El documento define la corrupción como un fenómeno que socava la conciencia pública y las obligaciones de los gobernantes hacia los ciudadanos. Las causas incluyen la falta de fiscalización de los actos de los gobernantes, la insuficiente participación ciudadana y los bajos salarios de los trabajadores públicos. Las consecuencias son daños al funcionamiento de las instituciones políticas, descontento ciudadano que lleva al soborno, y un aumento de las diferencias sociales que obliga a los más pobres a la informalidad.