2. Las fuentes más ricas sobre Pablo son sus cartas.
Pablo es un escritor “comprometido” con la causa a la que
ha consagrado su vida. Sus cartas son la otra cara de su
actividad misionera y pastoral.
¿Por qué Cartas?
En las cartas Pablo dialoga con las comunidades. Sus
escritos son sustitutivos de la palabra oral (Gál 4,20). Él
escribe como habla, teniendo en cuenta los problemas de
las comunidades y respondiendo a sus preguntas (1Cor 7,1;
8,1); completando lo que les había enseñado personalmente
(1Tes 3,10); defendiéndose de críticas y acusaciones (2Cor);
tomando posición y reaccionando contra las desviaciones
(Gál); demostrando su preocupación por la comunidad
(Flp); exponiendo las líneas maestras de su evangelio
(Rom); recomendando al esclavo Onésimo (Flm)…
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P. Behitman Alberto Céspedes
behitman.cespedes@ucp.edu.co
3. Las cartas salen al paso de problemas
determinados y circunstanciales. En muchas
ocasiones son salidas de emergencia, mientras va
a la comunidad o pueda dar una respuesta más
concreta.
El contenido de las Cartas y la persona del Pablo
forman una unidad indisoluble. Su respiración se
puede notar en muchos pasajes llenos de carga
emotiva. Su temple y su fe hayan expresión en un
lenguaje que a menudo resulta duro, impenetrable
y sobrecargado. Continuamente interpela al lector.
4. Junto con las formas convencionales del formulario
epistolar helenístico (salutaciones, acciones de gracias,
etc.), que modifica adaptándolas a su mensaje, usa
también la predicación, la prueba teológica, la exhortación,
fórmulas litúrgicas (confesión de fe, himno, doxología,
bendición y maldición, etc.).
Conoce los recursos propios de la argumentación retórica
y a pesar de que reniega de exponer el mensaje con
“humana sabiduría” (cf. 1Cor 2,1-5), sin embargo sabe
presentar los argumentos de forma convincente.
Es un maestro en el manejo del Antiguo Testamento, que
usa para dar fuerza a sus argumentos, según las formas
propias de la exégesis rabínica.
5. En el NT, 14 escritos llevan la autoría de Pablo. Sin embargo, gran parte de
los estudiosos recientes han llegado a la conclusión de que al menos 7
de ellas no son de su puño y letra, sino que, con el fin de conservar su
herencia y participar de su autoridad apostólica, fueron compuestas y
situadas bajo su autoría.
Las cartas consideradas auténticas de Pablo son:
La Primera a los Tesalonicenses.
Gálatas
Las dos cartas a los Corintios
La carta a los Romanos.
Carta a los Filipenses
Carta a Filemón
Las Cartas de la Tradición Paulina:
Cartas de una tradición bajo el nombre y autoridad de Pablo; con
elementos paulinos: Efesios, Colosenses, y 2Tesalonicenses.
Pastorales: Tito; 1 y 2Timoteo.
Carta a los Hebreos: Definitivamente no es paulina.
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P. Behitman Alberto Céspedes
behitman.cespedes@ucp.edu.co
6. Para reconstruir la vida y la obra de Pablo, las cartas
son la fuente de información principal. Toda otra
información debe ser cotejada con ellas.
Las cartas no son una autobiografía, sino escritos
circunstanciales, en un periodo corto de su vida (sus
últimos años).
En algunas Pablo debe salir en su defensa, y por ello
no están exentas de un tono polémico y apologético.
No podemos esperar de ellas datos sobre todas las
etapas de la vida de Pablo.