra aún
espera el tiempo cuando será hecho el estrado de sus pies y su trono será establecido sobre la tierra (Mt.
25:31). Su posición presente es, por supuesto, de honor y autoridad, y manteniéndose siempre como Cabeza
de la Iglesia.
1. Su obra actual
Como Díos-Hombre, Cristo conoce perfectamente el corazón de Dios y el corazón humano. Es precisamente el
Mediador que necesitamos para ponernos en contacto con Dios. Hay títulos de Cristo que describen su obra
actual.
Mediador
1º Timoteo 2: 5 “Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
Job, en su angustia, sintió la necesidad de uno que arbitrara entre él y Dios (Job 9: 33).
Cristo es el mediador ideal. El tomó sobre sí la justa ira de Dios. Al aceptar a Cristo y su muerte sustitutoria, el
hombre es reconciliado.
Cristo es el mediador de un nuevo y mejor pacto (Hebreos 8: 6; 9:15; 12: 24). Por gracia nosotros llegamos a
ser beneficiarios de este pacto. Como Mediador, Cristo acerca a los hombres a Dios
16

17. Sólo hay un Dios, sólo hay un Dios-Hombre, sólo hay un Mediador. Decir que necesitamos otros, es decir que
Cristo no es suficiente. No necesitamos de un Mediador entre nosotros más Cristo. El es hombre y conoce
nuestros corazones. Al mismo tiempo es Dios y Dios es amor.
Sumo Sacerdote, Pontífice.
El Antiguo Testamento anunció que el Salvador que vendría sería sacerdote. Cristo es un sumo sacerdote
mayor que Aarón. Aarón y sus hijos murieron. Cristo es pontífice eternamente según el orden de Melquisedec.
Sólo El recibe el nombre de "gran sumo sacerdote" (Hebreos 4: 14).
Las responsabilidades principales de un sumo sacerdote tienen que ver con la adoración y la intercesión
(Hebreos 5: 1, 2). Como Pontífice, Cristo dirige nuestra adoración y la hace aceptable a Dios (Hebreos 10: 19-
22). Como Sacerdote, puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos (Hebreos 7: 25).
Abogado.
Como Mediador, Cristo acerca a los pecadores a Dios. Como sacerdote, los sostiene en un lugar de bendición.
Pero cuando caemos en pecado necesitamos a Cristo el Abogado. "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" (1 Juan 2:1).
De este versículo aprendemos:
El propósito de Dios es que yo no peque. Pero no debo engañarme creyendo que ya soy perfecto y sin pecado.
Cuando peco, debo agradecer la provisión de Dios, un Abogado, Jesucristo el justo. Como un buen abogado
ayuda a una persona a resolver sus problemas con la ley, así Cristo procura restaurar al creyente que ha
pecado a la comunión con Dios.
Hay dos títulos más en el Nuevo Testamento que describen la obra actual de Cristo (1 Pedro 2: 25).
Pastor.
Como Buen Pastor Cristo dio su vida por las ovejas (Juan 10: 11). Esto ya sucedió. Como Gran Pastor nos
hace aptos en toda buena obra para hacer la voluntad de Dios (Hebreos 13: 20, 21). Próximamente, como
Príncipe de los pastores aparecerá en gloria para premiar a los que le han servido fielmente (1 Pedro 5: 4).
Obispo.
Esto significa "uno que vigila" y describe a Cristo como el que protege a individuos y a iglesias. Tiene derecho
a exigir nuestro servicio y devoción. Reprende a los que viven descuidadamente. En Apocalipsis 2 y 3 vemos
que conoce la condición de cada iglesia. Ofrece recompensas para el servicio fiel: las da en el presente y
también las dará ante su Tribunal. Al mismo tiempo, está listo para quitar el candelero de la iglesia apóstata que
no se quiere arrepentir.
2. Su segunda venida
Tal como fue anunciado muchos siglos antes del advenimiento de Cristo, El vino en su humanidad como un hijo
de Abraham, descendió de la tribu de Judá y de la casa de David y nació de una virgen en Belén. De igual
manera, los detalles explícitos concernientes a su muerte, revelados en el Salmo 22, unos mil años antes de la
venida de El al mundo, se cumplieron con admirable precisión.
La Palabra de Dios contiene mucha profecía que al presente está todavía en espera de cumplirse, y es
razonable, así como honroso para Dios, que nosotros creamos que dicha profecía se cumplirá con la misma
fidelidad que ha sido la característica de todas las obras y todos los actos de El hasta el día de hoy. La
enseñanza de que Cristo volverá a esta tierra tal como El era cuando ascendió a la diestra de Dios -«Este
mismo Jesús, en su cuerpo de resurrección y en las nubes del cielo» (Hechos 1:11) es tan clara y
extensamente presentada en las Escrituras proféticas, que ella ha sido incluida en todos los grandes credos de
la cristiandad. Sin embargo, es una doctrina que debemos estudiar cuidadosamente y con espíritu de claro
discernimiento.
En consideración con la profecía como se relaciona con la futura venida de Jesucristo, muchos estudiantes
bíblicos distinguen la venida de Cristo por su Iglesia, refiriéndose al arrebatamiento (el tomar a los santos hacia
el cielo), de su venida con sus santos para establecer su reino (su segunda venida formal a la tierra) para reinar
por mil años. Entre estos dos acontecimientos se predicen varios eventos importantes tales como una iglesia
mundial, la formación de un gobierno mundial con un dictador, y una gigantesca guerra mundial, la cual tendrá
lugar cuando Cristo venga a establecer su reino. La venida de Cristo por su iglesia es el primer acontecimiento
en estas series, si se interpretan literalmente las profecías.
Aunque los acontecimientos de los últimos tiempos, que ocurren después del arrebatamiento de la iglesia, son
dados en muchas profecías en el Antiguo y Nuevo Testamento, la verdad de que Cristo vendría primero por su
iglesia no fue revelada en el Antiguo Testamento y es específicamente una revelación del Nuevo Testamento.
Hay que notar que el Antiguo Testamento promete la venida de un Profeta, Sacerdote y Rey. Sobre la tierra el
Señor dio a conocer la mente de Dios como Profeta. Hoy, en el cielo, intercede por nosotros como Sacerdote.
Próximamente volverá a la tierra como Rey.
Nunca recibe el título de Rey con relación a la iglesia. Pero sí con relación a Israel. Cuando venga en gloria su
esposa, la iglesia, vendrá con El. Es necesario pues que la iglesia suba a su encuentro. Esto sucederá cuando
la iglesia sea arrebatada de la tierra para encontrar a su Señor en las nubes (1º Tesalonicenses 4: 17). Al
arrebatamiento le sigue el Tribunal de Cristo, su retorno glorioso a la tierra y su reino que durará mil años. El
Hombre de Galilea ha sido glorificado en el cielo. Próximamente será glorificado en la tierra, ante los hombres.
17

18. Cuestionario
1. ¿Cómo se relaciona la ascensión de Cristo con su exaltación?
2. Tratar el punto sobre si Cristo ascendió en el día de su resurrección.
3. ¿Qué evidencia puede ofrecerse para probar que la ascensión relatada en Hechos fue una ascensión literal?
4. ¿Hasta qué grado la Escritura testifica la llegada de Cristo al cielo después de su ascensión?
5. ¿Cómo se relaciona la ascensión de Cristo con su ministerio terrenal?
6. ¿En qué sentido la ascensión de Cristo fue un triunfo?
7. Distinguir el trono de Cristo en los cielos del trono davídico.
8. Nombrar las siete figuras relativas a Cristo con su Iglesia.
9. ¿Cuál es el significado de Cristo ahora sentado en el trono del Padre?
10. ¿Cómo se relaciona Cristo como nuestro Sumo Sacerdote y el dador de los dones espirituales a los hombres?
11. Contrastar la intercesión sacerdotal de Cristo con los sacerdotes del Antiguo Testamento.
12. Describir la obra de Cristo como nuestro Abogado en los cielos.
13. ¿Hasta qué grado está Cristo también trabajando en la tierra durante esta edad presente?
EL ESPIRITU SANTO: SU PERSONA
Hemos considerado, muy brevemente, algunos de los pasajes más importantes acerca de Dios el Padre y Dios
el Hijo. Ahora meditaremos en la persona y obra del Espíritu Santo.
1. ¿Es el Espíritu Santo una persona?
En la Biblia el Espíritu Santo no recibe ningún título como el de Padre o un nombre como lo tiene el Señor
Jesucristo. Algunos piensan que el Espíritu Santo es sólo una emanación o influencia. Consideremos algunos
versículos que sostienen que sí es una persona.
Una persona puede hablar, actuar, expresarse. El Espíritu Santo dijo: "He enviado", "He llamado" (Hechos 10:
20;13:2).
Una persona ejerce su voluntad. Esto lo hace el Espíritu (1º Corintios 12:11). Puede contender con los hombres
(Génesis 6: 3). Puede guiar a los hijos de Dios (Romanos 8: 14).
Una persona tiene sentimientos. El Espíritu Santo puede enojarse (Isaías 63: 10) y puede ser contristado
(Efesios 4: 30).
Una persona posee inteligencia. El Espíritu Santo tiene mente (Romanos 8: 27). Escudriña las cosas profundas
de Dios y conoce la mente de Dios (1º Corintios 2: 10, 11).
Una influencia o una fuerza impersonal no puede tener voluntad, mente, sentimientos, ni hablar de sí misma
usando el pronombre "yo". El Espíritu Santo es una Persona y debemos reconocer esto al hablar de El.
2. Su Deidad
¿Es el Espíritu Santo realmente Dios? En la Biblia los ángeles reciben el nombre de espíritus, algunos de ellos
son espíritus santos. Es evidente, sin embargo, que el Espíritu Santo comparte las características de Dios así
como lo hace el Hijo.
Como una persona de la trinidad, el Espíritu Santo es co-igual con el Padre y el Hijo.
Este hecho se verá comparando Isaías 6:8-9 con Hechos 28:25-26; Jeremías 31:31-34 con Hebreos 10:15-17.
(Notar también 2 Corintios 3:18 y Hechos 5:3, 4. « ¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo?... No has mentido a los hombres sino a Dios».) A pesar de que los juicios de Dios han caído tan
drásticamente sobre algunos que han mentido contra el Espíritu (Hechos 5:3), y aunque a los hombres
evidentemente no se les permite jurar en el nombre del Espíritu Santo, y aunque El es llamado el Espíritu
Santo, es cierto que El no es más santo que el Padre o el Hijo; la absoluta santidad es el primer atributo del
Trino Dios.
Su mismo nombre: Espíritu Santo (Lucas 11: 13) nos enseña tres cosas: Es ESPIRITU, es SANTO, y porque es
espíritu es INVISIBLE. Estos son tres de los atributos de Dios.
Es ETERNO (Hebreos 9: 14). Todo ser creado tuvo principio. Sólo Dios es eterno.
Es SUPREMO. Está ligado a Dios el Padre y al Hijo en plan de igualdad (Mateo 28: 19; 2 Corintios 13: 14). No
sería correcto vincular a una criatura con Dios en plan de igualdad.
El Espíritu Santo procede del Padre y es enviado por el Hijo (Juan 15: 26; 16: 7). Pero también, blasfemar
contra Cristo será perdonado; mas no así el blasfemar contra el Espíritu Santo. Estos versículos pudieran
sugerir que el Espíritu Santo tiene un rango menor o mayor que el Padre o el Hijo. Pero al considerar el
conjunto de las Escrituras vemos que el Espíritu Santo es igual a Dios.
Es OMNIPOTENTE. Vemos al Espíritu asociado con Dios en la obra de Creación. Cristo hizo sus milagros en el
poder del Espíritu.
Es OMNISCIENTE (1 Corintios 2: 10).
Es OMNIPRESENTE. En el Salmo 139: 7-10 vemos que es imposible escapar o esconderse del Espíritu de
Dios.
Es JUSTO. Convence de pecado a todos los que no creen en Cristo (Juan 16: 8-11).
Es LLENO DE GRACIA. Recibe el nombre de Espíritu de gracia (Hebreos 10: 29).
Estos versículos demuestran que diez atributos de Dios lo son también del Espíritu Santo. Son más que
suficientes para probar la deidad del Espíritu Santo. Los dos que faltan son el que Dios se revela y que es
inmutable. En realidad todo lo que sabemos de Dios nos es dado a conocer por el Espíritu.
18

19. Es llamado el Espíritu de verdad (Juan 14: 17). No habla acerca de sí mismo (en las Escrituras) pues su misión
es glorificar a Cristo (Juan 16: 13, 14). .
En cuanto a ser inmutable, la unidad que observamos en la Biblia es una prueba que el Espíritu no cambia. La
expresión "los siete espíritus de Dios" en Apocalipsis 1: 4; 3: 1; Isaías 11:2 se refiere a la plenitud, perfección y
omnipresencia del Espíritu. No significa que hay varios Espíritus de Dios o que hay variación en el Espíritu.
Hemos visto que el Espíritu es una persona, igual en todo sentido a Dios. La Biblia enseña que el Espíritu de
Dios es Dios.
Cuestionario
1. ¿Por qué es necesario enfatizar la personalidad del Espíritu Santo?
2. ¿Cuáles son algunas de las obras importantes del Espíritu las cuales demuestran su personalidad?
3. ¿Hasta qué punto la Escritura indica que el Espíritu Santo es afectado como una persona por otros seres?
4. ¿Qué términos bíblicos implican la personalidad del Espíritu Santo?
5. ¿Cómo el hecho de que el Espíritu Santo es llamado Dios demuestra su igualdad con el Padre y el Hijo?
6. ¿Qué evidencia sostiene la conclusión de que el Espíritu Santo tiene los atributos de Dios?
7. ¿Cómo las obras del Espíritu Santo demuestran su deidad?
8. ¿Cómo los pronombres personales usados para el Espíritu Santo confirman su personalidad?
9. ¿Hasta qué punto la experiencia cristiana, en la cual el Espíritu Santo es el objeto de la fe y obediencia,
sostiene su igualdad con el Padre y el Hijo?
EL ESPIRITU SANTO: SU OBRA
Ahora consideraremos la obra del Espíritu de Dios. Existe un Dios pero trabaja en distintas maneras. El Espíritu
nunca actúa en desacuerdo con el Padre o el Hijo. Todo es armonía. Hay siete esferas donde resalta la obra del
Espíritu.
1. Creación
Su obra en relación al universo. Aunque leemos que todo fue creado por el Hijo, se menciona al Espíritu con
relación a la creación del hombre (Job 33: 4) y los animales (Salmo 104: 30). El Espíritu adornó los cielos (Job
26: 13); Y puso en orden a la tierra (Génesis 1: 2).
2. Inspiración de La Biblia
Su obra en relación a las Escrituras. El tema de la Biblia es Cristo, pero la inspiración es por el Espíritu Santo
Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo. (2º Pedro 1: 21).
3. Encarnación
Su obra en relación a Cristo. La íntima relación entre el Hijo de Dios y el Espíritu de Dios es aparente al estudiar
la experiencia de Cristo sobre la tierra.
El NACIMIENTO DE CRISTO. La virgen concibió por obra del Espíritu Santo (Mateo 1: 18; Lucas 1: 35).
El BAUTISMO DE CRISTO. El Espíritu ungió a Cristo después de su bautismo al venir a ponerse sobre El y
morando en El. Esto fue en cumplimiento de promesas del Antiguo Testamento y atestiguó a Juan y a otros
que, El era el verdadero Mesías. Demostró que era, aprobado de Dios (Mateo 3:16; Marcos 1: 10; Lucas 3:.22);
La TENTACION DE CRISTO. Después del bautismo el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por
Satanás (Mateo 4: 1; Marcos 1: 12; Lucas 4: 1).
El MINISTERIO DE CRISTO. Tras su victoria en el desierto, Cristo entró a tres años de intensa actividad. Sanó
a los enfermos y predicó .el evangelio. Ambos servicios fueron ejecutados por el poder del Espíritu Santo
(Lucas 4: 14; Mateo 12: 28).
La MUERTE DE CRISTO. El Señor Jesús tenía poder para poner su vida por las ovejas y volverla a tomar. Este
mandamiento 10 recibió de su Padre (Juan 10: 18). Pero fue por el Espíritu Eterno que Cristo se ofreció a si
mismo sin mancha a Dios (Hebreos 9: 14). "
La RESURRECCION DE CRISTO. En Hechos 3: 15 nos dice que Dios le levantó de entre los muertos. En 1
Pedro 3: 18 leemos que fue vivificado por el Espíritu.
La SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. El Espíritu inspira en la esposa el anhelo de la segunda venida de Cristo.
(Apocalipsis 22: 17).
4. Convicción: su obra en relación al mundo
Es obra del Espíritu el convencer al mundo de pecado, justicia y juicio (Juan 16: 8-11). Solamente como
operación del Espíritu Santo veremos a los hombres bajo convicción.
(1) Dios le ha dado al hombre libre albedrío. Esto puede llevar al hombre al extremo de blasfemar contra el
Espíritu Santo (Mateo 12: 32). Los hombres pueden (pero no deben) resistir al Espíritu Santo (Hechos 7: 51).
También pueden hacer afrenta al Espíritu de gracia (Hebreos 10: 2,9).
(2) Por otra parte, el Espíritu limita o impide la loca oposición y rebelión del hombre. Continuará deteniendo esta
iniquidad hasta que sea quitado del mundo (2º Tesalonicenses 2: 7).
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20. 5. Regeneración: su obra en relación al arrepentido
Por la obra maravillosa del Espíritu, la vida de Dios se imparte a todo aquel que recibe a Cristo, que cree en su
nombre (Juan 3: 5, 6). Cuando esto sucede ocurre el nuevo nacimiento. Cuando se recibe esta vida nunca se
puede perder.
6. Santificación: su obra en relación al creyente
El que nace otra vez es santificado, es apartado para Dios. Pero la santificación es también un proceso diario
durante toda la vida. Es obra del Espíritu (1 Pedro 1: 2) y de Cristo (Efesios 5: 26). , El Espíritu mora
permanentemente en cada creyente (1 Juan 2: 27); produce fruto en su vida (Gálatas S: 22); lo bautiza en el
cuerpo de Cristo (1 Corintios 12: 13); desea llenar a cada uno (Efesios 5: 18); Y lo sella como propiedad de Dios
(Efesios 1: 13).
Pero, es triste reconocerlo, un verdadero hijo de Dios puede impedir esta obra maravillosa. Podemos (aunque
no debemos) contristar al Espíritu (Efesios 4: 30); apagar al Espíritu (1º Tesalonicenses 5: 19). Las iglesias
deben estar atentas a su voz (Apocalipsis 2: 7,11, 17,29; 3,: 6, 13,22).
7. Unificación: su obra en relación a la Iglesia
Hombres de distintas nacionalidades, diferente nivel social y habiendo profesado antes gran variedad de
religiones son unidos en el cuerpo de Cristo. Una persona divina mora en cada uno de ellos. El Espíritu les da
vida y los unifica en Cristo Jesús (1º Corintios 12: 12-27).
Cuestionario
1. ¿Cuáles son algunas de las obras importantes del Espíritu las cuales demuestran su personalidad?
2. ¿Cómo las obras del Espíritu Santo demuestran su deidad?
3. ¿Cómo participó el Espíritu en la encarnación y vida de Jesús?
3. ¿Cómo están involucradas las tres personas de la Trinidad en la regeneración del creyente?
6. ¿Cómo el hecho de que un creyente en Cristo es una nueva criatura es un resultado de la regeneración?
7. ¿Por qué es imposible para la voluntad humana en sí misma producir el nuevo nacimiento?
11. ¿Qué nuevas experiencias vendrán a un creyente regenerado?
12. ¿Cómo se relaciona la obra del Espíritu con la seguridad eterna?
Dios el Espíritu Santo: Su Morada y Sellamiento.
A. Una nueva característica de la edad presente
Aunque el Espíritu de Dios estaba con los hombres en el Antiguo Testamento y era la fuente de sus nuevas
vidas y los significados de la victoria espiritual, no hay evidencia de que todos los creyentes en el Antiguo
Testamento tenían al Espíritu morando en ellos.
Esto se explica por el silencio en el Antiguo Testamento sobre esta doctrina y por la enseñanza expresa de
Jesucristo, cuando contrasta la situación del Antiguo Testamento con la edad presente en las palabras «porque
mora con vosotros, y estará en vosotros» (Juan 14:17). El creyente como morada del Espíritu es una
característica de la edad presente que se repetirá en el reino milenial, pero que no se encuentra en otro
período.
B. La morada universal del Espíritu Santo en los creyentes
Aunque los cristianos pueden variar grandemente en poder espiritual y en la manifestación de frutos del
Espíritu, la Escritura enseña plenamente que cada cristiano tiene al Espíritu de Dios morando en él desde el día
de Pentecostés. El hecho de su morada está mencionado en tantos pasajes en la Biblia que no debería ser
cuestionado por nadie que reconozca la autoridad de la Escritura (Juan 7:37-39; Hechos 11:17; Romanos 5:5;
8:9, 11; 1º Corintios 2:12; 6:19-20; 12:13; 2º Corintios 5:5; Gálatas 3:2; 4:6; 1 Juan. 3:24; 4:13). Estos pasajes
dejan en claro que antes del día de Pentecostés la dispensación del Antiguo Testamento, en la cual solamente
algunos tenían ese privilegio estaba en vigencia, pero después de Pentecostés la obra normal del Espíritu ha
sido el morar en cada cristiano.
Romanos 8:9 sostiene la morada universal del Espíritu declarando que en la era presente «si alguno no tiene el
Espíritu de Cristo, no es de El». De igual manera, en Judas 19 a los no creyentes se les describe como «no
teniendo el Espíritu». Aun los cristianos que están viviendo fuera de la voluntad de Dios y están sujetos al
castigo de Dios, sin embargo tienen cuerpos, los cuales son los templos del Espíritu Santo. Pablo usa este
argumento en 1º Corintios 6:19 para exhortar a los corintios carnales a que eviten los pecados contra Dios,
porque sus cuerpos son hechos santos por la presencia del Espíritu Santo.
Se declara repetidamente que el Espíritu Santo es un don de Dios, y un don, por su naturaleza, es algo sin
mérito de parte del que lo recibe (Juan 7:37-39 Hechos 11:17; Romanos 5:5; 1º Corintios 2:12; 2º Corintios 5:5).
El hecho del morar del Espíritu o de su bautismo es un rasgo característico de esta. Por medio del morar del
Espíritu el individuo es santificado o apartado para Dios. En el Antiguo Testamento el aceite de la unción tipifica
a la unción presente por medio del Espíritu, siendo el aceite uno de los siete símbolos del Espíritu.
C. El sellamiento del Espíritu
El morar del Espíritu Santo se representa como el sello de Dios en tres pasajes en el Nuevo Testamento (2º
Corintios 1:22; Efesios 1:13; 4:30). En cada consideración importante el sellamiento del Espíritu es enteramente
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21. una obra de Dios. A los cristianos nunca se les exhorta a buscar el sellamiento del Espíritu, puesto que cada
cristiano ya ha sido sellado. El sellamiento del Espíritu Santo, por lo tanto, es tan universal como la morada del
Espíritu Santo y ocurre en el momento de la salvación.
Efesios 1:13 dice: «Habiendo creído en El, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.» En otras
palabras, el creer y el recibir ocurren al mismo tiempo. No es, por lo tanto, ni un trabajo subsiguiente de la
gracia ni una recompensa por la espiritualidad. Los cristianos efesios fueron exhortados: «Y no contristéis al
Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención» (Efesios 4:30). Aun cuando ellos
pecaran y contristaran al Espíritu, sin embargo estaban sellados para el día de la redención, esto es, hasta el
día de la resurrección o transformación, cuando recibieran nuevos cuerpos y ya no pecaran más.
Como el morar del Espíritu, el sellamiento del Espíritu no es una experiencia, sino un hecho para ser aceptado
por la fe. El sellamiento del Espíritu es una parte tremendamente significativa de la salvación del cristiano e
indica su seguridad, y que es propiedad de Dios. En adición a lo anterior, es el símbolo de una transacción
terminada. El cristiano está sellado hasta el día de la redención de su cuerpo y su presentación en gloria.
Tomado como un todo, la doctrina de la presencia moradora del Espíritu Santo como nuestro sello trae gran
seguridad y confortamiento al corazón de cada creyente que entienda esta gran verdad.
Cuestionario
1. ¿Qué evidencias sostienen la conclusión de que el morar del Espíritu en cada creyente es una
característica distintiva de la edad presente?
2. ¿Qué pasajes importantes en el Nuevo Testamento enseñan en forma incuestionable la morada universal
del Espíritu Santo en los creyentes?
3. ¿Por qué la morada del Espíritu Santo es necesaria para el alto nivel de vida espiritual del creyente?
4. ¿Cómo puede definirse la unción del Espíritu?
5. ¿Cómo puede contrastarse el morar del Espíritu con la plenitud del Espíritu Santo?
6. ¿Cuál es la relación entre el morar y el sellar del Espíritu?
7. Explicar el verdadero significado de Efesios 1:13.
8. ¿Cómo se relaciona el sellamiento del Espíritu con la seguridad eterna?
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22. ¿QUE ES EL HOMBRE?
Uno de los puntos de vista más comunes que se han levantado en contradicción con la doctrina de la creación
del hombre revelada en la Biblia es la teoría de la evolución. Esta teoría es que de alguna manera llegó a la
existencia siendo una célula viviente y de esta célula viviente el hombre evolucionó por un proceso de selección
natural. La evolución intenta explicar todas las complicadas formas de vida en este mundo por este proceso
natural.
De acuerdo a la teoría de la evolución, todas las plantas, animales y el hombre fueron formados por un proceso
de pequeños cambios llevados a cabo por mutaciones, las cuales se creen que explican todas las especies. Sin
embargo, las mutaciones son casi invariablemente dañinas más que beneficiosas, y nunca se han observado
series de mutaciones que sean beneficiosas o que hayan producido una nueva especie. De acuerdo con esto,
mientras que el registro bíblico reconoce que puede haber variaciones dentro de las especies, declara que Dios
creó los animales «según su especie» (Gn. 1:21,24,25)
En contraste con los animales, el hombre fue hecho a la imagen y semejanza de Dios (1:26-27). y que respiro
en él aliento de vida (Génesis 2.7).
Como se presenta en Génesis, el hombre es la máxima obra de Dios en la creación, y se declara que toda la
creación tuvo lugar en seis días
Algunos miran los seis días como períodos de tiempo, más cortos o más largos que veinticuatro horas, porque
la palabra «día» a veces es usada para períodos más largos, así como en la expresión «el día del Señor».
Otros insisten, sin embargo, que, dado que se usan los números con la palabra «día», debe aplicarse a un día
de veinticuatro horas. En este caso se presupone que Dios creó el mundo con edad aparente, como lo hizo, por
ejemplo, en la creación del hombre mismo y en el caso de los animales. Otros, sin embargo, señalan a la
sugerencia de que el tiempo involucrado fue más largo que veinticuatro horas debido a expresiones como las
de Génesis 1: 11, donde el árbol frutal se presenta creciendo de la tierra. Mientras que Dios podría haber
creado un árbol completamente crecido, el hecho de que se diga que crece implica un período más largo que
veinticuatro horas. Mientras que los evangélicos han diferido en la interpretación precisa del proceso de la
creación, la mayoría de los intérpretes que sostienen la inspiración e infalibilidad de la Biblia atribuyen la
presente existencia de los animales y del hombre a la creación inmediata de Dios, y en la Escritura no hay
evidencia del desarrollo evolucionario de las especies por leyes naturales.-
¿Qué significa ser a la imagen y semejanza de Dios?
Según Berkhof: la palabra imagen y semejanza se usan como sinónimos e indistintamente, y por lo tanto no se
refiere a dos cosas diferentes, sino que se refiere a lo mismo:
a) La justicia original o mas definidamente como: conocimiento verdadero, justicia y santidad (Colosenses 3:10;
Ef.4:24)
b) La naturaleza racional y moral (Génesis 3; 2º Timoteo 2:14)
c) Espiritualidad (Génesis 2:7)
d) Cuerpo (Mateo 10:28 comparado Génesis 9:6)
e) Inmortalidad (1ºTi.6:16)
6) Dominio del hombre (Génesis1:26;véase Sal.8:5-6)
Naturaleza (Génesis2:7; 2º Corintios 4:7,16; Eclesiastés.12:7)
De acuerdo al testimonio de la Escritura, el hombre, en su forma humana presente, fue creado por Dios como la
conclusión y consumación de toda la creación. Se dice del hombre que fue hecho a la imagen y semejanza de
Dios (Gn. 1:26) y que Dios respiró en él el aliento de vida (Gn. 2:7). Estas distinciones califican al hombre por
sobre todas las otras formas de vida que están sobre la tierra e indican que el hombre es una criatura moral con
intelecto, capacidad para sentir y voluntad.
Hablando en líneas generales, la creación del hombre incluyó aquello que era material «<el polvo») e inmaterial
«(el aliento de vida»). Esta doble distinción tiene referencia al «hombre exterior» y al «hombre interior» (2 Co. 4:
16); «el vaso de barro» y «su tesoro» (2 Co. 4: 7). Mientras que el alma y el espíritu del hombre se presentan
existiendo para siempre, el cuerpo retorna al polvo desde donde fue formado, y el espíritu va a Dios quien lo dio
(Ec. 12:7). De acuerdo a ello, la gente puede matar el cuerpo pero no matar el alma (Mt.10:28).
Cuando la escritura considera la parte inmaterial del hombre, a veces usa varios términos intercambiables.
(Génesis 41:8; Salmos 42:6; Mateo 20:28; 27:50; Juan.12:27; 13:21; Hebreos 12:23; Apocalipsis 6:9)
A las altas funciones de la parte inmaterial del hombre a veces se le atribuye al espíritu y a veces al alma.
(Marcos 8:36,37; 12:30; Lucas 1:46; Hebreos 6:18-19; Santiago 1:21)
Sin embargo se usan otros términos tales como: el corazón (Salmo 37:4; Romanos 9:2; 10:9-10; Efesios 3:17;
Hebreos 4:7). Otro término usado es aquel en cuanto a la mente del hombre, ya sea en referencia a la
pecaminosidad de la mente del hombre no salvo (Ro. 1:28; 2 Co. 4:4; Ef. 4:17-18; Tit. 1:15), o a la mente
renovada que posee un cristiano (Mt. 22:37; Ro. 12:2; 1 Co. 14:15; Ef. 5:17). Otras expresiones tales como
«voluntad» y «conciencia» también se refieren a la parte inmaterial del hombre
Dada la variedad de términos que a veces son usados en sentido similar y a veces en contrastes el uno con el
otro, muchos han considerado la división en material e inmaterial como la división básica, pero aun aquí
expresiones como «alma» y «espíritu» a veces son usadas para la totalidad del hombre incluyendo su cuerpo
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