Este poema de Gabriela Mistral describe la ausencia y separación de un amante. Describe cómo el cuerpo, cara, manos y pies del amante se van gota a gota, dejando solo recuerdos que se desvanecen en la memoria del otro. El amante se va con los alientos del otro, evaporándose como la humedad de su cuerpo y desvaneciéndose en el recuerdo más fiel. Todo se va entre los amantes, dejando solo la pasión que retumba en la noche como la demencia de mares solos.