El editorial critica fuertemente las primeras acciones del nuevo ministro de Educación español, José Ignacio Wert. Señala que Wert ha comenzado a implementar una contrarreforma neoliberal y conservadora eliminando asignaturas como Educación para la Ciudadanía, proponiendo cambios perjudiciales como reducir la enseñanza común y aumentar las pruebas externas, y tomando decisiones sin base como atribuir el fracaso escolar en Ceuta y Melilla a los inmigrantes marroquíes. El editorial concluye que con
1. ed itorial
Nº IDENTIFICADOR: 421.000 { MARZO 2012 Nº 421 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 3
e d i t o r i a l
José Ignacio Wert, el titular de
Educación, Cultura y Deporte,
no ha esperado los cien días
de gracia que permiten tomar
el pulso a la educación para
enseñar sus cartas, en las que
encadena una mezcla de im-
provisaciones, barbaridades y
equivocaciones, y de calcula-
dos mensajes sobre el rumbo
que tomará la política educati-
vo del futuro: una contrarrefor-
ma en toda regla de signo ne-
tamente neoliberal –siguiendo
la estela de Esperanza Agui-
rre– y profundamente conser-
vadora –atendiendo al dictado
de la Conferencia Episcopal–.
Veamos diez ejemplos de ello.
La supresión de Educación
para la Ciudadanía, una asigna-
tura que viene impartiéndose
con absoluta normalidad en la
mayoría de los países demo-
cráticos, sustituyéndola por
Educación Cívica y Constitucio-
nal, que “elimine las cuestio-
nes controvertidas y suscepti-
bles de adoctrinamiento
ideológico”. Es decir, las rela-
cionadas con la familia, las rela-
ciones interpersonales o la di-
ferencia sexual. Es obvio que
se trata de cuestiones contro-
vertidas. Pero, ¿qué no lo es en
educación? ¿Y acaso no es ma-
yor el adoctrinamiento ideoló-
gico de la caverna mediático-
religiosa bendecida por Rouco
Varela, de quien ha tomado
textualmente la argumentación
de la nueva materia?
La propuesta de reforma
de la Secundaria –un curso
menos de ESO y uno más de
Bachillerato–, con la incon-
gruencia de que muchos
alumnos dejarán los estudios
tras haber cursado solo un
curso de Bachillerato o FP,
pues se mantiene la escolari-
dad obligatoria hasta los 16
años. La reducción de la ense-
ñanza común es una puerta
abierta a la segregación, y el
Bachillerato de tres años, en
estos momentos de crisis y re-
bajas, es un brindis al sol.
Además, no se combate el
fracaso escolar con más cam-
bios legislativos que solo con-
tribuyen a la ceremonia de la
confusión.
La realización de pruebas
externas, cuyos resultados se-
rán públicos y servirán para
premiar a los mejores colegios
y estudiantes y fomentar la li-
bre elección de centro por
parte de los padres. La expe-
riencia demuestra que estas
pruebas, al no tener en cuenta
el contexto del centro, sus re-
cursos y la composición del
alumnado, lejos de mejorar
los resultados educativos,
ahondan aún más la brecha
educativa entre el alumnado
de familias acomodadas y
desfavorecidas.
La revisión de las becas,
con una exigencia mayor en
las calificaciones en prejuicio
del estatus socioeconómico
estudiantil. Una medida que
refuerza el elitismo y mengua
la igualdad de oportunidades.
La negación del 0-3 como
etapa educativa, al considerar-
la un mero recurso de concilia-
ción laboral-familiar. Un regre-
so al túnel del tiempo: a la
guardería con vocación mera-
mente asistencialista.
Muchos responsables edu-
cativos justifican los recortes
como una simple reorganiza-
ción y afirman que con menos
recursos se puede hacer lo
mismo. Pero el ministro va
mucho más allá: “El incremen-
to de recursos lleva a un dete-
rioro de los resultados.” Y se
queda tan ancho.
El cambio de temario de
las oposiciones, que afecta a
unos seis mil aspirantes que
las estaban preparando desde
verano, y que tendrán que vol-
ver a trabajar contenidos de
los años noventa.
Otra de sus equivocacio-
nes mayúsculas es la de atri-
buir las altas cifras de fracaso
escolar en Ceuta y Melilla a
“una avalancha de marro-
quíes”, que no existe, pues en
Ceuta solo hay un 2,5% de
alumnos extranjeros en las au-
las y en Melilla, un 8,3%, por
debajo de la media estatal.
Wert confundió a marroquíes
con musulmanes españoles.
El incremento de las ayu-
das y subvenciones a los toros,
para su promoción “cultural,
socioeconómica y medioam-
biental”. Esta iniciativa la justifi-
ca argumentando que Francia
quiere declarar las corridas de
toros como patrimonio inmate-
rial del país, afirmación que su
Gobierno ha desmentido.
Por último, cabe mencionar
otra de sus perlas que soltó
hace año y medio en un cam-
pus de la FAES –el laboratorio
ideológico del PP–: “La comu-
nidad educativa no puede ser
una comunidad democrática
porque el proceso educativo
no es democrático”.
Con estos mimbres inicia la
gestión el polémico ministro
de Educación.
José Ignacio Wert no ha esperado los cien días de gracia que permiten tomar el pulso a la educación para enseñar sus cartas
Las ocurrencias del nuevo ministro
JAUME CARBONELL SEBARROJA,
director