Ayer en la madrugada un miércoles termino en esta tierra la maravillosa peregrinación de un siervo de Dios, Billy Graham partió para estar con el Señor Jesús después de transitar en esta tierra desde el año 1919, casi 100 años fueron los que camino llevando la Palabra de Dios en los cinco continentes de la tierra, las lágrimas de Darío al hablar de los tiempos en que servimos juntos y la oración porque vuelva Dios a restaurarnos, el cumplimiento ya de siete meses en este Juzgado, lo digo desde cuando me posesione, el cumpleaños de mi hermana Michita y ese paseo a las termales de Colón y el año 19 de mi amada Sobrina Beatrice son las cosas lindas de esta temporada. Ha yom Shishi 10 de Jeshvan del año 5779.- Las últimas anotaciones datan de las primeras semanas de este año, estamos a 19 de octubre del año 2018 del calendario occidental y narrar las cosas significan recordar una película de asuntos, mis experiencias negativas y positivas y el asunto de bajar solo a Timnat a casa de la Filistea donde se puede provocar un incendio que arruine la familia de la mujer, pero bendito Dios que en el camino se encuentra el león muerto que es el enemigo de donde salió dulzura, del devorador salió comida, escribo esto desde el alto Putumayo, antes lo había anotado en la capital de este Departamento. Recordar esa es una tarea que en estos últimos días he pasado por alto pero recuerdo “Juan Luvina”, el cuento de Juan Rulfo y que sacábamos copias de ese texto en la tienda de doña María, su casa en las Violetas, una de las veces que fui con Cesar Córdova, mi primo cuando nos ofrecía unos perfume de “Muscari”, aún vivía en esa casa esquinera que conocí cuando me dirigía donde Oscar Bravo en ese barrio contiguo al terminal, pasaba por ese sitio mirando de reojo, pensando que vivían gente con clase en esas casas, pero a la postre solo eran personas.